EL VERITECH NEGRO

Capítulo 8: De regreso a casa

Los veritechs depositaron con cuidado el pod zentraedi en el hangar y Knight, junto con los demás salieron muy aliviados.

―¡No puedo creerlo, están vivos! ―les dijo uno de los mecánicos el cual junto con otros mecánicos y pilotos, les rodeaban impresionados y bombardeándolos con muchas preguntas.

―¡Rick, Knight, no puedo creerlo, es cierto, están vivos! ―gritaba Roy blanco de la impresión y fue a abrazar a Rick, de la misma manera en que lo haría un padre con su hijo perdido y vuelto a encontrar.

―Roy..., no me dejas respirar..., ya córtala, hermano ―se quejaba Rick, aunque con una sonrisa en los labios.

―No lo comprendo, ¿cómo lograron escapar? ―preguntaba Roy que rebosaba felicidad.

―Esa es una larga historia, Roy, mejor te la cuento mañana ―le decía Rick.

―No creo que nos podamos dar ese lujo, Rick ―decía Lisa―, seguro el capitán global desea vernos de inmediato.

Lisa no se equivocaba ya que los pilotos fueron informados de que el capitán quería que fuesen donde él. Lisa y los demás fueron dónde Global y le dieron un breve informe acerca de su encierro y posterior escape, así como las preguntas del interrogatorio zentraedi.

―Muy intrigante la reacción del enemigo ―les decía global y procedió a encender su pipa.

»En especial es muy misterioso ese asunto de la protocultura de la cual estaban hablando ―continuo Global―. Y el número de naves enemigas...

Global les agradeció por el reporte y les felicitó por su feliz retorno, pero les indicó que todos deberían presentarse en una reunión el día de mañana para poder dar un informe más detallado ante los otros comandantes de la nave.

Knight se desplomó en su cama apenas estuvo frente a esta, maldiciendo que tenía que ir a la reunión muy temprano en la mañana.

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Al día siguiente, Knight y los demás fueron a un salón militar y dieron un detallado reporte de los sucesos que afrontaron desde la captura de la nave de Lisa hasta la exitosa fuga de la nave zentraedi. Los comandantes de la nave no dieron crédito al reporte de los pilotos respecto al número de naves enemigas, tampoco creyeron la información que les brindaron acerca de la protocultura.

―Malditos dinosaurios ―se quejaba Knight luego de terminar la reunión. Él y todos los demás se dirigían a la ciudad a disfrutar un día de descanso que les fue otorgado por Global.

―¿No vas a venir con nosotros, Lisa? ―le preguntaba Knight, que ya tuteaba a la mujer luego de su aventura en la nave zentraedi.

―Debo ponerme al día con todo lo que sucedió en nuestra ausencia.

―Por favor, Lisa, ¿no quisieras estar con nosotros?, además ni tú, ni Rick nos contaron cómo fue su parte de la aventura cuando se separaron de nosotros ―dijo Knight y tanto Lisa como Rick se ruborizaron un poco.

―Me parece que ustedes dos ya se llevan mucho mejor que antes ―decía feliz Ben.

―Lo siento, pero quisiera ir al puente y encontrarme con Claudia y las chicas, además, ¿no quisieras venir Knight? Seguro estas deseoso de encontrarte con Sammie.

―¿Con Sammie, por qué? ―preguntaba Max.

―No lo sabías, ella y Knight son novios ―les informó Lisa.

―¡QUÉ! ―gritaron los pilotos con excepción de Rick.

―Es cierto ―explicaba Rick―, Knight nos lo dijo mientras estábamos siendo interrogados por los zentraedi.

―¡Esto es injusto! ―gritó Ben y agarró a Knight por el cuello con sus enormes brazos, los otros pilotos también se le unieron.

―Les recuerdo que soy su superior ―les dijo de forma venenosa y todos le soltaron intercambiando miradas nerviosas.

―Y yo te recuerdo que soy el tuyo ―le decía Lisa, ceñuda―, quisiera saber más acerca de esa relación tuya con Sammie, después de todo ella todavía es muy joven e inocente.

Knight tragó saliva y se despidió de sus amigos siguiendo a Lisa, la cual se dirigía al puente. En medio camino le explicó toda la situación.

―¡Así que no es tu novia! ―le recriminó Lisa, aunque se sentía aliviada por la seguridad de su subalterna, la cual a juicio de ella, todavía estaba muy "verde" para entablar una relación romántica con un hombre.

―Lamento haberte mentido, Lisa... Eh, comandante, pero creí que usted y Rick tendrían un mejor efecto en cuanto al enemigo.

―Ni me lo recuerdes, Jr. ―le cortó Lisa ceñuda y mirando hacia otro lado para que no le notara lo ruborizada que estaba al recordar su beso con Rick.

―Por favor, Lisa, no te enojes... Y llámame Knight, odio cuando la gente me dice Jr. o Junior...

―De acuerdo, Knight, pero aun así no te salvas de venir al puente conmigo.

―¡?Qué¿! Ir al puente.

―Sí, será divertido ver como arreglas este enredo.

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Lisa ingresó al puente, mientras Knight se encontraba agazapado en la entrada. Al parecer Sammie ocupaba el puesto de Lisa y Diana la controladora de uno de los escudos punto de alfiler de la nave, cubría el puesto de Sammie.

Las chicas abrazaron presurosas a Lisa y está puso una gentil y hermosa sonrisa, Knight pensaba que luego de tan tierna escena tal vez se escaparía de ingresar al puente, pero vio con horror como Lisa le susurraba algo a Claudia y está miraba ceñuda a la puerta del puente.

―Bien, Teniente Knight, pase, por favor, hónrenos con su magnífica presencia ―le ordenaba de forma sarcástica Claudia.

―Eh, este..., con su permiso, comandante Grant ―se cuadraba Knight mientras ingresaba temblando al puente.

―Ya no te ves tan seguro, ¿eh?, conquistador ―se burlaba Kim, mientras Vanessa se reía con disimulo. Diana miraba la escena sin comprender lo que pasaba.

―¿Qué?, ¿ya es hora del paseo? ―preguntaba Sammie, recordando como su cita fue interrumpida por el ataque enemigo. Mientras Kim le susurraba lo del encuentro en el parque a Diana, la cual se asombró mucho y miraba a Knight con ojos abiertos como platos.

―Sí, Teniente, díganos si ya es hora del famoso paseo con nuestra Sammie, ¿y dónde planeas llevarla? ―le decía Claudia con un tono peligroso mientras le colocaba el brazo alrededor del cuello de forma no muy maternal que digamos, pero no lo bastante brusco como para llamar la atención de Sammie.

Kim y Vanessa tenían lágrimas alrededor de los ojos por tratar de no reír, mientras Lisa sonreía de manera estricta a Knight, Diana por su parte solo negaba con la cabeza mientras miraba ceñuda al piloto.

«Ay, mamá, que sea lo que suerte decida», pensó Knight y trató de salir de la situación.

―Verá, comandante, pensaba invitar a Sammie a tomar un helado ya que no creo me alcance el sueldo para algo más, como regalarle flores, por ejemplo, lo cual planeaba hacer desde el principio antes de darme cuenta de mi triste situación monetaria ―dijo Knight con confianza y poniendo la cara más inocente que podía.

―Serás... ―le dijo Claudia quien miraba desde arriba a Knight ya que la mujer era muy alta y apretó un poco más su brazo contra el cuello del piloto.

―Chicas, nos harían el favor de salir un momento ―les pedía Lisa y las chicas salieron del puente llevando a una confundida Sammie que no sabía qué estaba pasando.

Knight quien era de la misma altura de Rick y Lisa parecía un niño frente a Claudia y, sin poder evitarlo, dio dos pasos hacia atrás cuando Claudia lo soltó y lo encaró con una mirada reprobatoria en el rostro, lo mismo que Lisa.

―A mí no engañas, Knight ―le soltó Claudia―. Si crees que actúas bien de Casanova, deberías tomar más clases con Fokker. Ahora, será mejor que dejes a nuestra baby sister en paz si sabes lo que te conviene.

―No puedo creerlo, teniente, Sammie es muy joven para lo que planeas hacer con ella ―le dijo Lisa muy seria, Knight tragó saliva (ya que le había dado justo en el clavo).

―Te gustan las lolis, muchacho, pero eso tiene solución, te arreglaré una cita con el doctor Leingbert, quien es el psicólogo de la nave ―le dijo Claudia acercando su rostro al rostro del piloto.

―Chicas, ya pueden entrar ―las llamó Lisa levantando La voz para que la oyesen.

Las mujeres entraron y rodearon a Knight de la misma forma en que una manada de leonas rodeaba a un cachorro de ñu para luego matarlo.

―Bien, entonces, ¿cuándo salimos? ―preguntaba Sammie algo confundida por la conducta de sus amigas.

Knight miró nervioso a las mujeres y recordando el rostro de sus padres, se acercó a Sammie y la abrazó dándole un beso con lengua.

«¡Hijo de puta!», pensaba Claudia mientras el rostro se le descomponía por la furia, a su lado Lisa miraba la escena sin dar crédito a sus ojos.

«No puedo creerlo, después de lo que le dijimos», pensaba indignada Lisa.

«Ay madre, a este lo matan», pensó alarmada Vanessa.

«Qué audaz, Knight, eso te lo reconozco», pensaba Kim quien miraba la escena asombrada pero con una sonrisa en los labios.

«Este Teniente es muy valiente o es un suicida», pensaba por su parte Diana, mientras observaba las facciones del hombre con más atención.

Sammie por su parte, bueno, en realidad no pensaba nada ya que no solo era su primer beso, de hecho, ni siquiera había besado de forma casta a alguien en su vida, y ahora un hombre la besaba "a la francesa". La pobre luego de separarse de Knight se desmayó por un segundo, pero volvió en si gracias a la ayuda de Knight quien la sostuvo con sus brazos.

―Discúlpame, Sammie, perdí mi tarjeta en la nave zentraedi, pero espero que este beso mío te llegue a compensar lo del helado y las flores, mi amor ―le dijo a Sammie, mientras de forma muy hábil se ponía detrás de ella y le sujetaba los hombros y le sonreía con ternura.

«Maldito, se está escudando en Sammie», pensaba Claudia quien cerraba los puños debido a la furia.

―Este es bueno ―le susurraba Kim a Diana, la cual asentía con la cabeza.

Vanessa miraba nerviosa a Lisa y, al final, su comandante habló.

―Me alegro que lo que sientes por Sammie es verdadero, pero limita tus muestras de afecto frente a otras personas ―le decía Lisa.

«Ay no, se me olvidaba que Lisa también es ingenua en este tipo de cosas», pensaba Claudia, molesta.

―Gracias, comandante Hayes ―dijo Knight cuadrándose, y sin dar tiempo a Claudia de contraatacar tomó la mano de Sammie.

―Disculpe, comandante Grant, ahora que terminó el turno de Sammie, ¿podemos ir ella y las otras chicas a la iglesia de la ciudad?, escuché que por fin colocaron los nuevos vitrales, seguro se verán magníficos ―le dijo Knight poniendo un rostro de inocencia.

―Claro, Knight, puedes ir a la iglesia ―le dijo Claudia muy ceñuda―, pero me temo que las otras chicas aún tienen un turno que completar, así que salúdame al padre cuando le veas, dile que vendré luego a verle, ya sabes, para la confesión. Después de todo estamos en la milicia, no sabemos cuándo podremos necesitar..., la extrema unción.

Knight puso una excelente cara de póker ante las amenazas de Claudia y luego, con una sonrisa, se cuadró ante sus superiores y se fue con Sammie.

―Luego hablaré con Roy ―le decía Claudia a Lisa―. Me preguntó qué diablos le está enseñando aparte de volar un veritech.

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Roy se reía con ganas al día siguiente, luego de que Claudia le informara acerca del atrevimiento de Knight.

―Sí, Knight me lo dijo, lástima que él y Sammie tuvieron que pasar toda la velada en la iglesia por tu culpa; yo que él, me iba de la iglesia y realizaba actividades menos sacras y más profanas con Sammie.

―¡¿ROY, QUE DEMONIOS?! ―le gritó Claudia―, todo esto es tu culpa, seguro le estas enseñando tus mañas, y en cuanto a la iglesia, seguro que si entras te prendes en llamas.

―Eso ni dudarlo, nena, pero me gustaría de todas formas entrar en la iglesia, ya sabes, nunca lo hice en una..., al menos no contigo.

―¡Oh!, eres imposible, ¿me preguntó por qué diablos sigo contigo?

―Eso te lo recuerdo enseguida ―le dijo Roy de forma lasciva y abrazando a Claudia, la tumbó en el suelo de su habitación.

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.Al día siguiente, Roy les informa a sus pilotos que la nave trataría de romper la barrera zentraedi para de esta manera se dirigirse a la Tierra.

―Será una gran apuesta, chicos, pero si lo logramos, podremos regresar a casa.

―¿Esperaremos oposición de pods enemigos? ―preguntó Knight.

―No, está será una operación de quiebre de la barrera, nuestro enemigo son las naves grandes, pero de todas formas, los quiero a todos en sus veritechs y listos para cualquier eventualidad.

Knight se encontraba en su veritech listo para despegar a la orden de Roy, toda la nave se estremecía debido a los disparos del enemigo y el piloto ya empezaba a ponerse nervioso.

―Demonios, ojala termine pronto, cómo quisiera salir a combatir. Todo es mejor que estar quieto en este lugar y aguantar la incertidumbre.

La nave dejó de estremecerse y todo el personal del hangar dio un gran suspiro de alivio.

―Rick, creo que lo peor ya pasó ―le decía Knight por el telecomunicador de la nave, cuando una fuerte sacudida se sintió en el lugar, seguido por un anuncio del puente de que se efectuaría la transformación modular de la nave.

―¡¿Qué pasa?! ¿Por qué diablos ejecutan una transformación tan pronto? ―se quejaba Knight.

―Seguro la nave está muy dañada para poder penetrar la atmosfera a menos que se transforme... ¡SUJENTE FUERTE! ―ordenaba Roy.

Knight tensó los músculos mientras sentía como su estómago parecía abandonar su cuerpo.

―Joder, estamos cayendo en caída libre, dudo que logremos salir de esta. ―Se resignaba Knight, cuando toda la estructura de la nave sintió el impacto al amerizar en el océano. Los veritechs estaban asegurados a la nave, pero todo lo que no estaba clavado en el piso voló por los aires y se dirigió a todas partes.

El caos era total en el hangar, y algunos de los mecánicos estaban muertos, Knight y los demás salieron y ayudaron a los heridos, luego fueron llamados a realizar tareas de rescate y ayuda para los civiles que fueron heridos en el amerizaje.

Luego de toda una tarde, el capitán permitió a los civiles salir a la cubierta de la nave.

Ben se encontraba tan feliz que hizo unas sorprendentes piruetas para alguien de su tamaño.

―No puedo culparlo ―decía Rick―, solo mira ese cielo.

En ese momento varios cazas de combate provenientes de la Tierra volaban sobre el SDF-1 dándole la bienvenida.

CONTINUARÁ...