Magnus abrió lentamente sus ojos, parpadeando al notar el sol que se colaba por la ventana. Algo estaba mal pero no sabía que. Podía sentir a su mate feliz a través de su lazo, pero al intentar acurrucarse contra él, notó un espacio vacío.

Magnus saltó rápidamente hasta que le encontró sentado en una silla de la cocina, usando su pijama favorita de seda azul. Chasqueó los dedos y mágicamente se vistió con una pijama parecida, pero de color dorado.

– ¿Alexander? ¿Qué haces fuera de la cama, cariño? – preguntó a su mate.

– Tenía hambre, – murmuró Alec, con la boca llena de omelet de huevo. – Y no quería despertarte, te veías muy tranquilo. – dijo, pasándose la comida y metiendo otra cucharada a su boca.

Magnus se acercó lentamente, colocando su mano en la frente de Alec para medir su temperatura. – ¿Cómo te sientes, amor? Te ves mejor, –

Magnus no entendía, Alec aun debería estar en celo por al menos otro día. Pero Alec seguía comiendo sin entender, y cuando intentó tomar un poco del desayuno de Alec, este le gruñó.

– ¡Mío! – gritó Alec. Amaba a su alfa pero este era su omelet. – ¡Al fin! – exclamó de repente, cuando escuchó el timbre de la puerta de la entrada y se paraba para abrirle. – Se tardo bastante. –

– Sabes a cuantos lugares tuve que ir para... ¿estás comiendo salsa picante? – Izzy preguntó, viendo a su hermano sin poder creerlo.

Alec terminó de atragantarse con el último pedazo de su omelet antes de asaltar la bolsa que su hermana había traído. Clary venía detrás, simplemente viendo como como comenzaba a combinar comida al azar, echándole salsa picante a lo dulce y viceversa, y comiendo sin parar

– ¿Qué está haciendo? – preguntó Magnus horrorizado. – Se va a enfermar. ¿O siempre come así? ¿Y que le trajiste Isabelle? – sea lo que sea, olía como algo picoso.

Isabelle también le veía sin entender que pasaba. – Hace como una hora me mandó un mensaje pidiéndome que le trajera curry y un montón de comida chatarra más. Como si a las 6 de la mañana hubiera algún lugar donde pudiera conseguir eso fácilmente., – Izzy gruñó, intentando detener a su hermano, quien simplemente le gruñó, asustándola. – ¿Qué le pasa? ¿Pensé que estaría en celo por varios días más? –

– Igual yo, – Magnus dijo, confundido. Trato de acercarse de nuevo a su mate pero de nuevo Alec le miró feo y continuo comiendo a gran rapidez.

– Ustedes no perdieron el tiempo, ¿verdad? – Clary los miró, sacando su estela y haciendo un portal. – Ahora vuelvo, – dijo, antes de desaparecer por el portal.

– ¿Qué quiso decir? – Magnus preguntó, sin quitar los ojos de su mate. Izzy también se miraba sin entender.

– Hay solo una razón por la que el celo de un omega termina antes de tiempo, – dijo Clary, apareciendo nuevamente por el portal con una cajita en la mano, y con cuidado, acercándose a Alec para tomar su mano y llevarlo al baño.

El cerebro de Magnus había dejado de funcionar, y se dejó caer sobre el colchón. Solo una razón. Ella tenía razón. Pero no podía ser ¿cierto?

Salió de su ensoñación cuando Alec subió sobre su regazo y enterró su nariz en su cuello, con un objeto como un palillo en su mano.

– ¿Magnus? – Alec le dio el palillo a Magnus, – ¿Qué significa esa cruz? – preguntó aferrándose a su alfa.

– Felicidades, – dijo Clary, leyendo las instrucciones en la cajita, y finalmente girándose para ver las pálidas caras de Alec y Magnus. – Parece que van a ser papás. –

– Pero... pero... solo... no... ¿Magnus? – Alec tartamudeó, girándose hacía su mate en busca de explicaciones. – ¿Estoy embarazado? –

Magnus tenía la cara en blanco. Su cerebro no funcionaba. Solo podía mirar a su omega en completo silencio, con la misma expresión de sorpresa.

Los brazos de Alec automáticamente se fueron hacía su estómago. Iban a ser papas. Iban a tener un bebe. Se imaginó a Magnus y a él jugando con un pequeño bebe, y no pudo evitar sonreír. ¡iban a tener una familia!

Tomó la mano de Magnus y la colocó en su pancita, haciendo que Magnus saliera de su trance.

– ¡Mío! – gritó Magnus, al notar como los demás se intentaban acercar a Alec. No quería que nadie se acercara a su mate y su bebé. – Aléjense de mi familia! – casi gruñó.

– ¡Magnus! – Alec expresó en shock cuando Magnus le tomó entre sus brazos y se encerró con el en la habitación. – ¿Estás enojado amor? – Alec susurró, mirando los ojos de su mate, intentando averiguar que pasaba por su mente. – Se que esto no era lo que esperábamos, pero... pero... ¿pensé que tu también querías esto? –

– ¿Qué? Alexander, ¡no! No estoy enojado contigo, – Magnus dijo, abrazando a su omega. – Solo es mi instinto a cualquier persona acercándose a mi omega embarazado. –

Magnus comenzó a llenar su rostro de besos y Alec por fin suspiró aliviado.

– ¿Entonces no te importa ser padre tan rápido? – preguntó Alec, con mirada cautelosa al rechazo de su alfa.

– Estoy emocionado, amor, ¡Aki akan menjadi ayah! – Magnus gritó, tomándole de la cintura y dándole vueltas en el aire. ¡Alec le hacía tan feliz!

– ¿Qué significa? – Alec soltó una risita por la felicidad de su alfa. Magnus le colocó nuevamente en el suelo y empezó a acariciar la pancita donde crecía su bebe.

– En indonesio significa que voy a ser padre, – Magnus susurró con lagrimas en los ojos, llenándole de besos y palabras amorosas a su omega. – Te amo demasiado, mi hermoso omega, y ya amo a nuestro bebé. –

– Mmm Magnus, ¿crees que deberíamos ir a disculparnos con mi hermana y Clary?, Me siento mal porhaberles gruñido, – Alec se veía arrepentido. ¡pero pensó que le querían robar su comida! ¡la comida de su bebe! Alec soltó una tierna risita

– ¿De que te ríes, amor? – Magnus preguntó, viendo a su omega radiante y más hermoso que nunca. Parecía brillar, era un ángel.

– Solo pensaba en que espero que nadie se interponga entre mi comida y yo en... ¿Cuánto tiempo duran los embarazos de omega? – Alec le miró confundido. Ahora que lo pensaba...

– Para ser honesto no estoy muy seguro, se que es más rápido que el de un humano, creo que entre 5 y 6 meses. Tengo una amiga bruja que no puede ayudar. Se llama Catarina Loss, le puedo mandar un mensaje de fuego, ¿si? – preguntó, necesitando el consentimiento de su omega.

Finalmente salieron del cuarto, donde ahora también estaba Jace y Simon ahí. Magnus también se sentía mal por su reacción.

– Siento si los asuste. Me puso en modo defensivo, pero les prometo que no pasara de nuevo, – Magnus se disculpó.

– ¿Cuál es la emergencia? Solo recibí un mensaje diciendo que viniera enseguida, ¿y porque huele a un montón de comida chatarra picante aquí? Alec, tu odias la comida chatarra picante, – preguntó Jace, con rostro confundido.

– Bueno, les tenemos una noticia... – Magnus inicio, sonriendo y girándose hacía su omega.

– ¡Estamos embarazados! – Alec gritó, sin poder controlar su felicidad

Todos se levantaron para abrazarles y comenzar a felicitarlos. Clary e Izzy lloraban de felicidad.

– De echo yo también tengo noticias– dijo Jace, y cuando todos le miraron continuó. – Recibí un mensaje de Robert, está en Idris hablando con la Clave sobre lo que hicieron Maryse y Sebastián. Se reunió con un contacto de Jia y ahora quiere una reunión con el Circulo. Obviamente, todavía no sabe de ustedes.

Magnus notó como el cuerpo de Alec se tensaba, e inmediatamente lo llevó a sentarse al sofá.

– Esta bien, Magnus, debemos hablar con el. ¿Puede ser aquí la reunió? – preguntó a su alfa. Odiaba tener que hacer pasar a Magnus por eso, pero no se sentía a salvo en el instituto.

– Claro que si, cariño. De hecho, lo prefiero así. –

En ese momento un portal se abrió en frente de ellos. Alec asomó su cabeza para poder ver bien, y logró ver a una bruja azul y muy bonita salir del portal. Ella debía ser la amiga de Magnus, Catarina.

– Magnus recibí tu mensaje, ¿Qué pasa? ¿estas enfermo?, – preguntó ella, mirando confundida a Magnus quien se veía mejor que nunca. Además de un montón de cazadores quien le vía de forma amenazadora

– Estoy bien. Ella es Catarina y viene a ver a Alexander, – dijo Magnus, intentando aligerar el ambiente. – Catarina, el es Alexander Lightwood, mi mate embarazado, – dijo, con orgullo y sonriéndole a la chica.

– ¿Embarazado? ¿Mate? ¿Eres un omega? – ella miraba a Alec con sorpresa, queriéndose acercar pero siendo detenida por un alfa.

– Esta bien, Simon, – Alec dijo, poniéndose delante de Simon. – Vino a ayudarme. Hola, Soy Alec, y si, soy un omega, – Alec le saludó tímidamente. Era el primer amigo de Magnus que conocía y quería causar buena impresión.

– Mucho gusto, me alegra que Magnus por fin encontrara a su mate, a estado solo bastante tiempo, y por lo que veo ahora esta bastante feliz. ¿Quieres recostarte en la cama para que pueda revisarte? – ella le preguntó.

– Esta bien, amor, Cat solo necesita revisarte con su magia para ver que todo este bien, – dijo Magnus, tomando la mano de su omega y llevándole a la cama.

No quería soltarle la mano, pero sabía que la magia de Catarina funcionaría mejor si la suya no interfería, así que dándole una mirada de seguridad a Alec, lo recostó y dejó que Catarina comenzara.

– Alec, ¿Qué me puedes decir sobre el exceso de sangre de ángel que corre por tus venas? – Catarina preguntó, creando una bola de magia blanca alrededor del estomago de Alec.

Alec miró a Magnus, quien asintió, así Alec le contó sobre los experimentos por los que había pasado antes de nacer.

– Bueno, eso explica mucho– dijo ella, sonriendo a la preocupada pareja.

– ¿Explica qué? ¿Mi bebé esta bien? – Alec preguntó, tomando nuevamente la mano de Magnus. Se acababa de enterar de su embarazo, pero ya amaba a su bebe con toda su alma.

– El bebé esta bien, no te preocupes. Ambos están perfectamente sanos, – Cat le aseguró.

– ¿Ambos? – El alfa y el omega preguntaron al mismo tiempo, viéndose unos a otros.

– Van a tener gemelos. Es algo raro, pero puede pasar. Magnus, ya que tu padre es el príncipe del infierno, tienes más sangre de demonio que cualquier otro brujo. Y Alec, con los experimentos que Valentine hizo contigo, tu tienes más sangre de ángel que cualquier otro cazador de sombras en tu ADN, al ser fuerzas opuestas lo más probable es que por eso se crearan dos sacos embrionarios, cada uno con un ADN diferentes. Ambos tendrán sus genes, pero uno será un cazador de sombras y el otro un brujo, – Catarina les sonrió al ver sus sorprendidos rostros. – Y gracias también a esa cantidad de sangre demonio-ángel sus bebes crecen bastante rápido, por lo que lo más probable es que en 4 meses se de fin al embarazo. Se ve que estos bebes van a ser bastante poderosos. Felicidades. –

– Gemelos, – Magnus escuchó decir a Simon, Clary, Izzy y Jace,

– Gemelos, – Alec repitió, sonriendo, con lagrimas en sus ojos.

– Gemelos, – Magnus repitió, abrazando de forma protectora a su omega, y protegiendo su pancita. – No puedo esperar a conocerlos, mis pequeños frijolitos, – Magnus susurró inclinándose para poder besar la pancita de su mate.

– Siento interrumpirlos, chicos, pero me acaban de avisar que la junta con Robert y Jia a quedado programada para mañana en la mañana, – dijo Jace, haciendo que todos volvieran a la realidad.

– Parece que voy a tener que juntar también a los lideres del submundo. Si va a haber una junta con la Clave, los quiero a todos aquí, – declaro Magnus.

¡Nueva historia!! Vayan a leerla a ver si les gusta (:

Alec Lightwood es un guardaespaldas de la Agencia Shadowhunter. Después de años exitosos evadiendo famosos, termina trabajando para uno de los grandes, Magnus Bane, un brujo organizador de espectáculos. Cuando Magnus comienza a recibir cartas amenazantes, y su carro es vandalizado, se ve forzado a utilizar los servicios de Alec, para disgusto de ambos
Alec no contaba con el efecto que tuvo el Sr. Bane en él, y ninguno esperaba sentir la gran atracción que amenaza con revelar sus secretos. ¿Podrán tener lo que siempre han deseado en sus vidas, o sus emociones nublaran sus juicios haciéndoles más vulnerables?