Cap.3.: Aquí las cosas se arreglan con amenazas.
-¿I ahora qué? Tn valiente para unass cossass pero para otrass eress un cobarde de cuyons-Le decía Lars a James, quien parecía echar humo por las orejas.
-Tú mehó ten la boquita serrá que callaíto tah mah guapo-Le advirtió con una mirada asesina, éste decidió callarse y ahorrarse sus palabras.
-¿Y ahora qué hasemoh, muyayo?-Intervino Jason, el cubano fue el más neutro ante la situación, a diferencia de otros...
-Amoh a veh. ¿Qué parte no entendéih de que loh vamoh a dehtrosá?-Repitió el rubio, el muchacho se veía demasiado tranquilo a diferencia de otras veces.
-Ahhh... Yo creo que deberías intentar máis aclaracións porque no nos queda en la cabeza-Dijo Cliff, quien andaba por allí tratando de calmar a la población.
-Ay, por mi Macarena... Si ej que no se pué vivíh con tantísima hente de por medio que no se entera de ná-Se dijo a sí mismo, la tensión se palpaba en el ambiente y él era el encargado de calmar a todos los vecinos que estaban estresados-Ehcushadme toh ahora. Pué que ehtoh hihoh de puta noh hayan amenasao, pero eso no quié desíh que nosotroh tengamoh que rendirnoh o tenerleh miedo. ¿Recordáih quiéneh somoh? Sabemoh de arteh marsialeh como un león de casa. Si contribuímoh toh huntoh a partirleh la boca y a esharleh de nuehtro territorio, podemoh hasé que noh tengan miedo y que no vuelvan aquí nunca hamáh. Pero si oj quedáih toh de brasoh crusaoh, no conseguiremoh na de ná. Por ehemplo, er Kirko, tú sabeh de kárate, ¿no eh así?-Explicaba, parecía que todos se calmaban más al recordar aquello, ¿artes marciales? Eso se veía bueno...
-¡Ahí va la hostia! Claro que sé, lagun-Le contestó el joven de tez morena, éste era un buen practicador de ese arte marcial ya nombrada conocido porque normalmente era la guardia principal en situaciones de emergencia.
-Puta la weá, Kirk. ¿Me vas a hacer la cena?-Dijo una mujercita de cabello castaño, ella era una de las alumnas del joven vasco.
-Ahora voy, eder-Le dijo el moreno, el líder cruzado de brazos intentó ser paciente a pesar de que se irritaba por cualquier cosa.
-Bien. Poh tú ya te puéh poner lah pilah porque te toca enseñá a base de bien lo que sabeh haséh-Le aclaró, luego se acercó a él y fue a su oído-Y deha de desíh cosah de tu idiomita que no te entiendo un caraho-Le susurró, el contrario sonrió tomándose el tema a la ligera.
-¡Ahí va la hostia! ¡Pues claro que lo haré!-Exclamó dándole una fuerte palmada en su espalda, cometiendo un serio error.
-¡Que te deheh de tanta hohtia, so borrico!-Le dijo tirándole al suelo mediante un puñetazo, el otro chaval se quedó allí tirado sobándose la barriga-Tanta hohtia y tanta hohtia. A veh si usah esah hohtiah pa cosah que merehcan la pena, sopenco-Le avisó, posteriormente vino un niño pequeño a entregarle al jefe un pergamino con información.
En éste, se decía lo que ellos debían a esa gente en realidad. Al parecer, ese documento tenía todos los cálculos hechos y, a decir verdad... Las cantidades eran bastante grandes.
-¡¿Dosientoh mil cuatrosientoh sincuenta y sinco euroh?! ¡Con ehto tengo pa una puta casa nueva!-Comentó arrugando el papel, la gente trató de relajarle, mas fue imposible.
-Precissamente pur esso missmo te lo damoss. P'ra que te dess cuenta de lo que debemoss por tú no querer pagar dessde el primero momento-Le retó de nuevo el catalán, esto fue la gota que colmó el vaso.
-¿Qué problema tieneh tú en la vía, criticón de pacotilla?-Le desafió, el oponente no presentaba miedo alguno ante su superior.
-'L missmo que tieness tú p'ra pagar la deuda, vague de merda-Aquí ya las cosas se pusieron serias entre ellos, tan así que al final el que mandaba en aquel lugar, acabó partiendo en dos el papel con tan sólo separarlo.
Todos sabemos que esto acabó en pelea. Pero para no aburrir mucho al espectador, nos saltaremos la parte de los ataques y tal y pasaremos a explicar lo que pasó después.
-Amoh a veh si oj queda claro de una puta veh. En ehta vesindá vaih a colaborá toh sí o sí. ¡Por mih santoh cohoneh que colaboraih toh! Y no quiero que nadie diga lo contrario porque aquí er que manda soy yo. ¿Entendío?-Cuestionó después de una interminable pelea, eso hizo que muchas personas alzasen la voz y estuviesen en su contra.
La mayoría detractores fueron a intentar hacer que se comiese sus palabras. Todos le reprochaban lo hartos que estaban de él y le decían que no sería todo lo que él quisiera. Hasta que su cabeza no pudo soportar más y...
¡¡¡¡CALLAOH YA!!!!
Un grito potentísimo y con un eco más que duradero hizo que todos se tapasen los oídos y dejasen sus quejas de lado. Los cristales se agrietaban y las paredes retumbaban. Hubo un profundo silencio y Hetfield aprovechó para abrir una botella, beber y mirar orgulloso y con mirada asesina a los de su alrededor.
-Cuando also la voh, toh se callan-Y en esto, ejerció fuerza con su mano derecha y sin otro medio físico que su palma, la reventó con un simple aprieto, ya se pusieron las cosas calmadas pero serias-Si digo que toh colaboramoh, lo hasemoh toh. Y quien se vaya a ehtar tocando er shumino o loh cohoneh, que se vaya de aquí... ¡¿Entendío?!-Todos asintieron temerosos, él sonrió pícaramente-Poh manoh a la obra que vamoh a reventá a loh mierdah ehtoh-Concluyó con una sonrisa maléfica, muy seguro de sí mismo.
¿Qué sucederá con esta gente los próximos días?
¿Conseguirán que el recinto vuelva a ser lo que era?
Lo averiguaremos... Próximamente.
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