-¡¡¡Te mataréeeeeeeeeeee!!!-Las espadas de ambos chocaron, ese fue el primer ataque que asentaba el duelo final.

Se movió varias veces fallando en casi todas. Seguía ileso, pero no se daba por vencido. Al parecer, no era el único experto en técnicas de combate orientales.

-¿Aún no te rrindes? Qué lástima...-Rió maliciosamente, causando que su oponente se enfureciera y volviese a atacarle.

En una de esas, resultó herido en su brazo. Ahogado por la ira, aprovechó que el otro se reía delante suyo y de un rápido movimiento, le amputó una mano.

-¡Bastarrdo! ¡¿Cómo te atrreves?!-Le reprochó.

-La pregunta es... ¡¿Cómo te atreves tú a asesinar, torturar y maltratar de esa forma tan ruin a mis seres queridos?! ¡¿Que acaso nuestras vidas no importan, maldita sabandija?!-Interrogó histérico.

-¡No me comparres con tus estúpidos aliados, imbésil!-Su rostro pasó de enojado a serio con eso de ''estúpidos aliados''.

-¿Cómo que ''estúpidos aliados''? ¿Sabes por todo lo que tuvieron que pasar para mantenerse con vida? ¡El maldito gobierno los protegía por asaltar lugares y no pagar las deudas porque no podían! ¡No tenían recursos y tuvieron que buscarse la vida escondiéndose de la asquerosa sociedad! Yo que era y soy un joven adinerado, les encontré un refugio y reuní a todos los que pude con tal de que no tuviesen que seguir las leyes que estaban forzados a cumplir y no podían porque nunca tenían el suficiente dinero como para salir adelante. Lo único que hice fue salvarlos y acogerlos con tal de que no tuviesen que morir de hambre, de sed, de sueño o de lo que fuese... Y tú, que el gobierno te tiene mimado cuán niño de cinco años que pide juguetes a cada segundo, ¿te atreves a llamar ''estúpidos aliados'' a esta gente que han dado su vida con tal de mantenerse a salvo aunque sea por un mísero período de tiempo? ¡¿Te atreves a contratar a un jodido ejército cutre con soldaditos igual de mimados que tú con tal de destruirnos para beneficiarte únicamente a ti mismo?! ¡¿Es eso lo que intentas decirme?!-Pausa, su voz hizo eco en aquel área desolada y oscura-No... Un asesino a sueldo que pretende derribar a los que considera débiles como tú no va a destruirnos. No vas a hacernos daño después de tantísimas penurias que tuvimos que soportar. No... No lo harás... ¡MI VECINDARIO ES INTOCABLE!-Corrió hacia él más agresivo y valiente que nunca.

Tal fue su agilidad que, en veinte segundos, consiguió dejarle con severas puñaladas alrededor de su cuerpo. Una vez consiguió dejarle en el suelo, posó su pie en aquel rostro y alzó su cuchilla por última vez.

-Nunca vuelvas... ¡A molestar a mi gente!-El último recuerdo en vida de aquel hombre, fue el de un muchacho dedicándole una mirada de odio clavando su katana en la zona frontal de su mayor enemigo.

***

Ahora todos estaban allí, recibiendo a quien fue una vez su salvador. Y ahora... Vuelve a ser el héroe de esta historia.

-Se acabó. Ahora podemos vivir en paz... Como en los viejos tiempos-Todos gritaron en alegría y le mantearon al grito de: ''LARGA VIDA A NUESTRO LÍDER''.

El cura, quien le había acompañado toda esa aventura, se acercó a él y ambos estrecharon sus manos.

-Bien hecho, compañero. Has estado de puta madre-Sonrieron.

-Pohta, que ahora el jefe habla bien el cahteshano-Interrumpió Mustaine, el rubio le dedicó una mirada confusa.

-Ups...-Rieron todos.

FIN