Capitulo 2

Ensordecedores gritos se escuchaban desde la celda de interrogación número 50. La celda d interrogación y tortura donde se llevan a los criminales y espías más peligrosos o con información importante. La celda es como cualquier otra en la división de interrogación y tortura de Anbu, repleta de sellos para evitar que el prisionero pueda moldar chakra cuando se activan y con sellos para evitar el escape que se conectan con un par de sellos al prisionero que le producen dolor insoportable si intenta escapar y la muerte si logra atravesar la puerta de la celda. La peculiaridad de la celda CIT50 es que alrededor, exceptuando la entrada, está rodeada por una gran sala de observación donde caben unas cien personas sin problemas, que gracias a unos cuantos sellos y jutsus permiten ver todo lo que sucede dentro de la celda como si los muros de la celda no estuvieran, como si fueran espejos de seguridad en vez de muros.

Dentro de esa particular celda se encuentra un maltrecho Mizuki después de dos semanas de interminable tortura por parte de Morino Ibiki y Mitarashi Anko, la última que se tomó gran placer al hacer su trabajo.

En la sala de observación se encuentra el Sandaime junto a la totalidad del consejo compuesto por civiles, los líderes de los clanes, los dos ancianos ex-compañeros de Sarutobi y shinobis retirados que en su tiempo fueron de gran servicio para la aldea como el Comandante de Ansatsu Senjutsu Tokushu Butai o Anbu para abreviar, Danzo y Shiranui Genjo, mejor conocido como Goruden Doku no Ya, por sus letales ataques a distancia con senbon y fechas llenas de un letal veneno que hasta el momento no se ha encontrado antídoto, aunque Tsunade estuvo cercana a hacerlo, conocido también por sus misiones junto a Hatake Sakumo con que realizó varias misiones de rango A y rango S con que se convirtieron en una dupla de prestigio como los Sannin. Al igual que su hijo, Shiranui Genma, Genjo pasa todo el día con un senbon en la boca, aunque el suyo está envenenado. Un hábito que adquirió cuando tuvo ambos brazos rotos y mató a un Jounin de Iwa al tomar un senbon con la boca y lanzárselo al Jounin que estaba a punto de cruzar la frontera con información valiosa para Konoha.

A parte de el Hokage y el consejo se encuentran los más destacados Jounin de Konoha que se encontraban en una acalorada discusión con el Sandaime y el consejo acerca del incidente del pergamino, que aún no aparece, cuando un Anbu entró a la sala donde estaban y comunicó que Mizuki estaba a punto de ser doblegado por los interrogadores.

–Listo para hablar Mizuki –dijo Ibiki con una sonrisa que hace que hasta los más valientes hombres tiemblen –o quizás necesitamos seguir con las preparaciones.

Mizuki levantó la cabeza de forma errática. Sangre corre desde las heridas en los labios y el interior de la boca, la nariz quebrada, un ojo con derrame y los múltiples cortes en el rostro, sin considerar el resto del cuerpo con huesos rotos, quemaduras de tercer grado y una que otra hemorragia interna.

–No más –suplicó Mizuki para después toser y botar más sangre de la boca –por favor, no más.

–Habla entonces Mizuki –dijo Ibiki –o Anko seguirá con su pasatiempo.

Mizuki miró a Anko de reojo por su único ojo con el que podía ver y vio a la Jounin equilibrando un kunai en su dedo índice y con un rostro que se podría describir como una mezcla entre perversión y demencia.

–Voy a hablar, voy a hablar –dijo Mizuki –ya no aguanto más.

–Así debería haber sido desde el principio Mizuki –dijo Ibiki –comencemos. ¿Por qué quisiste robar el pergamino?

–Oro... Orochimaru me prometió dinero y poder si se lo llevaba –respondió Mizuki hablando forzosamente por el dolor de todo el cuerpo –un hombre de Orochimaru me contactó y me dijo lo que él quería para unirme a Otogakure.

–¿Qué es Otogakure? –preguntó Ibiki que señaló a un Anbu para que le inyectara una dosis de morfina a Mizuki por su voluntad a hablar. Una pequeña muestra de piedad por parte del Jounin.

–Una aldea shinobi que Orochimaru creó –respondió Mizuki más aliviado a no sentir tanto dolor por los efectos de la morfina –no sé su ubicación exacta, sólo sé que está en el País del Arroz.

–¿Quién era el contacto de Orochimaru? –preguntó Ibiki.

–Akado Yoroi –respondió Mizuki –un amigo de hace años que permanece como Genin de Konoha.

–¿Genin? –preguntó Ibiki –tiene el nivel de un Genin o permanece en ese rango para despistar.

–Despistar. Yoroi puede ser un Chuunin de alto nivel o Jounin de bajo nivel –respondió Mizuki –tiene una habilidad para robar chakra de su oponente y utilizarlo para sus jutsus.

–Algo más –dijo Ibiki interesado por ese tal Akado Yoroi.

–No, es todo lo que sé de Yoroi –dijo Mizuki –siempre ha sido alguien con muchos secretos.

–Ok, Mizuki ahora a otra parte –dijo Ibiki –¿Por qué engañaste a Uzumaki Naruto para robar el pergamino?

Ante la pregunta el rostro de Mizuki se llenó de rabia.

–Lo hice para culparlo y después matarlo y llevarme el pergamino –dijo Mizuki con odio –el Kyuubi debería haber muerto hace años, pero el imbécil del Sandaime lo dejó vivir por piedad.

–No seas idiota –dijo Anko entrando a la conversación por primera vez –el enano no es el Kyuubi, sólo el contenedor.

–¡Si lo es! –gritó Mizuki –¡Es el maldito Kyuubi!¡Cada vez que lo miro no puedo evitar ver al maldito zorro destruyendo todo a su paso!¡Debería haber muerto hace años!

Ibiki señaló a un Anbu que se acercó a Mizuki y lo golpeó en el plexo solar con el mango de la katana para callarlo.

–¿Dónde tenías que reunirte con Uzumaki después de que robara el pergamino? –preguntó Ibiki una vez Mizuki recuperó el aire que perdió con el tremendo golpe.

–En un claro a 4 kilómetros del campo de entrenamiento 1 –respondió Mizuki –ahí iba a encontrarlo, quitarle el pergamino y luego matarlo o dejarlo a morir.

–¿Cómo hubieras escapado de la aldea después de tener el pergamino en tus manos? –preguntó Ibiki, pro Mizuki no respondió por lo que el Jounin señaló a un Anbu que comenzó a introducir lentamente un kunai en el muslo de Mizuki mientras lo giraba para producir más dolor.

Mizuki comenzó a gritar y a pedir que se detuvieran.

–Mizuki, te repito la pregunta –dijo Ibiki –¿Cómo hubieras escapado de la aldea después de tener el pergamino en tus manos?

–A tres kilómetros del claro en el bosque hay una vieja caseta que servía para guardar armas hace años para las patrullas del muro –dijo Mizuki –en la caseta hay una trampilla que lleva a un túnel de unos 5 kilómetros que da a las afueras de Konoha.

–¿Quién te dijo esa información? –preguntó Ibiki.

–Yoroi –respondió Mizuki –lo único que sé es que es una entrada secreta que utilizan los espías de Orochimaru para salir y entrar a la aldea.

–¿Sabes de alguna otra entrada como esa? –preguntó Ibiki.

–Sé que hay otra pero no sé donde –respondió Mizuki a lo que Ibiki asintió.

–Algún otro espía de Orochimaru que conozcas –preguntó Ibiki.

–No –dijo Mizuki.

–¿Cómo se te acercó Yoroi?¿Cómo sabía él que no lo entregarías y traicionarías a Konoha? –preguntó Ibiki.

–No lo sé –respondió Mizuki –cuando le pregunté por qué Orochimaru me eligió, Yoroi me dijo que Orochimaru siempre está pendiente de shinobis que puedan ser útiles y no unos patéticos shinobis que siguen al Sandaime. Dijo que yo era el más adecuado y que Orochimaru me recompensaría bien.

–Alguna otra promesa de Orochimaru que te hayan dicho –preguntó Ibiki.

–El sello maldito –respondió Mizuki y Anko se llevó la mano a donde tiene el sello desde hace tantos años y miró con furia contenida al deplorable prisionero –Yoroi dijo que Orochimaru perfeccionó el sello maldito y se lo da a sus subordinados lo cual le da un incremento de poder considerable. Dijo de unos shinobis que se hacen llamar los Cuatro del Sonido que son los guardias personales de Orochimaru.

–Alguna otra información importante que debamos saber –dijo Ibiki –recuerda que lo que nos digas puede salvar tu vida.

–Ya les dije todo lo que sé –respondió Mizuki –se los juro.

–Alguna información acerca del paradero de Uzumaki Naruto –preguntó Ibiki.

–¿Aún no lo encuentran? –preguntó Mizuki para después reír un poco –sabía que el Kyuubi no dejaría pasar una oportunidad de hacerse más fuerte para destruir todo.

–Responde la pregunta Mizuki –dijo Ibiki.

–No tengo la más mínima idea –dijo Mizuki –por mí que se muere el maldito Kyuubi

–Muy bien, informaremos a Sandaime-sama de lo sucedido y veremos que sucederá contigo –informó Ibiki que luego miró a un Anbu –curen sus heridas más serias. No quiero que muera para que el Sandaime decida que hacer con él. Si intenta algo extraño tienen la autorización de lidiar con el problema.

Los Anbu asintieron y uno de ellos comenzó a realizar un escaneo de las heridas de Mizuki. Ibiki y Anko se retiraron de la celda y entraron a la puerta contigua que da a la sala de observación.

–Sandaime-sama –dijo Ibiki –hemos obtenido toda la información del prisionero.

–Ibiki-kun, estás seguro que es todo lo que sabe –preguntó Sarutobi.

–Si señor –respondió Ibiki –es cuestión de mirarle los ojos y uno ve que no sabe más.

El Sandaime y muchos shinobis asintieron ante esto, nadie en su sano juicio cuestionaría a Ibiki acerca una interrogación, primero porque es un experto y segundo porque si Ibiki de por si da miedo nadie quiere ver cuando está enojado y no hay nada peor para Ibiki es que insulten su trabajo. Lamentablemente un miembro del consejo abrió la boca.

–Esa es tu respuesta –dijo un miembro civil del consejo –con sólo mirarlo a los ojos sabes que dijo todo. Deberías seguir torturándolo. Puede que sea un cómplice del Kyuubi y haya dicho que trabaja para Orochimaru para despistar la investigación.

Los shinobis de la sala miraron entre nerviosos y expectantes a la reacción de Ibiki que permaneció con un rostro imperturbable. Anko sonrió de oreja a oreja esperando ver al idiota del consejo mojando sus pantalones y llorando en unos pocos momentos.

Ibiki caminó lentamente al sujeto que habló hasta que quedó frente a él. Ahí el miembro del consejo vio que tan imponente era Ibiki al mirar hacia arriba la figura de 1.90 mts de Ibiki que le devolvía una mira fría y amenazante.

–¿Estás cuestionando mi trabajo, civil? –preguntó Ibiki con un tono bajo que le produjo un escalofrío por la espina al idiota del consejo.

–Ha... háblame con más respeto –dijo el miembro del consejo notablemente asustado –yo puedo hacer que te quiten el empleo.

–No me digas –dijo Ibiki inclinándose sobre el sujeto que comenzó a mojar sus pantalones –¿Y cómo harás eso?

–Soy miembro del consejo –dijo el hombre con un valor resurgido al hacer notar su posición –con un simple chasqueo de los dedos y hago que te tiren a la calle.

Ibiki miró de reojo al Sandaime que asintió con una leve sonrisa en el rostro. Ibiki sonrió lo cual trajo ahora un escalofrío a los shinobis al ver la sonrisa sádica del Jounin. Si, el imbécil del consejo tenía sus días contados.

–Yo soy el jefe de Interrogación y Tortura de Anbu –dijo Ibiki –y con simple chasqueo de dedos puedo hacer que te lleven a una celda por falta de respeto a las fuerzas shinobis de Konoha, civil.

Ibiki chasquea los dedos y dos Anbu aparecer asegurando al miembro del consejo.

–¿Qué, qué pasa? –dijo el sujeto zamarreándose.

–Llévenselo a una celda y prepárenlo para que tenga una conversación conmigo después –ordenó Ibiki a los Anbu que asintieron y comenzaron a llevarse al sujeto que seguía zamarreándose.

–¡Deténganse, no saben con quién se están metiendo! –exclamó el sujeto –¡Sarutobi dile a tus hombres que se detengan!.

Sarutobi frunció el seño y levantó la mano para detener a los Anbu que pararon pero no soltaron al sujeto que tenía una sonrisa prepotente en el rostro.

–Señor Fukazawa –dijo Sarutobi –queda expulsado del consejo por insultar a un shinobi de Konoha, amenazar al mismo shinobi y resistirse al arresto. Sus bienes quedan confiscados hasta que termine una investigación en caso de que tenga alguna otra actividad ilícita o falta a las leyes de Konoha donde se verá su condena. Anbu, pueden llevarse al caballero con ustedes.

Fukasawa quedó con la boca abierta al escuchar al Sandaime y ni se dio cuenta cuando un Anbu lo golpeó en la nuca para noquearlo. Los demás miembros civiles del consejo también estaban impactados y los shinobis y líderes de clanes estaban gratamente sorprendidos por lo sucedido.

–Nadie, ni siquiera un miembro del consejo, tiene la autoridad de dar órdenes o criticar de esa forma a mis shinobis –dijo el Sandaime encarando al resto de los presentes –en especial los miembros civiles ya que no tienen idea de cómo trabaja un shinobi. Al que no le guste puede simplemente dejar su puesto y retirarse. Ahora señores por favor acompáñenme a la Cámara del Consejo para conversar acerca de la información que se le pudo sacar a Mizuki.

Los presentes asintieron y comenzaron a retirarse junto a Sarutobi que al ver a tres de sus capitanes Anbu ordenó la captura inmediata de Akado Yoroi y su equipo y buscar cualquier información respecto a Orochimaru en los hogares de las personas que capturen. Todo eso sin que nadie se diera cuenta ya que Sarutobi sospecha de un informante de Orochimaru en el consejo y por una corazonada Sarutobi cree que puede ser Danzo, Koharu o Homura, aunque lo más probable es que sea Danzo.

Cuando llegaron a la Cámara del Consejo cada uno de los presentes tomaron sus respectivos puestos y los Jounin se sentaron en los asientos asignados para ellos pero que no representan un lugar en el consejo. Ibiki y Anko se pararon al medio de la sala frente al Sandaime.

–Ibiki-kun, Anko-chan buen trabajo –dijo Sarutobi –quiero que hagan su mayor esfuerzo para encontrar posibles traidores o espías ya sea de Orochimaru o alguna otra aldea y que obtengan la mayor información posible.

–Hai –respondieron Anko e Ibiki.

–Ahora con respecto a Toujin Mizuki el Consejo de Konoha se dispondrá a votar su condena –dijo Homura tomando la palabra sin que alguien se la haya dado –quien esté a favor de env...

El Sandaime tosió forzadamente para llamar la atención de Homura y de todos los demás presentes.

–¿Qué crees que haces Homura? –preguntó Sarutobi que prendió su pipa para saciar el vicio.

–Llamando a votación por la condena de Mizuki –respondió Homura como si nada.

–Homura, acaso no viste lo que le sucedió al señor Fukasawa –preguntó Sarutobi seriamente –el consejo no tiene voto en lo que respecta a mis shinobis ya sean los leales o traidores. Mizuki traicionó a Konoha pero aún está bajo mi jurisdicción y ya he decidido su condena.

–Pero el Consejo... -dijo Homura para ser interrumpido esta vez por el líder del Clan Nara y representante del consejo de Jounin ante el Consejo de Konoha y el Feudal del País del Fuego, Nara Shikaku.

–El Consejo sirve para aconsejar al Hokage cuando la situación es delicada y puede traer consecuencias terribles a Konoha –dijo Shikaku –si Sandaime-sama tiene la decisión tomada el consejo no tiene que decir porque la última palabra la tiene el Hokage. El consejo está para aconsejar no dictaminar.

Los líderes de clanes y Jounin presentes asintieron ante las palabras de Shikaku mientras el lado civil del consejo, compuesto por hombres y mujeres ambiciosos no estaban para nada contentos que el poder que les estuvieran arrebatando el poder que tienen.

–Gracias Shikaku-kun por recordar la función del Honorable Consejo de Konoha –dijo Sarutobi –Toujin Mizuki será condenado públicamente por alta traición a Konoha mañana al medio día.

Los ancianos del Consejo, Danzo y el lado civil del consejo quedaron sorprendidos por la resolución del Sandaime.

–Sarutobi, no puedes llegar y ejecutar públicamente a un traidor aunque lo merezca –dijo un miembro del lado civil del consejo –esto requiere el voto de todos los miembros del consejo. No sobrepases la autoridad que te da el Feudal porque podemos llevarle una queja que estas ignorando al consejo y destituirte.

La temperatura bajó varios grados y en la sala se sintió un fuerte KI proveniente del Hokage.

–El Consejo está para aconsejar al Hokage –dijo Sarutobi –mi decisión es final e inapelable. Mizuki será ejecutado públicamente por traición y tú, señor Hori lo acompañarás por amenazarme.

–¡¿Qué?! –dijo Hori exaltado –no puedes hacer eso Sarutobi.

–¡Es Hokage-sama, Hori! –dijo Sarutobi alzando la voz –Konoha no es democracia, es una dictadura militar y yo soy quien manda aquí, en especial en asuntos militares como la condena de un shinobi traidor. Tú, Hori, serás ejecutado por amenazar y cuestionar la autoridad del Hokage. Anbu –cuatro Anbu aparecen arrodillados en el centro de la sala –llévense al señor Hori a una celda e interróguenlo en caso de que sepa algo o tenga contactos con traidores o espías de otras aldea y constituya una amenaza a Konoha.

Los Anbu obedecieron y se llevaron al exaltado Hori que prometía que las cosas no se iban a quedar así mientras trataba de liberarse de los Anbu.

–Que sirva como ejemplo que ya no toleraré insubordinaciones por parte del consejo ni que abusen de su poder –dijo Sarutobi que se puso de pie –por las acciones de Fukasawa y Hori de hace unos instantes, destituyo a la sección del Consejo de Konoha compuesta por civiles. Los miembros civiles permanecerán dentro de un consejo que se encargará de los aspectos civiles de Konoha y el papeleo que acarrea, pero cualquier decisión importante tiene que llevar mi firma y el sello del Hokage para llevarse a cabo. Si la situación requiere que el consejo civil esté presente en una sesión acerca asuntos militares se les llamará para escuchar su opinión si es que la tienen. A partir de hoy el Consejo de Konoha no tendrá voto con respecto a las situaciones de la aldea a no ser de que yo o el Hokage en ejercicio lo solicite y está estrictamente prohibido que el consejo le dé órdenes a los shinobis de Konoha, exceptuando a los líderes de clanes con sus miembros que sean shinobis mientras sean asuntos estrictos para cada clan. Si se sorprende a los miembros del consejo dando órdenes a los shinobis diciendo que me representan serán aprehendidos y luego ejecutados por traición a Konoha, el Hokage, el País del Fuego y su Feudal. ¿Alguna objeción?

La Cámara del Consejo quedó en un silencio sepulcral y Sarutobi miró de reojo a muchos miembros del consejo que le han hecho la vida imposible como Danzo, Homura, Koharu y prácticamente la totalidad del consejo civil.

Los shinobis y líderes de Clanes no podían estar más satisfechos con la decisión del Hokage ya que desde su restitución como Hokage después del ataque del Kyuubi la posición de Hokage se debilitó y el consejo ganó un poder que nunca le correspondió lo cual llevó a grandes problemas en la aldea, especialmente con los miembros del consejo hambrientos de poder.

–Ya era hora –murmuró Inuzuka Tsume a Hyuuga Hiashi que no pudo evitar asentir.

–¿Qué dijiste Tsume-chan? –preguntó el Hokage con una sonrisa sosteniendo su pipa en la mano derecha.

–Lo siento por mi falta de respeto Hokage-sama –dijo Tsume dando una ligera reverencia –pero no pude evitar comentar que ya era hora que tomara las riendas de la aldea como antes.

–No te preocupes Tsume-chan –dijo Sarutobi haciendo un gesto con la mano –la verdad es que debería haber tomado el consejo de ustedes de hacer esto hace años.

–Hokage-sama –dijo Shibi Aburame poniéndose de pie –por qué decide tomar esta decisión ahora después de tanto tiempo.

–Lo ocurrido estás últimas dos semanas simplemente fue la gota que rebalsó el vaso, Shibi-kun –dijo Sarutobi –las acciones de Naruto-kun son terribles y el hecho que tenga en su poder dos poderosos pergaminos lo hace más terrible aún. Pero al ver al consejo tratando de aprovecharse de la situación y buscar la forma de conseguir la ejecución de Naruto-kun me llevó a tomar decisiones drásticas. Me arrepiento de no haberlo hecho hace años porque se podía haber evitado tantas tragedias.

La última parte la dijo mirando a Hiashi que cerró los ojos y asintió levemente aceptando las disculpas que acarreaban los dichos del Sandaime.

–Es la decisión más lógica Hokage-sama –dijo Shibi –no estaba en conocimiento de que el joven Uzumaki tenía en su poder dos pergaminos, tenía entendido que sólo era el pergamino de sellos prohibidos.

–Esa información es sólo para los líderes de Clanes, el representante del Consejo de Jounin y el Comandante de Anbu, Shibi-kun –dijo Sarutobi –así que esperaremos que el consejo civil se retire para poder hablar del tema. Anbu, por favor escolten a los miembros del consejo civil fuera de la Cámara del Consejo.

Dos Anbu aparecieron y realizaron una reverencia al Sandaime, luego uno de los Anbu hizo un gesto a los miembros del consejo civil para que abandonaran la sala, quienes comenzaron a retirarse aunque la mayoría a regañadientes

Sarutobi miró a los restantes en la Cámara y vio que Danzo, Homura y Koharu seguían presentes.

–Danzo, Homura, Koharu –dijo Sarutobi –¿Qué hacen todavía acá?

–Esperando la información del segundo pergamino que Uzumaki tiene en su poder –respondió Danzo.

–No escuchaste lo que dije, Danzo –dijo Sarutobi –esa información es clasificada para los líderes de Clanes, el representante del Consejo Jounin y el Comandante Anbu, ¿Eres un líder de Clan, el representante del Consejo de Jounin o el Comandante Anbu, Danzo?

–No Hokage-sama –respondió Danzo a regañadientes.

–Entonces retírate de la Cámara, Danzo –dijo Sarutobi –todo aquel que no sea los autorizados tienen que retirarse en este mismo instante o tendré que llamar a Anbu para que los saquen.

Los Jounin asintieron y comenzaron a ponerse de pie pero Sarutobi los detuvo.

–Los Jounin esperen afuera hasta que se les diga que puedan ingresar –dijo Sarutobi –Hatake Kakashi, Sarutobi Asuma, Morino Ibiki, Anko Mitarashi, Shiranui Genma, Maito Gai, Yamashiro Aoba y Raido Namiashi pueden quedarse.

Los Jounin nombrados asintieron y volvieron a sus asientos mientras el resto salió de la sala. El resto de personas comenzó a salir también, aunque Homura, Koharu y Danzo lo hicieron de forma reluctante. Shiranui Genjo se levantó tranquilamente y tras asentirle al Hokage quien a su vez asintió de vuelta se retiró calmadamente haciéndole una seña a su hijo como saludo al pasar.

Cuando las puertas de la Cámara se cerraron, Sarutobi llamó a un Anbu y le susurró unas cuantas órdenes y el Anbu desapareció de inmediato.

–¿Hokage-sama? –dijo Shikaku –¿Sucede algo?

Sarutobi se sentó en su asiento y puso la mano sobre la mesa donde después de enviar un poco de chakra activó un sello.

–Lamentablemente sí, Shikaku-kun –dijo Sarutobi con una voz cansada –lo que les diré no sale de esta sala y se los digo porque tengo la mayor de las confianzas en cada uno de ustedes.

En el mismo instante en que el Sandaime hacia salir a los miembros del consejo civil de la Cámara del Consejo. Inuzuka Hana con sus Haimaru Sankyodai e Inuzuka Kiba con Akamaru caminaban por las afueras del área de entrenamiento 44, mejor conocido como el bosque de la muerte.

–Neechan –dijo Kiba –estoy cansado y tengo hambre. Podemos irnos a la casa.

–Aún no Kiba –respondió Hana –Kaasan dijo que te diera ese curso por las áreas de entrenamiento ahora que eres Genin y puedes entrenar en ellas para que no hagas estupideces. Además cómo puedes estar cansado si sólo hicimos un calentamiento.

–Para ti será un calentamiento –reprochó Kiba –en la academia no nos hacían ni una cuarta parte de los ejercicios que hicimos hoy, además eres Chuunin y yo recién soy Genin.

–Deja de quejarte que ahora eres un shinobi de Konoha –dijo Hana –cuando tengas tu equipo, tu Jounin-sensei los entrenará de la misma forma.

–Hai, hai –dijo Kiba sin ánimos hasta que sintió un olor familiar –neechan, ¿Qué es este lugar?

Hana miró la cerca que rodea el bosque de la muerte y se dio cuenta que estaban por la entrada que más cercana al sector prohibido o sector de rango S del bosque.

–Este lugar Kiba, es el área de entrenamiento 44 o mejor conocido como el bosque de la muerte –explicó Hana –el lugar es tan peligroso que hay que pedir autorización con el Hokage para poder entrenar en aquí y sólo ciertos Jounin pueden ingresar al sector prohibido del bosque. Ahora estamos en la entrada más cercana al sector prohibido. Generalmente la segunda fase del examen Chuunin se realiza en este lugar cuando le toca el turno a Konoha.

–Me pregunto qué hace el dobe ahí dentro si es tan peligroso –murmuró Kiba extrañado.

–¿Ah?¿Dobe, qué dobe? –preguntó Hana.

–Ya sabes a que dobe me refiero neechan –dijo Kiba –Naruto está ahí dentro, su olor proviene del bosque aunque es muy débil la esencia, está en el aire.

Hana comenzó a olfatear el aire y a pesar de no tener un olfato tan desarrollado como Kiba, que era considerado uno de los Inuzuka con el mejor sentido de olfato nacidos en los últimos años, lo compensaba con experiencia en rastreo. Gracias a una leve corriente de viento que sopló en su dirección pudo encontrar el olor de Naruto, junto al olor a sangre, carne cocida, madera quemada y antiséptico.

–¡Estuvo aquí todo este tiempo! –pensó Hana alarmada –¡Dos semanas acampando en el sector prohibido del bosque de la muerte!¡Tengo que informarle a Hokage-sama de inmediato!

–¡Kiba! –dijo Hana –vuelve al complejo del Clan y avísale a Kaasan que encontramos el olor de Naruto y dile donde. Si Kaasan no está no abras la boca.

–¿Eh?¿Qué sucede? –preguntó Kiba.

–¡Sólo ve Kiba, es una orden Genin! –dijo Hana sacando a relucir el rango a lo que Kiba se cuadró para luego partir corriendo a complejo Inuzuka mientras Hana partió con sus perros donde el Hokage.

–¿Qué broma habrá hecho el dobe para que tuviera esa reacción en Neechan? –preguntó Kiba al aire a lo que Akamaru ladró –jajajaja tienes razón Akamaru, ese dobe sabe salirse con la suya.

–Lamentablemente sí, Shikaku-kun –dijo Sarutobi con una voz cansada –lo que les diré no sale de esta sala y se los digo porque tengo la mayor de las confianzas en cada uno de ustedes.

Los presentes asintieron y pusieron atención al Sandaime para no perderse de ningún detalle.

–Desde el incidente con los pergaminos –dijo Sarutobi levantando la mano para detener a Shibi –después explicaré lo del segundo pergamino. Como decía, desde el incidente con los pergaminos se me ha informado de situaciones y acciones sospechosas en algunos shinobis de nuestra aldea y algunos miembros del consejo. Déjenme explicarles para que entiendan y después pregunten. En la mañana cuando se dio la alarma del robo del pergamino se desplegaron los equipos de búsqueda por toda la aldea, pero aún así, Naruto-kun logró llegar a la torre Hokage y esconderse en el techo de mi oficina donde si no hubiera sido por un equipo de Anbu compuesto por un Inuzuka y un Hyuuga no hubiera sabido que estaba ahí. Naruto-kun me informó que Mizuki fue quien le dijo cómo llegar al pergamino, cuál era y que tenía que tomarlo para pasar un examen secreto de Genin. Después me dijo que tenía en su poder dos pergaminos y que estaba entrenando con el pergamino de sellos prohibidos y sabía que tenía kinjutsus y que ya había aprendido dos Jutsu del pergamino –ante esto los presentes se sorprendieron –cuando trate de detener a Naruto-kun antes de que saliera no pude hacerlo porque no era Naruto-kun sino un Kage Bunshin que Naruto-kun envió. Cuatro Anbu partieron en la captura de Mizuki y los otros cuatro en búsqueda de Naruto-kun. Los Anbu que atraparon a Mizuki lograron verlo con su contacto con Orochimaru, Akado Yoroi, el cual ha sido seguido hasta ahora que se ordenó su captura junto a su equipo. En estas dos semanas se ha observado a varios miembros del consejo civil hablar con Akado Yoroi y sus compañeros de equipo. También se han visto shinobis de Ne, comandados por Danzo hacer contacto con Yoroi y sus compañeros. Incluso se vio un intercambio de documentos.

–Hokage-sama –dijo Shikaku –está diciendo que el consejo civil y Danzo están en contacto con Orochimaru.

–Así es Shikaku-kun –dijo el Sandaime –aunque no podemos culpar a la totalidad del consejo civil estamos sospechando de ellos y realizando investigaciones a cada consejero del consejo civil y hasta el momento no hemos encontrado evidencia a parte de contactarse con Yoroi y su equipo. Tres equipos de Anbu se han desplegado para capturar al equipo de Akado Yoroi y encontrar cualquier documento que pruebe la traición de miembros del consejo. En estos momentos deben estar realizando su labor si es que no la han completado. Por eso les recomiendo que permanezcan en alerta máxima puede que tengamos un intento de golpe de estado en Konoha.

Los shinobis y líderes de Clanes asintieron ante la sugerencia del Hokage. Un golpe de estado podría traer consecuencias graves para Konoha y sus habitantes.

–Hokage-sama –dijo Shibi –acerca del segundo pergamino.

–Esta información es aún más grave –dijo Sandaime –Naruto-kun tomó un pergamino que contiene el símbolo que yo he puesto en sus ropas desde hace años. Naruto-kun sabe que el símbolo lo representa y representa a sus orígenes pero no el por qué.

–¿Qué contiene el pergamino? –preguntó Shikaku intrigado.

–El legado de Naruto-kun dejado por sus padres –respondió Sandaime a lo que los demás abrieron los ojos a más no poder –muchos de ustedes saben o sospechan de la ascendencia de Naruto-kun.

–Sandaime-sama, en particular que contiene el pergamino –preguntó Hyuuga Hiashi.

–Las técnicas que le dejaron Minato-kun y Kushina-chan –respondió el Sandaime –junto a las cartas que ambos le dejaron, la de Minato-kun explicando que es el Jinchuriki del Kyuubi, certificado de nacimiento que confirma su herencia, fotos de Minato y Kushina, cuentas bancarias, títulos de las propiedades pertenecientes al Clan Namikaze y al Clan Uzumaki, historia de ambos clanes, en fin, todo lo que ratifica que Uzumaki Naruto es el hijo único de Namikaze Minato y Uzumaki Kushina y que es el último Namikaze de Konoha. Los secretos del Hirashin no Jutsu, el Rasengan, el estilo de Taijutsu y Kenjutsu del clan Uzumaki y una guía de Fuinjutsu creada por Minato-kun están en ese pergamino y solamente Naruto puede leerlos por ser el heredero legítimo. Ese pergamino se le entregaría a Naruto-kun el día en convertirse en Chuunin o su cumpleaños número 15, lo que sucediera primero. Ese pergamino vendría siendo uno de los pergaminos más peligrosos del mundo y Naruto-kun lo ha tenido en sus manos por dos semanas. Sólo espero que no haya podido romper los dos sellos que protegen el pergamino, pero eso es poco probable.

–¿Por qué? –preguntó Shibi que era uno de los tres que no estaba atónito junto a Shikaku y Kakashi.

–El pergamino está protegido por un sello de sangre y un sello de memoria de chakra –dijo Sarutobi –ambos sellos necesitan la sangre y chakra de Naruto al mismo tiempo para que se rompan y poder abrir el pergamino, lo cual, no sería muy complicado abrir para Naruto-kun.

Antes de que alguien pudiera decir algo, las puertas de la sala se abren para revelar a un serio y molesto Jiraiya que cerrando las puertas fuertemente se acercó al Sandaime, sin importarle los murmullos y la sorpresa de los presentes.

–¿Dónde está? –preguntó Jiraiya.

–No lo sé, Jiraiya –respondió el Sandaime agachando un poco la cabeza apenado.

Si no fuera porque Sarutobi entrenó a Jiraiya desde pequeño, la mirada que este le dio lo tendría temblando o con un paro cardíaco.

Nuevamente las puertas de la sala se abrieron pero esta vez una agitada Hana Inuzuka que es detenida por los Anbu mientras sus perros son detenidos por los Jounin que esperaban fuera de la sala.

–Hana, ¿Qué sucede? –preguntó Tsume molesta por la aparición de Hana a tan importante reunión.

–¡Hokage-sama! –dijo Hana en voz alta –¡Hemos encontrado la esencia de Uzumaki Naruto!

–¡Suéltenla! –ordenó el Sandaime a los Anbu que obedecieron de forma inmediata –¡¿Dónde está?!

–La esencia proviene desde el sector prohibido del bosque de la muerte –dijo Hana respirando agitadamente –Kiba la reconoció la esencia de Naruto cuando pasábamos cerca a la entrada más cercana del sector prohibido. La esencia revela el olor de Naruto, sangre, carne, madera quemada y antiséptico, lo que indica que Uzumaki Naruto ha estado acampando o estuvo acampando en ese lugar durante estas dos semanas.

Todos quedaron sorprendidos por el hecho que Naruto acampó en el sector donde sólo algunos Jounin y Anbu han salido con vida entrenando solos, pero la sorpresa duró poco al ver al Sandaime, Jiraiya y Kakashi desaparecer en un Shunshin para dirigirse al lugar. El resto no tardó mucho en seguir a los legendarios shinobis y también desaparecieron, siendo Tsume la única que quedó en el lugar para felicitar a su hija y sus compañeros caninos.

–Bien hecho ustedes cuatro –dijo Tsume –ahora vayan al complejo y esperen ahí. Descansen que lo tienen merecido.

–Hai, Kaasan –respondió Hana y los perros ladraron mientras le movían las colas al alfa del Clan Inuzuka.

...

Fin del capitulo

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