01 | Vivir con miedo
10 de Junio de 2019
Desde que descubrí la fotografía siempre he sentido miedo por compartir mi arte con el resto del mundo.
Recuerdo la primera cámara que me regalaron mis padres cuando cumplí quince años. Aquel día irradiaba felicidad mientras sostenía ese aparato entre mis manos sin saber lo mucho que significaría para mí con el paso de los años. Muchos rincones de Madrid han sucumbido al objetivo de mi cámara. Ahora, recién terminada la carrera, no sé qué hacer con mi vida.
Carla me repite continuamente que debo mandar mi portafolio para que mis fotografías puedan exponerse al público, pero me hallo llena de dudas. No creo que sean suficientes. Ni que tengan algo especial. Tan sólo son recuerdos que he ido coleccionando con el tiempo.
—Debes hacerme caso —habla, tras deshacerse de sus auriculares.
Mis pies cuelgan del sofá y en mi regazo descansa el álbum de las últimas navidades que pasé en familia. Aguanto las ganas de llorar mientras hojeo cada foto. Los recuerdos golpean como las olas en la arena en mitad de una tempestad. Sé que no me hace bien verlo, pero no puedo evitarlo.
Cierro el álbum y la sensación de angustia cesa.
—Mis fotos son una mierda, Carla —suelto con amargura.
Si estuviera de espaldas, no me habría dado cuenta de su mirada fulminante. Odia que diga esas cosas, pero es lo que siento. No puedo cambiar eso.
Voy hasta el frigorífico y abro una lata de Coca-Cola. Hace años no soportaba su sabor, al igual que el café, pero ahora soy incapaz de vivir sin esos dos vicios. Ni sin las tortitas con caramelo de los domingos. Ni la pizza carbonara de los viernes. En fin, que me encanta comer.
—Ojalá no pensaras así, Estela. Tus fotografías necesitan ser vistas.
Sonrío, pero mi sonrisa no llega a los ojos. Dice todo eso porque es mi amiga, pero si no me conociera, ni se molestaría en apreciarlas.
—Estoy bien así. —Me encojo de hombros.
No sé cuántas veces me he repetido eso hasta creerme mis propias palabras. No sirve de nada, porque no lo estoy. La fotografía antes era mi pasión, ahora tan sólo se ha vuelto trabajo. Una rutina que por momentos siento que me asfixia y de la cual me cuesta salir.
Pego un sorbo al refresco y me apoyo sobre la encimera. Desde mi posición tengo plena vista del comedor. Junto al mueble del televisor hay una pequeña estantería. En cada estante reside un álbum de fotos. A su lado, un puff color beige rellena el rincón. He pasado muchas horas ahí sentada. Alejo la mirada de ahí y fijo la vista en otro lugar que no me remueva tantos sentimientos.
—Lástima que no me crea nada tus palabras. Ni tú misma lo haces.
Me jode que diga eso porque tiene toda la razón del mundo. No quiero seguir hablando del tema. Carla, por el contrario, no parece muy conforme, así que añade:
—Cuando estábamos en el instituto contemplaba la felicidad en tus ojos cada vez que visitábamos una galería de arte —Su confesión me traslada al pasado—. Ojalá algún día ver mis fotos en un sitio así —Rememora mis palabras.
Bebo lo último que queda en la lata y me deshago de ella. Después vuelvo a ocupar mi sitio en el sofá. Ella me observa desde el sillón. Está tratando de escarbar en mi corazón para lograr que cambie de opinión. Quiere que sea la misma Estela que soñaba despierta, pero no entiende que no existe.
—Tú misma lo has dicho —pronuncio—. Cuando estábamos en el instituto.
Ella niega con la cabeza. Sigue sin estar de acuerdo.
—No puedes vivir con miedo, porque es como si vivieras a medias. ¿Quieres una vida así? ¿Anhelando algo que nunca te atreviste a lograr? ¿Bajo unos recuerdos llenos de dolor? Tú decides qué valor quieres darle a tus recuerdos.
Sus palabras se clavan en lo más profundo de mi ser. Me molesta que sea tan dura conmigo. Quizá es muy fácil desde su punto de vista, pero al menos no lo es desde el mío. No conoce la sensación de angustia que conlleva el detestar algo que en su día te hizo feliz. Así me siento cada vez que sujeto mi cámara. O reviso los álbumes.
—Yo no elegí que mi vida se fuera a la mierda —protesto—. Sucedió y ya.
Carla se incorpora en el sillón. Trata de acortar la distancia existente entre nosotras, pero cuando veo que va a agarrarme la mano, rehuyo su contacto. Siempre quiere arreglar mi corazón son sus palabras de ánimo. No funciona así. Hay cosas que simplemente no tienen arreglo. Noto la decepción en su mirada. Le duele verme así y eso me rompe más.
¿Por qué termino arruinándolo todo?
—Sigues culpándote por lo que pasó —señala, volviendo a recostarse. Ha dado en el clavo—. Crees que fue tu culpa y eso te consume cada día un poco más.
—¡Porque fue mi jodida culpa! —grito, perdiendo los nervios.
No quiero seguir hablando de esto. Me duele recordar. Me duele pensar que la vida que soñé se fue a la mierda. Me duele saber que la Estela que era se ha esfumado para siempre. Carla guarda silencio y le agradezco que deje el tema de lado. Pillo una bolsa de kikos de un armario y me dirijo a mi cuarto. Ahora mismo planeo tirarme en la cama y ponerme una serie con intención de mantener la mente alejada.
—Estela —Su voz se cuela en mis oídos—. Date la oportunidad de ser feliz.
No respondo. Una vez entro en mi habitación cierro la puerta tras de mí y me dejo caer contra ella. Abrazo mis rodillas y trato de controlar la respiración acelerada. Las ganas de llorar aumentan. Dejo que el dolor invada mi cuerpo y pierdo la noción del tiempo hasta que noto que mi cuarto se llena de oscuridad. Me he pasado casi dos horas tirada en el suelo. Sin moverme.
Tengo las piernas algo dormidas y necesito apoyarme contra la puerta antes de iniciar la marcha. Agarro mi portátil y me tumbo en la cama. Espero que toda esta angustia que me oprime el pecho desaparezca.
¡Hola!
Hace unas semanas ni siquiera iba a escribir esta historia, pero después apareció el ONC y la oportunidad de compartir algo nuevo se volvió realidad.
Los capítulos serán cortos, de unas mil palabras, pero ojalá disfrutéis de ellos tanto como yo disfruto mientras los escribo.
¿Qué os ha parecido el capítulo?
¿Por qué Estela se echa la culpa?
¿Recuperará la pasión por la fotografía?
Gracias por llegar hasta aquí. Si te ha gustado no olvides dejar una estrellita y un comentario, me ayuda mucho 💙
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