Chào các bạn! Vì nhiều lý do từ nay Truyen2U chính thức đổi tên là Truyen247.Pro. Mong các bạn tiếp tục ủng hộ truy cập tên miền mới này nhé! Mãi yêu... ♥

Capítulo 14

Corro a toda prisa hasta salir de la oficina y junto con mis dos compañeros comienzo a bajar las escaleras por donde subimos.

Aún no creo que sea el momento de que Yuntae se entere de que estoy viva.

Llegamos al ascensor y rápido ingresamos ya adentro respiro ansiosa hasta que de repente el ascensor se estremece con fuerza. Las luces se apagan y prenden sin control.

—Señor, tenemos problemas, el ascensor no funciona —informa uno de los hombres por el intercomunicador, aunque no recibe respuesta—. Señor, ¿me escucha?

—Lo escucho, ¿cúal es la situación?

—Parece que la energía eléctrica ha sido cortada, estamos encerrados dentro del ascensor.

—Tendrán que salir por las escaleras del personal, tengan cuidado de que no los identifiquen, si alguien los ve, mátenlo.

—Como ordene, señor. Cambio y fuera.

De inmediato uno de ellos saca de su mochila una barra de hierro y comienzan a abrir las puertas del ascensor. Mientras ellos se encargan de eso, desarmo mi fusil y lo guardo en mi mochila, de la cual saco varios cuchillos y pistolas con silenciador. En poco tiempo ellos ya han abierto las puertas así que nos disponemos a salir.

—Primero las damas —comenta uno haciendo que los demás se rían.

Los miro seria mientras él pone sus manos como apoyo para que yo salte ya que hemos quedado debajo de la pared y solo hay una pequeña abertura por donde podemos salir. Me fijo que ha puesto sus manos frente a su pelvis así que aprovecho y coloco mi pie con fuerza y al hacer el salto golpeo su miembro.

Lo único que escucho es como grita mientras yo salgo dando giros por el suelo y rápido me aseguro de que en este piso no haya personas.

—Despejado —informo apuntando con mi arma. Ellos salen uno detrás del otro y rápido nos formamos para comenzar a dirigirnos hacia las escaleras. Llegamos sin problemas y bajamos lo más rápido que podemos.

De seguro el corte de energía lo ha provocado Vante así ya debe estar aquí. Después de bajar todos los pisos de este edificio llegamos al estacionamiento y cuando abrimos las puertas una ráfaga de disparos nos recibe. Uno de mis compañeros recibe un impacto en el pecho, pero como tenemos chalecos antibalas no le pasa nada. Nos escondemos detrás de las puertas y abrimos fuego.

Entre los disparos logro fijarme que Vante es quien está disparando. Conozco muy bien esa mascara que suele usar. Se encuentra detrás de una de las vigas que sostiene el estacionamiento.

Debí saberlo, él es muy inteligente, era obvio que nos estaría esperando aquí abajo.

De repente la camioneta donde está Yohan y el resto del equipo conduce y se estaciona frente a nosotros, impidiendo gracias que es blindado que las balas nos hieran, rápido corremos hasta ella y subimos.

Soy al ultima en subir así que cierro la puerta y cuando el conductor arranca miro a donde está Vante y lo veo sacarnos el dedo medio.

Inconsciente rio ya que no ha cambiado tanto en estos tres años. Debo ser cuidadosa ya que sigue igual de loco.

—¡Que mierda fue eso! —exclama el líder enojado.

—No lo sé Señor, solo nos atacó, pero no sabemos de quien se trata —responde el que fue herido.

—Yo si —intervengo haciendo que todos me miren—. Fue ese asesino al que llaman Vante.

—¿Que?

—¡Enserio, era él! ¡Ese hombre es una leyenda! —expresa sorprendido otro de ellos.

El líder empuña sus manos y parece dudar.

—Estás segura, ¿cómo sabes eso?

Lo conozco muy bien.

—Vi su máscara, ustedes también. Deberían reconocerla.

—Como sea, eso no nos corresponde —dice restándole importancia.

Confundida miro a Yohan quien solo se mantiene en silencio. Ellos siguen hablando de otras cosas y yo solo me quedo recordando cuando le disparé a Vante. Eso se sintió muy bien.

Después de bajarnos en el punto encuentro Yohan y yo nos subimos a nuestro auto y conducimos hasta mi nueva casa. Ahora que pienso vivir permanentemente aquí en Seúl tengo que encargarme de algunos asuntos, como las empresas y fundaciones que he heredado de mi abuela.

Ella creó una especie de imperio y ahora me pertenece. Tengo varias empresas de alimentos y cosméticos. Además de fundaciones. El punto de eso es que mi abuela, usaba estas empresas para lavar dinero. Algo ilegal que da mucho dinero. 

Apenas llego mi casa que no es más que un pent-house muy grande y lindo, me dirijo a mi cuarto y entro al baño para tomar una ducha. Esta noche tengo que asistirá una recepción en donde me reuniré con los socios más importantes, es la primera vez que me verán ya que he estado manejando las empresas desde la distancia, pero ya no más.

Recuerdo como si fuera ayer cuando escuché de Yohan que también había academias para entrenar adultos, lo supe de inmediato, quería convertirme en asesina. Aprender a defenderme y no seguir siendo una presa.

El primer día jamás lo olvidaré, cuando unos hombres me interceptaron, me colocaron una bolsa en la cabeza y me subieron a una camioneta, después de eso me llevaron a ese lugar junto con otras siete chicas, para ellas era un secuestro, las habían llevado en contra de su voluntad, en cambio a mí, sin que ellos lo supieran, me había ayudado a ingresar Yohan.

Después de dejarnos muy claro cómo era la vida dentro de la academia y lo que les pasaría a las que intentaran escapar nos dieron la primera lección, resistencia, aprenderíamos a olvidarnos del dolor en una prueba que duraría varios días.

Nos ordenaron quitarnos la ropa y nos encerraron en un pozo estrecho y profundo que estaba lleno de agua fría, sin comida, agua potable y nada con que calentarnos. Además, nos arrojaban agua cada media hora para que el pozo se llenara y las que no fueran capases de resistir murieran ahogadas o de hipotermia debido al frio clima que había en esa temporada del año.

Pude pasar esa prueba. Fui la única de mi grupo que lo hizo, después de eso comenzaron las clases. Cada maldito día era una pesadilla y eso que yo soy una adulta, me cuesta imaginar lo duro que fue para Yohan, Vante y todos sus hermanos que eran unos niños cuando los llevaron a las academias.

Salgo del baño y me pongo un elegante vestido rojo largo y ajustado al cuerpo que tiene una gran abertura que permite apreciar mis piernas. Unos tacones de mismo color, me maquillo bastante y me dejo el cabello liso y suelto. Ahora no suelo usar el flequillo así que mi apariencia se ve algo diferente, y sobre todo porque me hice algunas cirugías estéticas, no tantas como para deformar mi rostro, solo lo necesario para cambiarlo.

Por supuesto, no puede faltar mis kunai, debido a que mi vestido es muy escotado tengo que esconderlo en mis muslos. Ya lista salgo para encontrarme con Yohan quien también se ha vestido muy elegante. Un traje negro que yo misma escogí y que le queda perfecto. Se ha peinado hacia tras así que luce muy varonil y serio.

Este está concentrado en su celular así que carraspeo para llamar su atención. Cosa que logro porque sus ojos cafés se posan sobre mi cuerpo y de inmediato una sonrisa de conejito aparece en su rostro.

—¿Cómo me veo? —inquiero con orgullo dándole la mano, la cual él toma y me hace dar una vuelta.

—Extraordinariamente hermosa —dice sonriendo, y después me da un beso en el torso de la mano.

—¿Está todo listo?

—Si.

—Bien, entonces es hora de irnos.

Salimos del edificio y nos dirigimos hasta un salón de fiestas muy reconocido por su elegancia y buen servicio. Llegamos y apoyada en el brazo de Yohan entro. En el interior hay personas conversando de lo único que les interesa. Dinero.

Sus vestidos y trajes son solo fachada para aparentar que son gente culta cuando en realidad son sucios parásitos.

Me reúno con mi asistente, una mujer de veintiocho años que ha trabajado desde hace bastante tiempo en la empresa así que conoce muy bien ese mundo que recorría mi abuela.

Hasta ahora ella era la única persona que conocía mi rostro así que me he familiarizado un poco.

—Presidenta Mancini, bienvenida —Saluda haciendo una reverencia.

—Gracias.

Ella lleva puesto un vestido de dos piezas en color negro que le queda muy bien, sin embargo, la noto incomoda ya que a su lado está el Gerente general, un anciano asqueroso que se aprovecha de la amabilidad de ella para tocarla incluso delante de las demás personas.

El hombre ni quiera se preocupa en saber quién soy y solo se fija en mi pecho que está un poco descubierto.

Ella me ofrece una copa de vino, la cual recibo y le doy una sonrisa de labios cerrados.

Yohan se acerca a mi oído y me indica que la presentación está a punto de comenzar. Asiento y comienzo a caminar hacia el escenario preparado para mi discurso. Subo con ayuda de Yohan los escalones y cuando ya estoy arriba él se queda esperándome.

Yo sigo hasta llegar al podio en donde se encuentra el micrófono. Con la copa en mi mano y la atención de todos los presentes puesta sobre mí, gracias a mi destacable y deslumbrante belleza comienzo mi discurso.

—Hola, bienvenidos a esta recepción que se ha organizado para conmemorar el vigésimo segundo aniversario de COSRY cosmetics, en el rubro del cuidado de la piel —Sonrío y muestro la copa de vino—. Nadie de los presentes aquí me conoce así que me presento como es debido. Mi nombre es Hela Mancini y soy la nueva dueña —Todos comienzan murmurar por debajo y mirarse entre ellos—. Sé que no esperaban mi presencia esta noche, por eso quiero que estén enterados, a partir de hoy me haré cargo de todos los negocios de la difunta Kang Sughye, que en paz descanse... Esta empresa ha estado siendo dirigida por mi desde su muerte, pero me he mantenido en bajo perfil ya que no me encontraba en Corea y ahora que estoy aquí, ejerceré el cargo de presidenta. También haré unos cambios en el personal así que espero de todo corazón que no tengan secretos o me veré en la obligación de despedirlos.

Mi mirada recorre cada espacio del salón hasta que me encuentro con la figura del peor de los monstruos. Por un segundo me quedo mirándolo perpleja. Su rostro refleja confusión, sus ojos negros parecen inquietos y en sus labios una sonrisa quiere aparecer, pero a la vez no.

Reacciono al escuchar los murmullos de los presentes quienes no están de acuerdo con mi anuncio, respiro y me concentro de nuevo. Sonrío de lado y levanto mi copa de vino en señal de brindis.

—¡Salud por el futuro de COSRY! —digo sonriendo y tomo un sorbo de vino—. Que disfruten de la velada.

Entre aplausos hipócritas me dirijo caminando a paso tranquilo hasta Yohan y le doy mi mano para que me ayude a bajar.

—Él está aquí —susurro sin dejar de sonreír y dejo mi copa sobre la bandeja de un mesero que pasa aun lado de mí.

—¡Qué! ¿Dónde? —dice mirando a nuestro alrededor.

—Entre los invitados —Terminamos de bajar los escalones y nos dirigimos hasta una esquina del salón.

Antes de poder si quiera llegar a algún lado Vante se presenta frente a nosotros muy calmado, lleva un tarje gris sin corbata, con la camisa blanca faltándole un botón y una copa de vino de la cual bebe con gran elegancia. Esa que siempre lo ha caracterizado.

—Entonces, Hela Mancini —Sonríe amable y le da una mirada rápida a Yohan quien está tenso, aunque trata de no demostrarlo—. Volviste de los muertos para vengarte, que poco original.

Este se acerca más a nosotros y me mantengo calmada, no pasé todo ese tiempo en esa maldita academia para derretirme frente a él.

—Los muertos no regresan —expreso con sutileza, a lo que él se ríe y me extiende su mano.

—Me gustaría bailar con la señorita —Mira a Yohan fríamente—. ¿Se puede?

Yohan a pesar de quiere alejarlo de mí, no hace nada y solo sonríe.

Desenrollo mi brazo del suyo y le doy mi mano a Vante. El solo tacto frio de su mano me recuerda tantas cosas que tengo que morderme los labios para aguantar las ganas de cortarle el cuello.

Este le da su copa de vino a Yohan y cuando él la recibe, comenzamos a caminar hasta la pista de baile en donde también hay varias parejas bailando. Por encima de mi hombro veo Yohan y le hago una señal de que esté alerta, adelantaré mis planes para esta noche.

Llegamos a la pista de baile y él me sujeta por la cintura con fuerza. Me acerca tanto a su cuerpo que quedamos abrazados y me veo obligada a colocar mis manos sobre sus hombros.

De un momento otro, aproxima tanto su rostro al mío que tengo que girarme para evadirlo. Siento como comienza a olfatear mi cabello haciendo que me ponga incomoda.

—No te ilusiones demasiado, Vante —murmuro mirando a mi alrededor mientras bailamos al ritmo de la música—. No estoy de regreso por ti.

Lo siento reír cerca de mi cuello así que por instinto quiero tomar el kunai en mi muslo y enterrárselo, pero me contengo debido a las personas junto a nosotros.

—Si fuera por mí en este preciso momento te mataba —Sigo murmurando llena de rencor.

—Te extrañé —dice tomándome por sorpresa así que lo miro y me quedo perpleja al ver que está llorando—. No sabes cuánto te extrañé.

Ambos dejamos de bailar mientras nos miramos el uno al otro. Vante lleva sus manos hasta mi rostro y me acaricia con suavidad, cada centímetro de mi piel se eriza y algo dentro de mí se remueve, algo que en estos tres años no había vuelto a sentir.

Él observa entre lágrimas mis labios y comienza a acercarse a ellos hasta que giro mi rostro hacia un lado impidiendo que me bese.

—Has mejorado en tu actuación —digo separándolo de mí y mostrándole que él no me interesa.

Me alejo de él mostrándole mi mejor sonrisa y una mirada impenetrable. Doy vuelta y comienzo a caminar en busca de mi compañero. Apenas lo veo le paso por un lado y me dirijo escalones arriba. Estelugar es un hotel importante que también funciona como centro de eventos, así que asegurándome de que me ha seguido abro la puerta de una de las habitaciones y entro. Espero a que él también entre y cuando lo hace cierro con seguro.

—¡Qué mierda hace él aquí! —Exploto llena de ira. En mis planes no estaba que supiera que estoy viva y ahora que lo sabe, eso lo cambia todo.

Yohan se queda en silencio pensativo, eso me hace enfadar aún mas así que me posiciono frente a él y hago que me mire.

—Respóndeme, ¿que hace Vante aquí? Porque no creo que él sea una piadosa alma que le guste donar a las fundaciones o invertir en cosmética.

—No estoy seguro... pero creo que tengo una teoría.

—Dime.

—Hace años, recuerdo que Vante hablaba de una señora que era muy poderosa y tenía algo que él quería. Eso fue hace mucho tiempo y jamás supimos su nombre solo que él le decía la jefa y que la conoció cuando tenía dieciocho años, en un centro de sadomasoquismo.

—¿Qué estás queriendo decir?

—Creo que esa mujer, era tu abuela.

Me quedo analizando lo que acaba de decir y me cuesta creer que mi abuela haya tenido asuntos con Vante.

Me dirijo a la cama de la habitación y tomo asiento en ella.

—Algo más que deba saber —inquiero seria.

—Sí, la razón por la que creo que él está aquí es porque es socio, no de la empresa, si no del negocio de lavado.

Cierro los ojos y suelto una larga respiración. Recordando aquella vez que vi un mensaje en el celular de Vante donde mencionaban a "la jefa" es posible que esa persona fuera mi abuela.

—Y si eso es así, como es que no aparece en el sistema y los archivos.

—Lo sé... te prometo que lo averiguaré.

Abro los ojos y lo miro.

—Bien, ahora consigue algo con que dormirlo, quiero llevarme esta noche.

Me pongo de pie y me arreglo le cabello.

—Estás segura, pensé que lo harías más adelante.

—Sí, pero ya que él lo sabe, tengo que darme prisa y si lo piensas, es mejor hora, antes de que mi otro secreto llegue a Seúl.

Él asiente así que em dirijo hasta la puerta para salir.

—Ah, y que el somnífero sea potente, ya sabes lo resistente que es, no quiero sorpresas antes de llegar —ordeno siguiendo con mi camino y al salir comienzo a arreglarme el vestido simulando que he acabo de tener un encuentro sexual con Yohan.

—Wow —De repente escucho la gruesa voz de Vante cerca así que finjo que me sobre salto y miro hacia de done proviene. Lo veo recostado a la pared mirando su reloj—. Ni siquiera tardaron diez minutos, algo me dice que tu acompañante no es muy bueno en la cama —Se ríe y me mira.

Imposible que nos haya escuchado.

—Si sabes lo que significan los polvos vainilla, ¿verdad? —inquiero muy calmada a lo que él se carcajea.

—No, no lo sé, como recordarás mi forma de tener sexo no es muy dulce que digamos.

—Eso lo sé muy bien.

En eso Yohan sale de la habitación mirando de mala gana a Vante, el cual ni quiera se esfuerza en ocultar su expresión de burla en el rostro. Aunque sé que esa sonrisa que me está mostrando es solo para ocultar lo celoso que está.

—Y bien, me piensas decirme cómo es que estás viva y, sobre todo, porque estas con él.

—¿Tienes tanta curiosidad? —cuestiona Yohan en modo burlón y Vante lo mira con los ojos entrecerrados.

—Si.

—Que lastima, que en este momento no puedo decirlo —digo y él vuelve a mirarme.

—¿Por qué no?

—Porque para eso tendría que llevarte a otro lugar y eso solo lo haré si estás esposado e inconsciente —inquiero con sarcasmo y lo veo poner las manos delante de mí.

—Bien, hazlo.

Me toma por sorpresa su actitud, antes no solía ser así, pero parece muy decidido a hablar conmigo.

Cruzo miradas con Yohan indecisa.

—Vamos, Yohan sabes que los golpes no funcionan en mi así que será mejor que me duermas —propone haciendo que yo me ría.

—¿A qué estás jugando, Vante?

—Estoy tratando de ser lo más civilizado posible, tu y yo tenemos asuntos pendientes y quiero que, de la mejor manera, lo solucionemos —Mira a Yohan—. Vamos viejo, tu sabes cómo ponerme a dormir.

Se da vuelta mostrándonos su espalda. Le doy una mirada rápida Yohan y le indico que proceda. Este se coloca detrás de Vante y rápido pone sus manos cada lado de su cabeza y sin que yo me lo espere le da un giro brusco a su cuello con fuerza y Vante cae al suelo de inmediato.

Me quedo sorprendida por lo que ha hecho pensado en que lo ha matado.

—Qué fue lo que hiciste, lo mataste —exclamo en voz baja mirando si alguien nos ha visto.

Yohan me indica que no haga ruido y lo carga en sus hombros.

—Está vivo, solo lo deje inconsciente —Me deja ver su rostro—. Mira está respirando. Esa es la única manera de ponerlo a dormir sin inyectarlo.

Comienza a caminar con Vante en sus hombros así que lo sigo, sin que nadie nos vea salimos por la parte de atrás y lo metemos en los asientos traseros del auto.

Rápido le ponemos unas cadenas para inmovilizarlo si es que despierta y una bolsa para que no sepa a donde nos dirigimos. No quiero arriesgarme.

Tomo asiento en frente, a lado de Yohan quien empieza a conducir. Quien diría que capturar a Vante iba a ser tan fácil, y que él mismo se dejaría.

Algo no está bien, tengo que ser cuidadosa, Vante es muchas cosas, pero tonto jamás y no se dejaría capturar así de fácil, incluso si soy yo, algo busca y si no quiero caer de nuevo en sus garras tengo que estar atenta. Lo que sí sé es que ésta noche me divertiré mucho.

Llegamos al pent-house y Yohan lo carga hasta un cuarto que hice especialmente para él. Lo deja allí y regresa hasta mi cuarto en donde me estoy quitando el vestido para ponerme ropa más cómoda.

—Está más pesado de lo que recordaba —balbucea Yohan, mirando cómo me pongo unos guantes en las manos.

—Te aseguraste de dejarlo bien encadenado y sobre todo que no estuviera fingiendo.

—Tal como me lo ordenaste —Se posiciona detrás de mí y me rodea con sus brazos por la cintura.

Me doy vuelta y deslizo mis manos por su pecho hasta su cuello.

—Gracias —Le doy un beso apasionado y después me separo—. Ahora espérame aquí, tengo cosas que hacer.

Me separo de él y voy a donde esta Vante encerrado. Hace tiempo que deseaba verlo así encadenado a una estructura de madera en forma de X y por completo a mi disposición.

Llego al cuarto en donde esa imagen de él me excita tanto que me hace sonreír de emoción. Recorro con mi mirada todos los objetos que utilizaré para herirlo y sacarle hasta la última gota de sangre que tiene.

Tomo de una mesa un látigo y lo acaricio mientras mantengo en mi visión el cuerpo de Vante aun inconsciente.

Cierro la puerta.


Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro