Chào các bạn! Vì nhiều lý do từ nay Truyen2U chính thức đổi tên là Truyen247.Pro. Mong các bạn tiếp tục ủng hộ truy cập tên miền mới này nhé! Mãi yêu... ♥

Capítulo 19: Un nuevo plan

Elena estaba sentada en la sala de la casa de campo, su teléfono en la mano, lista para hacer la llamada que sería crucial para su plan. Respiró hondo y marcó el número de Doña Irene. El teléfono sonó varias veces antes de que Irene contestara.

—¿Elena? —preguntó Irene, con un tono de preocupación en su voz.

—Hola, Irene. Necesito hablar contigo —dijo Elena, fingiendo estar muy afectada.

—Claro, querida. ¿Estás bien? —respondió Irene, con suavidad.

—No... no estoy bien. Todo esto es demasiado para mí. Necesito un día más para asimilar lo que ha sucedido. ¿Podrías hablar con Don Vittorio? Por favor, dile que necesito un día más —dijo Elena, su voz temblando.

Irene hizo una pausa, aparentemente considerando la petición.

—Está bien, Elena. Hablaré con él. Sé que esto es mucho para ti. Tómate el tiempo que necesites —dijo Irene, tratando de sonar reconfortante.

—Gracias, Irene. No sabes cuánto te lo agradezco —dijo Elena, antes de colgar.

Más tarde, Irene se encontraba en el lujoso despacho de Don Vittorio. Él estaba sentado en su escritorio, revisando documentos cuando Irene entró.

—Vittorio, necesito hablar contigo sobre Elena —dijo Irene, con voz seria.

Don Vittorio levantó la vista, su expresión cambiando a una de preocupación.

—Irene, ¿qué sucede? —preguntó, dejando los papeles a un lado.

—Está muy afectada por todo lo que ha pasado. Me llamó, pidiendo un día más para asimilarlo. Creo que realmente necesita ese tiempo. Está segura de que aceptará tu oferta, pero necesita un poco más de tiempo para procesarlo —explicó Irene.

Don Vittorio miró a Irene con una mezcla de ternura y preocupación. Estaba perdidamente enamorado de ella y, de hecho, llegó a inculpar a un hombre injustamente para que ella estuviese sola y se fuese con él. Confiaba ciegamente en todo lo que Irene le decía.

—Si tú crees que es lo mejor, entonces le daremos ese día. Confío en tu juicio, Irene —dijo Don Vittorio, con una sonrisa.

Irene sonrió y asintió, agradecida por su comprensión.

En la casa de campo, Elena y Damián estaban sentados en la mesa de la cocina, rodeados de mapas y notas. Habían pasado el día discutiendo su plan, sabiendo que no podían permitirse ser descubiertos.

—Tenemos que ser meticulosos. No podemos permitirnos errores —dijo Elena, mirando los papeles esparcidos frente a ellos.

—Lo sé, Elena. Pero esto es extremadamente peligroso. Si te infiltras en la Camorra, tendrás que participar en sus negocios turbios para demostrar tu lealtad. No podrás continuar trabajando en tu profesión como abogada —dijo Damián, con preocupación en su voz.

Elena asintió, sabiendo que él tenía razón.

—Lo entiendo, Damián. Pero esta es nuestra mejor oportunidad para desmantelar la organización desde dentro. Si logro ganarme la confianza de Don Vittorio, podré acceder a información crucial que nos permitirá destruirlos —dijo Elena, con determinación.

Paso 1: Establecer Confianza

—Primero, necesito ganar la confianza de Don Vittorio. Aceptaré su oferta y participaré en algunas de sus operaciones para demostrar mi lealtad —dijo Elena, apuntando los detalles en un cuaderno.

—Debemos ser estratégicos sobre cómo te presentas. Tu primer encuentro debe ser convincente. Tienes que mostrarte dispuesta a hacer lo que sea necesario para ganar su confianza. Hazle creer que estás completamente comprometida —dijo Damián, su voz llena de preocupación.

—Lo sé. Pero también necesito mantener mi integridad y no cruzar ciertas líneas. Quiero que él piense que estoy de su lado sin realmente traicionar mis principios —respondió Elena, con firmeza.

Damián asintió, apreciando su determinación.

—Para eso, debes identificar rápidamente a los puntos débiles en su organización. Personas que podrían no estar completamente leales a él, y buscar la manera de hacerles ver que estás en su lado, y quizás puedas manipular a algunos para obtener información sin que Don Vittorio lo sepa —dijo, trazando algunas ideas en el mapa frente a ellos.

Paso 2: Recolectar Información

—Mientras estés dentro, recopilarás toda la información posible sobre sus operaciones, contactos y puntos débiles. Usa los dispositivos de vigilancia que instalamos para grabar conversaciones y obtener pruebas —dijo Damián, entregándole un pequeño dispositivo de grabación.

—Tendré que ser extremadamente cuidadosa al usar estos dispositivos. Cualquier error y podrían descubrirme. Necesito ocultarlos en lugares donde pasen desapercibidos pero que aún capturen conversaciones importantes —dijo Elena, examinando el dispositivo.

—También será importante que tomes notas mentales y las escribas en un lugar seguro cada noche. Documentar cada pequeño detalle que escuches podría ser crucial para nuestra misión. Habrá información que no podrás grabar pero que podrías usar para conectar puntos más adelante —añadió Damián.

—Además, necesito aprender a leer entre líneas. La mayoría de los criminales hablan en códigos y metáforas. Tendré que interpretar sus palabras y encontrar el verdadero significado detrás de lo que dicen —dijo Elena, su mente trabajando a toda velocidad.

Damián la observó, admirando su inteligencia y dedicación.

—Eres increíble, Elena. Sé que podrás hacerlo. Solo asegúrate de mantener la calma y no dejar que ellos te vean dudar. La confianza es clave —dijo, tocando suavemente su mano para ofrecerle apoyo.

Paso 3: Comunicación Segura

—Nos comunicaremos a través de mensajes encriptados. Usa la frase "El cielo está nublado" si estás en peligro o necesitas ayuda inmediata —dijo Damián, asegurándose de que Elena entendiera la importancia del código.

—De acuerdo. ¿Y si necesito pedirte algo específico, como un recurso o una actualización de la situación fuera? —preguntó Elena, queriendo cubrir todas las posibles eventualidades.

—Usa la frase "La luna está llena" para indicar que necesitas algo específico de mí. Entonces, en nuestra siguiente comunicación, incluiré la información necesaria —respondió Damián, anotando las claves en una hoja de papel.

—Es vital que no se vean patrones en nuestras comunicaciones. Intercambiemos mensajes en diferentes momentos del día y utilicemos diferentes plataformas para evitar ser rastreados —dijo Elena, pensando en todas las posibles formas en que podrían ser descubiertos.

Damián asintió, reconociendo su lógica.

—Y si en algún momento no puedo contactarte, espera 24 horas antes de tomar cualquier acción drástica. Podría estar ocupado con algo y no quiero que te pongas en peligro innecesariamente —dijo, mirándola con seriedad.

Elena tomó nota de todo, decidida a seguir cada detalle al pie de la letra.

Paso 4: Plan de Escape

—Si las cosas se complican, necesitamos un plan de escape. He preparado varias rutas de salida y escondites seguros en caso de que necesites desaparecer rápidamente —dijo Damián, mostrando un mapa con los puntos de escape marcados.

—Es bueno tener varias opciones. En una situación de crisis, la primera ruta podría estar comprometida. Necesito estar familiarizada con cada una de estas rutas para no perder tiempo precioso —dijo Elena, estudiando el mapa con atención.

—He asegurado algunas casas seguras en las afueras de la ciudad. Tienen suministros básicos y están preparadas para albergarte hasta que pueda llegar a ti. Si algo va mal, te encontrarás en el punto de extracción designado —dijo Damián, señalando los escondites en el mapa.

—Si no puedo llegar a ti en un plazo de 48 horas, dirígete a nuestra ubicación secundaria en la montaña. Es más remota y menos probable que te encuentren allí —añadió, su voz firme.

—Damián, necesito que entiendas algo. Si las cosas van mal y no puedo escapar, debes seguir adelante con nuestro plan. La misión es más grande que cualquiera de nosotros —dijo Elena, con seriedad.

Damián la miró, su corazón apretándose ante la idea de perderla.

—Lo sé, Elena. Pero haré todo lo posible para que nunca lleguemos a ese punto. Te lo prometo —respondió, con firmeza.

Damián no podía ocultar su preocupación por Elena. Sabía lo peligrosa que era la misión y lo que estaba en juego.

—Elena, no puedo perderte. Si en algún momento sientes que es demasiado peligroso, prométeme que saldrás de ahí —dijo Damián, tomando sus manos.

Elena lo miró a los ojos, con amor y determinación.

—Lo prometo, Damián. Pero sé que podemos hacerlo. Vamos a destruir a Don Vittorio y a la Camorra, y lo haremos juntos —dijo, con firmeza.

Después de terminar el plan, sabían que podrían descansar. La tensión del día había sido intensa, pero ahora, en la tranquilidad de la casa de campo, había una sensación de paz momentánea.

Elena y Damián decidieron dar un paseo nocturno hasta el lago cercano a la casa de campo. El aire fresco del campo era revitalizante y el cielo estaba despejado, con una luna llena que se reflejaba en las tranquilas aguas del lago. Las estrellas brillaban intensamente, creando un ambiente casi mágico. Llevaban una manta y una botella de vino, dispuestos a disfrutar de un momento de paz en medio de todo el caos que los rodeaba.

Extendieron la manta cerca de la orilla y se sentaron, las piernas rozándose ligeramente. Elena abrió la botella de vino y sirvió dos copas, entregándole una a Damián. La luz de la luna les daba un resplandor suave y misterioso, aumentando la sensación de intimidad.

—Esto es increíblemente hermoso —dijo Elena, mirando la superficie del lago y tomando un sorbo de vino.

—Sí, lo es. Aunque la compañía lo hace aún mejor —respondió Damián con una sonrisa, sus ojos fijos en los de ella.

Elena sintió un escalofrío recorrer su espalda, pero no era por el frío de la noche. La cercanía de Damián, la intensidad de su mirada, hacían que su corazón latiera más rápido.

—Eres todo un romántico, ¿no? —dijo Elena, con un tono juguetón.

—Solo cuando la ocasión lo merece —respondió Damián, inclinándose un poco más cerca de ella.

Elena notó cómo su aliento se mezclaba con el de él, sintiendo el calor de su proximidad. Decidió jugar con esa tensión que se palpaba en el aire.

—¿Sabes? Nunca pensé que te vería así, tan... encantador —dijo, sus ojos brillando con un destello travieso.

—¿Encantador? Bueno, trato de no mostrar esa faceta demasiado a menudo. No quiero que se vuelva aburrido —respondió Damián, riendo suavemente.

Elena sonrió y se inclinó un poco más hacia él, sus labios apenas a unos centímetros de los suyos. Podía sentir la atracción magnética que los unía, casi como si el aire entre ellos vibrara con la tensión.

—Damián, ¿alguna vez te han dicho que tienes una mirada muy... penetrante? —susurró Elena, sus ojos fijos en los de él.

Damián sintió cómo la electricidad entre ellos aumentaba. Decidió seguir el juego, disfrutando de cada segundo de esa danza de flirteo.

—¿Penetrante? Me gusta cómo suena eso. Pero, ¿qué hay de ti, Elena? Tienes una sonrisa que puede hacer que cualquiera pierda la cabeza —dijo, acercándose aún más, sus labios casi tocando los de ella.

Elena sintió un cosquilleo en su estómago y decidió llevar el juego un paso más allá. Se inclinó hacia él, sus labios rozando suavemente los de Damián, apenas un susurro de contacto.

—¿Así? —preguntó, con una voz apenas audible.

Damián sonrió y se apartó un poco, creando una pequeña distancia que solo aumentaba la tensión.

—Sí, justo así. Pero sabes que jugar con fuego puede ser peligroso, ¿verdad? —dijo, sus ojos brillando con desafío.

Elena rio suavemente y tomó un sorbo de vino, manteniendo la mirada de Damián.

—Bueno, siempre he sido una amante del peligro —respondió, su voz seductora.

Damián sintió cómo su corazón latía con fuerza, la combinación de su proximidad y la intensidad de sus palabras hacían que el ambiente se volviera casi irrespirable.

—Entonces, estamos en el mismo barco —dijo, su voz ronca.

Sin más preámbulos, Damián se inclinó y capturó los labios de Elena en un beso profundo y lleno de pasión. Elena respondió de inmediato, envolviendo sus brazos alrededor de su cuello, mientras el beso se volvía más intenso y cargado de deseo.

Ambos se perdieron en la sensación, la combinación del entorno perfecto, el vino y la química entre ellos, creando un momento que parecía sacado de un sueño. La tensión acumulada, el flirteo y la atracción se desbordaron en un beso que prometía mucho más que palabras.

Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro