Cap.10.: Estrategia. Se acerca la batalla final.
-Supongo... Que con ssto quieres d'cir que nos separaremoss para capturarlos, ¿no?-Preguntó el catalán escuchando las indicaciones del monje.
-Con esto quiero decir que si usamos esta táctica de división, podremos cazarlos con mayor facilidad. Obvio debo contar con la ayuda de todos vosotros para que consigamos darles un festín a estos retrasaditos pambisitos. ¿Alguna duda?-Hubo un silencio, hasta que...
-No me convense. Tengo una idea mehó. Ehcushadme-Interrumpió el jefe, se aclaró la voz antes de proseguir-Creo que lo mejor sería si cada uno permanece en su lugar. Ellos pueden contraatacar por diferentes direcciones, y seguir su juego no serviría de mucho. La retaguardia se quedará en su sitio, mientras que nosotros, los más hábiles en combate, iremos directamente a por los cabezas del clan-Tomó el mango de su katana y la desenvainó-No sería muy correcto si, cuando ellos ya utilizan esa técnica, nosotros hagamos lo mismo. De esa forma, caeríamos todos bajo y no quedarían supervivientes, y yo no me arriesgo a perder mi vida ni la de mis camaradas por culpa de una forma de ataque equivocada. Las vidas de esta comunidad y de los soldados que vienen conmigo son tan importantes como la mía e incluso mucho más. Si hay algo que debemos de hacer, es permanecer de este modo y que vaya otro a enfrentar al cerebro de esta célula. Así que, padre, no discrepo con que su técnica sea buena, me parece excelente, pero me da que usted no pudo analizar la situación y no se dio cuenta de que nuestros enemigos ya van a tener ese modus operandi. En resumen: Vosotros os quedáis aquí. Yo... Iré a enfrentarlos junto con los reclutas más poderosos en esto-Deslizó su arma haciendo que suene el eco de su acero, todos estaban sorprendidos ahora mismo con la inteligencia y ganas de pelear que mostró su líder, a quien consideraban un violento por naturaleza incapaz de pensar como es debido.
-Asombroso... Nunca lo habría pensado mejor. Confiaré en tu plan-Dijo sonriendo valerosamente, el rubio hizo lo mismo.
-Y mi duda es... ¿Qué chingados hases pronunsiando bien el castellano, wey?-Preguntó David Ellefson, quedaron confusos cuando preguntó aquello.
-Si yo soy de Valladolid, cabrón. Soy leonés de toda la vida-Todos pusieron cara de IMPAKTADOS, el oji-azulado puso cara de culo de nuevo-Pero tú hah como que no hah vihto nah y yahtá, pisha. Que si ehtoy aquí, eh pa huih de mih tierrah-Y eso hicieron, ya no estaban tan IMPAKTADOS.
-Bueno, dejemos el asunto de nuestras tierras natales y vayamos al lío. Entonces, jefe... ¿Nos quedamos donde estamos?-Consultó por enésima vez.
-Sacto, illo-Contestó.
-Muy bien... ¿Quiénes son los más fuertes a parte de... Ti?-Miró a su alrededor sin encontrar respuesta.
-Que vengan conmigo er catalán, er vajco y er gallego. Aquí toh loh ehpañoleh somoh una piña-Los lationamericanos le miraron con odio/desesperación y se fueron con el principal clérigo de aquel paradero ''hostil''.
-Cuente conmigo para frenarlos-Y dicho esto, los cuatro que se marcharon con el ''andaluz'' saltaron por la ventana para enfrentar a los dichosos mafiosos.
***
-¡¡Jefe!! ¡Rescate al gallegoooo!-Chilló el nativo de Catalunya en medio de la batalla, quien fue asesinado brutalmente por uno de los rivales que portaba un arma.
-Esto no puede estar pasando... ¿Qué estamos haciendo mal?-Pensó perturbado sin dar con la solución definitiva-Hihoh de putaaaaaaaaaaaaaaaaaaaahhh-Chilló dirigiéndose a un tipo que no previó su ataque y consiguió asestarle un puñetazo que le sacó varios dientes.
-Calma, pequeño guerrerrito... Dile Auf Wiedersehen a tu querrido gallego-Y en una de estas, le clavó un puñal, dejándole herido de gravedad.
Ahora sólo quedaban él y Kirk. El joven del norte de España no supo responder, se quedó inmóvil, lloriqueando en el suelo.
-Sólo quedamos nosotros dos... La retaguardia ha sido atacada y el vecindario corre grave peligro si estos se acercan-Se dijo contemplando las ruinas del edificio que se veían a lo lejos-¿Qué se supone que tenga que hacer?-Antes de seguir dándole más vueltas, halló una forma definitiva de vencerlos-Kirk, vete con los del interior. Estás débil y no puedes seguir peleando en este campo. Yo... ¡Me encargaré de estos esbirros y mataré al líder de todos ellos!-Le dijo dejando al descubierto su arma de metal y encarando al resto de sujetos.
-Jefe... ¿Qué hay de usted?-Cuestionó con lágrimas en los ojos.
-No te preocupes por mí. ¡No permitiré que asalten más mi territorio!-Exclamó con valentía, el joven moreno salió corriendo dejando sólo a su capitán.
En menos de dos minutos, había acabado con las vidas de los guardaespaldas de su archi-enemigo. Nadie se esperaba que, aparte de karateka, fuese un habilidoso samurai. ¿Quién lo diría?
Cuando se vio sólo, esperó hasta que el auténtico blanco de la diana apareciese. No se demoró mucho a decir verdad.
-Qué valiente. ¿En serrio crrees que podrrás contrra mí? ¡Já! Inténtalo...-Le desafió acercándose el principal objetivo del chico.
Comienza el duelo definitivo.
Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro