Capitulo 1 - Prólogo
Capitulo 1: Prólogo
Prólogo
–¡Naruto, fallaste! –exclamó Iruka al ver el patético intento del Bunshin no Jutsu de Naruto, quien agachó la cabeza decepcionado.
–Iruka-sensei –dijo Mizuki tratando de razonar con su colega instructor, aunque por dentro sonreía siniestramente porque su plan podría llevarse a cabo –este es su tercer intento y esta vez si realizó un clon. Yo creo que deberíamos dejarlo graduarse.
Iruka miró a Mizuki y luego al expectante Naruto que asentía rápidamente. Dando un suspiro el Chuunin negó con la cabeza.
–Imposible Mizuki –respondió Iruka –todos los demás hicieron por lo menos dos clones y Naruto sólo creó un clon inútil, no podemos dejarlo pasar el examen.
Naruto miró a Iruka con un rostro que reflejaba traición y enfado. El aspirante a shinobi bajó la cabeza nuevamente y comenzó a retirarse del salón, nuevamente experimentando el fracaso.
–¿Por qué soy un fracaso? –se preguntaba Naruto mientras camina arrastrando los pies por los pasillos de la academia –fui el único que no pasó el maldito examen y en una pelea le gano a varios de los que si pasaron. ¿Por qué tenía que ser el maldito Bunshin no Jutsu de nuevo?. El maldito Jutsu sólo sirve para despistar y casi nunca funciona.
Naruto salió al patio de la academia y se acercó al columpio y se sentó mirando en dirección a la entrada de la academia donde poco a poco empezaban a reunirse los padres de los alumnos que daban el Examen Genin que esperaban ansiosos la salida de sus hijos.
Mientras tanto en el salón de la academia Iruka comenzaba su discurso de felicitaciones a los recién graduados, terminando con la instrucción de que se presentaran en la academia dentro de tres semanas para la formación de los equipos y aconsejándoles a los nuevos Genin de que disfruten al máximo las tres semanas de vacaciones porque una vez entren a servicio activo como shinobi de Konoha el tiempo libre les será muy escaso.
Unos treinta minutos después de que Naruto se sentó en el columpio mirando a la entrada de la academia los recién promovidos Genin de Konoha salieron de la academia con la cabeza en alto mostrando orgullos sus hitai-ate con el símbolo de la hoja.
Naruto por su parte sólo observa tristemente a los padres abrazar y felicitar a sus hijos mientras se imagina lo que sería estar en el lugar de ellos aunque sea por unos cuantos minutos. Sin poder soportar más su penuria, el joven rubio, el único alumno que reprobó el examen se retira del lugar de forma silenciosa, esperando que nadie lo haya notado. Poco sabía Naruto que el mismísimo Sandaime Hokage no despegó sus ojos de él durante todo el tiempo.
–Necesito hablar contigo Iruka –dijo el Sandaime después de exhalar el humo del relajante tabaco mentolado de su pipa para luego retirarse del lugar.
–Hai, Sandaime-sama –respondió Iruka con una reverencia antes de mirar en dirección al vacío columpio que oscila lentamente debido al vaivén del viento y después dar media vuelta para dirigirse a la oficina del Sandaime.
Al mismo tiempo en que el Sandaime e Iruka conversaban seriamente acerca de Naruto en la oficina del Hokage, el rubio deambulaba por las calles de Konoha con las manos en los bolsillos y pateando una piedra sin importarle las miradas de resentimiento que la población adulta le enviaba. Ya estaba acostumbrado a las miradas, aunque eso no lo hacía más fácil de soportar, hoy no estaba con los ánimos de prestarle atención a los imbéciles de Konoha que lo miraban en menos día tras día. Lo que le ocupaba la mente era su reciente fracaso en convertirse en shinobi y que nuevamente tendría que aguantar otro año de aburridas charlas en la academia y ser ignorado por la mayoría de los maestros al momento de buscar ayuda en Taijutsu o Ninjutsu. Caminó por minutos en autopiloto sin fijarse donde se dirigía o con quien chocaba en el camino hasta que una voz familiar llamando su nombre lo hizo salir de su trance.
–¿Mizuki-sensei? –preguntó Naruto al darse vuelta y ver a su sensei a sólo unos metros de él.
–Naruto, acompáñame para que hablemos –dijo Mizuki con una sonrisa. Naruto lo miró por unos segundos extrañado y decidió seguir a su maestro con la esperanza de tener una persona más cercana a él aparte de el Sandaime y la familia Ichiraku.
Tras varios minutos de caminata Mizuki y Naruto llegaron hasta un balcón de los tantos edificios de Konoha donde se sentaron observando las calles y personas de la aldea.
–Naruto –dijo Mizuki iniciando la conversación –no te sientas mal con Iruka. Él sólo quiere ver que te conviertas en un fuerte shinobi de la forma correcta. Tiene muchas esperanzas puestas en ti Naruto. Eres uno de sus estudiantes favoritos –Naruto agachó la cabeza aunque por dentro comenzaba a sentir felicidad de que Iruka lo considerara uno de sus estudiantes favoritos –Naruto, tienes que entender a Iruka, el también creció sin padres al igual que tú. Cuando te ve es como si se viera a si mismo cuando tenía tu edad.
Naruto suspiró y miró hacia el horizonte con la mirada desenfocada.
–Desearía haberme graduado –comentó Naruto a lo que Mizuki lo miró de reojo mientras se le formaba una leve sonrisa –así Iruka-sensei estaría orgulloso de mí y no decepcionado como está ahora.
–Bueno, en ese caso te contaré un pequeño secreto bastante especial –dijo Mizuki animadamente poniéndose de pie –ven acompáñame, con esto harás a Iruka orgulloso de ti.
Ya de noche en Konoha las calles quedaron prácticamente desoladas. Sólo los shinobis que patrullaban la aldea y las personas entrando y saliendo de los diversos bares y lugares de entretenimiento nocturno se veían en las tranquilas calles tenuemente iluminadas.
Naruto corría silenciosamente entre las sombras que daban los edificios y los oscuros callejones de la aldea con dirección a la Mansión Hokage, lugar de residencia de él Sandaime y su familia. Cuando el edificio entró en su campo visual, Naruto disminuyó el paso para no alertar a los escuadrones Anbu que protegen la mansión las veinticuatro horas del día. Tranquilamente observó a los Anbu patrullar la mansión y sus alrededores más cercanos en un complejo patrón que pocas personas podrían reconocer. Afortunadamente para el rubio, él era una de las pocas personas que podían hacerlo, ya que tras observar varias veces a los escuadrones Anbu, Jounin y Chuunin patrullar antes de hacer una de sus tantas bromas para evitar ser capturado antes de tener una ventaja sobre los escuadrones y que diera comienzo a la persecución, tenía sus ventajas.
Naruto permaneció escondido observando tranquilamente las patrullas por varios minutos, ignorante de la sombría figura que lo observaba desde el techo de un edificio cercano. Tras determinar que el momento de actuar había llegado, Naruto se dirigió velozmente hacia una ventana ligeramente abierta y se introdujo sin hacerse notar a la Mansión Hokage de forma exitosa.
–Hay que reconocer que el chico Kyuubi sabe lo que hace –reflexionó Mizuki tras ver a Naruto ingresar a la mansión –pasar entre cuatro escuadrones Anbu en un traje naranja es algo que hasta varios Jounin tendrían problemas. Tan joven y con un gran conocimiento en infiltración es asombroso... lástima para él que hoy será el último día que respire... jajajajajajaja.
Dentro de la mansión, Naruto recorre los pasillos cuidadosamente, evitando hacer cualquier ruido que pueda alertar a alguien de la casa hasta que llegó a una sala con pergaminos abiertos colgados en las paredes que tienen distintos kanjis escritos siendo el que más resalta un gran pergamino con los kanjis "La voluntad del Fuego", el dicho emblemático de los shinobis de Konoha creado por el Shodaime que predicaba la voluntad de proteger la aldea y la gente que la habita.
Naruto sacó un pequeño papel de su bolsillo con las instrucciones para llegar a la biblioteca con donde se encuentra el pergamino que vino a buscar y comenzó a leerlas, sin darse cuenta de la presencia del Sandaime a sus espaldas quien forzó una toz para dar a conocer su presencia al rubio.
–Naruto, ¿Qué estás haciendo a esta hora en mi casa? –preguntó el Sandaime mirando al rubio que lentamente se dio vuelta para mostrar su sorpresa por ser sorprendido y el nerviosismo de lo que le podría pasar después de ser capturado –y bien, me vas a decir qué haces aquí a estas horas o tendré que llamar a los Anbu que están patrullando fuera y que obviamente no hicieron bien su trabajo ya que pudiste ingresar desapercibido.
Ahora Naruto comenzó a sudar profusamente tratando de responderle al Sandaime y a la vez buscando una solución para poder escapar. Mientras las ideas pasaban por su cabeza llegó a su única y última opción, su arma secreta, el Kage Killer como lo denominó tras inventar tan devastador Jutsu.
–Oiroke no Jutsu –dijo Naruto tras hacer los sellos de manos transformándose en una muy voluptuosa y muy desnuda adolecente de cabello rubio en dos coletas con humo circulando por sus partes más intimas.
El Sandaime no tuvo oportunidad contra tan gran rival y tan devastadora técnica. Después de todo es hombre y todo hombre tiene necesidades y deseos, especialmente un anciano que tiene como único consuelo una colección de libros creados por su querido legendario alumno pervertido. Por eso, en solo un segundo después de ejecutado el Kage Killer, el Sandaime se encontraba noqueado y desparramado en el suelo sangrando profusamente de la nariz.
–Ero-jiji –murmuró Naruto sonriendo al ver el efecto de su Kage Killer para después dirigirse a su objetivo.
Caminó por menos de cinco minutos siguiendo las instrucciones al pie de la letra y llegó con la biblioteca personal de él Hokage y que una vez perteneció a los otros tres Kages de Konoha. Comenzó a buscar entre los distintos pergaminos hasta que encontró su objetivo, el pergamino de sellos prohibidos.
Satisfecho por tener el pergamino en sus manos, Naruto se puso de pie para realizar su huida de la mansión, pero un objeto llamó su atención antes de salir de la biblioteca. Se acercó al estante donde se encontraba un pergamino un poco más pequeño que el pergamino de sellos prohibidos. Lo particular de dicho pergamino era un símbolo del espiral, el mismo símbolo que el Sandaime manda a poner en la ropa que le regala, el mismo símbolo que tiene en la espalda de su chaqueta. Viendo el símbolo impreso en el pergamino, Naruto recordó el día en que le preguntó al Sandaime acerca del símbolo.
::::::::::Flashback::::::::::
Un pequeño Naruto de tan solo ocho años comenzó a abrir uno de los tantos regalos que su Jiji le trajo para su cumpleaños con una gran sonrisa adornando su rostro. Después de destrozar el envoltorio del obsequio se encontró con una caja que contenía una chaqueta negra con el símbolo del espiral grabado en la espalda. Curioso de por qué toda su ropa tenía el mismo símbolo el pequeño Naruto miró al Sandaime con extrañeza.
–Jiji, por qué toda la ropa que me regalas tiene el mismo símbolo –preguntó Naruto a lo que el Sandaime sonrió y después revolvió el cabello del rubio que refunfuñó ante el gesto.
–Lo único que puedo decirte Naruto-kun es que ese símbolo te representa completamente pero más importante representa de donde provienes –respondió el Sandaime –te prometo que cuando seas más grande te entregaré y entenderás todo completamente.
El pequeño Naruto frunció el ceño no comprendiendo mucho a lo que se refería su Jiji.
–¿Cuándo será eso Jiji? –preguntó Naruto.
–Cuando tengas la madurez necesaria de no tomar decisiones erróneas cuando sepas lo que realmente significa ese símbolo –respondió el Sandaime –lo cual debería ser cuando cumplas quince años o ya seas un Chuunin de Konoha.
–Pero Jiji aún falta mucho para eso –dijo Naruto –puede que tú no estés vivo cuando llegue el momento.
–¿Qué quieres decir Naruto? –preguntó el Sandaime.
–Bueno... es que eres viejo Jiji –respondió Naruto rascándose la nuca –Fu-sensei dice que la gente vieja no le queda mucho tiempo por vivir.
–No te preocupes Naruto-kun –dijo el Sandaime sonriendo ante la ingenuidad del pequeño –aún me quedan muchos años por vivir. Sabes que quiero ver el día en que me quites mi sombrero como siempre dices.
–Puedes apostar Jiji –dijo Naruto poniéndose de pie y mostrándole el puño al Sandaime –voy a ser Hokage y tendrás que pasarme el sombrero y después te voy a mandar a una casa de retiro para que estés todo el día leyendo ese libro naranja que tanto te gusta.
–Jajajajaja esperaré ese día con ansias Naruto-kun –dijo el Sandaime –ya ahora abre el regalo de Neko-chan y después el de Inu-san.
–Hai –respondió Naruto sonriendo antes de tomar un gran regalo envuelto en papel naranja.
::::::::::END Flashback::::::::::
Después de pensarlo bien por unos minutos, Naruto decidió tomar ese pergamino y llevárselo junto al pergamino que le especificó Mizuki.
–Si tiene el símbolo es que es para mí –reflexionó Naruto –puede que sea un Jutsu que Jiji tenía preparado como regalo.
Tomando ambos pergaminos y amarrando los extremos de cada uno con un cordel para llevárselos colgados en la espalda, Naruto se dirigió a la ventana por donde entró y tras esperar que el escuadrón con Tora-san pasara salió por la ventana rápidamente aprovechando el lapso de 37 segundos que la ventana no tenía vigilancia hasta que el escuadrón de Tori-san pasara por el lugar.
Mizuki observó salir a Naruto de la mansión y sonrió. La fase dos del plan resultó y ahora faltaba esperar a que se le diera la alarma a los shinobis y después de despistar a algunos y hacerse ver dentro de la aldea, dirigirse al lugar donde acordó reunirse con Naruto.
Treinta minutos después de salir de la Mansión Hokage, Naruto arribó al lugar que Mizuki le mencionó en el bosque a unos kilómetros al este del área de entrenamiento uno y sin que Naruto lo sepa, cercano a una salida secreta que Orochimaru creó hace tantos años y que sus espías utilizan en Konoha para salir y entrar desapercibidos.
Al llegar al lugar Naruto depositó el pergamino con el símbolo del espiral en el suelo apoyado contra un tronco de un árbol y después se sentó para estudiar el primer pergamino para aprender una técnica y así pasar el examen Genin secreto que le mencionó Mizuki.
–Kage Bunshin no Jutsu –leyó Naruto al abrir el pergamino –¡Oh maldición! La primera técnica del pergamino tenía que algo donde soy pésimo. No importa, voy a lograr el Jutsu y le voy a mostrar a Mizuki-sensei y seré un Genin.
Así Naruto comenzó a leer los detalles del Kage Bunshin no Jutsu, determinado a lograr la técnica antes del amanecer que es cuando Mizuki aparecerá para ver si logro pasar el examen.
Un par de horas después un agotado Naruto observa con satisfacción y una gran sonrisa en su rostro a los diez clones que tienen la misma sonrisa y hacen el signo de victoria al original.
–Bien hecho jefe –dijo uno de los clones –ahora Mizuki-sensei no tendrá otra que nombrarnos Genin.
–¡Gran trabajo jefe, eres sensacional! –dijo otro clon animadamente a lo que Naruto rió a pesar de lo cansado que está.
–Gracias –dijo Naruto respirando aceleradamente para recuperar algo de energía –si que gasta chakra esa técnica. Que bueno que tengo grandes reservas como dijo Jiji o no hubiera podido hacerla
Al decir eso Naruto y los clones se dieron cuenta del gran detalle acerca del consumo de chakra del Kage Bunshin no Jutsu y uno de los clones dio a conocer la interrogante que todos los demás tenían.
–Jefe, esto es muy raro, si el Kage Bunshin gasta tanto chakra por qué está en ese pergamino –preguntó el clon –no parece ser una técnica para un Genin.
–Tiene razón jefe –dijo otro clon –algo anda mal aquí.
–Si jefe –dijo un tercero –sería mejor que leyera el resto de las indicaciones del pergamino acerca del Jutsu para ver por qué está en un pergamino de Genin.
Ante esto Naruto tomó el pergamino y comenzó a leer los detalles de la técnica mientras los clones lo miran expectantes. Cuando Naruto llegó a las advertencias de la técnica leyó atentamente y luego abrió los ojos a más no poder por el asombro.
–¿Qué pasa jefe? –preguntó uno de los clones –¿Hay algo malo?
–¡Es un Kinjutsu! –exclamó Naruto que miraron al original sorprendidos y Naruto comenzó a leer en voz alta –el Kage Bunshin no Jutsu es un kinjutsu prohibido por el Yondaime Hokage por el consumo de chakra. Aquí dice que antes se ocupaba para infiltración pero si la persona no poseía reservas de un Jounin de elite ponía en riesgo su salud por el gasto de chakra. ¡Hey! Incluso dice que ha habido shinobis que han muerto por el uso del Kage Bunshin al quedar completamente sin chakra.
–¡Un kinjutsu!¡¿Pero qué hace un kinjutsu en un pergamino para Genin?! –preguntó un clon alarmado.
–¿Estás seguro jefe? –preguntó uno de los clones que estaba escéptico –no habrá leído mal.
–¡Hey imbécil! No soy estúpido –objetó Naruto tirándole el pergamino que el clon atrapó sin problemas –lee tu mismo.
El clon frunció el ceño y comenzó a leer detalladamente a pesar de la poca iluminación que entregaba la luz de la luna. Después de leer todo acerca del Kage Bunshin que salía en el pergamino el clon se sorprendió y decidió leer nuevamente. Cuando terminó, miró a los demás con una sonrisa en el rostro.
–Golpéame –dijo el clon a los que los demás clones y Naruto lo miraron como si le hubiera crecido una segunda cabeza.
–¿Qué?, ¿Para qué quieres que te golpee? –preguntó el clon que estaba al lado de él.
–¡Vamos hazlo y sabrás! –dijo el clon y viendo la reluctancia de los clones y el Naruto original decidió provocar a los demás –no seas gallina dobe.
Una vena apareció en la frente de los clones y Naruto que apretaron el puño enfadados. Una de las cosas que más enfadaban a Naruto era que le dijeran dobe porque no lo era, pero lo que estaba al top de la lista era que le dijeran cobarde.
El clon que estaba al lado del que tenía el pergamino lanzó un gancho de derecha que conectó firmemente con la mandíbula del otro clon, enviándolo directamente contra un árbol donde explotó en una nube de humo al hacer contacto.
–Ahí tienes imbécil –dijo el clon que conectó el golpe –ahora quién es el... ¿huh? ¿Cómo sé lo que decía el pergamino si yo no lo leí?
Naruto y los clones tenían la misma confusión hasta que el clon que golpeó al otro tomó el pergamino y leyó en voz alta que todo lo que un clon aprende mientras está vivo lo transmite al original y los demás clones una vez desaparece, lo cual es la razón de por que el Kage Bunshin es uno de los mejores jutsus de infiltración existentes. Naruto y los demás clones se sorprendieron por la habilidad del Kage Bunshin y uno de los clones dejo caer lo que después cambiaría el futuro de Naruto para siempre.
–Hey si lo que un clon aprende los demás también lo hacen eso significa que si cada uno de nosotros aprendemos una técnica del pergamino entonces el jefe aprenderá todas las técnicas a la vez –dijo el clon –si los diez que estamos acá aprendemos una el jefe aprenderá diez técnicas en el tiempo que tarda en aprender una.
Naruto y los demás clones miraron al clon que habló los ojos abiertos como platos y la boca abierta, hasta que Naruto sonrió y dio un salto con el puño en alto.
–¡Escúchenme! –gritó Naruto para llamar la atención de los demás –quiero que cada uno de ustedes busque una técnica en el pergamino y se ponga a leerla. Cuando terminen intenten hacerla y si no pueden léanla de nuevo para que la memoricen y siguen con otra técnica. No importa que no podamos hacer las técnicas mientras las memoricemos para después entrenar con ellas está todo bien.
Los clones asintieron y celebraron entre ellos pero un clon se dirigió a Naruto.
–Jefe, por qué no crea más clones –dijo el clon –se ve que ya recuperó gran parte de su chakra.
Naruto miró al clon y luego sonrió, pero antes que pudiera realizar la técnica otro clon lo detuvo.
–Jefe – dijo el clon a lo que Naruto lo miró molesto por detenerlo –yo creo que sería mejor que nos cambiemos de lugar para tener más tiempo y aprender más técnicas. Sólo quedan unas tres horas para que aparezca Mizuki-sensei y además recuerde que esto huele raro. Mizuki-sensei le dijo que tomara un pergamino de la mansión de Jiji el cual contiene un Kinjutsu y puede que no sea el único.
–¿Qué tratas de decir? –preguntó otro clon.
–No sé, puede que Mizuki-sensei le haya dicho al jefe que tome el pergamino para culparlo y después huir con el pergamino –dijo el clon.
–Mizuki-sensei no haría eso –un tercer clon –sólo quiere ayudar al jefe a graduarse.
Unos clones apoyaron al último que hablo mientras otros apoyaron al primero. Antes de que los clones se fueran a puños Naruto los interrumpió.
–No sería el primero en decir que quiere ayudarme para después intentar algo contra mi –dijo Naruto recordando la vez cuando tenía 7 años que una mujer lo invitó a comer a su casa para después ser sorprendido en la casa por un grupo de aldeanos que lo esperaban para golpearlo. Esa fue la primera vez que llegó a dar a la UTI del hospital por varias heridas y huesos rotos.
–¿Qué hacemos entonces, jefe? –preguntó un clon.
–Esto es lo que haremos –dijo Naruto –vamos a buscar un lugar para entrenar donde no nos encuentren fácilmente. Cuando lleguemos ahí tres de ustedes irán a buscar a mi departamento el equipo de sobrevivencia que me regaló Inu-san para mi cumpleaños hace tiempo y la mayor cantidad de comida, kunai, shuriken y kit médicos y después vuelven al lugar donde los demás estaremos entrenando. Además, cuando amanezca, uno ira donde Jiji y le dirá que tenemos los pergaminos y todo los que nos dijo Mizuki. Quien vaya donde Jiji no tiene que dejar que lo vean hasta que hable con él, porque si el pergamino es importante de seguro que me estarán buscando, y no tiene que decirle donde estaremos aunque Jiji lo pregunte. Cuando le diga a Jiji que tenemos los pergaminos y que me dijo Mizuki el clon desaparecerá y nos enviará la información a los demás. ¿Estamos claro?
Con un grito de "Hai" a todo pulmón los clones y Naruto portando ambos pergaminos partieron en dos grupos de cinco a buscar un lugar para entrenar y donde no sean encontrados fácilmente.
Así Naruto desapareció en la oscuridad del bosque en la tibia noche de primavera con dos importantes y peligrosos pergaminos los cuales traerán grandes cambios para el joven rubio.
Fin del capitulo
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Hola a todos espero que les haya gustado el capitulo, si es así seguiré subiendo los siguientes capítulos, sin más me despido...
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