Chào các bạn! Vì nhiều lý do từ nay Truyen2U chính thức đổi tên là Truyen247.Pro. Mong các bạn tiếp tục ủng hộ truy cập tên miền mới này nhé! Mãi yêu... ♥

Capítulo 1

Mis pies descalzos duelen y sangran con cada paso que doy. Los arboles rugen a causa del movimiento brusco que provoca el viento.

[Niños cantando]
«¡Inicia el castigo!»


Una fuerte tormenta se avecina, los relámpagos hacen que me sobresalte cada vez que se presentan y mi respiración agitada se pierde con el fuerte sonido.


«¡Dañar es divertido! »

Mi andar es torpe, mi cuerpo pesado y mis piernas están demasiado débiles como para seguir corriendo, tengo que detenerme.


«¡El festín comienza!»


Creo que han dejado de perseguirme, observo ansiosa a mí alrededor y noto que aquellas sombras que venían detrás de mí han desaparecido. Detengo mis pasos al encontrarme con el final de espeso bosque, una extraña arquitectura de piedras al estilo castillo antiguo aparece entre el día tormentoso.

Tomo fuertes bocanadas de aire mientras me debato en si entrar para refugiarme o seguir huyendo. El viento me produce escalofríos y saber que aquí afuera aún están ellos, me hace temblar, es por eso que decido entrar.

El lugar luce solitario y sombrío, al menos tengo donde pasar la noche que se aproxima. Detallo con curiosidad cada espacio hasta que mis pies tocan un líquido espeso y frio. Asustada bajo mi mirada y descubro que aquel liquido es un charco de sangre. Me alejo lo más rápido que puedo y al hacerlo noto que llevo puesto un vestido blanco y voluminoso.

Lo que más me sorprende es que no sabía que lo llevaba puesto, decido observarme con más detenimiento y entiendo que no es un vestido cualquiera, es un vestido de novia que está en su totalidad manchado de sangre y un poco de barro. Mis manos están iguales, el color carmesí cubre partes de mi cuerpo y vestuario, aunque no recuerdo el por qué.

De nuevo comienzo a respirar con dificultad, todo se ha vuelto tan oscuro que no sé realmente dónde estoy. El miedo me abraza congelando cada parte de mi ser logrando que, de mis ojos, caigan gotas saladas las cuales mojan mi rostro y parte de mi cabello.

Limpio con desesperación estas lágrimas y continúo caminado, es así como luego de deambular en un pequeño laberinto de muros ensangrentados, encuentro una salida. Me acerco a ella con el pensamiento de que todo acabará, pero mis ilusiones se esfuman al ver un escenario extraño y turbio.

Frente a mi hay un caminito con pétalos de rosas y a cada lado hay, ubicadas en orden, unas sillas de color blanco con listones rojos. En ellas hay personas sentadas y tienen su atención puesta en mí, son personas extrañas que nunca en mi vida he visto, todos me miran con nostalgia y sonríen al tiempo que aplauden con entusiasmo.

No sé qué está pasando ¿A qué se debe? pero al contemplar bien la imagen logro comprender la situación. Al final del camino hay un altar blanco con un arco de rosas rojas y al pie de ésta, esperando se encuentra Yuntae. Él está vestido con un traje negro brillante y en sus manos sostiene aquella máscara que tanto me aterra.

Al contrariode mi imagen, él está completamente limpio, su sonrisa es hermosa y radiantecomo siempre. Una extraña melodía que parece sacada del inframundo comienza a reproducirse combinándose con los relámpagos. Yuntae hace una señal indicándome que me acerque y sin saber ¿Por qué? lo hago.

Camino entre los desconocidos observando con detenimiento cada una de sus facciones, sin embargo, por más que lo intento no logro descifrar quienes son. Mis pies sucios y lastimados reciben el suave tacto de los pétalos mientras me dirijo al final del camino.

Ya delante de Yuntae y sobre el altar los aplausos se detienen, pero la música continua, él me recibe con una cálida sonrisa y su atractivo rostro resplandece con tanto fervor que ilumina cada centímetro de este sombrío lugar.

Su cabello está perfectamente peinado haca atrás y dos mechones sueltos caen sobre su frente dándole una apariencia descomplicada y la ves elegante. Nuestros cuerpos están un poco separados, no obstante, al él parecer no importarle ya que su sonrisa no desaparece.

Hago un intento vago de hablar, pero ninguna palabra sale de mi boca, eso me preocupa y cuando volteo hacia el frente para ver a las personas me doy cuenta que ya no están.  Mi sorpresa en más grande cuando descubro que debajo de nosotros dos hay una pila de cuerpos ensangrentados.

Entro en pánico al ver que todos llevan uniformes blancos y azul celeste con el nombre del hospital psiquiátrico al que pertenezco. Estoy parada encima de los cadáveres de todos los doctores, enfermeros y pacientes mentales que jamás imaginaron que su vida iba ser arrebatada por Yuntae.

Mi respiración se entrecorta y escalofríos recorren mi cuerpo al tiempo que observo mis manos y vestido llenos de sangre fresca, el olor se cuela en fosas nasales recordándome la masacre que ocurrió hace tan solo unos instantes en la cual yo estuve presente.

Aterrorizada intento bajar de la pila de cadáveres, sin embargo, ésta me lo impide y como si fuera una venganza los cuerpos se abren y comienzan a succionarme hacia su interior. Mis gritos son ahogados entre la música y los relámpagos de la tormenta que ya comenzó.

Intento sujetarme de algo y lo único que encuentro es a Yuntae, él está colocándose la máscara de una manera despreocupada y eso es lo último que veo antes de ser succionada por completo.

«¡Que el juego inicie!
   ¡Que el juego inicie!...
  ¡Que el juego inicie!»


Siento el sabor amago y metálico de la sangre entrar en mi garganta, esta hace una horrenda opresión en mis pulmones y me impide respirar. ¿Qué es eso? ¿Me estoy ahogando? Reacciono y agito bruscamente mi cuerpo en busca de ayuda. Logro sacar mi cabeza del espeso líquido e intento respirar al tiempo que escupo fuera de mi boca esa sangre. Una canción cantada por niños se escucha de manera repetitiva en mi cabeza llegando al punto de ser escalofriante.

«¡Que el juego inicie!»


Mi punto de horror máximo llega cuando descubro que me encuentro sentada en una bañera repleta de sangre y casi me ahogo con la sangre de muchos inocentes que han perecido a manos de Yuntae.

Comienzo a hiperventilar muerta de miedo al tiempo que esas vocecitas me atormentan con su cantar. De nuevo encuentro mi voz y lo único que sale de mí son gritos de terror mientras hago intentos por cubrir mis oídos con mis manos para no seguir escuchando esas voces...

[Risas de niños]

***


Abro de forma abrupta mis ojos con la respiración agitada y siento como por mi rostro bajan gotas de sudor. Frente a mí, sentado en un asiento muy lujoso está Yuntae observándome fijamente con esos ojos negros tal como lo hacen las serpientes con sus presas.

Reacciono y trato de respirar para calmarme mientras me sujeto con fuerza de mi asiento.

Tenías una pesadilla Su voz es más gruesa de lo que la recordaba.

Sí, gracias por informarme replico con desdén. ¿Por qué no me despertaste?

Se notaba que estabas asustada y sabes muy bien que me gusta el miedo, es por eso que preferí mirarte mientras sufrías dice y luego me muestra una sonrisa de lado. Ruedo los ojos y mejor me concentro en otra cosa.

Ahora mismo estamos rumbo a Corea en el jet privado de Yuntae, el cual no escatima en gastos ya que todo este lugar es lujoso; las paredes son blancas al igual que los asientos, pero algunos muebles o puertas son de madera brillante.

Estamos sentados al lado izquierdo del jet junto a las ventanillas por el cual puedo ver el cielo y a nuestro lado hay una mesa con todo tipo de comidas y bebidas, a mi espalda hay una sección en donde tiene una cama junto con un baño y en mí delante está la cabina del piloto.

Deslizo con cansancio mis manos por el rostro, recordando todo lo que pasó en el hospital psiquiátrico, todas esas personas muertas y nosotros aquí en un lujoso jet rumbo a Corea.

 ¿Cuánto falta?

¿Qué? te mueres por a llegar nuestro nidito de amor bufa dejándome desconcertada.

¿Cómo que nuestro nidito?

Compré otra casa en donde viviremos juntos explica muy despreocupado y yo niego.

No, no pienso vivir contigo, ya suficiente tengo con que me sacaras del psiquiátrico; me obligaras a regresar a corea y ahora para colmo también tengo que vivir contigo, después de toda la mierda que me hiciste reniego, pero él se muestra relajado a pesar de mis quejas.

No tienes opción Es lo único que ese ser despreciable dice. Muerdo mi labio inferior con fuerza para no decirle un montón de profanidades porque en realidad este no es un buen lugar para sacar el lado psicópata de Yuntae, ya que no planeo morir a tantos metros sobre el suelo.

Yuntae se pone de pie arreglando su bufanda en el proceso, éste se aleja hacia la cabina y entiendo que va a preguntar cuanto tiempo falta para llegar. Acomodo mi cabello y flequillo el cual ha crecido bastante, creo que tendré que cortármelo.

Observo que Yuntae regresa revisando algo en su celular, pero lo que más me llama la atención y que supongo nunca dejará de sorprenderme, es como no aparenta esa maldad que lleva dentro.

La forma tan despiadada en que actúa y que por lo que veo no genera consecuencias, parece que su felicidad es: matar, torturar, cazar, jugar, dañar o todo aquello que implique sangre y dolor. Su rostro no revela absolutamente nada y mucho menos sus acciones ya que éste loco me mantuvo secuestrada durante seis meses, y ahora quiere que viva con él como si nada hubiera pasado.

Él va hacia la mesa y de esta toma unas fresas, luego camina hacia su asiento en el cual se acomoda y comienza a comer de manera relajada. ¿Qué se estará escondiendo detrás de esa ropa fina y estilizada? ¿De ese cabello suave y esponjado? ¿De ese perfilado y atractivo rostro? ¿Detrás de esos ojos tan oscuros como la noche? Por qué siento en lo más profundo de mí ser que después de lo que ya he visto de él, aún no sé de qué es capaz esa hermosa sonrisa.

Ya llegamos informa llevando una fresa a su boca. Deberías ponerte el cinturón de seguridad Su mirada penetrante muestra un destello de emoción. ¿Qué está planeando?

Quisiera hacerle miles de preguntas, pero estoy tan agotada que prefiero ahorrar fuerzas. El viaje ha sido largo y estresante, y a eso tengo que sumarle el hecho de que Yuntae me ha estado acosando durante todo el viaje.

Aterrizamos y después de eso subimos a uno de sus autos. Ahora mismo acabamos de estacionarnos frente a una casa, la cual es muy parecida a su antigua mansión solo que esta es un poco más pequeña y está ubicada en la ciudad, para ser más específica en Gangnam, la localidad de las personas adineradas.

Bajo del auto sin muchas ganas y es que ya se lo que me espera. Aquí en la entrada hay miles de hombres que supongo son los escoltas de Yuntae. Me acomodo la capucha sobre la cabeza cubriéndome y también me pongo unas gafas para cubrir las ojeras que tengo.

Quien diría que un asesino necesitaría escoltas mascullo introduciendo mis manos en mi sudadera ya que todavía está haciendo frio, a pesar de que ya dejó de nevar y pronto comenzará la primavera aquí en Seúl.

Son para ti dice caminando hacia el interior de la casa. Qué ya no recuerdas que intentaron matarte Sus palabras hacen que deje de caminar y me invaden dolorosos recuerdos de un misterioso hombre golpeándome hasta hacerme perder a mi bebé.

Respiro profundo mientras lucho con ese momento que por más terapia que tuve, aún no he podido procesar y siempre que lo recuerdo tengo ataques de pánico.

Ven Yuntae me llama y su voz me trae devuelta. Camino hacia él y ambos entramos a la casa. Solo pisar la entrada basta para que un señor como de setenta años nos reciba con alegría.

¡Joven Seoyun, bienvenido! El señor abraza a Yuntae de una manera muy cercana y éste hace lo mismo cosa que me descoloca. Desde cuando Yuntae es tan cercano con otras personas si a simple vista se ve que no soporta que lo toquen.

Ellos se separan y el hombre fija su mirada cansada sobre mí.  Me inclino y le sonrío.

Ella es mi esposa Anuncia Yuntae con orgullo y mucho entusiasmo, y yo no puedo dar crédito a tremenda actuación que está haciendo Yuntae.

El hombre de inmediato hace una reverencia de noventa grados.

Bienvenida, Señora  Saluda con cordialidad y yo le doy una sonrisa de boca cerrada. Es un honor tener a la esposa del amo In, no sabe cómo me emocioné cuando el joven, me informó que se casaría y vendría a vivir a esta casa, la cual he cuidado por años dice con un tono de nostalgia y Yuntae ríe con falsa timidez.

Sí y se lo agradezco, abuelo expresa Yuntae sacándose la bufanda y el abrigo los cuales el señor toma en sus manos como si fuera oro. Mi esposa está muy cansada y seguramente quiere descansar, le puede indicar su habitación ordena y me indica que siga al señor.

Sin darle mucha importancia me dedico a seguir al hombre, el cual se ayuda a caminar con un bastón. Por lo que veo su pierna está rota y por eso cojea.

Luego de caminar un rato el hombre abre una puerta y me indica que entre mientras coloca el abrigo de Yuntae sobre un mueble en el interior de la habitación. Me adentro reparando minuciosamente el lugar; es grande y las paredes son de un color blanco, la cama es la más llamativa gracias a que sobre sus sábanas blancas hay un corazón de pétalos y ni que decir de la decoración. Hay velas, vino y rosas rojas por todos lados.

Sin darme cuenta el señor ha desaparecido dejándome sola y como ya me puedo dar una idea de lo que planea Yuntae, gracias a la romántica decoración de recién casados prefiero evitarlo. Arrojo al suelo mis gafas y con apatía comienzo a quitar todos los pétalos de la cama, ya una vez limpia me arrojo sobre esta y sin perder mucho tiempo me duermo.


***

Mis pesadillas nuevamente me despiertan y siempre son las mismas las que me hacen llorar, todo lo que viví con Yuntae durante esos seis meses de captura me atormenta cada noche desde que recordé lo que realmente me pasó y no lo que yo imaginé para esconder el hecho de que me enamoré de un asesino.

Me levanto y de inmediato me voy al baño para vomitar. Cuando estaba en el psiquiátrico esto casi no pasaba, pero ahora que mi verdugo está aquí, a mi lado, es probable que vomite todas las mañanas. Luego de hacerlo me doy una ducha con agua fría y después salgo para encontrarme con el hecho de que en el gigantesco armario de madera hay un montón de ropa femenina. Es obvio que tenía meses planeando traerme aquí.

Ya con ropa limpia y más descansada salgo de la habitación en busca de Yuntae. Camino un rato y agradezco que esta casa es de una solo planta, aunque eso no le impide ser gigantesca. Por fin encuentro la sala y me sorprendo al escuchar un sonido muy característico que sin duda me deja con la boca abierta.

Es el sonido que hace ese video juego, Mario car, y si es lo que estoy pensando eso sería el colmo. Intrigada me asomo hasta la sala de estar y frente a un muy grande televisor veo sentado a Yuntae sobre un sofá en forma de U.

Han Yuntae, uno de los asesinos más buscados y el más peligroso de Seúl está jugando Mario car y lo peor es que va perdiendo. Me acerco hasta él y tomo asiento en el sofá guardando la distancia de éste loco.

Deberías peinarte dice él, sin despegar su mirada de la pantalla. Pareces una lunática.

Yo soy la lunática que hay de ti, no crees que tu perfil psicológico y criminal es demasiado para un desquiciado asesino replico seria y él sonríe sin dejar de mover los controles.

Estoy aburrido, Eunji. Hace una mueca tierna que no causa nada en mí.

Acaso no tienes personas que atormentar hoy.

Siempre pero tomé unos días libres.

¿Por qué?

Es que se supone que estoy de luna de miel, pero mi esposa se quedó durmiendo día y medio habla dándome una rápida mirada.

Que lastima Finjo tristeza. Deberías decirle a tu esposa que no te haga sufrir inquiero secamente y él asiente para luego hacer un puchero.

Tengo hambre.

Si tantas ganas tienes de comer, por qué no vas a cazar un animalito, no sé, quizás un conejo y te lo comes.

 ¿Acaso me viste cara de bestia salvaje? eso es para niños, a quien se le ocurre cazar animales cuando puedes cazar personas y luego tortúralas. Eso sí es divertido.

Un silencio se hace presente y él continua su juego, en eso viene a mi mente miles de recuerdos acompañados de preguntas y como sé que él está muy conversador se me ocurre preguntarle.

Yuntae ¿Quién es ese tipo que me provocó el aborto?

No sé.

Dime, estoy segura de que tú sabes.

Ya te dije que no tengo idea de quién es, créeme que si lo supiera ya estaría muerto.

Por lo menos muéstrame, yo sé que tú me grababas y no creo que perdieras todas las grabaciones, así que muéstrame exijo y él sin interés saca un teléfono de su pantaloneta, lo desbloquea y busca algo para poder dármelo.

Ansiosa lo tomo y doy click en el video que el dejó, pero apenas comienza siento un dolor en pecho horrible. En el video se muestra a mí acurrucada en una esquina de aquel cuarto, estaba encadenada y muy débil. Unos segundos después la puerta se abre y entra un hombre  de vestimenta negra, guantes y botas militares.

Lagrimas recorren mis mejillas sin control cuando el tipo de la máscara negra comienza sin razón alguna a golpear y patear mi abdomen.

Aún con la vista borrosa por la lágrimas y fuerte dolor en el pecho observo detalladamente aquel hombre y sé muy bien que Yuntae no fue. Éste se ve muy diferente y además que razón tendrá Yuntae para golpearme así de la nada ¿Quién es? ¿Por qué me hizo eso? ¿Por qué?

El video culmina y la pantalla se bloquea de inmediato impidiéndome buscar si había más videos. Destruida dejo fluir las lágrimas y levanto mis piernas para así encogerme sobre el sofá.

Sin control más recuerdos llegan, y los que más me torturan son las imágenes que vi en el hospital de mis padres. Imágenes de su asesinato y entonces una fuerte ira me invade al recordar que fue Yuntae quien los mató.

¿Por qué mataste a mis padres? La pregunta sale débil pero el hecho de que no me responda me enfurece. Dime ¿Por qué mataste a mis padres? Le grito con enojo. Él sigue sin darle interés a mis preguntas.

Eunji, dame mi celular ordena extendiendo su mano hacia mí y como estoy enojada le arrojo de mala manera el celular, este cae sobre su pecho golpeándolo y a él parece darle igual. Te salvas porque estoy de buen humor, pero si no quieres arruinar las cosas deja de ser grosera sentencia. La verdad no me importa así que continúo.

¡Me importa un comino lo que hagas Yuntae, solo quiero que me expliques! ¿Por qué demonios mataste a mis padres?

Lo hice porque se me dio la gana dice mirándome fijamente. Tus papás me estorbaban, quería quitarlos del camino y también verte sufrir.

Comprendiendo que él disfruta mi dolor me limpio las lágrimas sin dejar de mirarlo a los ojos y me inclino un poco para quedar frente a él.

Espero que lo estés disfrutando mucho porque llegará el día en que las cosas se volteen, cuando eso pase me burlaré de ti y te aseguro que disfrutaré mucho el verte arrodillado y besando mis pies.

¿Me estás amenazando?

Si.

Hola, éste es el primer capítulo de el segundo libro de la saga Monsters, espero que lo disfruten.
Aquí les dejo una ilustración de la escena final de el primer libro que hizo EditorialCobellette

Coméntenme que les parece.

Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro