13.La Bola de Cristal
Un vendaval alzó las hojas caídas del gran árbol y antes mis ojos desapareció...
Talvez, quizás, se acabó.
El cielo del atardecer se torna gris y un enorme vendaval arrasa con todo lo que se lleva por su pasó, me aferro a las raíces del gran árbol mientras los animalitos que no han sido arrastrados por el viento buscan refugió en ellas. Una luz gris clara brillante cubre todo el lugar, resulta tan brillante y chirriante que mis ojos apenas se resisten a ver lo que pasa a mi alrededor, cansada y derrotada, dejo al fin que mi conciencia me abandone...
Desorientada, abro mis ojos, me hallo aún tumbada en aquel instante en el que disfrutaba del sonido de la naturaleza, justo antes de escuchar el ulular, para mi sorpresa estoy en la orilla del lago viendo como los rayos del amanecer se filtran a mi alrededor, todo está en absoluto silencio, confundida empiezo a buscar a mi alrededor alguna respuesta cuando me doy cuenta de lo que sostengo en mi mano, es mi bola de cristal, aquella que fortalece mi don y entonces una lágrima cae sobre mis mejillas hasta golear el cristal de la bola. Una conocida voz irrumpe en el paraje.
- Ya era hora muchacha, llevo casi 3 días buscándote y se suponía que ibas a estar solo un mañana en el lago, me has hecho venir aquí centenares de veces y ni rastro de ti querida, entiendo que tu percepción del tiempo es diferente que la mía pero...
La voz de la mujer con túnica azul para en el mismo instante que ve bola que sostengo en mi mano, se quita la capucha y puedo ver sus ojos esmeralda, sus cabellos rojizos que caen sobre su piel dorada, ella, es Madame Blavatsky la maga azul, la única persona que me dio un sitio al que llamar hogar.
- ¿Lo has hecho?, ¿has logrado avanzar con tu don?, ¿has saltado las barreras?
No es consciente de que me está agobiando con tantas preguntas y lo único ha conseguido es que le responda con un gesto indicándole que no sé que ha podido ocurrir, me sorprende esta actitud tan altiva en ella cuando es la persona más serena y tranquila que conozco.
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Tú, mi lector, te preguntarás que soy, que hago con una bola de cristal, como conocí a Madame Blavatsky, y como he llegado hasta aquí, incluso es muy probable que en este mismo instante te des cuenta de que no sabes nada de mí, más allá de que soy un ser curioso por naturaleza. A veces ni yo misma sé quien soy, así que no os culpo por ello.
En las tierras inter comarcales me conocen como la vidente, capaz de percibir y ver cosas que los demás no ven, a veces los humanos y otros seres acuden a mí pensando que yo puedo dar respuesta a aquellas luces que aparecen de la nada o a los ecos que se escuchan por la noche, pero apenas puedo controlar mi don ni con la ayuda de mi bola de cristal, bola que me ha acompañado toda mi vida desde mi alumbramiento hasta el día de hoy.
En mi primer día de este mundo las de mi especie me rechazaron por ser diferente, pues yo no había nacido de la misma manera que ellas, yo era diferente, incluso físicamente era diferente, así que no tuve otra opción que avanzar sola en la vida odiando lo que era capaz de hacer y mi destino. No fue hasta que conocí a Madame Blavatsky, una maga azul que se oculta del gremio de magos, por razones que nunca he llegado a comprender, pues yo hubiera dado mi vida por tener a alguien que me buscara y me necesitara, aunque agradezco tenerla aquí conmigo. Desde que en cierta manera Madame Blavatsky me rescato vivimos juntas en una cabaña de madera oculta en un pequeño bosque que ha surgido en una descomunal cueva, para más sorpresa os diré que la entrada de dicha cueva es diminuta. Ahora que tenéis todo un poco más claro procedo a seguir con la historia
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Me encuentro desorientada, intento enfocar mi entorno para entender donde me encuentro y descubro el apacible rostro de Blavatsky mirándome con su ternura característica, estamos en nuestro hogar y eso en cierta manera me reconforta, sé que ella está esperando a que le cuente todo lo sucedido, pero ni yo misma sé hasta que punto ha sido o no real, solo sé que lo echaré de menos aunque el haya sido producto de mi imaginación.
- Tranquila, descansa primero y ya cuando estés preparada me pones al día, yo seguiré aquí para escucharte querida, no hay ninguna prisa.
Ahora ya saben un poco más de ella, como creen que continuara la historia, ¿creen que todo es real o ha sido producto de la imaginación de nuestra protagonista?
Nota aclaratoria: si quieren saber más sobre los magos, puede visitar la ficha correspondiente en mi obra "Atlas de criaturas etéreas de nuestros mundos"
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