Chào các bạn! Vì nhiều lý do từ nay Truyen2U chính thức đổi tên là Truyen247.Pro. Mong các bạn tiếp tục ủng hộ truy cập tên miền mới này nhé! Mãi yêu... ♥

Capítulo 2

Mi labio inferior tiembla mientras intento reprimir mis impulsos y deseos de matar a Yuntae, ya que sé muy bien que no tengo muchas opciones de salir con vida. Tengo que ser más inteligente que él y buscar la manera de que me diga lo que necesito saber.

Yuntae aprovechando mi posición se inclina hacia delante tomándome por sorpresa ya que su mirada es retadora, no quiero que me intimide así que le sostengo la mirada.

Eso es todo murmura con una expresión de suspicacia al tiempo que mantiene su mirada fija en mis labios. Estoy seguro que no es lo único que me quieres decir, vamos dilo no te guardes.

Trato de mantenerme firme, pero estoy segura que él ya notó mis nervios.

No sé de qué hablas Finjo confusión y él niega.

Sí que lo sabes, cualquier persona se daría cuenta.

Trago saliva, pero me niego a desviar mi mirada de la suya.

Yo solo quiero que me ayudes a encontrar al hombre que me provocó el aborto confieso encogiéndome de hombros.

Vamos Eunji, no pretendas que me puedes engañar. Es obvio que en estos momentos lo que más anhela tu alma es venganza, quieres vengar a tus padres y todo lo que te pasó, y si no ¿por qué más estas aquí? Su mirada es juguetona, aunque su voz es dura. Lo que quieres es vengarte de mí, acabar conmigo por todo lo que te hice y en cierto modo es normal, solo quiero saber ¿cómo lo harás? Es por eso que te voy a dar tiempo y así podré saber que está pasando en estos momentos por tu cabecita. Sonríe como si acabara de alagarme, pero lo único que ha salido de su boca es la verdad.

Yo quiero destruirlo, pero que él lo sepa me deja muy desconcertada.

No es así, yo estoy aquí porque te amo. Muestro una falsa postura de ingenuidad por lo cual él me sonríe y se aleja apoyando su espalda sobre el sofá.

Sí, así como yo te amo ¿Verdad? bufa con cierto descaro. ¿Qué tal si mientras descubres como destruirme jugamos a la casita? Ríe y yo solo me limito a no mostrar lo mucho que me duele aceptar que no siente nada por mí, aun cuando me ha hecho mucho daño y quiero matarlo por haber asesinado cruelmente a mis padres, la verdad es que aún siento algo por él.

Estúpido corazón.

Observo como retoma su juego sin mostrar alguna señal de preocupación, aunque lo entiendo ya que aún no me ve como una amenaza. Eso es un punto a mi favor.

Crees que por estar "casados" vas a disponer de mi cuerpo, como lo hacías durante los seis meses que me tuviste encerrada exclamo poniéndome de pie y él me mira sin dejar de sonreír.

Acepto que al principio perdí el control, pero luego tu misma me permitiste que saciara ese enorme apetito sexual que guardabas Corta sus palabras un momento y parece recordar algo. Eunji, en cuanto al sexo saliste peor que yo.

Mi boca cae abierta sin poder creer la basura que sale de su boca.

—Disculpa, tú eres un sádico violador, así que ya deja de compararme con un monstruo como tú exclamo indignada.

Tienes razón, ya que tú eres peor que yo.

¿Por qué lo dices?

Porque yo si se lo que soy y no vivo engañada imaginado que soy una dulce chica que no rompe un maldito plato ¡Deja de engañarte Eunji! Yo puedo verlo, se cómo eres realmente y por eso es que aún no te he matado, yo se cuan oscura y retorcida es tu alma, lo vi desde el primer día que te conocía así que deja de creer que eres un ángel porque eres el mismísimo diablo.

¿Pero qué...?

Él me observa con intensidad, pero yo no sé cómo tomar sus palabras, exaltada por la discusión me alejo de él y corro hasta la habitación encerrándome en el proceso. Desesperada tomo asiento sobre la cama y hago lo que me enseñaron a hacer en el psiquiátrico cada vez que tenía una crisis nerviosa. Cierro los ojos, cruzo mis brazos y pongo mis manos sobre mis hombros en forma de x y comienzo a darme pequeños golpecitos; mientras trato de regular mi respiración lágrimas de dolor recorren mis mejillas.

El proceso de calmarme es difícil y tardío, cada vez que me rompo trato de recuperarme, pero abrir los ojos y ver a Yuntae −mi verdugo− observándome con cara de diversión solo empeora mi estado.

¡No puedes dejarme en paz solo unos minutos! grito exaltada.

Estoy en mi casa así que hago lo que quiera.

Irritada deslizo mis manos por mi cabello repetidas veces.

Yuntae, eres insoportable no sé cómo me enam... Corto sorprendida de mis propias palabras. Él se adentra caminando sutilmente y posiciona frente a mí. Desde mi posición evito mIrarlo y solo dejo que haga lo que quiera.

Eunji, es bueno que ya no estés desconectada de esta realidad porque te extrañé mucho susurra y acaricia con una de sus manos mi cabello, la cual aparto rápidamente.

No me digas, extrañaste abusar de mi cada maldito día.

Yo no abusaba de ti, sé que no estabas aquí realmente, pero había momentos en que parecía que si podías verme e interactuar conmigo como cuando llegué herido y me ayudaste. Estabas aquÍ.

Levanto la cabeza recordando ese momento, se me hace imposible no sentir preocupación por él ya que, aunque yo imaginé esa historia de amor entre un psicópata y una estudiante universitaria, la verdad era que cada día en ese frustrante encierro sentía algo al verlo entrar y cuando no lo hacía, lo extrañaba.

Yuntae, quieres por favor dejar de intentar manipularme Lo miro. Si lo acepto, yo siento algo por ti, pero no estoy segura de que sea amor miento para no mostrar mi vulnerabilidad.

Es algo mutuo, cariño. Él sujeta mi mentón con firmeza. 

Intento decir algo, pero él se aproxima con rapidez y sin previo aviso me besa. Me quedo inmóvil mientras él lame con su lengua mi labio inferior y luego lo succiona lentamente hasta que, sin darme cuenta, ya tengo su legua jugando con la mía. Una sensación de escalofrió me recorre la espina dorsal al mismo tiempo que siento una de sus manos deslizarse por mi muslo derecho hasta llegar a mi entrepierna.

Reacciono al sentir que mi espalda choca contra la cama y él se encuentra sobre mi cuerpo. Separo mi boca de la suya con la intención de alejarlo, pero él va hacia mi cuello y comienza a dejar pequeños mordiscos que hacen que se me escapen unos gemidos. Desliza su mano por el interior de mi pantalón hasta que roza con mi intimidad acelerándome el pulso. Una electricidad recorre mi zona baja cuando él acaricia con la yema de sus dedos esa parte sensible de mi cuerpo.

Baja un poco su boca hasta mi pecho y por encima de mi suéter toca mis senos, dejo salir un jadeo al sentir como sus dientes delicadamente rozan mis pezones que reaccionan a su tacto a pesar de la tela. Yuntae acaricia en pequeños círculos mi clítoris haciendo que me estremezca porque hace mucho tiempo que no siento esto, mueve mi ropa interior un poco con ayuda de sus dedos y cuando creo que va a llegar más lejos, algo dentro de mi reacciona y lo aparto de forma abrupta.

Él se levanta de la cama con una expresión de burla y sin decir nada más desaparece de la habitación. Me quedo sorprendida por lo bajo que juega Yuntae, es muy astuto y sabe que tengo una necesidad sexual por él. Golpeo la cama con rabia, arrepentida de ser tan débil frente a ese ser despreciable y atractivo, aunque pude reaccionar a tiempo no cabe duda de que lo tendré difícil, ya que por más que lo odie, deteste y desprecie la realidad es que cuando sentí sus labios sobre los míos y sus manos tocar mi piel, mi corazón estuvo a punto de estallar de emoción. Esto se sintió diferente a lo que sentía en mi mundo ficticio cada vez que estábamos juntos, esto es... real.

La imagen de mis padres y las personas del psiquiátrico aparecen en mi cabeza mirándome como si estuvieran juzgándome. Sus miradas hieren, pero intento mantener la calma cerrando mis ojos. Eso no me ayuda ya que escucho sus voces, gritando, llorando y pidiéndome ayuda.

Cubro con desesperación mis oídos una fuerte opresión me quema el pecho haciéndome derramar lágrimas de dolor. Por más que cierre mis ojos sigo viendo como mueren y por más que cubra mis oídos sigo escuchando como me suplicaban que los ayudara mientras yo solo intentaba sobrevivir. Solo no quería que Yuntae me matara, solo eso, pero porque ahora esto me atormenta.

¡Lo siento! Lloro desconsolada mientras ruego. Por favor perdónenme ¡Me equivoque!

Por qué tengo yo que cargar con todas esas muertes si yo no los maté, o tal vez si, si nunca hubiese ido a ese hospital, si nunca hubiese venido a Seúl en primer lugar, talvez todo esto no me atormentara, pero ya no tengo a mis padres, no tengo un hogar donde volver. Mi pecho duele aún más y las voces se incrementan provocando que mi cuerpo no lo resista y comience a convulsionar. Mis gritos salen distorsionados y siento como si mis ojos ardieran en fuego, todo en mi visión es rojo.

Con cada convulsión lastimo mi cuerpo y tiro de mi cabello con fuerza. Lo siguiente que siento es mi cuerpo cayendo de la cama y chocando contra el piso este dolor me gusta así que eso hago de nuevo, comienzo a golpear mi cabeza contra el piso fuertemente logrando que las voces se apacigüen, pero el dolor sigue.

Continuo desesperadamente golpeando mi cabeza contra el piso cuando escucho la voz de Yuntae pronunciando mi nombre y lo veo corriendo hacia mí. Él se arrodilla a mi lado e intenta detenerme, pero no lo dejo.

Detente Su voz se escucha doble y espantosa, como la de un demonio. Grito con fuerza para que se aleje ya que me da miedo. Él logra sujetarme y no me permite que me mueva.

¡Lo siento! ¡Lo siento! ¡Lo siento!

¡Cálmate, Eunji!

Su horrorosa voz se está alejando, y ahora mi visión es borrosa. Con cada segundo que pasa mi pulso se ralentiza hasta que de repente todo se vuelve negro.


  ***

—Quien diría que yo, un psicópata tendría que cuidar de una enferma mental, suena irónico ¿no crees? Escucho la gruesa voz de Yuntae, así que abro los ojos y lo descubro recostado al marco de la puerta, observándome mientras está en una llamada telefónica.

Me encuentro acostada sobre la cama y como ya he vivido muchas veces esto, no me sorprendo por el fuerte dolor de cabeza que tengo en estos momentos, es insoportable pero no me importa. Despacio tomo asiento y observo si me hice alguna herida de gravedad en el cuerpo.

Sí, ya despertó. Mejor hablamos en otro momento. Yuntae habla con tanta familiaridad que estoy segura que está hablando con ese tipo llamado Snail. Si, aunque no creo que ella se acuerde de ti, babu Se ríe y cuelga la llamada.

Él guarda su celular en uno de los bolsillos de su pantaloneta y camina hacia mí.

Para ser la primera crisis que tienes, creo que la supe manejar masculla con orgullo y toma asiento a mi lado. Mi cuerpo se tensa de inmediato, pero trato de calmarme ignorar el sentimiento de ira que me produce su presencia. Te puse un calmante y te dejé descansar.

¿Por qué me lo estás diciendo?

Para que no pienses que te toqué o algo por el estilo dice encogiéndose de hombros y yo ruedo los ojos.

Supongo que ya no me puedes hacer más daño del que me hiciste.

Te equivocas, siempre puedo ser peor. Lo miro intentando descifrar lo que me está diciendo, pero él cambia el tema de inmediato. Hice la cena ¿Quieres comer? Ofrece sonriendo recordándome que a pesar de ser un vil asesino solo tiene entre veintiuno y veintidós años, aun es como un niño. Él se pone de pie y comienza caminar fuera de la habitación.

Si quieres, te estaré esperando musita desapareciendo y yo suspiro cansada. Quisiera no estar cerca de él, pero en realidad tengo mucha hambre ya que desde que dejamos Italia no he comido nada.

Enfadada conmigo misma me pongo de pie, aunque me veo obligada sujetarme de la pared ya que un repentino mareo me ataca. Tomo fuertes bocanas de aire y camino despacio, con mi mano derecha pegada a la pared para evitar caerme.

Llego con dificultad al comedor y visualizo a Yuntae poniendo la mesa. Me da rabia tener que hacer lo que él dice, pero qué puedo hacer si mi estómago gruñe.

Te vas a quedar ahí Lo escucho llamarme desde el otro lado del comedor y a regañadientes camino hacia él.

Apenas tomo asiento noto que en la mesa solo está servido un plato y no veo rastro de que él ya haya cenado.

—¿No vas a comer? pregunto observándolo desde mi asiento. Él se encuentra de pie recostado a la mesa y de frente a mí.

No, tengo que salir, pero si te portas bien te prometo que te traigo un regalo.

No soy una niña así que no me trates como si lo fuera.

Sí, eso lo sé muy bien bufa de una manera tierna que me recuerda a cuando lo conocí, aunque solo lo traté unos días antes de que me encerrara realmente extraño a ese Yuntae tierno, agradable, gentil y lindo que fingió ser.

Ahora que lo pienso, es muy irónico. yo quería venir a Seúl a estudiar y para eso peleé con mis padres, ahora ellos están muertos y yo ni siquiera duré más de dos semanas en la universidad. Sonrío con amargura tras ese pensamiento logrando captar la atención de Yuntae.

¿Qué? ¿Acaso tuviste un pensamiento caliente conmigo? dice con curiosidad y yo lo ignoro. Procedo a comer y después de decir unas cuantas tonterías más, se marcha.

Dos y cuarenta cinco de la madrugada, estoy desesperada revisando cada puerta de esta maldita casa, todas están cerradas y son de hierro. Además, las ventanas están selladas con rejas a tal punto que esta casa a la que Yuntae me trajo parece una prisión. De nuevo me ha encerrada. Llevo horas tratando de salir, pero es imposible, la seguridad que puso sobre pasa mis limites sin contar que hay unos escoltas afuera y sé que no están protegiéndome, ellos están asegurándose que yo no salga.

Son aproximadamente unos cincuenta hombres situados en lugares específicos y creo que también hay unos perros. Frustrada y cansada de intentar buscar una salida, tomo asiento en un rincón para pensar que hacer. Al tiempo que me muerdo los dedos ansiosa.

Mis manos tienen ampollas de tanto luchar con las puertas y cerrojos, pero casi no siento dolor debido a toda la ansiedad que tengo. Cada segundo que pasa es como el infierno y lo peor es que no se en que momento Yuntae pueda llegar.

Como si fuera una maldición mencionar su nombre justo a las tres de la madrugada, la peor hora, por cierto, el más grande de los monstruos aparece.

El estruendoso sonido del motor de un automóvil me pone en alerta y hace que me levante. Aguardo un poco hasta que veo a Yuntae entrar por la gran puerta y es como si por un instante estuviera viendo al Yuntae que conocí en la universidad. Él está vestido con una camisa azul celeste y unos pantalones clásicos oscuros. Lleva una mochila color marrón en su espalda y sobre su sedoso cabello unos lentes trasparentes.

Un audífono adorna sus oídos y en sus labios un extraño color rojizo llama mi atención.

¿No encontraste ninguna forma de escapar? masculla acercándose a mí.

—No estaba intentando escapar miento y él se burla. Ya delante de mi sin decir nada, me sujeta del cuello y me acerca con brusquedad a él para plantar un beso en mis labios. Debido a la sorpresa me cuesta reaccionar, pero a éste no parece importarle ya que se encarga de hacerme sentir miles de cosas en todo mi cuerpo.

Extrañaba esto, la suavidad de sus labios, lo caliente y humedad de su lengua, sus mordiscos y succiones salvajes, pero sobre todo extrañaba la forma en que me sentía y reaccionaba mi cuerpo con tan solo el roce de sus labios

Para no sentirme más mierda de lo que me siento, corto el beso y me alejo de él.

No tienes derecho a besarme exclamo disgustada. Mi respiración es un desastre al igual que mis emociones.

Él sonríe y a asiente con su cabeza indicándome que entendió.

—Ok cariño murmura y recibe una llamada telefónica la cual contesta con una expresión de suficiencia muy notoria. ¿Ya está aquí? 

Escucho atenta su conservación, pero él cuelga sin darme chance de nada.

¿Qué pasa? cuestiono de mala gana, pero muy interesada.

Te tengo una sorpresa menciona con mucho orgullo. Te dije que si te portabas bien te compensaría y aquí lo tienes. Arroja los lentes al piso y comienza caminar de nuevo hacia la puerta. Su paso es firme y confiado, tal como lo recuerdo.

Confundida intento cuestionar, pero en eso escucho el timbre de la puerta. Yuntae sin perder tiempo va a abrirla y como no entiendo a qué se refiere dejo lo sigo.

Apenas él abre la puerta aparecen tres hombres, dos de ellos son los escoltas y están apuntando con sus armas a una persona, la cual tiene una bolsa de tela en su cabeza. Sorprendida me acerco a él, pero Yuntae se pronuncia.

He aquí tu sorpresa. Cariño La voz de Yuntae es agresiva y un tanto suspicaz.

—¿Qué quieres decir? cuestiono intercalando mi vista de Yuntae al desconocido. Yuntae sonríe con malicia y me mira.

—Querías venganza ¿no es así? inquiere. Te estoy dando la oportunidad de degollar a la persona que te provocó el aborto.

Escuchar esas palabras me deja en Shock, me petrifico al ver a Yuntae quitar la bolsa de su cabeza y mostrarme quien se esconde detrás de aquella mascara negra.

Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro