"Una Fuerza Mayor"
Eran personas un grupo grande de ellas hombres y algunas mujeres, armados y protegidos todos estaban reunidos ahí unos caminando entre el sendero y otros saliendo de los arbustos con camuflaje encima, alumbrando el lugar con sus luces, todos me miraban asombrados, uno de ellos sobresalió entre los demás y me dijo.
— No te preocupes muchacho estas entre amigos - dijo aquel sujeto con una sonrisa con un diente de oro.
Vestía una camiseta roja de cuadros con chaleco café, con una manta sobre esta llena de hojas cafés como camuflaje, guantes amarillos, unos pantalones vaqueros y botas para el fango, tenia una barba prominente rojiza con una cabellera larga, nariz ancha, de rasgos claros el cual tenia un cuerpo fuerte, con una cara simpática.
— Muchísimas gracias... - le respondí.
— No agradezcas aún, te llevaremos con tus amigo hacia nuestro clan.
— Espere, dice que mis compañeros ¿los encontraron y les dijeron que me buscarán?
— Mas bien nosotros los encontramos a ellos y si ellos nos convencieron de buscarte, ¿otra pregunta?
— Supongo que no.
— Bien... Y por cierto soy Percy - giro la cabeza hacia los otros -! vámonos!¡No tardaran en encontrarnos!
Todos inmediatamente recogieron sus cosas y comenzaron a trotar por aquel sendero todos juntos en una unidad militar, yo seguía su paso como pude, entre el grupo Percy parecía ser el líder de el por lo que me mantuve lo más cerca de el que pude.
En el camino encontré cadáveres de esas criaturas insectoides humanoides extrañas así como de esas personas, parece que estas criaturas no toleran nuestra presencia.
Pasados unos minutos llegamos a un lugar con un gran muro hecho de palos similares al bambú con un tono rojizo, con espinas en la cima, Percy se acercó y comenzó a tocar la puerta en clave con un ritmo específico, un sonido mecánico comenzó a escucharse mientras el muro se separaba abriéndose de par en par, recordando a una parodia de la gran muralla china, cuando entramos nos vimos en un lugar totalmente diferente a todo lo que he visto en este lugar, el lugar estaba construido alrededor de una estación de trenes abandonada desde hace años, de ladrillos rojos y blancos, con un estilo propio del siglo XIX con un techo triangular, con dos pisos, la gente vivía dentro de ese edificio y había un único tren, bastante longevo con una de esas locomotoras a vapor detenido con luces ardientes en su interior que funcionaba también como un una residencia.
Buscaba con mis ojos a mis amigos mientras la gente entraba, me gire y vi a Percy, el cual me estaba viendo extrañado.
— ¿No piensas entrar o que?
— ¿Sabe donde están ellos?
— Te guiare a ellos vamos - dijo mientras se quitaba la manta de camuflaje.
Acepte la hospitalidad de Percy y comenzamos a caminar hacia la estación mientras las enormes puertas se cerraban detrás nuestra, caminamos hacia el edificio, pude ver que el muro protege gran terreno aparte de la estación, algunas personas me veían raro, otras seguían en lo suyo, creando armas a partir de chatarra, otros llevaban encima plantas similares al maíz recién cortado era realmente increíble ver una sociedad de humanos aquí, pero todo eso mejoró todavía mas al encontrarme dentro del edificio a mis compañeros siendo atendidos en lo que parecía ser una enfermería, cuando me encontré con ellos vi que sus rostros cambiaron a un gran asombro cuando me acerque a ellos.
— ¡Sobreviviste! - dijo Alyssa con una discreta sonrisa.
— Realmente son buenos encontrando personas como dijo Elijah- Dijo Mark viendome.
— Finalmente hemos llegado pónganse cómodos ahora están a salvo - comentó Elijah.
— Hiciste bien Elijah al traer a más gente al clan, últimamente estamos faltos de miembros - dijo con un tono de preocupación.
Eso me dejo perplejo y a la vez nervioso por la forma en que lo dijo, sera quiza por aquellas criaturas, si es asi deben ser mas peligrosas de lo que creí, entonces pregunté.
— ¿Que haran con nosotros ahora?
— Bueno lo primero será llevarlos con nuestro líder para asignarles un lugar donde puedan vivir - dijo Percy mientras se secaba su pelo.
— yo tengo una pregunta mejor ¿Que son esas cosas? - dijo Mark viendo directo a Percy.
— Todo a su tiempo, lo único que deben saber es que tuvieron buena suerte de llegar vivos aquí, en este mal tiempo las oportunidades de sobrevivir se reducen - dijo con un tono sereno.
No cabía duda que llegamos en un mal momento, pero esto es por lo que caminamos tanto tiempo, tal vez a Percy, Elijah o incluso el jefe del lugar le interese nuestra travesía de encontrar la salida de este lugar en base a lo que Roland nos dio para llegar a la "Ciudad Metalica", bueno aun nos queda ver a ese tal jefe,unos minutos después nos pusimos en marcha hacia la oficina que estaba en el segundo piso subiendo una escalera, acompañados por Percy, mientras que Elijah se había ido a otro sitio a atender ciertos asuntos internos del lugar, por lo que eramos solo nosotros, la verdad el interior del edificio estaba bien cuidado a pesar de lo tétrico y abandonado aspecto que tiene por fuera era casi todo lo contrario por dentro, por lo que realmente me trajo una sensación de tranquilidad, Mark veía para todos lados viendo como si desconfiara de las personas que hay caminando, Alyssa por fin la veía tranquila realmente se veía en su rostro aunque mas bien se la pasaba mirandome mas que a otra cosa en el sitio, se sintió extraño.
Llegamos hasta una puerta de madera la cual tenia tallado el nombre de Milton Curtis, Percy toco la puerta varias veces, una voz profunda sonó desde adentro que dijo.
— ¡Pasen!
Abrieron la puerta y nos encontramos con un hombre de la misma edad o incluso mas de Roland pero este era mas corpulento, bastante alto, con una cabeza que se estaba quedando lisa con pocos rastros de ese mar blanco rizado, con un parche de cuero en su ojo derecho, su rostro arrugado con una mirada imponente, vestía una gabardina negra, con una camisa blanca rayada con negro debajo, pantalones de vestir de tirantes y unos zapatos muy formales y bien cuidados.
Sonrió de oreja a oreja diciendo.
— Dios estuvo escuchando mis plegarias, sean bienvenidos siéntense
Nos sentamos en un sillón largo de piel bastante cómodo, el cual daba hacia enfrente de el, el parecía contento de nuestra estancia, nos ofreció cigarrillos a lo que Mark accedió sin pensar, en lo personal pase de hacer eso, Alyssa parecía tentada pero ella no toco ninguno, el hombre nos miro y dijo.
— Tienen suerte de haber llegado vivos hasta aquí no todo tienen esa suerte, déjenme presentarme soy Milton Curtis el administrador de este cuartel que habitamos, déjenme ponerlos al día con la situación actual como habrán notado estamos siendo cazados por esas criaturas y muchas más pero esos bichos en específico son el mayor problema, de vez en cuando nuestros exploradores suelen verlos merodear por los bosques, pero es en esta temporada donde mas abundan y es peligroso salir de aquí.
— Usted dice que esas cosas nos están cazando, si es así ¿por que nos dejaron entrar? - dijo Mark entre cerrando los ojos.
— Ultimamente hemos tenido mas bajas que en años anteriores por lo que necesitamos mas armas, mas comida y mas gente para defendernos de esas cosas - dijo Milton acomodándose en su silla.
— ¿Cuanto tiempo han estado aquí? - pregunte.
Milton se llevo una mano a la barbilla y se puso a pensar.
— Unos 15 años si no mal recuerdo desde que nos apoderamos este refugio.
— Y no se les a ocurrido ir y atacar a esas cosas en vez de ocultarse, viendo que tienen muchas personas con usted - dijo Alyssa.
El hombre dio un suspiro con molestia y dijo.
— Hay mas de una razón por la que no lo hemos hecho señorita... Hace mucho pensamos lo mismo... Por que no regresarles el golpe, pero entendimos por las peores que hacerlo significa suicidio en masa, no solo por que nos superen en numero sino que nunca hemos encontrado su guarida... Enviamos gente a buscarla y jamas regresaron - dijo el cerrando los ojos.
Hubo un silencio incomodo entre nosotros, pero Milton carraspeo su garganta, nos vio a todos nuevamente y nos dijo.
— Dejando eso por otro lado, pueden quedarse aquí el tiempo que gusten, les ofrezco una habitación en el tren, todavía tenemos vagones disponibles - dijo el con una pequeña sonrisa.
— Agradezco su hospitalidad señor Milton... Pero creo que no estaremos mucho tiempo aquí... - dije tragando saliva.
Su sonrisa se borro por completo y cambio a una expresión de duda frunciendo el ceño.
— ¿Que cosa les interesa mas que resguardarse aquí? Este sitio sera su nuevo hogar no pueden desaprovecharlo así como así, miren por los atuendos de ustedes dos supongo que han hecho cosas horribles, pero eso ahora ya no importa necesitamos estar unidos contra esta amenaza.
— Buscamos la salida de este sitio, de volver a casa - respondí mirándolo a los ojos.
El hombre nos miro y entonces solto una carcajada echándose hacia atrás, arrugando mas su rostro, nos volvió a ver y dijo.
— ¿¡En serio creen que hay una salida!? ¡Eso no existe! ¡Pasamos años buscandola y jamas la encontramos!... Sera mejor que se hagan a la idea muchachos... Estamos atrapados como ratas aquí.
— ¡Escuchelo con un demonio encontramos un mapa que nos da una pista de donde puede estar la salida!
— De verdad te creería de no ser por que no existe tal cosa si quieren perder la vida buscando la "salida" no le opondré... Pero mas les vale respetar las reglas de este lugar si se quieren quedar el tiempo que dicen es corto.
— Bien digalas - dijo Alyssa cruzando sus brazos.
El hombre se acomodo y carraspeo su garganta una vez mas.
— Primer regla nadie sale ni entra sin mi permiso, segunda regla si robas algo lo pagas con tu vida y tercera regla pongan de su parte no queremos holgazanes aquí y por último... No le hagan caso al anciano del último vagón, ese tipo solo busca asustarlos, no esta muy bien de la cabeza.
Accedimos a sus condiciones aunque con muchas dudas respecto a aquello que dijo acerca de ese sujeto, aunque sinceramente me picaba mucho la curiosidad saber el por que no deberíamos hacer caso, tal vez se trate de un miembro rechazado del clan, un loco quizá, el típico bicho raro de una sociedad, pero antes de indagar en eso, Percy personalmente por petición del administrador nos dio un pequeño recorrido por el lugar, iniciando por el área de carpinteros quienes están al aire libre en el patio, los cuales eran gente no muy brillante que digamos en palabras de Percy, ellos se encargan principalmente de crear utensilios y algunas figuras de madera como decorativos y algunos muebles pequeños, después pasamos al área de la cocina que se encontraba en un edificio de frente que solo lo dividían las vías, con un piso solamente y con portales que debieron verse hermosos para los transeúntes,vimos el comedor que antes fue una sala de espera del lugar con mesas y sillas hechas artesanalmente junto con sus mesas circulares pintadas de color rojo y negro, la cocina era muy rustica con un horno y parrillas improvisados utilizando el calor del fuego con la leña, conocimos al cocinero, un hombre de estatura promedio, robusto, de cabello muy corto, de rasgos latinos como yo vestía una camiseta blanca llena de sangre seca que cubría gran parte de la misma con un delantal beige igual de sucio junto a unos pantalones café oscuro y botas negras de carnicero. Le apodaban "Chamorro" por sus dotes de carnicero, el nos vio y dijo.
— Miren nomas si es Percy con carne nueva - dijo sonriente mientras se rascaba el brazo derecho.
— Que tal Chamorro, ¿que nos tendrás para esta noche?
— Sera un sorpresa amigo mío - dijo sonriendo para después volverse hacia nosotros - No se preocupen sera la mejor comida que habrán preparado en este lugar, les daría la mano pero no quiero dejarles irritada la piel.
— Es bueno tener a un paisano aquí - le dije.
— Note tu acento y la verdad no eres el único hay como unos seis de nuestro país pero no me llevo bien con ellos al menos tu si luces amigable - decía mientras cortaba unos extraños vegetales.
Después de hablar brevemente con el, pasamos al área de cultivos, extraños sin duda, unos eran similares al trigo de un color oscuro con detalles amarillentos, habían pequeños árboles de al menos un metro veinte que tenían grandes frutos del tamaño de un melón ovalados de color verde, plantas que se asemejan a un pequeño pastizal pero con colores azulados.
— ¿Seguros que son comestibles? - pregunto Alyssa.
El la miro para después responder.
— No estamos en el primer mundo preciosa, por supuesto que se comen en lo personal me gustan las del árbol, aquí les llamamos Grinis tienen un sabor dulce muy sabroso.
— ¿Puedo llevarme una para el camino? - pregunte.
A lo que el respondió con toda confianza que podía llevarme una de esas para probarla, al darle el primer mordisco note su sabor dulce que no podría comparar con otra fruta que haya comido y que era tan dura como una manzana, asi que les di a probar a mis compañeros que para mi sorpresa les fue de su agrado.
Pero de la nada una bestia de aspecto de un lobo, enorme de tal vez un metro sesenta que se lanzo haci nosotros, gruñendo y viéndonos fijamente con esos ojos profundos color anaranjados, su pelaje era completamente negro con una gran línea blanca que recorría su cabeza al lomo y hasta la punta de su cola, pero Percy se puso frente a nosotros y puso sus manos enfrente tratando de apaciguar la ira de la fiera que seguía gruñendo pero esta poco a poco comenzó avanzar unos pasos hacia el completamente dócil, no sabia que estaba pasando y de donde había salido esa criatura que hizo a Mark resbalar al piso.
— ¿¡Que diablos es eso!? - grito Mark.
Percy le respondió mientras la bestia veía a Mark fijamente.
— Son por así decirlo nuestros sabuesos, nos ayudan a defendernos de esas criaturas y de otras amenazas, se comportan algo agresivos con los nuevos, creo que este se escapo de su hábitat, vengan les mostrare - en ese momento un grupo de seis hombres se llevaron al animal.
Nosotros fuimos detrás de ellos y vimos grandes y espaciosas jaulas parecidos a hábitats de zoológico con techo de paja y grandes cercas de madera gruesa que tenían pequeñas aberturas horizontales para ver a los lobos, arriba se encontraban tallados los nombres de ellos en la madera, el de aquella criatura era "Blacklight", el nombre de los otros cuatro que se encontraban al costado eran "Huesos", "Riot", "Tiny" y "Balto" en la parte trasera poseían un patio de juegos para los cuatro.
— A todos ellos los adoptamos desde pequeños, Blacklight y Riot son hermanos de la misma camada que encontramos, los demás nos los encontramos después heridos de gravedad cerca de aquí, los cuidamos y los alimentamos, desde entonces nos tienen cierto cariño son tres machos y una hembra, Tiny - dijo Percy sirviendoles a cada uno bandejas llenas de carne por una ranura debajo de sus hábitats.
Las distintas jaulas con un que recorrimos nos permiten ver como eran ellos Huesos era de un color café con manchas blancas y una en su cara similar a una calavera, Riot posee un pelaje grisáceo oscuro que al igual que Blacklight tenia una linea blanca que recorría la parte superior de su cuerpo siendo mas delgada, Tiny era un tanto mas pequeño que ellos segun Percy se trataba de un miembro joven que aun no se ah desarrollado por completo, posee un pelaje anaranjado como un zorro con manchas negras y por último Balto, que este poseía un pelaje negro con algunas manchas partes grises como la cola, la mitad de abajo de sus cuatro patas y la parte inferior de su cuerpo, sin duda hermosas y peligrosas criaturas las que se encuentran aquí.
Después visitamos el "pequeño" cementerio del lugar, que sinceramente de pequeño no tiene nada con varias cruces clavadas en la tierra acompañados de durmientes bultos de tierra que alguna vez fueron conscientes de su propia existencia, lo contemplamos en su lúgubre belleza, aves como las que vimos en ese pueblo se posaban en las cruces para emprender vuelo nuevamente.
Siendo regados esos cuerpos como semillas para florecer hacia un mejor lugar, Percy bajo la mirada y se inclinó ante una de las cruces que tenia un collar dorado de un corazón, así como las demás cruces que llevaban un objeto personal de la persona fallecida, el ambiente era tan deprimente como hermoso por la forma en que despidieron a toda esa gente, había algunas personas mas haciendo lo mismo, aunque había una mujer peculiar muy hasta el fondo del recinto de un vestido blanco hermoso que relucía de impecable blancura que se humedecen ante la lluvia, una larga melena negra lacia que llegaba hasta su espalda baja y unas curvas pronunciadas que resaltaba su atuendo, unos guantes largos que llegaban a sus codos pero su rostro no era visible oculto en la selva de su cabeza húmeda mirando al horizonte, Percy se levantó y se volvió hacia nosotros.
— En este mundo mueren dos veces... Como una persona y como un monstruo.
— ¿Te refieres a... los muertos vivientes? - pregunto Mark.
El asintió, se persignó y se levantó del piso de grava para regresar caminando al núcleo del lugar, voltee a verlo para preguntarle quién era esa mujer pero cuando volví a mirar para contemplar su belleza nuevamente pero esta parecía haberse esfumado.
— Hey no te atrases aun nos queda lo ultimo por ver - dijo Percy al notar mi mirada.
Sacudí la cabeza y me volví hacia el.
— Disculpa creí ver algo, sigamos
Mis compañeros y el me vieron raro un momento y continuamos recorrido, aunque no se por que esa mujer se me hizo tan conocida, donde pude haberla visto ¿sera acaso la misma mujer que vimos horas atrás en el pueblo?.
Creo que mi mente me esta traicionando o quizá trata de advertirme de algo, son cosas que no me dejaran dormir, por fin llegamos a la ultima parte del recorrido el cual es el ni nada mas ni nada menos que la atracción principal de refugio:
El tren.
Pasamos por el costado de la vieja locomotora la cual en su costado tenia el nombre de "Expreso Victoria" entre el óxido que consume poco a poco la lámina, Percy se adelantó y nos abrió la puerta del primer vagón gritando.
— ¡Todos abordo! - dijo mientras se introducía al vagón que emanaba una iluminación inusual.
Mark volteo la mirada a otro lado, Alyssa reía levemente mientras que yo sonriendo subi primero al viejo armatoste, en su interior era bastante espacioso, con asientos de un color café claro hechos de madera, grandes ventanas que tenían por fuera un par de tablas que iba de extremo a extremo en ambos costados del vagón a modo de protección, muchos de los asientos tenían cojines en el respaldo y la base donde uno pone su retaguardia de color verde oscuro, había lamparas iluminando y cristales extraños los cuales estaban amarrados a la parte superior que me recordaban a los cristales azules de aquella cueva solo que el brillo de estos era de un color amarillo, algunas bancas tenían sábanas dobladas, mientras mirabamos el dijo.
— Bienvenidos al Expreso Victoria, mantengan sus cabezas fuera de las ventanas, acomodense en nuestros bellos asientos de madera de cedro, deleitense con nuestras bella iluminación y sigan las indicaciones del guía capacitado.
— Vale te seguimos - dije con una sonrisa.
Alyssa parecía disfrutarlo mientras que Mark no le parecía la gran cosa pero aun asi lo notaba relajado.
Pasamos a otro vagón el cual era bastante similar al primero solo que de este poseía camas, las camas estaban en el lado derecho al estilo de literas una tras otra, no se por que me recuerda a los campos de concentración en el estilo de como se acomodan simplemente curioso, los asientos seguían normales en el lado izquierdo, los siguientes tres vagones no tenían casi nada distinto a excepción de los colores interiores y la iluminación que pasaron del rustico cafe de la madera, a verde, azul y morado, las cosas cambiarian en el siguiente vagón el cual tenia sus bancas con sabanas y almohadas incluso encontramos a un par de colegas de Percy durmiendo ahí.
— Como podrán ver hemos hecho del interior de este tren un hogar para todos aquí tiene todas las comodidades de un hogar y siempre tratamos de mantener limpio el lugar, no lo olviden.
— Si si lo que digas continua - dijo Mark.
— A mi no le digas que hacer, ahora subamos a la parte superior.
— ¿A que te refieres? - dijo Alyssa
El sonrió y dijo.
— Solo siganme y observen novatos.
El se dirigió hacia unas escaleras que estaban pegadas a la pared y subió abriendo una escotilla al exterior dejando caer las gotas de lluvia dentro, nosotros le seguimos hasta la cima de esas escaleras para apreciar un mirador hermoso con un piso de metal, barandales negros con barrotes llenos de formas curvas muy llamativas que daba un panorama amplio de todo el lugar, de las miles linternas encendidas sintiendo nuevamente la lluvia en mi cabeza, mire a Percy y pregunte.
— ¿Donde consiguieron esos cristales?
El volteo a verme y me dijo.
— Los hallamos no muy lejos de aquí, en unas cavernas muy curiosas, llena de peligrosas criaturas literalmente los encontramos por accidente y fue una bendición.
— ¿Como esas cosas no los atacan por tanta iluminación? ¿no crees que son llamativos? - dijo Alyssa.
— Si hay algo que detestan los cosechadores mas que a nosotros es la luz, tienen baja tolerancia a ella mas sin embargo no es obstáculo para ellos de seguir atacando.
— ¿Así es como llaman a los insectoides que nos perseguían? - pregunte
— Si así les llamamos, en fin lo que les decía es que tienen baja tolerancia a la luz, pero eso no evita que entren aquí a veces, por suerte tenemos nuestra propia división especializada en esos casos.
— ¿Nunca han tratado de seguir las vías del tren? Para saber hasta donde terminan ya sabes- dijo Mark.
Percy nos vio, dio un suspiro y respondió.
— ¿Crees que no lo intentamos antes? Llevo aquí seis años y todo ese tiempo que estuve vi como muchos se les ocurrió esa brillante idea, de varios como unos cinco que fueron un dia, solo uno volvió gravemente herido lleno de mordidas, rasguños.
— ¿Que paso despues? - pregunte.
— Mas personas intentaron rescatar a los desaparecidos que en palabras de el la niebla se los llevo... Ellos jamás volvieron tampoco, entendimos que mas allá de las vías era una zona de caza de los cosechadores y gracias a esos dos grupos se dieron cuenta que ahí somos vulnerables - dijo mientras regresaba al interior del vagón .
Los tres lo acompañamos con un silencio fantasmal, Mark cerró la escotilla y Percy paso al siguiente vagón, el cual carecía de camas pero en su lugar habían jaulas de pájaros en ella de distintos diseños, pero lo que había en su interior era más que sorprendente, pequeñas aves del tamaño de un canario que brillaban como pequeñas bombillas de distintas variantes de colores, era un ambiente colorido y alegre, lleno de dulces cantos de esas aves.
— ¿Les gusta? - preguntó Percy sonriendo de oreja a oreja.
— ¿De donde sacaron estos pájaros? - preguntó Mark mientras estaba frente a una de esas jaulas.
— Son comunes en las cuevas donde sacamos los cristales, nos siguieron hasta aquí y parece que les agradamos.
— ¿Son inofensivos? - pregunte.
— Si, siempre y cuando no te metas con ellos, son amistosos pero peligrosos, pueden trabajar en grupo y paralizarte con una sustancia que sale de sus garras.
— Dios mio que ¿acaso no hay criatura en este mundo que no sea peligrosa?
— No lo se es lo que hemos encontrado, lo más inofensivo aquí son las moscas y con suerte.
— Es una lastima - dijo Alyssa mientras acariciaba a una de esas aves a través de los barrotes.
El ave comenzó a cantar de alegría mirándola con esos ojos tiernos que reflejaban su rostro, ella se retiro de ahí y siguió con nuestro recorrido con nosotros nuevamente, accedimos a un vagón y el cual esperaba ver aquí, un vagón comedor bastante elegante, con un candelabro pequeño en el centro lleno de fragmentos de cristales luminosos, sus mesas cafés relucientes de limpias, sus bancas largas confortables con un carrito para llevar los platos y los cubiertos a sus respectivos clientes.
— Bienvenidos a mi vagon favorito, el vagon comedor, anteriormente aqui comíamos pero cuando el clan se agrando tuvimos que pasarlo a otro sitio.
— ¿Cuanto nos falta por ver eh? - pregunto Mark.
— Unos cuatro vagones más.
Salimos de aquel para entrar en otro el cual era nada más que la cocina, que de cocina solo poseía el gran lavabo, las alacenas de abajo y arriba con puertas rojizas de madera y por último había un gran baúl de refrigeración que a simple vista era de notar que era demasiado pesado, después pasamos a otro vagón la cual era una especie área de disección, que tenia esqueletos, de muchas criaturas que jamas vimos, en el techo había todo tipo de especies de aves nativas disecadas, incluso el esqueleto completo de un cosechador, había una alacena atiborrada de frascos con insectos y órganos de dudosa procedencia, había mesas con sustancias raras en botellas y latas con etiquetas, había un hombre dormido en una cama descuidada, en posición desordenada como si lo hubieran arrojado, la sabana parecía estar hecha de piel de algún animal, sin duda uno de los vagones mas extraños que hemos visto hasta ahora diferenciándose por ser de carga por lo que carecía de ventanas.
Percy en silencio casi susurrando nos dijo.
— Este el vagón de disecciones o como yo le llamo "el cuarto del miedo", nuestro amigo quien esta descansando es el doctor Wendell, solo les diré una cosa no quieren verlo de mal humor cuando lo despiertan, además le faltan un par de tornillos, por ahora solo no hagan ruido y no toquen nada.
Me acerque a uno de los frascos el cual poseía un extraño globo ocular el cual tan pronto entramos en contacto me miró fijamente, di un brinco del susto y solo me aleje de ahí regresando con mis colegas, Alyssa miraba atentamente como un enjambre de hormigas en uno de los frascos parecían imitar su rostro en miniatura, sus expresiones, gestos todo, Mark solo veía el esqueleto completo de la criatura, nos retiramos de ahí sin prestar mucha atención al hombre dormido en su cama.
El penúltimo vagón se trataba de una armería llena de filosas armas, armas de fuego antiguas e incluso explosivos, es increíble lo que encuentran aquí estas personas, pero el último vagón era bastante espacioso, con buros con lámparas, sillones individuales rojos bastante cómodos, pero albergaba a un hombre de muy avanzada edad, incluso más que la de Curtis, vestía una camisa blanca de botones, pantalones negros de tirantes, unos zapatos gastados de vestir color negro también, sin nada de pelo, con una cara que no da buen rollo al verlo.
— ¿Como esta señor Rosswell?
El hombre no dijo nada y lo volteo a ver fijamente.
— ¿Quienes son esos los que están contigo? Jamás los he visto antes aquí...
— Son nuevos integrantes, los encontramos fuera.
El hombre carraspeó su cansada garganta y dijo.
— Quisiera hablar con ellos...
Nos miro a nosotros y antes de que pudiera decir algo unas campanadas sonaron a lo lejos.
— Oh mira ya es la hora de comer, tenemos que irnos ya.
El se retiró rápidamente del lugar, dejándonos solos con el, el hombre nos dijo.
— Ustedes deben saber... Todos deberían saberlo, ya cumplí con las condiciones de callarme por cincuenta años, !debo decírselo a alguien!
Me acerque y le pregunté de qué era lo que hablaba, ¿que podría callarse durante cincuenta años?, que trataba de decir.
— Este mundo, es nuestra prisión, todos fuimos seleccionados para morir, esto es lo que ganamos, no debemos mirar al otro lado, no debemos ignorarlo, este mundo es un enorme jaula para gente como nosotros... Deben escapar... Tienen que escapar, quedarse aquí solo los matara lentamente.
— Quiere decir que algo o alguien nos trajo aquí.
— Si... Y tienen que escapar, tal vez haya una salida en alguna parte, es como un enorme laberinto, lleno de acertijos y revelaciones, tus peores miedos cobran vida aquí y te perseguirán hasta la muerte.
Eso nos dejo perplejos, a todos, a lo que Mark pregunto.
— ¿Tu como sabes todo eso?
El hombre se acomodó en su asiento y dijo.
— Trabaje mucho tiempo para una agencia ligada a muchos gobiernos en el mundo... Es desicion de ustedes creerme o no... - me miró fijamente - Ustedes hagan los que entren en razón a mi no me creen por pensar que soy solo un anciano delirante, haganlo o acabarán viviendo en una pesadilla de su propia sangre por siempre.
Alyssa y Mark me miraron, yo no sabía que responderle a ese señor, no sabia si quiera si lo que dice es cierto, que en realidad el estar aquí no fue una simple casualidad sino que tiene un propósito, pero antes que pudiera decirle algo, Percy irrumpió en el lugar.
— ¡Muchachos y dama, los estamos esperando apresurense!
— En un momento Percy - dijo Alyssa con una sonrisa.
Di un suspiro y me gire hacia ellos pero sabia que ese hombre seguía firme viéndome, no se que tan buena idea sea decirles a todos en ese lugar las ideas tachadas de este hombre, aunque debo intentarlo después de todo no nos quedaremos mucho, por lo tanto asistimos al comedor donde Chamorro nos esperaba con sus obras culinarias, nos sentamos con Percy y alguien ya sentado ahí quien era nadie mas que Elijah y tan pronto nos acomodamos nos sirvieron una sopa con patas de arañas avispa a su alrededor que sobre salían del tazón hecho de madera, Mark vio la comida, sus ojos expresaban un gran sobresalto y dijo.
— ¿Acaso no había algo menos asqueroso?
Chamorro quien pasaba sirviendo los platos, se acerco y dijo.
— Si no te gusta por que no vas y cazas un poco de vete a la mierda y lo cocinas negrito.
Mark se levanto para darle un puñetazo, pero chamorro le dio un fuerte golpe en el rostro que lo hizo caer de la silla, el hizo crujir sus dedos de la mano y se fue a servirle a los demás, ayudamos a parar a Mark el cual estaba furioso, pero logramos calmarlo un poco.
No lo culpo por no querer comer patas Aravispa, aunque tal vez sea por su visible miedo desagrado hacia las arañas, las cuales tenían un sabor similar al cangrejo pero un poco mas blando en comparación.
Curtis estaba sentado en una mesa rodeado de sus colegas mas cercanos por lo que se ve, el se levanto de la silla y con una cuchara la golpeó llamado la atención de los presentes.
— Quiero darles la bienvenida a nuestros nuevos compañeros, un aplauso por favor por encontrar la luz en el mar de oscuridad.
Todos aplaudieron, mirando nuestra mesa mientras que nosotros mirábamos a todos, la verdad se siente muy bien extrañaba estos halagos, aunque no deja de ser raro pero de repente volvió a manifestarse aquella presencia blanquecina, caminando entre las mesas, sentándose en una frente a mi, pero por raro que parezca, nadie mas podía notarla mas que yo, ¿por que solo yo la estoy viendo? ¿ahora que es lo busca de mi esta mujer?, logre verle el rostro completamente claro por primera vez, un rostro fino, tan blanco que uno diría que ella está pálida, su nariz pequeña en ese rostro de piel tersa, con unos ojos expresivos muy cristalinos que vislumbraron mi vista, simplemente una mujer perfecta.
Ella me miro fijamente y luego sonrió levemente marcados en sus mejillas unos definidos hoyuelos, pero su sonrisa y su mirada penetrante tenían un tono macabro, no desviaba su mirada de mi, yo no sabia hacia donde ver, voltee mis ojos a otro sitio y ella apareció parada ahí, mas cerca, gire mi cabeza a otro lado, otra vez ella y otro poco mas cerca, lo hice de nuevo y mas cerca, entonces me enfoque en mirar a mis colegas quienes estaban comiendo, no volví a verla y eso fue un alivio pero me duraría poco al sentir una frialdad recorrer mi espina dorsal, despues senti como mis hombros se quemaban por el frío de lo que creí eran hielo que me hizo acelerar mi pulso, di un sobresalto, pero no pude moverme mas solo ver con mi globos oculares un par de manos finas sujetándome, sentí como algo se acercaba a mi entonces... Algo me susurro en el oído, una voz suave que ya había escuchado antes.
— Prepárate para consecuencias imprevistas.
Pude moverme nuevamente, pero ya no sentía mas el frío de esas manos, gire bruscamente mi cuello para verla pero no había nada.
— Wow amigo ¿estas bien? estas pálido - dijo Percy.
— Parece que viste un fantasma ¿te sientes bien? - dijo Alyssa
Me tiritaba la mandíbula inferior, mis dientes apenas y le dejaban hablar bien.
— N-no lo se, sentí un escalofrío y creí haber visto algo.
— ¿Estas seguro? - pregunto Mark.
— ¿P-podemos discutir esto c-cuando terminemos y vayamos al tren?
Todos se vieron unos a otros y Elijah dijo.
— Bien pero en cuanto nos refugiemos de la lluvia en el vagón comedor nos dirás
— C-claro.
Así fue nuestro primer dia en este lugar en plena temporada de lluvia y muerte, con aquella aparición que no hizo más que arruinar la poca tranquilidad que quedaba en mi al llegar aquí, las cosas ya no serán las mismas otra vez.
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