"El Regreso"
No se cuanto tiempo llevo caminando en este lugar, me guio de la cada vez mas debilitada imagen de la damisela, llegados a este punto no se como llamarla, nunca le pregunte su nombre realmente aunque podría inventar un nombre para ella, ¿por que no llamarla Sofía?
Antes de darme cuenta dicha alcantarilla estaría bloqueada por barrotes y púas de metal con esqueletos incrustados entre estas, mire a mi alrededor para buscar otro modo de seguir adelante, hallando una escalera que conduce a una plataforma con una puerta similar a la que use para entrar a este sitio.
Me puse manos a la obra y en cuanto subí note algo extraño que provenía del otro lado, un olor extraño, no olía solo a la podredumbre sino que olía a algo mas, con nervios abrí lentamente la puerta esperando que en cualquier momento aquel ser deforme de antes me embistiera, pero solo me encontré con un pasillo iluminado bastante limpio en comparación en lo que había visto en todo este infierno, sucio y descuidado pero no deja de transmitir esa mala vibra.
No me confió pero no hay de otra, caminando por el lugar las ratas no se hicieron esperar, pegue un brinco, vaya me eh enfrentado a monstruos deformes, criaturas demoniacas y platico con fantasmas pero me espanto de un miserable roedor, seguí caminando en silencio por el pasillo hasta topar con unas escaleras, repentinamente de las escaleras comenzó a caer sangre como una cascada hasta mis pies tiñendo de rojo el lugar, retrocedí agitado por la sorpresa que sentí, pero tras mirar de nuevo aquellas escaleras estaban limpias como el resto de la habitación, mire hacia arriba viendo que se trataba de una escalera que subía varios pisos arriba aproximadamente unos cinco pisos mas arriba pero estaba llena de escombros, muebles, escritorios y basura que impedía que subiera mas allá del primer piso.
Comencé a subir atento mirando de un lado a otro alerta por cualquier sorpresa que pudiera venir hasta que llegue después de dar una vuelta de caracol al primer piso, la puerta estaba entreabierta el interior de ese lugar se podía ver de un blanco manchado de mugre y polvo por el abandono que ni dios sabe cuanto lleva aquí, abrí despacio la puerta asomando lentamente la cabeza observando que nada saliera de la nada, pero de momento todo esta tranquilo, finalmente pase solo para darme cuenta que me encontraba en una morgue, bastante amplia a cada lado del lugar habían sarcófagos para los cadáveres que rodeaban todo el cuarto, así como dos bloques grandes que poseían también sarcófagos que ocupaban bastante espacio dejando un corredor mas angosto entre los cadáveres, comencé a caminar entre las viejas y oxidadas puertas de metal hasta llegar al centro donde en medio de la habitación habían dos mesas de autopsia con unas bandejas de instrumentos quirúrgicos sobre una mesita metálica con ruedas a su lado, las mesas tenían sobre ellas dos cuerpos cubiertos por sabanas blancas.
El lugar estaba silencioso, solo podía escuchar mi respiración y el palpitar de mi corazón, es como si de repente hubiese entrado en una cámara insonora, mire las camillas otra vez aquellos cuerpos seguían ahí, una pequeña brisa recorría el lugar moviendo delicadamente las sabanas, me picaba mucho la curiosidad el ver que había debajo de esa sabana, pero me detuve, pensándolo bien este sitio me a enseñado a no fiarme de los momentos tranquilos, di media vuelta y me fui de ese lugar directo a la puerta de salida, estaba atrancada seguramente necesitaría una llave para no llamar la atención.
Entonces un fuerte sonido quebró el silencio como una explosión repentina que me hizo dar un brinco del susto y voltear hacia atrás, no podía ver nada por culpa del bloque que contenía los sarcófagos, pero sabia que ese sonido provino de donde estaban esos cuerpos en las camillas, temí lo peor, lentamente comencé a asomarme detrás de ese bloque metálico, confirmando mis sospechas al ver ambas camas completamente vacías, me acerque con cautela a las camas viendo que había algo sobre la bandeja de cirugía que estaba a su lado que no había notado antes, era una llave.
Nada es casualidad en este lugar por lo que mire en todas direcciones antes de tomar dicha llave, pero al instante de esto, las luces del lugar se fueron de golpe, luego comenzaron a parpadear de manera intermitente confundiéndome pero podía escuchar el sonido de algo saliendo de uno de los sarcófagos, luego se escucharon mas, y luego otros mas, veía sombras moverse y salir de los sarcófagos cerca mío acercandose lentamente a mi, rodeándome por completo, delgados y cadavéricos se acercaban lentamente sin ninguna prisa.
Hasta que finalmente las luces volvieron a quedarse a oscuras, no podía ver nada mas sin embargo era capaz de escucharlos, escuchaba su pesada respiración, también oía como estos susurraban sin poder entenderles nada de lo que hablaban, uno de esos susurros tenia la voz de una niña que decía una y otra vez "ríndete, no vale la pena" de entre todas esas presencias era la única que se podía entender.
— ¿Quién eres..?
No recibí respuesta, pero lo que siguió después fue como un golpe en la cara a manera de contestación, una luz roja se encendió por todo el cuarto revelándome que había una niña y una mujer con ropas desgastadas hechas girones, decir que estaba vestida seria ser muy generoso por ella apenas cubierta del torso por pedazos de tela, estaban muy demacradas con la piel pegada a los huesos como las personas anoréxicas, sus ojos eran inexistentes entre sus enormes cuencas solo había vacío, tenían poco pelo, pero había algo en estos seres que me resulta familiar, tenían agujeros en el cuerpo, agujeros de disparos, en el mismo lugar que... No puedo creerlo son ellas, maldito sea el gobernante de este sitio, estaban mirándome fijamente, la niña no dejaba de repetirme lo mismo, pero esta callo cuando la mujer hablo.
— ¿Crees tener mejor suerte..? Tu destino esta en morir aquí, ríndete y se uno de nosotros, se uno con todo el mundo, no pudiste salvarme, crees que tu salvaras sus miserables vidas - aquella mujer hizo una mueva intentando sonreír a pesar de su falta de dientes.
No le respondí, solo la miraba con enojo, quería desmoralizarme, no lo permitiré.
— Crees que me conoces, entonces pruébame.
de repente habían mas seres parecidos a ella los cuales estaba rodeándome eran demasiados algunos con la mirada en el suelo, otros observándome fijamente todo compartiendo esa frialdad y su falta de vida en sus rostros, sus ropas rasgadas apenas los cubrían a ellos también.
No podía quedarme mas tiempo a escuchar lo que aquella cosa quería decirme por lo que me sin mirarlos a a la cara corrí hacia ellos haciéndolos a un lado para llegar a la puerta, eran demasiados pero yo seguía apartándolos con fuerza, ellos me tomaban de los brazos, de la camisa o de los pies en varias coacciones pero nada de eso me detuvo a llegar a la puerta.
— Tu atrevimiento no quedara impune - dijo mientras comenzaba abrir su boca y a emitir un agudo grito que estremeció el lugar.
Con dificultado con todos esos muertos encima los cuales me jalaban y trataban de arrebatarme la llave, me mordían las manos, me golpeaban y rasguñaban pero logre apartarlos momentáneamente a base de golpes y patadas desesperadas, abrí la puerta, nada mas salir me tropecé y caí contra el suelo de boca, mire a mi alrededor a dolorido me encontraba en un pasillo lleno de suciedad y sangre otra vez, con poca iluminación a diferencia de lo que vi antes.
Mire hacia el cuarto del que venia encontrándolo completamente vacío y sin la luz roja, era como si todo hubiese vuelto a la normalidad de un momento a otro, me levante del piso como pude, el pasillo en el que me encontraba deba hacia dos direcciones de ambos extremos el pasillo se hacia mas oscuro a medida que mi vista lo enfocaba, la única parte iluminada parece ser donde estoy parado. unos destellos de luz se ven en el lado izquierdo del pasillo, al ser el único sitio que contaba con al menos una fuente de luz me dirigí cual polilla hacia la luz.
Mirando el sitio, además de mugriento, por los carteles que podía ver por los destellos de luz y las puertas deduje que efectivamente me encontraba en alguna especie de hospital estéticamente antiguo, con ese estilo tan sombrío y oscuro que tenían los hospitales de antaño que en vez de asegurar tu salud te daban la sensación de que tus últimos días las pasarías postrado e inerte en una camilla solo.
Pronto siguiendo ese camino hasta la luz intermitente que se trataba nada mas de una ventana que daba al exterior, la cual estaba bloqueada por una ambulancia que parecía haberla atravesado, sus faros estaban parpadeaban una y otra vez, el vehículo ya estaba bastante viejo y oxidado apenas y se podían distinguir sus colores característicos, cubierta por hierbas extrañas y ramificaciones de aquella masa negra mal oliente que vimos a lo largo de nuestro recorrido desde que llegamos parecía estar rodeada por camillas las cuales estaban tiradas de lado cerca de la misma.
El vehículo tapaba parcialmente mi paso hasta lo que restaba del pasillo y lo que parecía ser una entrada a otra sección del hospital girando a la derecha, de repente la imagen de Sofía se manifestó de nuevo, señalando su dedo índice al techo con su brazo extendido, tan solo su silueta es reconocible en ella, su rostro parece estar borroso por alguna razón pero por momentos se podía ver claramente, ella intento hablar conmigo pero era ininteligible hasta que pude finalmente entenderle.
— El orbe esta aquí, sobre nuestras cabezas, El Juez nos a encontrado... Y a enviado a lo mas horrible que puedes imaginar, algo que la mente humana no es capaz de crear, todos ellos a cazarte...
Escuchar eso me dejo perplejo, pero era mi oportunidad de preguntar.
— ¿Sabes donde están mis compañeros? ¡Dime donde están! - pregunte preocupado, con los nervios en lo alto.
Pero ella guardo silencio por un minuto que creí eterno, respondiéndome con un tono frio.
— Ellos están vivos... Pero no lo lograran a este ritmo - mira hacia el pasillo.
— ¿¡Pero donde están!? A-aun puedo hacer algo, puedo ayudarlos p-p ero tienes que ser sincera y decirme ¡donde están! ¡por favor! - dije entre tartamudeos.
— Ellos se encuentran en algún lugar de este enorme complejo, siendo asediados por fuerzas oscuras y en cualquier momento ser capturados o asesinados según la decisión del Juez... Tienes poco tiempo para hallar el orbe y encontrarlos - ella me miro nuevamente.
— El Juez limita mi vinculo no podre guiarte mas tendrás que elegir si salvarlos o encontrar el orbe por tu cuenta -su rostro cambio a una mas triste- es tu elección Edmond
Pensando me preparaba para continuar mi camino cuando ella volvió a llamarme para darme un ultimo mensaje.
— El orbe se encuentra en alguna parte del piso superior de este sitio, los últimos dos, están en La Administración... Resguardada celosamente por El Juez fuera de mi alcance pero no del tuyo - ella sonrió con tristeza - me dio gusto conocerte, siento enviarte solo a un lugar mas oscuro, pero si lo consigues te prometo que finalmente podrás descansar.
Me acomode el overol y con una postura firme la mira directamente.
— Todos descansaremos... Te lo juro, saldremos todos incluido tu Sofía ¿entiendes? encontrare a mis amigos y nos iremos a como de lugar.
Su expresión cambio ligeramente a una sonrisa menos melancólica y soltó una breve risa, no la había visto así que yo recordara bien desde que la conocí hace varios días atrás.
— Así no me llamo, es tierno que me pusieras un nombre, pero jamás me presente como se debe - sonríe un poco mas - Mi nombre es Filis
Le devolví la sonrisa que me regalo y respondí.
— Te veré del otro lado.
En cuanto termine estas palabras ella se desvaneció como un fantasma una vez mas entre la oscuridad del inframundo, una suave brisa helada me recorrió el cuerpo, se sintió extraño pero a la vez relajante, mire el pasillo el cual podía distinguir unas palabras las cuales decían "Vestíbulo Principal", me dirigí hacia allá equipado con una linterna que logre encontrar en la ambulancia abandonada dentro de un kit medico.
Cuando atracase el umbral me encontré con un vestíbulo, amplio recordándome a los antiguos edificios del siglo XIX, ese estilo antiguo en sus paredes y su arquitectura lo hacia un lugar inquietante, eso sin contar lo deteriorado y cubierto de el moho negro en el suelo, el techo, la puerta que permanecía cerrada por una barricada de bancas, tablones de madera, macetas y mas objetos pesados, habían cadáveres por todos lados vestidos como personal del sitio, en el centro del vestíbulo había una gran estatua del símbolo de la salud por excelencia de aquellas serpientes de Hermes bañada en sangre tiñéndola de rojo, también habían dos cuerpos en lo que parecen ser hogueras amarrados a un poste y ardiendo, por un momento llegue a creer que eran ellos pero esto se trata de un intento por hacerme retroceder por parte del Juez.
Mire hacia arriba notando al menos cinco pisos arriba de mi, los pasillos rodeaban por completo el perímetro del vestíbulo principal demostrándome que me esperaba un largo camino y yo solo estaba en el fondo, habían tres puertas por las que se podía ir, una al lado de la recepción, la otra me llevaría al segundo pasillo principal como decía en la parte de arriba la cual decía ala oeste.
Decidí por tomar el camino del ala oeste, lentamente abrí la puerta topándome con un pasillo largo bastante sucio y descuidado, las camillas estaban a medio pasillo, otras estaban tiradas en el suelo, también habían puertas abiertas de las salas de observación, cada que pisaba el suelo este crujía haciendo un gran eco, todo estaba en completo silencio, alumbre uno de las salas de observación la cual se veía bastante moderna con una camilla y varios dispositivos electrónicos tirados en el suelo, había un cuerpo postrado en esta cubierto por una sabana blanca mugrosa y ennegrecida.
Gire hacia la izquierda continuando con el extenso camino, las ventanas tapeadas apenas revelaban que afuera había una fuerte lluvia, con relámpagos que aparecían de vez en cuando iluminando el sitio, habían ambulancias y autos de policía en las afueras, parecía que había sucedido una carambola entre esos vehículos ya que tan solo eran chatarra retorcida.
Los minutos pasaban mientras recorría el pasillo, algunas secciones del mismo estaban iluminadas tenuemente por focos que cada tanto titilaban y se apagaban dejándome a oscuras, entonces un dolor punzante penetro mi cráneo como miles de agujas atravesándola a la vez, me doble del dolor agarrando fuertemente mi cabeza mientras miraba con horror como todo a mi alrededor se deformaba, una voz profunda y demoniaca hablo a través de las paredes.
— Depositas tus esperanzas en una existencia condenada, nunca saldrás sin perderlo todo.
Después de escuchar eso, me senté apoyado en una pared, tratando de soportar el dolor, poco a poco este se desvanecía, preguntándome que rayos acaba de pasar, ese ser esta intentando entrar en mi cabeza, quiere entrar a mi mente, tengo que apresurarme antes de que caiga presa de la locura, me levante como pude y continúe caminando mareado, oia pasos provenientes de mas adelante del pasillo, como si algo estuviese pasando las uñas en las paredes y quejidos.
Dos siluetas se asomaron de una forma poco natural, parecían que sus huesos crujían al moverse, las escaleras para subir al segundo piso estaba cerca de esos seres, los alumbre directamente con mi linterna, lo que los cegó repentinamente ya que estos cubrieron sus rostros de la fuerte luz.
Eran un par de seres vestidos como doctores con largas batas que alguna vez fueron blancas de cirujano que llegaban hasta las rodillas las cuales estaban sucias, llenas manchas marrones muy oscuras viéndose repugnante, un cubre bocas ocultaba gran parte de su rostro completamente ennegrecidos, uno de ellos tenia una especie de lente de aumento en su ojo derecho el cual estaba roto, sus manos estaban cubiertas por guantes los cuales tenían un color marrón rojizo.
Mire hacia las escaleras rápidamente y luego los mire a ellos fijamente, sabia que debía llegar antes de que esas cosas pusieran su manos en mi, comencé a correr con todas mis fuerzas hasta esas escaleras, aquellas cosas emitieron unos sonidos horribles y comenzaron a correr en mi dirección, uno de ellos se desvió para tratar de bloquearme el paso hacia las escaleras, lo empuje lejos de mi, comencé a subir hasta que uno de ellos me tomo de la pierna con una fuerza increíble, pero yo me aferre al barandal donde aproveche para darle una patada en la cara soltándome.
Corrí escaleras arriba al segundo piso, los escuchaba subir por lo que en lugar de seguir subiendo seguí por el pasillo a mi derecha pero esto seria un error, detrás de una puerta uno de esos seres me ataco poniéndose encima mío clavándome una aguja en mi brazo, me aguante y me lo quite de encima rápidamente me saque la aguja de mi brazo y la clave en sus ojos vacíos carentes de alma, retorciéndose de dolor, sigo corriendo pero mi cuerpo falla, mi vista se ve mermada, todo gira y se derrite a mis ojos, trato de mantenerme en pie, repito mil veces en mi mente "no cierres los ojos", en cada esquina podía notar la presencia de ellos a donde corriera, hasta que una enfermera con su rostro lleno de tumores logro tomarme del cuello, luche inútilmente contra ella, mas enfermeras se le unieron, me arrastraron con rapidez con una fuerza sobrehumana, mientras luchaba por permanecer despierto, pero todo se volvió oscuro de nuevo.
Cuando finalmente recupere la conciencia una luz blanca me ilumino el rostro, ¿acaso estoy muerto ya? tan cerca de terminar con este sufrimiento, la libertad estuvo cerca mío ¿y no lo logre?, un momento este no es mi final es tan solo una trampa, no los dejare atraparme, ¡no me tendran con vida! mi mente regreso en si, me vi atado a una mesa de quirófano con correas de cuero, mientras un grupo de esas cosas se preparaba para realizarme una operación, mi torso estaba expuesto con varias marcas para incisiones en mi pecho, no quiero averiguar que haran conmigo, había una enorme maquina con miles de cables, la cual hacia sonidos extraños como los de una tetera gigante sacando vapor de unas aberturas.
Una enfermera se dio cuenta de que estaba intentando escapar y como un animal salvaje se lanzo sobre mi, para ahorcarme y tratar de encajarme un bisturí en mi garganta, con la visión borrosa y mi corazón palpitando a mil por hora, logre zafarme de mis ataduras levante mi puño con fuerza dándole un golpe en el rostro a esa enfermera desencajando su mandíbula de una forma grotesca, los doctores trataron de detenerme pero la adrenalina del momento me hizo apartarlos a todos ellos a golpes y patadas de desesperación pura, me levante a duras penas cortando mis ataduras con el bisturí de uno de esos doctores, trate de correr, pero esto no servía me tambaleaba con mi propio peso me abalanzaba hacia cualquier objeto para apoyarme para evitar caer mi mente decía "Busca algo mas filoso, busca algo mas filoso" hasta que di con la mesa de operaciones, uno de esos doctores logro coger mi brazo, con fuerza sobrehumana intento jalarme hacia el, me sujete de la mesa con toda mi fuerza, mis ojos se centraron en el serrucho para huesos, lo tome con firmeza y di un giro violento con el serrucho en mano encajando en su cara el serrucho hasta la mejilla del lado opuesto de su cara.
Con una adrenalina que solo puede describirse como animalística, asesine a los doctores y enfermeras restantes dejándolos hechos un montón de cuerpos mutilados incapaces de moverse de nuevo, salí de inmediato sin mucho conocimiento de donde me encontraba, mi cabeza a un da vueltas, me pongo de rodillas nuevamente comenzando a vomitar por el increíble esfuerzo que hice por mantenerme en pie, pude escuchar pasos, pasos sonaban mas fuerte, pasos de alguien que estaban corriendo, me levante y corrí como pude en dirección contraria suponiendo que se trataban de esos doctores, a ciegas recorrí el lugar llegando hasta unas escaleras tenuemente iluminadas por un foco parpadeante que indicaban que me encontraba ya en en el tercer nivel del hospital, no se por donde buscar ahora sin ninguna pista, intento pensar donde podrían estar.
Sin embargo siento que algo no anda bien, todo esta demasiado callado, este foco es lo único que me hace dar cuenta de esto por que al mirar hacia adelante en pasillo, algo acecha desde la oscuridad y se acerca lentamente viéndose por apenas unos segundos por la luz parpadeante, una figura apenas distinguible como una mancha de color negro se aproxima hacia mi con una fluidez alarmante, inmediatamente subí por las escaleras directo al cuarto piso del hospital.
Sentía que aquello estaba tras de mi, pero al girar mientras subía, me di cuenta que aquello no estaba, lejos de ser un alivio solo empeoraba la situación, pero un par de voces, lo escuche con detenimiento mientras avanzaba por los pasillos,, que tenían una alta presencia de esa masa negra que hay en la ciudad, hasta que por un pasillo lvi a un par de figuras correr, eran ellos, pasaron tan rápido que apenas los distinguía, ¡por fin los encontré!
Pero ¿de que huyen? como si alguien leyera mis pensamiento unos gemidos horribles sonaban del otro lado, era alguien llorando, gritaba , lloraba y gemía como si le hubieran arrancado las cuerdas vocales, como un alma en pena que vaga en eterno dolor en dirección contraria a donde ellos salieron, de ahí salió una criatura completamente desnuda desollado por completo con la carne viva al aire visible gracias a la luz de mi linterna, arrastrándose en sus cuatro extremidades como un animal rastrero con ganchos metálicos en vez de manos o pies, sobre el techo del pasillo cual cucaracha, parece que este no noto mi presencia ni tampoco ellos, pero el solo verlo esos pocos segundos me perturbo bastante, entonces escuche algo, estaba a lado de mi a menos de un metro, mi mirada giro discretamente de donde venia ese extraño sonido, como de si miles de gotas de algo blando y viscoso cayera al suelo, mire hacia arriba lentamente, poco a poco viendo que lo que me esperaba no seria menos que horrible.
En el techo se había formado una especie de charco de un extraño liquido negro viscoso del tamaño de una pelota de football que se hacia cada vez mas grande extendiéndose como si del moho se tratase, me aleje de ahí sin quitarle la mirada de encima, algo parecía estarse moviendo dentro de ese liquido por que escuchaba como algo se abría camino entre la espesa masa como si fuese mas profundo de lo que parece, fue que algo comenzó a asomarse poco a poco, lo que puedo describir como una cabeza por la forma redonda que tenia, ese ovalo negro se convirtió en un cuello y pronto en un torso el cual caía de cabeza y se arqueaba de manera grotesca para verme directamente, era aquella cosa que había desaparecido a mis espaldas estaba saliendo de ese charco contorsionando sus brazos y su cuerpo, se escuchaban los sonidos de huesos rompiéndose, sonaba que le costaba respirar por alguna razón dando jadeos horribles y balbuceando con una muy ronca voz ininteligible, a pesar de eso no suponía un problema para eso, aquello cayo al suelo con gran fuerza y comenzó a pararse.
Yo para ese momento me encontraba alejándome cada vez mas de aquello sin perderlo de vista, este comenzó a dar una caminata esta vez mas rápido que cuando lo vi en el pasillo por que podía oír sus pisadas, como sus huesudos pies chocaban con el concreto, chapoteando ese liquido negro que dejaba tras de si como un camino delgado oscuro, parecía ser que además de absorber la luz a su alrededor este segrega de su cuerpo esa extraña mezcla esa era mi señal para huir de ahí y buscar a mis compañeros.
Pude escuchar como aquello cayo en el piso mientras yo lo dejaba atrás, corrí desesperado por el pasillo hasta dar vuelta encontrándome con horribles criaturas que se hacían pasar por doctores y enfermeras armados ahora con diversos objetos punzocortantes acompañados de malvados engendros en forma de fetos severamente deformados de un color rosado pálido con piernas tan atrofiadas que tenían que arrastrarse con sus largos brazos deformes con tres dedos, estos se movían por las paredes y el techo a una velocidad imposible para tales características, estos emitían unos llantos agudos que lograron aturdirme, dando oportunidad a los otros de arañarme las piernas y a esos doctores tomarme del brazo, pero no iba a ser tan fácil.
Me libre de mis captores amputando miembros a los doctores, destrozando los frágiles y gelatinosos cuerpos a pisotones y golpes a puño limpio, la misma historia se repitió pasillo tras pasillo con breves momentos de tranquilidad donde exploraba en búsqueda de mis compañeros pero estos simplemente no aparecían, aquella figura negra aparecía en el momento menos oportuno cuando me veía acorralado entre varios de esos monstruos siempre estando cada vez mas cerca de atraparme, incluso este ser arrastro abrazando a una de las enfermeras un gran dolor hacia su pequeño portal de viscoso en un intento por agarrarme a mi sin éxito.
Logre encontrar el lugar de donde los había visto por ultima vez, aquella zona además de estar cubierta de mugre, estaba tapizada con sangre en las paredes con mensajes mal escritos haciendo apologías al satanismo, al fin del mundo o al asesinato, había un cuerpo colgando de cabeza siendo carcomidos por ratas y moscas, el piso estaba pegajoso producto de la sangre coagulada era una autentica carnicería, comencé a explorar esa zona, topándome con criaturas mas bizarras esta vez eran personas siameses con cuerpos fusionados y dos cabezas, otros tenían un gemelo parasitario el cual podía emitir gruñidos horribles, otros estaban unidos por el cráneo con sus caras totalmente deformes, era una autentica visión infernal, debido a la dificultad para moverse de estas cosas supusieron un reto menos desafiante que los doctores a la hora de eliminarlos pero sus números iban en aumento, a medida que me adentraba mas en aquella zona del hospital, en las habitaciones habían muchos de estos amarrados a camillas ensangrentadas, otros estaban amputados esforzándose por escapar retorciéndose y gritando, lamentándose como el resto de su tipo, entonces escuche algo caer a tan solo centímetros detrás de mi.
Trate de correr sabiendo que esa silueta finalmente me había alcanzado, logre sentir un tirón fuerte en mi hombro seguido de una sensación como si mi piel estuviera en contacto con un trozo de metal al rojo vivo, trate de liberarme pero aquello me sujeto mas fuerte, intentaba atraparme con su agarre doliéndome aun mas intensamente, comencé a sentir como empezaba a hundirme lentamente en el suelo, aquello estaba tratando de llevarme con el a un lugar oscuro en el que estaba mas que seguro nunca saldría, mire hacia atrás viendo el rostro horrible de aquello, ojos blancos por completo, una nariz puntiaguda marchita y una sonrisa, una sonrisa, es maldita sonrisa repugnante llena de dientes podridos negros, sus mejillas parecian que se las habían estirado de forma violenta en una expresión maligna sonriente hasta las orejas.
Su agarre era muy fuerte y me dolía cada vez mas, su piel me estaba quemando, empecé a forcejear, usando el serrucho para huesos comencé a cortar su brazo desesperadamente hasta poder por fin arrancárselo, para ese punto estaba hundido mas arriba de la cintura, aproveche el chance que esto había generado aferrándome al suelo comenzando a arrastrarme fuera de ese charco negro y espeso, aquello me tomo por la pierna que logra sacar de ahí, grite de dolor antes de comenzar a patearlo hasta finalmente logre, salir esto no parecía ser problema para el, volteo a ver su muñón del que brotaba ese liquido negro, de el un nuevo brazo surgió y eso me miro fijamente como si estuviese burlando de mi.
Yo comencé a correr de nuevo ahora cojeando de una pierna por el intenso ardor con el hombro adolorido cubriéndolo con mi otra mano, hasta lograr encontrar las escaleras al ultimo piso, aquello venia tras de mi, tras las paredes puede aparecer en cualquier momento, escuche voces arriba, voces que gritaban cosas, estoy cerca de ellos, pero rugidos de criaturas extrañas los comenzar a opacar, inmediatamente subí las escaleras, encontrándome en una escena perturbadora con una combinación de masa negra y carne humana fundidas en las paredes y el piso pocas partes del hospital eran visibles esto cada vez parecía un festival de carne y sangre por todas partes, habían miembros humanos fusionados en la paredes y el techo los cuales se movían, habían rostros los cuales se deformaban en muecas de dolor, al continuar note que las paredes tenían enormes ojos que parpadeaban y seguían mis movimientos a donde sea que fuera, habían huesos atravesados entre la carne también, lo mas extraño eran unos extraños bultos de carne que colgaban de las paredes y el techo, palpitantes parecidos a pústulas de carne putrefacta y amarillenta, era como si una espinilla tuviera el tamaño de un perro de raza grande y estuviese a punto de reventar..
Me encontré a uno de los seres que había visto en el piso de abajo, estaba completamente desollado que casi lo confundo con parte de la carne pegada en el piso, aquello tenia ganchos en lugar de pies y manos, sus piernas eran mas cortas que sus brazos viéndose como un primate con cuerpo humano, su cabeza tenia placas de metal, o bueno lo que quedaba de ella, significa que me estoy acercando a ellos, han estado resistiendo mucho, fue en ese momento que escuche sus gritos y también lo que parecen ser disparos, finalmente pude ubicarlos en este revoltijo de carne y huesos, estaban a tan solo unos metros en el segundo pasillo a la derecha, fui corriendo lo mas rápido que pude evitando enfrentarme a los muertos vivos parecidos a los doctores pero completamente desnudos, por fin estoy aquí.
Al llegar los encontré rodeados de esos horribles seres, que se acercan lentamente hacia ellos moviéndose en cuatro patas reptando sus torsos en el suelo, como si de lagartijas se trataran, que además de lo que dije antes cabe mencionar que tienen una larga lengua, los fetos del demonio también se arrastraban hacia ellos surgiendo de esos bultos de carne que estaban pegados a las paredes, junto a un grupo de siameses y doctores preparados para destrozar y desgarrar sus cuerpos, Alyssa se encontraba disparándoles con una glock a todos los que veía hasta que se quedo sin balas, lo pude notar en su expresión y como buscaba apresuradamente munición en sus bolsillos, Mark en cambio solo tenia un cuchillo de carne para defenderse mientras retrocedía, el factor sorpresa era mío, sentí como una extraña sensación recorría todo mi cuerpo, como si estuviera llenándome de adrenalina pura, ya no me sentía adolorido, no me siento cansado, me sentía capaz de todo, así que corrí y grite con todas mis fuerzas llamando la atención tanto de ellos que me vieron totalmente incrédulos, tanto de las aquellos monstruos que me vieron con sus ojos negros sin vida, no hay tiempo para hablar ahora, solo de destruirlos a todos, hasta que no quede ninguno.
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