14: EL POZO DE LAZARO
Bruce miró hacia arriba y estaba desconcertado. Si Ra's quería a Daley y Carter muertos, ¿por qué los enviaría al Pozo de Lázaro?
Bruce trató de levantarse pero el dolor en su brazo roto era demasiado. Pero luego recordó su entrenamiento, tratando de calmar el dolor y dejar que fluyera fuera de su alma. Respiró hondo y llenó su mente con la ira que tenía por Ra's. Empezó a sentir que el dolor desaparecía por todas partes y se quedó tumbado, actuando como si todavía le doliera.
Esperó hasta que un grupo de asesinos tomó los cuerpos de sus amigos. Se quedó en el suelo mientras Ra's lo levantaba sobre su hombro y lo transportaba por todo el templo. Mientras Bruce pensaba en lo que sucedería después, se preguntó cómo Ra's podría contener el poder del Pozo y traerlo con él, ya que obviamente tenía más de una ubicación para el Pozo.
Aunque tenía los ojos cerrados, Bruce podía decir que estaban dentro de un ascensor y el asesino a la izquierda de Ra's miró a Bruce para ver cómo respiraba. El hombre abrió el ojo izquierdo de Bruce para verificar sus signos vitales y notó que su ojo se movía. Si estuviera inconsciente, esto hubiera sido imposible.
-¡El americano aún vive! – la "Sombra" comenzó a gritar antes de que Bruce saltara de la espalda de Ra's y golpeara al hombre justo entre sus ojos, arrancándole la capucha y usándola para ahogarlo –
Después de que Ra's tomó la espada del asesino que se estaba asfixiando, Bruce envolvió las manos de Ra's con la capucha, atrapándolas.
Los otros dos asesinos dejaron caer los cuerpos de Daley y Carter, desenvainaron sus espadas y golpearon a Bruce en el espacio reducido. Bruce saltó de la pared y pateó a uno de ellos en la cara; su espalda chocó contra la puerta del ascensor. Ra's se separó de la pared y agarró el pie derecho de Bruce mientras intentaba patear a uno de los asesinos. El joven gruñó de ira y lo golpeó en la cara con el brazo roto. Ra's le devolvió el golpe a Bruce y le hizo un largo corte en el pecho. Bruce se agachó mientras volvía a golpear y pateó su rótula con fuerza, escuchando los huesos romperse.
-¡Ah! ¿Qué estás haciendo, Bruce? ¡Estás arriesgándolo todo! – Ra's gritó mientras le aplicaba una llave de cabeza a Bruce mientras el ascensor sonaba –
-No vas a hacer estallar un país, Ra's. ¡Y no me des el discurso sobre pérdidas aceptables! – Bruce gritó mientras salía corriendo del ascensor –
Vio que el piso inferior era una caverna gigante. Las estalactitas colgaban peligrosamente del techo de roca y todo el lugar estaba iluminado por el Pozo mismo.
Bruce corrió rápidamente a un extremo de la caverna y escuchó a los asesinos y a Ra's entrar corriendo, dividiéndose en tres líneas mientras rodeaban el Pozo. Bruce contuvo la respiración y olió el aire. El hoyo era extraño. Olía como a un gel orgánico lleno de menta y agua de lluvia. Miró por encima del borde y vio que era de color verde lima y era lo suficientemente brillante como para iluminar el pozo que estaba quieto, burbujeando de vez en cuando.
Bruce se escondió detrás de una roca gigante y no escuchó pasos. Por supuesto que no lo hizo. La Liga estaba entrenada para caminar silenciosa y velozmente. Bruce se enfrentaba a los hombres y mujeres que lo habían entrenado durante el último año y medio. Tenían experiencia y espadas. ¿Qué tenía Bruce? Piernas rápidas y una brújula moral que lo obligaba a no matar.
Estos asesinos no le darían una segunda oportunidad. Bruce había cruzado la línea de la Liga y una vez cruzada... todo había terminado para ellos.
-¡Sal, Bruce! ¡No sirve de nada esconderte! ¡Esto es una caverna! – Ra's gritó a todo pulmón con su voz resonando por toda la cueva –
Bruce escuchó el rápido sonido de su espada siendo desenvainada y miró a su alrededor en busca de algo que pudiera usar como arma. Observó una roca bastante grande en el borde de la pared que protegía al Pozo de Lázaro.
La recogió y se asomó por el borde por un breve momento, escuchando una estrella ninja volar por el aire y pasar zumbando por su cabeza. Rápidamente se agachó y agarró la roca con más fuerza.
Mientras trataba de escuchar a los asesinos acercándose a él, vio un contenedor con forma de ataúd que colgaba sobre el Pozo con tres grandes cadenas. Vio una escalera que conducía al contenedor y estimó que tardaría seis segundos si corría a su máxima velocidad. Trató de visualizar dónde estaban los dos asesinos, pero solo pudo estimar que estaban a unos seis metros por la velocidad a la que viajaba la estrella ninja.
-¡Bruce! – Ra's gritó con ira –
Bruce siguió el sonido de su voz y supo que estaba por lo menos a unos cinco metros de la pared de roca. Bruce sujetó la roca con fuerza y saltó, viendo a un asesino con su espada desenvainada y dos estrellas ninja entre sus dedos.
Bruce arrojó la roca tan fuerte como pudo y lo golpeó con una fuerza enfermiza, dejándolo inconsciente al instante mientras caía por encima de la pared y en el Pozo de Lázaro. Chocó con un gran chapoteo y el agua caliente lo alcanzó mientras se hundía en las profundidades de la piscina. El otro asesino escuchó el chapoteo y se dio la vuelta, viendo a Bruce mientras corría hacia la escalera. Mientras se levantaba polvo y pequeños guijarros volaban por el suelo, Ra's corrió detrás de Bruce y descubrió que el pasillo de la escalera era muy estrecho.
Bruce vio que Ra's estaba detrás de él y balanceó su espada; las chispas volaron de la pared de roca cuando Bruce saltó de un lado volteándose hacia las escaleras y pateando a Ra's en el pecho. El líder de la Liga se tambaleó hacia atrás por un momento antes de deslizar su espada de nuevo, esta vez logrando un largo corte en el muslo izquierdo de Bruce. El joven ignoró el dolor y siguió corriendo escaleras arriba, viendo una puerta gigante en la parte superior.
-¡Podemos resolver esto, Bruce! ¡Necesitas saber la verdad sobre todo! – dijo Ra's mientras Bruce se acercaba a la puerta –
-¡Entonces dime! – Bruce respondió –
Bruce saltó a través de la puerta y la cerró, golpeando la puerta de metal contra el suelo de roca con fuerza. Escuchó a Ra's tratando de abrirse paso y lo escuchó gruñir. Escuchó el clic familiar de la radio y supo que su maestro estaba llamando a más asesinos.
Bruce se tomó un momento para recuperar el aliento y miró alrededor de la habitación, viendo todo tipo de armas y armaduras de batalla decoradas en la sala. Vio una armadura de guerrero japonés con extrañas máscaras ceremoniales, un traje ninja del siglo XV completo con estrellas ninja y una espada cubierta con símbolos antiguos que describían algo relacionado con el destino. La capucha del guerrero japonés estaba decorada como las orejas de un murciélago y tenía finas tiras de armadura a los lados y en la frente. La boca de la máscara estaba abierta, pues se rumoreaba que mostraba que mientras el guerrero ocultara su rostro tenia que hablar y actuar con la verdad, pasara lo que pasara.
Bruce pateó dos veces la vitrina con el traje de samurái. Lo escuchó romperse y lo golpeó con el hombro en vano. Sacudió la cabeza con frustración y jadeó en silencio cuando vio tres garfios clavados en el suelo de roca y vio que los cables estaban conectados. Podía sentir la presencia de muchas figuras en la caverna y trató desesperadamente de abrir la vitrina.
-¡Vamos! – Bruce dijo bruscamente cuando escuchó el vidrio romperse una vez más –
Vio aparecer a tres asesinos en el borde de la pared de roca y se escondió detrás de una de las vitrinas mientras las estrellas ninja estaban esparcidas por la sala de exhibición. Los escuchó chocar contra la pared y uno aterrizó cerca de su mano izquierda. La sostuvo en la posición correcta, saltó de la vitrina y arrojó la estrella en su dirección, escuchándola adherirse a la frente de uno de los asesinos.
El hombre gruñó y dolorosamente sacó el shuriken, arrojándolo de nuevo y apuntando al corazón de Bruce. El joven sostuvo su mano derecha contra su pecho y la estrella ninja se clavó en su mano. Bruce gruñó de dolor y la sacó, viendo y sintiendo cómo la sangre se formaba en la superficie de su piel. Corrió hacia los hombres y se agachó cuando una espada pasó zumbando junto a su cabeza. Pateó a uno de los asesinos en la rodilla y agarró su cuerpo, corriendo hacia el estuche ninja y golpeando al hombre contra él.
Lo giró y bloqueó los ataques de los otros dos. Paró e intercambió golpes con las espadas y apretó los dientes; retrocediendo contra la vitrina rota agarró un trozo de vidrio y se lo arrojó a la cara, cortándoles las manos y haciéndolos soltar sus espadas. Agarró la cabeza de uno de los miembros de la Liga y la estrelló contra la caja de vidrio cuadrada ubicada a la izquierda, observando cómo su cabeza casi rompía el vidrio y quedaba inconsciente al instante. Al acabar con estos hombres, Bruce se dio la vuelta y vio más ganchos clavados en la roca. Se deslizó debajo de las piernas de un asesino alto y cortó dos de los cables de los ganchos, escuchándolos caer al suelo.
-¡Bruce! ¡Ríndete! – dijo Ra's, rompiendo la puerta de metal con la ayuda de un ariete de alta tecnología y derribando a Bruce mientras se ponía la armadura ninja y metía la capucha de murciélago en su bolsillo –
Puso a Bruce en una llave de cabeza y le hizo soltar la espada. Bruce trató de agarrar a Ra's y liberarse de su agarre, pero Ra's lo tenía contra las cuerdas –
-¿Quién diablos te crees que eres? ¡No tienes derecho a usar eso! – Ra's gritó, asfixiando a Bruce con sus antebrazos –
-¡Tú... no tienes derecho a vivir, monstruo! – Bruce dijo con una voz ronca –
Ra's gruñó y arrojó a Bruce a la vitrina rota. Bruce se incorporó de nuevo y golpeó a su maestro en la cara; la sangre salió disparada de su nariz y el joven lo pateó de nuevo en la garganta. Ra's se sacudió el dolor y balanceó su espada hacia abajo, Bruce hizo una voltereta en el suelo y chocó contra la pared. Ra's se limpió la nariz y frunció el ceño.
-¿Sabes por qué te elegí? – Ra's gruñó cuando Bruce levantó su espada y agarró los guanteletes del antebrazo que se usaban para trepar y defenderse –
-¿Por qué? – Bruce preguntó mientras corría hacia Ra's y otros dos asesinos –
-¡Tú... eras... el hijo pródigo! – Ra's gritó cuando su espada chocó con la de Bruce. Las chispas salieron volando del metal de ambas espadas como si hicieran énfasis en el resentimiento que ambos sentían en el momento –
-¿Qué? – le respondió el joven al soltar su agarre –
-¿De verdad crees que esa niña en Londres se acostó contigo solo por tu atractivo? ¿Hm? – preguntó Ra's al momento de chocar su espada contra la de su alumno –
-No... – respondió Bruce mientras pateaba a un asesino de su campo de visión y cortaba la mano de otro guardaespaldas de Ra's –
-Se suponía que mi hija Talia te traería aquí después de que tú hubieras caído enamorado de ella. Pero partiste a tu venganza personal y la abandonaste – dijo Ra's al momento de conectarle un puñetazo en la cara a Bruce – Pero aquí estas... ¿y aun así no crees en el destino? – Ra's dijo con una risa –
Bruce solo negó con la cabeza y balanceó su espada con todas sus fuerzas. Gritó de ira y casi tiró la espada de la mano de Ra's. Cuando un asesino trató de saltar sobre su espalda, Bruce saltó fuera del camino y agarró sus manos, arrojándolo por el borde de la sala de exhibición hacia el Pozo. Rápidamente esquivó la espada de una "Sombra", golpeó de una patada la espada de su mano y pateó su cabeza, haciéndolo tropezar con la vitrina de la mesa. Ra's hizo sonar las espadas con Bruce y entonces estuvieron cara a cara.
-¡Te traté como si fueras mi hijo! Te enseñé a convertirte en un guerrero y me traicionaste como uno de mis enemigos. Tu estas destinado a ser el salvador del mundo, pero primero debes de ir a Gotham a destrozar esa ciudad pecaminosa... ¡y después trabajar por el bien mayor! ¡Pero el mundo te ha influenciado! ¡Estás perdido! – dijo Ra's con lágrimas en los ojos mientras empujaba su propia espada hacia Bruce mientras el joven luchaba por contener la hoja afilada con la suya –
-No soy tu hijo. Nunca podré traicionar a mi ciudad – Bruce dijo con los dientes apretados –
Bruce finalmente entendió lo que tenía que hacer. No necesitaba estar en una Liga para enseñarle a Gotham la diferencia entre el bien y el mal. Sabía su moral todo el tiempo. La Liga de Asesinos no era el lugar al que pertenecía y ahora lo sabía. Eran una organización poderosa pero egoísta y demente que pensaban que ellos eran los buenos en un mundo lleno de maldad.
Cuando la espada de Ra's se acercó poco a poco a su cuello, Bruce se dio cuenta de que el destino era real. Sabía lo que tenía que hacer. Gotham City había sido la carga que tanto había intentado olvidar, pero era su ciudad. Parecía obvio y predestinado que Gotham City estaba en el epicentro de los planes de la Liga. Necesitaba protegerla y salvarla de la destrucción. Era hora de arreglar las cosas.
-Traidor – Ra's le escupió mientras aflojaba su agarre de la espada de Bruce –
Antes de que pudiera atacar, Bruce gritó de dolor e ira y clavó su hoja en el pecho de Ra's. La hoja atravesó todo su cuerpo y Ra's Al Ghul comenzó a toser sangre mientras Bruce gruñía y los asesinos que entraban al lugar se detuvieron.
-Finalmente rompiste tu regla. Puedes corromperte, "murciélago". No eres un héroe después de todo – Ra's dijo mientras la sangre goteaba por sus labios y se desplomaba en el suelo –
-Tal vez mueras, o tal vez encuentres la forma de volver... – dijo Bruce mientras enterraba la hoja a través del cuerpo de su maestro hasta la empuñadura y agarraba las cadenas conectadas al contenedor con forma de ataúd – Pero si regresas, te detendré.
Cuando Bruce cortó la cadena con un rápido movimiento de una daga oculta del traje, se puso la capucha del murciélago guerrero y arrojó los shurikens a los rostros de los asesinos mientras cruzaba el foso para incapacitarlos.
Bruce aterrizó en el suelo al lado del ascensor y llevó los cuerpos de sus amigos dentro con él mientras los asesinos corrían hacia él gritando y con las armas en alto. Respiró hondo dentro del ascensor y se inclinó junto a sus cuerpos en busca de algo útil. Encontró un pequeño teléfono satelital portátil dentro del cinturón de Daley y lo metió en su bolsillo trasero. Miró dentro de todos los bolsillos de Carter y encontró una pequeña carga de C-4 ensangrentada en su chaleco.
Bruce sonrió levemente y buscó el detonador antes de juntar sus cuerpos y colocar la carga C-4 a sus pies. Bruce esperó hasta que llegó al último piso y rápidamente salió corriendo.
-No se preocupen chicos, nunca volverán como él... – dijo Bruce en voz baja al escuchar la alarma dentro del templo – Lo que muere una vez, debe de quedarse así.
Entonces presionó el detonador y escuchó el fuerte estruendo y el chirrido del metal cuando el hueco del ascensor estalló, atrapando temporalmente a las "Sombras" y a Ra's dentro de la Caverna del Pozo de Lázaro. Para su sorpresa, una explosión se escuchó dentro del templo y entonces todo se prendió en llamas.
La montaña se ilumino en un destello de luz que inundo todo el paisaje y contamino con humo y ruido de explosiones los sentidos de Bruce Wayne.
Dejó caer el detonador y salió corriendo del templo en llamas, abriendo una ventana de tres pisos con el pie mientras saltaba y aterrizando en el suelo fangoso del bosque y huyendo en el aire húmedo mientras las explosiones dentro del templo seguían aullando.
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