" Ciudad Metálica"
Me encontraba en un agujero de gusano que se veía como un túnel en el que subía y bajaba a una gran velocidad, los colores azules y morados predominaban en este extraño viaje, pasaban frente a nosotros partículas blancas como estrellas las cuales pasaban a gran velocidad apenas perceptibles para el ojo humano, mi cuerpo lentamente se disolvía en el transcurso hasta que perdí el conocimiento por completo, pero una sacudida me despertó seguido de como mi cuerpo y mi rostro impactaran contra algo solido y áspero como el asfalto.
Abrí lentamente los ojos, una fuerte brisa frió junto con horrible hedor me hicieron reaccionar, oi a Mark decirme que me levantara mientras me movía de un lado para otro, hice un pequeño esfuerzo para levantarme y mirar a mi alrededor.
Nos encontrábamos en una calle, lo podía notar por su áspera textura y su color característico con lineas blanca, nuestras armas habían desaparecido estando de nuevo indefensos, comencé a caminar hacia los demás que ya se habían despertado antes que yo viendo que había edificios la mayoría con sus partes metálicas expuestas cubiertos por sangre y viceras que brotaban de las ventanas, vigas alambres, laminas eran visibles, totalmente oxidadas forradas con carne, sorpresivamente habían vehículos también, muy antiguos la mayoría totalmente inservibles, como si estuviese en un deposito de chatarra titanico, el detalle mas inquietante es que en todas partes existe una especie de masa negra la cual esta unida a varios edificios cubriendo una parte considerable de estos con cadáveres adheridos a esta que están todavía conservados y otros en los huesos por completo, también en la calle se encuentra dicha masa la cual se ramifica como si fuesen venas en las partes cubiertas donde esta se encuentra, aparte de latir por extraño que parezca, expulsa un olor fétido que impregna el aire donde estamos.
El cielo era completamente distinto del mundo en el que estamos pero la diferencia es que este era de lejos mas oscuro que el resto, pareciéndose a esa etapa entre el aterecer y el anochecer dándole un aspecto sombrío al sitio con leves toques verdes en el cielo, la tenue luz alcanzaba a duras penas para ver con las sombras ganando terreno, habían extrañas cosas sobrevolando el cielo muy a lo lejos pero no podía ser algo bueno, otra cosa curiosa es que estaba nevando, había blancura que cubría gran parte del lugar pero no tanto como aquella masa negra, dando una combinación de blanco y negro con manchas rojas pertenecientes a la sangre y la carne.
Visible a una gran distancia como la pirámide, existía una torre enorme, un rascacielos tan alto que rebasa las nubes con forma cilíndrica bastante irregular, estructuras triangulares menores se asomaban en la parte media rodeándola dándole un aspecto similar a un arpón invertido de las cuales surgían unas luces similares a las de los faros las cuales giraban alumbrando a su alrededor los cuales al final tienen unas luces rojas, de este gran edificio estaba rodeado de lo que en la distancia parecían grandes cables conectados en muchas partes del edificio se extendían mas allá, como si estuviesen conectadas en forma similar a cables telefónicos por todos lados de la ciudad, a su alrededor habían espesas nubes negras de las que caían relámpagos rojos.
— Este es el lugar del que oímos hablar desde el inicio - dije mientras miraba con asombro y terror.
— Bien ahora ¿que se supone que haremos? ¿a donde vamos?- pregunto Mark.
Busque en mi overol nervioso de que hubiese desaparecido, pero ahí estaba, la esfera que obtuvimos al enfrentarnos a la planta gigante de alguna manera, entonces lo saque enseñándoselo.
— Necesitamos esto para que la entidad que nos esta apoyando pueda sacarnos, si reunimos todas la liberaremos y seremos libres.
— ¿Son muchas? ¿como cuantas son? - pregunto Mark - ¿Y donde están?
— Son cuatro, nos faltan tres por encontrar, no te preocupes por donde están la sensación de que estamos cerca de uno no tardara en llegar, ahora solo nos queda avanzar.
— Aquí vamos de nuevo - dijo mientras hacia crujir su cuello y empezar a caminar.
Comenzamos a andar por la calle en la que habíamos aparecido, con el frió envolviéndonos como una sabana de nieve, los restos de lo que alguna vez fue gente se asomaba entre esa masa, las manos se movían pasando cerca de ellas tratando de tomarnos por los pies, podíamos oír lamentos y llantos en la distancia, también cuando el aire soplaba se oían extraños susurros en un tono ininteligible.
Perturbados continuamos andado por calle que seguimos se encontraba bloqueada por un gran muro metálico lleno de alambres y cuerpos mutilados atrapados en estos por lo que tomamos un desvió hacia una avenida considerablemente mas amplia y sin tantos vehículos abandonados pero esto seria poca cosa por que poco después escuchamos pisadas características de alguien corriendo justo detrás de nosotros.
Me gire para ver, Percy también lo escucho por lo que ambos buscábamos con la mirada de donde provenían esos pasos, segundos después se vio una sombra correr a gran velocidad acompañado del sonido de acero siendo arrastrado en el asfalto dejando una breve estela de chispas.
La neblina dificultaba ver con claridad de quienes se trataban, hasta que una persona salto de repente hacia Mark recibiendo un golpe en su brazo al tratar de cubrirse de un tubo de acero, Mark comenzó a forcejear con ese monstruo deforme vestido anticuadamente, antes de poder ayudarlo aparecieron tres mas de repente uno uso la misma técnica gritando en el aire como un indio.
Me aparte y pude verlos un poco mas cerca eran humanos en avanzado estado de descomposición, similar a los retornados pero ellos ocultaban sus deformes rostros con mascaras muy aterradoras de animales, en el momento trate de defenderme contra uno de estos mientras me alejaba de el para esquivar sus fieros golpes de su tubo hasta que logre tumbarlo y agarrarlo a golpes pudiendo desarmarlo y clavar su tubo en su cabeza.
Mis compañeros se las apañaron para deshacerse de ellos con algo de ayuda, ninguno con heridas graves mas allá de los golpes que nos propinaron en un inicio pero algo me decía que esto tan solo son el bajo mundo de la misma ciudad como ratas en un campo lleno de depredadores feroces.
Tomamos sus armas y continuamos avanzando en esta necropolis.
Mi cabeza comenzó a doler un poco y después de la nada vi a la mujer frente a mi.
— Veo que ellos no han sido un problema para ustedes, pero no sera por mucho, el Juez ya sabe que estas aquí te guiare lo mas que pueda, mis habilidades se ven limitadas si no quiero que se de cuenta de lo que trato de hacer, cuando reúnas todos los objetos ve hacia La Administración - señalo con su delicado dedo indice la gran torre - los objetos juntos formaran un arma capaz de matarlo y de esa forma tu podrás liberarme de mi prisión.
— Espero que lo que digas sea cierto, ya no perderé a mas gente.
— Hazlo y te garantizare tu libertad, te guiare hasta ellos, cuando estés cerca de La Administración no podre ayudarte mas, dependerá de ustedes solamente - me miro fijamente y me tomo de la mano - les deseo mucha suerte - ella sonrió al decir esa ultima frase ella se desvaneció junto con la brisa nevada.
Mi cabeza volvió a dolerme intensamente tanto que sentí que esta explotaría ahí mismo, ella ya no estaba, los símbolos ahora parpadeaban un poco.
— ¿Que te paso? - pregunto Alyssa agarrándome un hombro.
Gire mi cabeza hacia ella para verla.
— Ella nos guiara a donde encontrar los objetos que faltan, cuando eso pase - señale el rascacielos - Debemos subir ese lugar para matar a quien comanda este circo de los horrores y después seremos libres.
— A que esperamos, vamos hacia alla antes de que algo mas suceda - me vio Mark - Guíanos.
Comenzamos a avanzar velozmente por la avenida principal en la que nos hallábamos, se podía apreciar mayor presencia de esa masa negra, vi como criaturas voladoras sobrevolaban el lugar en grandes bandadas hacia nosotros pero estas tenían aspecto similar a un cilindro carnoso lleno de tentáculos delgados como el de las medusas con luces debajo, avise rápido que nos ocultásemos en un restaurante cercano para no ser vistos.
Poco fue nuestro alivio al ver que estos pasaron de largo, cuando uno de esos muertos salio debajo de una de las mesas armado con un cuchillo de carnicero intentando atacar a Mark por la espalda, por suerte escuchamos sus balbuceos logrando esquivarlo, para después entre nosotros golpearlo hasta la muerte destrozando su cráneo, nos miramos entre todos pensando en que hacer en esta situación, pero una de esas medusas bajo debido al escándalo que generamos.
— ¡Rápido escondanse! - les dije inmediatamente, llevándome a Alyssa debajo de una mesa pegada a una ventana rodeada por dos sillones.
Mark salto rápidamente hacia la cocina junto con Percy, poco después aquella criatura entro por una de las ventanas rotas del sucio lugar lleno de comida podrida y con esa masa negra manchando las paredes y el piso.
Aquella monstruosa criatura aparte de su aspecto similar al de una masa carnosa con piel cilíndrica, poseía una especie de armadura de metal gris fusionada con su cuerpo, poseía ojos muy pequeños en su parte delantera junto con un dispositivo retráctil el cual tenia al final una potente lampara, la criatura mueve sus tentáculos constantemente, quitando objetos de su camino y buscando, esta criatura es inteligente al parecer.
Esa criatura respiraba pesadamente, comenzó a exhalar de unos tubos en sus costados un humo negro con un horrible olor, como si le costase trabajo hacerlo podía oír como la distancia de su respiración se acortaba, podía oírlo mover cosas cerca de la mesa en la que nos escondimos, esa luz espiaba muchos lugares, llegando a pasar muy cerca mio, de un momento a otro esa criatura estaba sobre nosotros, exhalo una gran nube de humo negro.
El olor era tan fuerte que comencé a tener nauseas coloque mis manos en mi boca, mire a Alyssa la cual parecía no poder contener las ganas de vomitar, le negué con la cabeza como si le dijera que no lo hiciera, que aguantara hasta que se fuera, ella seguía viéndome, pero nuestras miradas se desviaron hacia uno de los costados al ver que esos tentáculos delgados empezaban a adentrarse en el reducido espacio en el que estábamos, nos hicimos tan atrás como era posible en ese espacio de un metro.
Los tentáculos no nos tocaron por que aquello su intensión mover la mesa para ver que había debajo, esa cosa comenzó a hacer a un lado la mesa hasta que escuchamos como un plato se rompió desde la cocina, la criatura paro en seco, apunto su cabeza y linterna hacia la cocina de donde vino el sonido para luego soltar la mesa y flotar hasta allá.
Estuvo un rato buscando moviendo cosas, tirando cosas hasta que finalmente regreso sobre sus pasos saliendo de la cocina, Alyssa y yo apenas respirábamos para no hacer ruido, aquello voló por encima de nosotros, escuchamos su respiración por ultima vez antes de salir por la ventana dejándonos una estela de humo negro.
Asome mi cabeza para asegurarme que se había ido, en efecto lo hizo y salimos juntos de ahi nuevamente.
Caminamos guiándonos de mis símbolos los cuales ahora me provocaban un leve ardor en los ojos, anduvimos caminando a través de una de las calles desoladas llenas de corrupción y cadáveres en sus paredes hasta que pudimos ver un gran muro metálico el cual tenia en sus cercanías a un gran grupo de esos podridos, los cuales rondaban por el lugar buscándonos.
— Agachence - dije a los demás ocultándonos en el costado de uno de los vehículos destruidos y oxidados que estaban por el sitio - no podemos contra todos ellos a la vez .
Percy me señalo a un callejón cerca de nosotros al que podíamos escapar, el problema es que había que pasar sin ser vistos por ellos ya que no había muchos sitios donde esconderse de ellos, pero es eso o esperar a que nos encuentren.
Nos pusimos en marcha, totalmente en silencio y con voz baja comenzamos a ir uno por uno hacia ese callejón, siendo primero Mark el que se arriesgaría a ir, después fue el turno de Alyssa quien apenas salir casi fue vista por los retornados escondiéndose detrás de un contenedor de basura, pero de repente un sonido distinto nos sacudió, sonaba como el crujir del metal oxidado de una vieja maquinaria combinada con el sonido de huesos rompiéndose, muy cerca de nosotros.
Asome mi cabeza lentamente hacia un costado para poder observar de donde venia aquello que producía esos sonidos grotescos que cada vez sonaba mas cerca nuestro, sin embargo sentí un leve tirón del cuello de mi overol de forma intermitente, gire mi cabeza de golpe viendo a Mark jalandome repetidas veces, mire y el tenia su cabeza observando algo que estaba sobre nosotros, fije mi mirada hacia arriba también topandome con la cosa mas horrible que jamas hubiese visto durante nuestra travesía.
Observándonos sobre nuestros cráneos se encontraba una cara humana con una boca morbidamente abierta sin dientes y sin ojos llena de sangre la cual estaba unida de una forma grotesca con tendones y fibras musculares a un mecanismo metálico similar al de una lampara de escritorio que servia como un cuello muy largo conectado a un cuerpo esquelético de unos tres metros de largo con una arqueada columna vertebral con piezas metálicas en forma de espinas, sus brazos largos totalmente mecánicos con manos huesudas con tendones y carne amarillenta que terminan en afiladas garras, en sus costillas había una masa de carne roja que ocupaba mucho espacio la cual aumentaba y disminuía de tamaño como un enorme pulmón, debajo tenia un par de piernas de metal igualmente largas con pies en forma de ganchos.
Tenia una postura cuadrupeda con su columna arqueada de forma grotesca, aferrada a la pared de un edificio que estaba a seis metros metros de distancia de su cabeza hasta la base del mecanismo que era una imitación pobre de un cuello, de los ojos y boca de la cara de ese monstruo salio una luz muy brillante que nos cegó apenas tratásemos de escapar de el, para luego emitir un sonido de alarma muy fuerte que lastimaba los oídos, fue en ese momento que todos los retornados se dieron cuenta de nuestra presencia.
Alcanzamos a los demás y corrimos lo mas que pudimos, corriendo por distintas calles para despistarlos con ayuda de la niebla pero aquel monstruo se movía a cuatro patas escalando muros buscándonos con ayuda de la luz que emitía, el sonido de la alarma continuaba sonando hasta que se detuvo abruptamente dando a entender que nos perdió de vista por mas que huimos, giramos en un callejón estrecho, con rejas metálicas ensangrentadas con alambres de púas que bloqueaban muchas salidas, hinchiendo un pasillo largo, dejamos de escuchar la alarma que alerto a los retornados psicóticos que nos perseguían eso resultaba en un gran alivio por el momento pero sus alaridos se escuchaban a lo lejos, ahora somos los mas buscados en el lugar.
Seguimos la única ruta que nos proporcionaba el estrecho pasillo que nos llevo hasta un destruido vecindario lleno de casas en ruinas, era como si los horrores de la segunda guerra mundial estuvieran presentes, relámpagos caían a lo lejos un cambio notorio desde que llegamos, es como si viera cada movimiento que damos.
Caminamos sin rumbo aparente mas que con aquellos símbolos de mi cabeza que cada cinco minutos comenzaban a parpadear, como si algo hiciese una especie de interferencia, cuerpos y esqueletos pavimentaban las calles, era como pisar una masa viscosa y pegajosa que no era para nada agradable al olfato, juro que quería desmayarme, mis compañeros también tenían ganas, llegamos a una zona departamental con calles amplias.
Cuerpos colgados del cuello en avanzado estado de de esqueletizacion se encontraban en las farolas y balcones de los edificios que aun seguían enteros.
— Todas esas historias sobre el infierno en la biblia, quedan como un cuento infantil para aterrar a los niños, comparado a este sitio - dijo Mark mirando los cuerpos por donde pasábamos.
— ¿Que pasa por la mente de aquello que organiza todo esto? - comento Alyssa - ¿Como se vera aquello que lo goza?
— Esa es una buena pregunta Alyssa, no se como responderla, quizá el tome la forma que nosotros queremos darle.
— Sea como sea no cambia el hecho de que todos nuestros actos terminan aquí, como todo lo que fuimos en nuestro mundo fue tan horrible para ganarnos este castigo, quizá el mundo este mejor sin nosotros - dijo Mark con desmotivacion.
Percy lo miro y dijo — No puedes rendirte ahora, ninguno puede y sabes ¿por que?, porque la libertad nos espera y este no es mejor lugar para morir.
Mire a ambos y dije con determinación.
— Tenemos que acabar el viaje que comenzamos desde que nos encontramos, pasamos por mucho Mark, pasamos de ser desconocidos a ser un equipo, pienso que este lugar nos dio un propósito distinto y ese fue unirnos.
— Supongo que tienes razón, pero no me siento bien aquí - agrego Mark.
— A nadie le gusta, pero es lo que tenemos - lo vio un momento y giro su mirada de nuevo al camino - solo apresurémonos ¿quieren? no quiero que esas cosas nos encuentren mientras hablamos - dijo Alyssa, luego me miro - Alguna idea de a donde tenemos que ir.
— No se preocupen, de alguna forma estamos cerca de donde tenemos que ir - dije sin tener mucha certeza de lo que decía.
Caminamos varios metros mas hasta toparnos con alas cortantes, las cuales dormían colgados como los murciélagos, completamente invertidos y con sus cabezas escondidas entre sus alas, algunos picoteaban los cuerpos para comérselos, y luego se acomodaban para descansar en algún balcón de los edificios aledaños, no notaron nuestra presencia en ningún momento.
Notamos que un edificio que hacia colapsado, solo dios sabe cuanto tiempo, nos bloqueaba el paso para poder avanzar hacia nuestra primera prueba, en ese momento llegamos a la conclusión que debíamos volver sobre nuestros pasos para buscar otra ruta, sin embargo al querer volver, lo vimos ahí, buscándonos de nuevo.
No era uno, sino dos de esos monstruos mecánicos uno a cada lado de la calle sacados de las peores pesadillas, reptaban a cuatro patas sobre los techos guiándose de sus luces en medio de la niebla, si uno de esos nos alcanzaba a ver alertaría a todas las criaturas que aquí reposan, metiéndonos en grandes aprietos.
Tome a Alyssa del brazo y avanzamos, sin llegar a correr por que podrían llegar a escuchar nuestros pasos advertí al resto de nuestro pequeño grupo, se volvió una carrera tensa contra el tiempo, aquellos se acercaban con mucha agilidad, subiendo y bajando paredes como cucarachas explorando una cocina abandonada, sus grandes cuellos se estiraban y buscaban con su luz nuestras siluetas, en muchas oportunidades logramos ocultarnos de su visión, escondiéndonos detrás de pilares o restos de escombros, una de esas criaturas la que estaba en el lado derecho perturbo uno de los nidos de las alas cortantes, sin embargo estos seres volaron hacia el interior del edificio buscando esconderse de la intensa luz que emiten.
Tratamos de seguir moviéndonos lo mas sigilosamente, para tratar de salir de la zona de peligro pero finalmente llegamos al mismo punto sin salida, aquellos monstruos se acercaban cada vez mas estábamos atrapados, la única opción que nos queda es entrar en las viejas edificaciones, refugiándonos sin ser vistos exitosamente.
Nos encontramos con un edificio sin techo cuya salida hacia el exterior estaba a tres pisos de altura de nosotros, la altura necesaria para pasar aquel muro de escombros que vimos, sin embargo el problema ahora eran de nuevo los malditos engendros voladores que dormían cómodamente que serian alertados a la menor señal de ruido, cada vez que una piedra era pateada y esta rodaba se escuchaba como si explotara una granada, muchas veces pudimos ver como los alas cortantes ademas de dormir peleaban entre ellos en los cuartos de los departamentos, otras veces los oíamos articular palabras, si palabras bien articuladas que sonaban con voces casi humanas demasiado profundas, estábamos nerviosos hasta los cabellos pero continuamos.
Llegábamos a escuchar conversaciones mixtas entre su idioma animal y el nuestro algo muy impresionante y aterrador, sus conversaciones son muy desorganizadas soltando palabras al azar después de gruñir cuando hablaban sonaba con un tono grave y ronco, una vez pasado ese incomodo sitio llegamos a la cima, podíamos ver la mega estructura un poco mas cerca que antes, daba la impresión de que cada vez crecía mas como si se tratara de una serpiente que se alza para intimidar.
Los sonidos mecánicos volvieron a escucharse esta vez mas cerca, se oían ladrillos caerse al piso, estaban subiendo por el edificio.
Desesperados buscamos una salida, la cual se manifestó en una montaña de escombros casi a la misma altura del techo con cantidades de esa masa negra, lo cual nos cayo de maravilla, bajando rápidamente, pero dentro de los escombros emergió una cabeza llena de luz que nos cegó violentamente y por consecuente salio su cuerpo.
Esas malditas cosas eran demasiado listas, sabían que entramos en los departamentos y organizaron una emboscada bien coordinada, su alarma sonó a todo pulmón provocando lo que temíamos una parvada de alas cortantes.
— ¿¡Ahora que!? - grito Mark asustado.
— ¡Correr seria una buena idea! - respondió Alyssa.
Nos deslizamos rápidamente por los escombros mientras aquellos monstruos mecánicos nos seguían como leopardos a una gacela, por las calles llenas de muerte de este sitio, no solo las alas cortantes eran un problema, retornados salieron de sus guaridas para impedir nuestro paso, corriendo hacia nosotros para golpearnos o cortarnos con sus armas, la intervención de estos no muertos distrajeron a algunas alas cortantes pero están dedicados a matarnos.
Vimos un gran puente a lo lejos que atravesaba un gran rió, que llevaba al centro de la ciudad que es a donde tenemos que ir para recuperar los objetos restantes, luchamos contra esas cosas como pudimos, nos abrimos paso y llegamos al puente el cual estaba bloqueado por una barricada de metal hecha de vehículos antiguos de la época de los años cincuenta y de los noventa, comenzamos a escalar la barricada tan pronto llegamos a ella.
Nuestros perseguidores se concentraron en la barricada y subían como podían para alcanzarnos, nosotros con todo nuestro esfuerzo combatimos tirándolos de nuevo a la multitud, de caras desfiguradas de distintas épocas, distintos países y distintas culturas que solo pensaban en matar por el simple hecho de hacerlo, aquellos monstruos mecánicos no se acercaron a nosotros solo nos alumbraban como marcando un punto al cual atacar.
— ¡Camaradas, algo se acerca y es enorme! - grito Percy señalando el fondo del ejercito de muertos.
Habia un retornado diferente, era gigante, de mas de dos metros, obeso de forma mórbida vestido solo con arapos sosteniendo un barril en su mano izquierda y una bola ardiente de la otra, se acercaba a una velocidad imposible que no concuerda a su gran tamaño.
Lanzo una de esas bolas ardientes cerca de la barricada creando una gran explosion que mato buena parte de los retornados haciendo llover carne quemada, piernas, manos y cabezas parecían confetti incluso espantando a las alas cortantes.
— ¡Larguémonos esa mierda nos hará pedazos! - dijo Mark que se lanzaría al lado opuesto de la barricada.
Lo seguimos tan pronto se nos presento la oportunidad, otra explosión derribo la barricada haciéndonos volar por los aires, adoloridos logramos levantarnos, apoye a Percy que se había lastimado la pierna y avanzamos hacia la salida del puente, pero las cosas no mejoraron en lo absoluto, una segunda bola de fuego cayo en el suelo agrietando el puente dejándolo inestable, del otro lado también venían hacia nosotros, estábamos completamente rodeados de un puente que pronto colapsaría, solo nos dejaba una alternativa.
— ¡Hay que saltar! - les grite.
Mark y Alyssa se detuvieron y me miraron perplejos e incrédulos.
— ¿¡Que!? ¡Claro que no! - dijo Alyssa.
— Todos lancence al agua, dije mientras corrí a la orilla del puente, siendo el primero en saltar Mark, luego Percy.
Sin embargo Alyssa estaba congelada, no se movía en lo absoluto, estaba en shock al ver el agua, fue entonces que corrí de regreso hacia ella con una horda por ambos lados apunto de colisionar, sin pensarlo la agarre fuerte y nos lanzamos los dos al vació, sus uñas se aferraron fuertemente a mi mientras caíamos, fue una larga caída hasta que nuestros cuerpos impactaron y atravesaron la superficie del agua, era profunda y una corriente de nos llevo como un fuerte viento.
El puente de un momento a otro comenzó a temblar y a desmoronarse por completo, cayendo escombros, cadáveres quemados y cuerpos sin vida que caían como una lluvia de meteoritos, provocando que el agua se alzara violentamente alejándonos poco a poco de ese monumental desastre, no escuchaba a mis demás compañeros, solo podía escuchar mi es esfuerzos por respirar.
Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro