Parte 27 T2 Amity Blight
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Narrador
Los campos resonaban con el estruendo de la batalla cuando, de repente, un silencio cargado de asombro y incredulidad se apoderó de todos los presentes. Los rostros de Hunter, Willow, Marcy, Anne, Sasha, Darius, Everwolf y Raine se transformaron en máscaras de sorpresa mientras sus ojos se fijaban en la figura que avanzaba con una confianza implacable. Amity, la chica que hace unas semanas estaba en coma, había llegado al campo de batalla en un giro inesperado del destino
Kikimora: -con una sonrisa irónica- ¡Vaya, vaya, miren quién decidió levantarse de su cama! Felicidades, Amity, parece que finalmente te has recuperado de la "amable" visita que le hiciste a nuestro querido emperador
Amity: -seria, señalando a Kikimora- Esto se acaba aquí y ahora, Kikimora
Kikimora: -riendo- Oh, qué valiente estás hoy. ¿Realmente crees que puedes detenerme?
Eda: -gritando desde el suelo- ¡Amity, ten cuidado! ¡Kikimora es extremadamente poderosa!
Amity: -mirando a Eda con determinación- Lo sé, Eda. No te preocupes
Narrador
Kikimora desató un ataque básico, y en un instante, una densa cortina de humo envolvió el campo de batalla. El corazón de todos los presentes se detuvo en suspenso, mientras Hunter, Willow, Marcy, Anne, Sasha, Darius, Everwolf y Raine compartían miradas de angustia y preocupación. Eda, desde el suelo, luchaba por levantarse y discernir lo que estaba ocurriendo
Hunter: No puede ser... ¿Amity?
Willow: ¿Dónde está? ¡Amity!
Marcy: Esto no puede estar pasando...
Anne: ¡Amity, por favor, dime que estás bien!
Sasha: Maldición, no puedo creer que...
Darius: ¡Amity!
Everwolf: ¡Esto no puede ser el final!
Raine: Amity...
Narrador
Con un suspenso cargado en el aire, la cortina de humo comenzó a desvanecerse lentamente, revelando un vacío sorprendente: no quedaba rastro de Amity ni de ninguna otra figura en el espacio que antes ocupaban. La conmoción se reflejó en los rostros de Hunter, Willow, Marcy, Anne, Sasha, Darius, Everwolf y Raine, mientras sus ojos recorrían el campo de batalla en busca de cualquier indicio. Kikimora, igualmente perpleja, giró en círculos en un intento de comprender lo que estaba sucediendo. Entonces, en un giro inesperado, un destello de movimiento captó su atención. Antes de que pudiera reaccionar, Amity emergió de la nada con una velocidad asombrosa, propinándole una patada sorpresa con una precisión milimétrica. Kikimora fue lanzada hacia atrás, su cuerpo saliendo disparado en una trayectoria arqueada que la llevó a volar varios metros antes de impactar contra el suelo con un estruendo impactante, creando un cráter en su aterrizaje
Amity: -mirando a su alrededor- Vaya, tardaron mucho en llegar
Todos los presentes se sorprenden por la afirmación de Amity, intercambiando miradas confusas, pero antes de que puedan reaccionar completamente, una voz familiar resuena en el aire
Lincoln: -apareciendo junto a Lilith- Parece que fuiste más rápida que nosotros, Amity
Lilith: -asintiendo- Sí, Amity, lograste adelantarte. Ahora, antes de hacer cualquier cosa, es crucial atender a los heridos
Amity: -asiente- Tienes razón, Lilith. La prioridad es asegurarnos de que todos estén fuera de peligro. Lincoln, ¿ayudas a Lilith los heridos?
Lincoln: -asiente- Por supuesto, Amity. Cuenta conmigo.
Lincoln y Lilith se mueven rápidamente, comenzando a llevar a los heridos al área central del campo de batalla. Mientras tanto, Amity se prepara para tomar acción
Amity: -dirigiéndose a todos- Necesito que mantengan a todos alejados de esta zona. No quiero que nadie resulte herido
Kikimora: -rugió con furia, su voz resonando en el campo de batalla- ¡Que te pudras, Amity!
Amity: -imperturbable, respondió con voz firme- No te preocupes, Kikimora, voy por ti
Kikimora: -se levantó con enojo y gritó- ¡Te mataré, Amity! Nadie desafía a Kikimora y vive para contarlo
Willow: -preocupada y debilitada, se acercó a Amity, su voz temblorosa- Amity, ¿Qué piensas hacer?
Amity: -la miró con determinación y respondió- Voy a hacer lo que no pude antes, Willow. Voy a proteger a quienes quiero
Narrador
Kikimora emergió del cráter con una ferocidad implacable, lanzándose hacia Amity con una velocidad impresionante. En respuesta, Amity retiró con calma la liga de su cabello, su expresión serena mientras preparaba un golpe devastador
Kikimora: -con una risa desquiciada dice- ¿Crees que un truco de peinado cambiará algo, Amity? ¡Ja! Estás más perdida de lo que pensé
Narrador
Kikimora se aproximó rápidamente a solo unos metros de Amity, su mirada desquiciada ardiendo en furia. En un instante, Amity desató un golpe poderoso que impactó de lleno en Kikimora. El contacto generó una llamarada de energía púrpura que estalló en un resplandor brillante, lanzando a Kikimora por los aires
Amity: -esta da un suspiro pesado- (Esta magia aún me resulta completamente nueva. Pero he estado trabajando en dominarla, sintiendo cómo fluye a través de mí en cada movimiento. Cada vez que la empleo, me acostumbro más a su poder, como si estuviera encontrando una conexión innata con esta energía que antes desconocía por completo)
Kikimora: -gritando con rabia- ¡No puedes hacer esto! ¡Yo soy miembro de la alta sociedad, una demonio prodigio escogida por el mismísimo Belos! ¡Esto no puede estar pasándome a mí!
Amity: -calmada pero firme- Entiendo tu enojo, Kikimora, pero déjame explicarte algo. Yo también tengo un linaje de renombre, aunque no me guste ser reconocida como una Blight. Aun así, es una realidad que no puedo cambiar. Pero eso también significa que tú y yo, sin importar nuestras diferencias, compartimos una característica: somos prodigios
Kikimora: -frunciendo el ceño- ¡No me compares contigo! Tú no entiendes la grandeza de la alta clase
Amity: -manteniendo la compostura- No, quizás no entienda completamente, pero entiendo lo que significa llevar el peso de las expectativas. Si, a tus ojos, todos los demás son basura por no pertenecer a la alta clase, entonces permíteme mostrarte que también puedo ser lo que necesitas que sea, porque, en el fondo, yo también pertenezco a la alta sociedad, independientemente de lo que yo quiera. Si estás decidida a juzgar por las apariencias y títulos, entonces entenderás que no soy tan diferente de ti
Narrador
Amity se vio envuelta por una estela purpura que irradiaba un aura intensa. Su cabello verde comenzó a transformarse gradualmente en tonos de púrpura, mientras que sus ojos adquirieron el mismo matiz, resplandeciendo con un brillo mágico. En medio de esta transformación, Kikimora se lanzó de nuevo, impactando a Amity en el estómago y haciendo que retrocediera. Sin embargo, con determinación, Amity aprovechó la cercanía y agarró la mano de Kikimora, jalándola hacia ella con fuerza para estrellar sus frentes en un potente cabezazo
Kikimora: -con desprecio- ¡Mírate, Amity! Una magia que no puedes controlar y un grupo de rebeldes asquerosos a los que has decidido ayudar. Tú eres pura, eres de la alta clase, y te rebajas a un nivel inferior. ¡No puedes pertenecer a la alta sociedad con ese comportamiento!
Amity: -con calma- Kikimora, no es como si quisiera encajar en tu alta sociedad. Sí, tengo un linaje de renombre, pero eso no define quién soy. No me importa ser reconocida por mi estatus. Lo que me importa es luchar por lo que es correcto y proteger a quienes amo, sin importar su origen. Esa es mi elección, y si eso significa que no encajo en tu visión de pureza, entonces así sea
Narrador
Kikimora dio un salto hacia atrás, rodeando a Amity con agilidad antes de lanzarse hacia ella con una serie de golpes implacables que la hicieron tambalear. Amity se esforzó por resistir el embate, bloqueando y esquivando con determinación mientras su cuerpo absorbía el impacto de los golpes. Sin embargo, finalmente canalizó su energía y, con un grito de concentración, liberó una ola de llamas ardientes que surgieron a su alrededor. Las llamas se alzaron con una fuerza intensa, obligando a Kikimora a retroceder y protegerse de la repentina explosión de calor. El fuego y el calor hicieron que Kikimora se viera obligada a detener su asalto momentáneamente, dándole a Amity la oportunidad de recuperarse
Kikimora: -habló con desdén- Pura suerte, eso es lo que fue
Amity: (Puede que hayas querido atribuirlo a la suerte, Kikimora, pero lo que realmente importa es que cada vez que uso mi magia, aprendo cómo controlarla un poco más)
Narrador
Amity se lanzó con determinación hacia Kikimora, sus ojos púrpuras brillando con intensidad mientras moldeaba su magia. Lanzó varias bolas de fuego ardiente en dirección a Kikimora, quien las esquivó ágilmente. Sin embargo, en un giro sorprendente, Amity aprovechó la apertura y se acercó lo suficiente para lanzar su ataque. Kikimora reaccionó rápidamente, propinándole una patada certera en el estómago que hizo retroceder a Amity.
Pero Amity no se dejó derrotar. Agarró la pierna de Kikimora con firmeza, girando sobre sí misma con rapidez y lanzando a la demonio lejos con una fuerza asombrosa. Kikimora se recompuso en el aire y, utilizando su telequinesis, levantó una gran cantidad de piedras del suelo y las lanzó en dirección a Amity.
Amity, sin vacilar, corrió hacia Kikimora, utilizando las piedras como impulso para dar un salto sobrenatural. Con una combinación de agilidad y destreza, utilizó bolas de fuego para destruir algunas de las piedras que venían hacia ella, mientras se acercaba peligrosamente a Kikimora
Kikimora: -gritando- ¡Gusano insignificante!
Amity: Enana escuálida
Narrador
Amity avanzó con agilidad hacia Kikimora, cerrando la distancia entre ellas en un abrir y cerrar de ojos. En un movimiento rápido y preciso, Amity lanzó un puño que impactó directamente en el rostro de Kikimora, haciendo que esta se tambaleara hacia atrás. Sin embargo, antes de que pudiera reaccionar, Kikimora dejó caer su peso y desató su telequinesis, enviando una avalancha de piedras hacia Amity.
Las piedras cayeron sobre Amity, atrapándola y amenazando con aplastarla bajo su peso. Pero entonces, una explosión de energía ardiente brotó de entre las rocas, derritiendo parte de ellas y creando un resplandor intenso. De la llamarada emergió Amity, cayendo desde las alturas hacia Kikimora con determinación. Justo antes de impactar contra el suelo, Amity extendió su rodilla, golpeando la cara de Kikimora con fuerza. Ambas cayeron al suelo en una colisión final, el polvo y los escombros levantándose a su alrededor
Kikimora: -gritando con rabia y dolor- ¡Argh! ¡Maldita sea!
Lincoln: -con una sonrisa- Parece que Amity está en otro nivel, ¿verdad?
Sasha: -asintiendo- Realmente está demostrando su fuerza
Eda: -confundida- Espera un segundo, ¿cómo es posible? Estuvo en coma por un tiempo después del ataque de Belos
Lilith: -explicando- Parece que Amity tuvo una experiencia profunda mientras estaba en coma. En realidad, no despertó hasta esta mañana
Narrador
Amity emergió de la cortina de polvo con determinación en su mirada, desatando un golpe certero hacia Kikimora. La demonio logró resistir el impacto, pero contraatacó de inmediato, enviando un puñetazo directo hacia Amity. Ambas se encontraban en un feroz intercambio de golpes, cada uno llevando consigo la intensidad de la batalla.
Luego, con una mirada desafiante, Amity y Kikimora tomaron impulso, sus cuerpos disparándose hacia un bosque cercano. Saltaron de árbol en árbol, intercambiando golpes en el aire y creando una danza frenética de ataques y evasiones. Uno de los golpes de Amity logró elevar a Kikimora en el aire, y en un último esfuerzo, la demonio desató su telequinesis, arrasando con los árboles y desprendiéndolos del suelo. Amity aprovechó el caos para utilizar los árboles como impulso y, con una patada habilidosa, logró desestabilizar a Kikimora. Sin embargo, Kikimora no se rindió. En un último recurso, la demonio lanzó un golpe poderoso que conectó con Amity, lanzándola a volar y haciéndola estrellarse contra un muro del castillo
Kikimora: -visiblemente desconcertada, titubeó- No... no puede ser. ¿Cómo... cómo me trajiste hasta aquí?
Amity: -se levantó con determinación- Kikimora, por mucho que me golpees, por mucho que intentes detenerme, voy a seguir mejorando. Voy a superarte y voy a derrotarte. Ya no importa cuál sea tu genética, cuál sea tu linaje. Ambas venimos de familias privilegiadas, pero lo que realmente importa son las razones por las que peleamos. Y yo estoy dispuesta a luchar con todo lo que tengo por lo que creo que es correcto
Kikimora: -frunció el ceño, negando con la cabeza- Mi genética es superior, eso es innegable
Amity: -sacudió la cabeza con firmeza- Ya no es una cuestión de superioridad genética, Kikimora. Es una cuestión de convicción y determinación. Estoy dispuesta a enfrentar todos los obstáculos y desafíos que se presenten, sin importar cuán poderosa seas. Voy a demostrarte que la verdadera fuerza radica en la voluntad de luchar por lo que uno cree
Kikimora: ¡MENTIRAS!
Narrador
Kikimora y Amity se impulsaron una vez más, colisionando en una rafaga frenética de golpes que llenó el aire con chispas de magia. El intercambio de ataques se volvió cada vez más intenso, ambos luchando con una determinación implacable. Amity logró lanzar una serie de ataques consecutivos, golpeando a Kikimora repetidamente y dejándola momentáneamente aturdida. Sin embargo, Kikimora reunió su energía y, con una expresión de rabia desenfrenada, desató su telequinesis en todas direcciones.
Amity se esforzó por esquivar los ataques, pero algunos impactaron, haciéndola escupir sangre mientras luchaba por mantenerse en pie. Sin embargo, cuando logró acercarse a Kikimora, no dudó en aprovechar la oportunidad. Dio un rodillazo en el aire, impactando directamente en Kikimora y desestabilizándola momentáneamente. En un último esfuerzo, Amity lanzó una poderosa bola de fuego que envolvió a Kikimora en llamas ardientes.
Pero la resistencia de Kikimora no cedió. Con una patada feroz, logró liberarse de las llamas y lanzó a Amity a volar, haciendo que se estrellara contra un muro cercano con un estruendo ensordecedor
Kikimora: -respirando con dificultad- ¿Crees que esos ataques funcionarán, Amity? Quieres derrotarme, pero no entiendes que estoy dispuesta a hacer lo que sea necesario para eliminarte
Amity: -serena pero firme- Kikimora, la diferencia entre nosotras es clara. Mi objetivo no es matarte, sino detenerte. No quiero recurrir a la violencia extrema, al derramamiento de sangre. Quiero poner fin a este conflicto sin más pérdidas
Sasha: mira a Amity con una expresión triste, comprendiendo el peso de sus palabras-
Kikimora: -con desdén- Esa es tu debilidad, Amity. Si no estás dispuesta a hacer lo que sea necesario, entonces no tienes lo necesario para ganar esta batalla
Amity: -manteniendo su compostura- Mi fuerza no proviene de matar, Kikimora. Proviene de mi convicción y mi voluntad
Narrador
Amity se lanzó al ataque una vez más, pero esta vez algo había cambiado. Sus movimientos eran más rápidos, más fluidos. Kikimora intentó golpearla con un ataque sorpresa, pero Amity demostró ser aún más ágil de lo que había previsto. Utilizando su magia de fuego de manera innovadora, se impulsó con destreza y evitó el golpe de Kikimora.
La velocidad de Amity aumentaba con cada movimiento. Entonces, en un giro asombroso, canalizó su magia en un corte de fuego perfectamente ejecutado. El corte descendió con precisión, cortando ambas manos de Kikimora en un instante. La expresión de sorpresa y dolor se reflejó en el rostro de Kikimora mientras soltaba un grito de agonía
Kikimora: -gritando de dolor- ¡Aaargh! ¡Maldita seas, Amity!
Amity: -con firmeza- Se acabó, Kikimora. Sin tus manos, no puedes hacer telequinesis ni atacar. Ya no puedes ganar esta batalla
Kikimora: -una risa desquiciada que resuena en el aire- Jajaja ¡Qué ingenua eres, Amity! ¿Crees que unas manos me detendrán? ¡No conoces mi verdadero poder!
Amity: -mira con horror mientras Kikimora, con una mirada salvaje, comienza a arrancar con sus dientes las partes chamuscadas de lo que queda de sus muñecas- ¡No! ¡Detente!
Kikimora: -entre risas y gritos de dolor- Perdiste, Amity. Perdiste
Narrador
De los brazos de Kikimora comenzaron a surgir extremidades grotescas y descomunales, su cuerpo retorciéndose y deformándose en una mutación aterradora. Amity y los demás observaron con horror cómo la figura de Kikimora se distorsionaba gradualmente, sus formas retorcidas multiplicándose y creciendo en tamaño con cada nueva transformación. La visión de Kikimora expandiéndose y mutando en una abominable criatura dejó a todos aterrados, enfrentándose a un enemigo mucho más imponente y amenazador de lo que habían anticipado
Amity: -con asombro- ¿Qué te ha pasado, Kikimora? Esto... esto no es normal
Kikimora: -sonriendo siniestramente- Simplemente una mejora, cortesía del Emperador
Amity: -acusando- ¿Te usó como conejillo de indias? ¡No puedes aceptar esto, Kikimora!
Kikimora: -encogiéndose de hombros- No importa, Amity. Si esta es la única manera de garantizar la paz, entonces es un pequeño precio a pagar
Narrador
Kikimora se lanzó al ataque una vez más, su figura distorsionada moviéndose con una ferocidad desenfrenada. Amity logró esquivar con dificultad uno de sus ataques, pero el siguiente rozó su hombro con violencia, causándole un profundo corte del cual brotó sangre en cantidad. Kikimora rió con una mezcla de satisfacción y locura ante el éxito de su golpe. Sin embargo, la determinación de Amity no flaqueó.
Retrocediendo momentáneamente, Amity canalizó su magia y lanzó una gran bola de fuego que impactó en Kikimora, explotando en una oleada de llamas ardientes. Aprovechando la oportunidad, Amity se alejó de la batalla y se dirigió rápidamente hacia donde estaban los demás
Lilith: -preocupada- Amity, esa herida en tu brazo parece seria. Deberías descansar y dejar que te atienda
Amity: -intentando restar importancia- No es gran cosa, Lilith. Puedo manejarlo
Marcy: -mirando a Amity- Pero Kikimora... ese cambio que sufrió, fue brutal. No puedo creer lo que está dispuesta a hacer para ganar.
Lincoln: -asintiendo- Tiene razón, Marcy. Tal vez esta mutación hizo que sus habilidades se potenciaran.
Amity: -asintiendo- Es cierto. Se volvió más rápida y fuerte. Sus ataques son increíblemente peligrosos, capaces de causar cortes profundos con cada golpe.
Marcy: -frunciendo el ceño- Pero ¿podrá usar la telequinesis en ese estado?
Amity: Lo dudo. Si pudiera, ya lo habría hecho cuando escapó hasta aquí. Creo que su enfoque es más directo y basado en el combate físico ahora
Narrador
Kikimora emergió de las llamas con una risa maníaca, su figura distorsionada y grotesca llenando el aire con una presencia ominosa. Amity, sin titubear, se lanzó hacia ella con determinación, usando toda su velocidad y agilidad para esquivar los salvajes ataques de Kikimora. Golpe tras golpe, Amity se abalanzó sobre su enemiga, sus puños impactando repetidamente contra su forma retorcida. Sin embargo, cada golpe parecía tener poco efecto en Kikimora, cuya risa siniestra resonaba en el aire.
De repente, en un giro inesperado, Kikimora contraatacó con ferocidad. Golpeó a Amity en la frente, luego en un costado de sus costillas y finalmente en una pierna. Los impactos fueron devastadores, enviando a Amity a volar por los aires y estrellándose en el suelo con un impacto doloroso. Amity rodó por el suelo, dejando una estela de manchas de sangre en su camino, mientras su cuerpo mostraba las huellas de los ataques despiadados de Kikimora. El silencio pesado llenó el aire mientras todos observaban con impotencia el resultado de la feroz embestida
Kikimora: -sonriendo con superioridad- ¿Ves, Amity? Ahora soy más fuerte que nunca. Es inútil que sigas luchando. No tienes ninguna posibilidad de vencerme
Amity: -con fatiga y dolor- No puedo... No puedo más. Mi cuerpo... no me responde como antes
Kikimora: -burlándose- Deberías rendirte, Amity. Aceptar tu destino y admitir que no puedes ganar
Amity: -con determinación- Aunque mi cuerpo esté agotado, no voy a ceder ante ti, Kikimora. Aunque parezca que esté al límite, no voy a darme por vencida
Narrador
Con una determinación inquebrantable, Amity desató un ataque veloz, moviéndose con agilidad y precisión. Su magia de fuego se manifestó en cortes ardientes que atravesaron el brazo de Kikimora, dividiéndolo en partes chamuscadas. Kikimora soltó un grito de dolor mientras su brazo se desgarraba por los cortes, pero no se detuvo. Con un gesto frenético, arrancó las partes quemadas de su brazo y su regeneración comenzó a tomar efecto, su cuerpo retorciéndose y reformándose.
Amity, sin embargo, no se inmutó. Con una decisión inquebrantable, canalizó su magia de manera intensa y profunda. Las llamas purpúreas comenzaron a envolver su cuerpo, brillantes y abrasadoras. La luz brillante iluminó el campo de batalla mientras Amity se sumergía en su poder, una fuerza resplandeciente que emanaba de ella con una energía implacable
Kikimora: -con curiosidad- ¿Qué intentas hacer, Amity?
Amity: -serena pero firme- He observado tus cambios, Kikimora. Eres más fuerte y veloz, pero parece que perdiste tu capacidad de usar la telequinesis. Y tu regeneración es increíblemente rápida.
Kikimora: -asintiendo- Admito que tienes razón en eso. Mis habilidades han evolucionado de una manera que nunca habría imaginado.
Amity: -analizando- Pero noté algo, Kikimora. Las partes quemadas en tu cuerpo no se regeneran con la misma rapidez. Por eso te las arrancaste, para activar tu regeneración.
Kikimora: -frunciendo el ceño- ¿Qué tratas de insinuar, Amity?
Amity: -con determinación- Lo que intento es claro. Voy a enfrentarte con todo lo que tengo, Kikimora. Este es mi ataque definitivo, y no me detendré hasta que esta batalla llegue a su fin
Narrador
Amity se envolvió en llamas ardientes que crecían con cada instante que pasaba, su figura transformándose en una fuerza de destrucción incandescente. A una velocidad vertiginosa, se lanzó hacia Kikimora, una esfera de fuego imparable que arremetió contra su adversaria con una determinación inquebrantable.
Kikimora, desconcertada y sorprendida por la súbita intensidad de la embestida, fue empujada hacia atrás por la fuerza aplastante de Amity. A medida que ascendían en el aire, Kikimora intentó resistirse, golpeando a Amity en un intento desesperado de detener su avance. Sin embargo, a medida que sus cuerpos se elevaban, Kikimora comenzó a sentir un calor abrasador que emanaba de Amity, su piel ardiendo y algunas partes de su cuerpo comenzaron a consumirse en las llamas.
Amity continuó su impulso ascendente, empujando a Kikimora a través de las islas hirvientes. El calor intenso y el resplandor del fuego envolvieron la escena, mientras Amity se convertía en una fuerza imparable que no se detendría ante nada. Kikimora luchó en vano contra el fuego que la envolvía, sintiendo cómo su poder menguaba frente a la furia abrasadora de Amity
Amity: -mirando a Kikimora con determinación- Kikimora, cuando te veo, veo un reflejo de lo que fui en el pasado. Veo en ti a alguien que podría haber sido yo si no hubiera tomado el camino que elegí. Cuando te miro, me veo a mí misma en aquella época, cegada por la ambición y la arrogancia, dispuesta a hacer cualquier cosa por poder y reconocimiento.
Pero aquí estoy ahora, gracias a las lecciones que he aprendido de aquellos que me rodean. Mis amigos me han enseñado el valor del apoyo incondicional, mi maestra me ha mostrado el camino de la humildad y la responsabilidad, y mi interés romántico me ha demostrado que el amor y la comprensión son más poderosos que cualquier magia o ambición desmedida.
Todo lo que he vivido y a todas las personas que he conocido me han moldeado en la persona que soy hoy. He aprendido a valorar la amistad, la empatía y la humildad. No siempre fue fácil, y he cometido errores en el camino, pero esos errores me han enseñado valiosas lecciones.
Kikimora, aunque nuestras vidas tomaron rumbos diferentes, sigues siendo parte de mi historia. Aunque te hayas aferrado al poder y la oscuridad, no es demasiado tarde para cambiar. Puedes encontrar un camino diferente, un camino que te lleve a la redención y a la paz interior. No necesitas vivir en un ciclo de destrucción y ambición descontrolada.
Hoy, pongo fin a esta batalla. No como enemigas, sino como dos personas que podrían haber compartido un destino similar. Espero que encuentres el camino que te llevará a la verdadera fuerza, a la verdadera realización. Adiós, Kikimora.
Narrador
El calor que envolvía a Kikimora se intensificó a medida que Amity liberaba todo su poder, concentrando su energía en un golpe final. Mientras ambas descendían hacia la rodilla del titán, Amity reunía su magia en un poderoso golpe, superando sus límites y desatando un torrente de fuego ardiente que se desbordó con una fuerza inigualable. La figura de Kikimora se consumía en llamas, su forma desvaneciéndose gradualmente mientras el calor la consumía.
La colisión final en la rodilla del titán marcó el clímax del ataque. La energía liberada por Amity fue tan intensa que incluso el punto más frío de las islas hirvientes no pudo resistir su calor abrasador. La nieve y el hielo que cubrían la rodilla se evaporaron al instante, dejando una marca chamuscada en su lugar.
Cuando el ardiente destello finalmente se disipó, la escena reveló a Amity, inconsciente pero con una expresión de profunda determinación en su rostro, y a Kikimora en su estado normal, también inconsciente. El silencio reinaba en el escenario, interrumpido solo por el sutil crujido de las llamas que se extinguían. La batalla había llegado a su fin, y en el campo de batalla quedaban solo los vestigios de una lucha épica que había dejado su huella en las islas hirvientes.
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