Capitulo (17)
Kion: ¿una tormenta de arena? Había escuchado de ellas pero nunca había visto una *afirma el felino sorprendido por la grandesa de la tormenta*
Matías: si, yo tampoco, pero había leído de ellas en unos de los libros que perdimos, son extremadamente peligrosas para los viajeros... Han habido casos en los que estas tormentas han podido llegar a durar varios días e incluso semanas... Se que son casos extremadamente raros, pero realmente espero que esta tormenta no dure mucho... *expresó el humano con preocupación mientras se mordía el labio por el nerviosismo que le generaba la situación*
Kion: y ¿no podemos intentar cruzarla? *Pregunto Kion con esperanzas de dar una posible opción y además calmar un poco a su amigo quien se veía realmente asustado*
Matías:... No, sería muy peligroso, no tenemos lentes para proteger nuestros ojos de la arena, tampoco podríamos respirar bien por la arena, y aún con mi brujula podríamos perdernos o quedar sepultados en la arena *contesta Matías aún con más nervio y miedo que antes*
Kion: vaya, realmente es peligrosa esta tormenta de arena, no creí supondría tantos problemas, creí que eran menos duraderas e intensas *comenta el león ahora con nerviosismo*
Matías:... Y eso no es lo peor, lo peor es que no tenemos comida, por suerte encontramos este oasis que tiene agua, pero no puedo decir lo mismo de la comida ya que aquí no hay animales, y aunque allá fruta en algunos árboles de aquí, tu no podrías comerla por mucho tiempo, lo cual es algo que me preocupa *dice con un nerviosismo tal que hace sangrar un poco su labio por la fuerza con la que lo mordía*
Kion: *al escuchar esto Kion se pone aún más nervioso, pero luego de ver la herida en el labio de su amigo trata de respirar y calmarse* bien... Se que esto se ve feo, pero lo mejor será mantener la calma, ya veras que pensaremos en algo... Además, confío en ti, estoy seguro de que con tus ideas podremos salir de aquí y llegar finalmente a Pridelands *dice el león a su amigo con una mirada amigable para tratar de calmarlo*
Matías: *después de oír las palabras de su amigo Matías ve su rostro y logra calmarse gracias a esto*... Si, tienes razón será mejor estar calmados, además aun tenemos tiempo y podría durar poco esta tormenta *dijo el humano más para el mismo que para su amigo tratando de recuperar la compostura*
Kion: exacto, aun no sabemos cuanto dure esta tormenta así que no hay para que angustiarse *acotó Kion con una sonrisa pero en el fondo preocupado por que seria de ellos*
Matías: si... Creo que por ahora lo más racional será... Tratar de conseguir un par de frutas antes de que anochezca y no veamos nada, y creo que puedo trepar árboles con más facilidad que tu asi que iré yo *explica Matías con sensatez ya que no habían comido en todo el dia por lo que necesitaban comida*
Kion: pero ¿no será muy peligroso? *cuestionó el león con cierta preocupación por su amigo*
Matías: yo también pienso que es peligroso, pero necesitamos la comida y además no me puedo perder en el oasis, creo *dice mientras se saca su poleron y se lo coloca en el rostro en forma de máscarilla para no inhalar granos de arena*
Kion: esta bien, pero no te arriesgues mucho *contesta mirándolo preocupado*
Matías: esta bien, lo prometo *dice mientras usas sus manos para tratar de evitar que la arena llegue a sus ojos y va saliendo de la cueva*
"Matías salió de la cueva con dificultad dejando a un preocupado Kion detrás de él. El humano busco un buen rato y con mucha dificultad logró conseguir un par de frutas las cuales transportó de vuelta a la cueva en un pequeño tronco hueco que encontró. Mientras tanto Kion aprovecho para dejar la mochila que les quedaba en un lugar seguro y pensar en una forma de salir de aquella compleja situación"
Kion: honestamente estaba nervioso de que no lo lograrás y te perdieras o te pasara algo pero ya veo que eso no pasó *expresó Kion con alegría de ver a su amigo sin daños*
Matías: debo reconocer que tuve problemas para conseguir toda esta fruta, no es mucho pero es lo que había, y por suerte conseguí además este tronco seco que nos servirá para hacer fuego *le comenta a su amigo mientras señala el tronco y se vuelve a colocar el poleron de la manera habitual*
Kion: genial porque ya esta anocheciendo *contesta a su amigo con una sonrisa*
Matías: jeje, si será mejor que lo haga de inmediato *dice mientras va por el tronco*
"Matías va a por el tronco y le arranca algunos trozos para hacer fuego con ellos, luego coloca los trozos en un lugar central y refugiado de la cueva y allí utiliza un fósforo para prender la fogata"
Kion: finalmente, empezaba a hacer frío *comenta el felino mientras se recuesta junto al fuego con agrado*
Matías: si, la verdad es que si, debe ser porque en los desiertos los días son muy calurosos y las noches muy frías, o al menos eso recuerdo de ellos *expreso mientras se colocaba junto a su amigo*
Kion: ya veo, eso no lo sabía, por cierto, mientras estabas recolectando frutas se me ocurrió una idea que tal vez nos permitirá salir de aquí *comentó el león con alegría mientras una sonrisa algo confiada se dibujaba en su rostro*
Matías: ¿enserio? ¿Que idea? *Pregunto con curiosidad ya que a él no se le había ocurrido ningúna*
Kion: pues, podría intentar detener la tormenta con mi rugido *dijo Kion con ánimo*
Matías: pues, no lo se, cuando me contaste del rugido creí que era un superpoder bastante poderoso pero ¿estas seguro de que podrá superar a la tormenta Kion? *cuestionó Matías ya que el nunca había visto el rugido y no sabía que tan potente era*
Kion: pues, la verdad no estoy seguro de si funcionará, pero de igual modo tenemos que intentarlo, si no no podremos estar seguros *Kion estaba decidido a intentar con el rugido ya que necesitaban salir de allí y no habían muchas opciones*
Matías: esta bien, entonces lo haremos, pero mañana ya que por ahora es de noche y necesitamos ver bien si el rugido funciona o no *argumenta Matías además con la idea de ver finalmente el dichoso rugido de los ancestros del que amigo le había comentado*
Kion: esta bien, y ¿comemos? *dice con una sonrisa un tanto forzada y para mala suerte de Kion su estómago lo traiciona haciendo un sonido de tripas hambrientas*
Matías: ja, cierto, necesitamos comer, y por lo que veo si que tienes hambre jeje *dice entre risas mientras va por las frutas que recolectó*
Kion: si, es que no estoy acostumbrado a no comer en tanto tiempo jeje *responde Kion un poco avergonzado*
Matías: jaja, no te preocupes esta bien, además yo también tengo mucha hambre *dice mientras toma las frutas, las trae hacia Kion y luego le entrega la mitad de estas* ten, se que no es carne pero por hoy servirá *dice con amabilidad y después comienza a comer su fruta*
Kion: gracias, además recuerda que también como fruta de ves en cuando jeje *contesta el felino antes de empezar a comer velozmente la fruta*
"Kion y Matías comen rápidamente ya que tenían bastante hambre y una vez que terminan se quedan unos minutos a combersar como de costumbre"
Kion: oye, creo que ya se como podemos conseguir algo de alimento aparte de frutas, aunque no es algo muy agradable *comenta el león con una mirada no muy convencida*
Matías: y ¿como sería? *Pregunto el humano con algo de nerviosismo por la expresión de su amigo*
Kion: pues... ¿recuerdas que te dije que mi padre hullo de las praderas cuando el era pequeño? La cosa es que para alimentarse el en lugar de carne de antilope u otro animal lo hizo... Con insectos *dijo Kion haciendo un sonido de disgusto en eso último*
Matías:... ¿Insectos?... No esperaras que coma insectos ¿no? *Pregunto Matías con una expresión de nerviosismo y asco*
Kion: pues, en vista de que no tenemos alimentos no podemos descartar la opción de que tengamos que comer algunos ~glup~ *responde el felino tratando saliva por los nervios de imaginarse comiendo insectos como su amigo Bunga*
Matías: pues, yo comeria pero... Le tengo miedo a los insectos *dice avergonzado y un poco sonrojado mientras desvía la mirada*
Kion: ¿que? ¿Enserio? Jajaja, yo la verdad solo les tengo algo de asco, pero no creí que alguien como tú le tuviera miedo a los bichos *comentó Kion con una mirada juguetona*
Matías: pues, si, osea, los de Chile están bien, los únicos peligrosos son los alacranes, los cuales son mas de campo, y las arañas de rincón que son más comunes, o al menos esos son lo que conozco, pero en África... Podría haber quien sabe que bicho raro y venenoso y podría picarme y envenenarme o contagiarme una enfermedad aún no conocida por la ciencia!!! *dice mientras sube poco a poco el volumen de su voz y entra en una crisis de pánico*
Kion: ~wow~ calma jeje, esta bien no te preocupes yo se cuales son comestibles... Creo jeje la verdad no estoy seguro pero no te preocupes te ayudaré a superar tu miedo *dice el león con total sinceridad y una amigable sonrisa*
Matías:... Esta bien, aunque tu eres un león, quien sabe si tu estomago te permite comer algún insecto venenoso o que se yo, no se datos tan específicos pero bueno, estoy de acuerdo en que me ayudes con los insectos si se da el caso necesitamos comerlos *contesta Matías volviendo a su estado habitual de calma*
Kion: jeje al menos ahora no soy el único con un miedo que superar *comenta Kion con una sonrisa triunfante*
Matías: si si como sea, bueno, por ahora será mejor dormir, mañana tenemos que probar tu rugido y no te quiero cansado *contesta Matías con un tono juguetón mientras desvía la mirada*
Kion: jeje esta bien *dice Kion rodeando los ojos*
"y así ambos se prepararon para dormir, apagaron la fogata y luego se acurrucaron juntos en el saco de dormir de Matías para conservar más calor y dormir más cómodos. Y así durmieron la fría noche abrazados hasta que se hizo de mañana y al despertarse se toparon con la mala noticia de que la tormenta de arena aún seguía"
Matías: rayos, esta tormenta está durando más de lo que creí, solo espero que no se extienda mucho más *dijo preocupado mientras veía la entrada de la cueva tapada por esos miles de granos de arena en movimiento*
Kion: si, eso no es bueno, pero por lo menos eso me da la oportunidad de probar si mi rugido puede hacerle frente a esta tormenta *contesta el felino con algo de nervios ya que se preguntaba sí su rugido realmente sería suficiente ante tan poderoso fenómeno natural*
Matías: si, supongo que dadas las circunstancias no tenemos otra opción más que intentar usar tu rugido, la verdad como nunca e visto ese poder no estoy seguro de que es lo que va a pasar pero ojala que funcione para que por fin podamos salir de aquí (muy bien, esto será interesante, finalmente vere ese gran poder del que me habló Kion) *dice Matías con la ezperanza*
Kion: la verdad espero lo mismo, bueno, ahora iré a probarlo, deseame suerte *dice Kion con amabilidad para luego salir de la cueva con dificultad y colocarse en posición en contra de la tormenta de arena* (muy bien Kion, tu puedes hacerlo, todo depende de ti... y aquí voy) *penso Kion antes de lanzar un poderoso rugido con todas sus fuerzas*
"al Kion lanzar el rugido logró hacer que la tormenta retroceda y parecía poder contener la tormenta. Mientras esto pasaba Matías observaba desde la entrada de la cueva totalmente impactado por lo que estaba viendo"
Matías: (... Así que este es el poder del rugido... Nunca había visto nada igual) *pensó Matías atónito el ver el rugido de Kion contener la tormenta*
... Eh, sigue Kion, lo estás logrando!*dice el humano para animar a Kion una vez que se calmo de lo impactado que estaba y logró volver a articular palabras*
"Kion siguio rugiendo por unos segundos más pero la tormenta comenzó a ganarle y finalmente este deja de rugir por el cansancio y corre velozmente de vuelta a la cueva para refugiarse antes de que la tormenta lo alcanzara"
Kion: ah, ah, ah, lo siento, no pude hacer más, hize todo lo que pude pero ah, la tormenta es muy fuerte y rugir así durante un tiempo prolongado es muy agotador *explica el adolescente león con la respiración agitada por todo lo susedido*
Matías: entiendo, la verdad es una lastima que no allá podido la tormenta, pero sin duda tu rugido es increíblemente poderoso, me dejo sin palabras *dice Matías con una sensación de lástima y asombro*
Kion: si, suele ser increíble cuando lo ves por primera vez, aunque lamento no haber podido hacer más para sacarnos de aquí *contesta Kion con preocupación por lo que les deparara el destino ahora que estaban atrapados*
Matías: entiendo, pero no te preocupes Kion, con tu poder y mis ideas estoy seguro de que encontrarémos la manera de salir de esta situación, y creeme que haré todo lo posible para que ambos salgamos perfectamente de aquí... Lo prometo *dice para brindar ánimos a sí amigo mientras levanta la mirada con una sonrisa*
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