Nahui Ollin, Ochpaniztli, Matlactli Calli

Día 4 Movimiento, Mes de Época de la Cosecha, Año 10 Hogar

29 de septiembre de 2009

Universidad Intercultural de Baja California, Ensenada, Baja California Norte, México

Miré el reloj en mi oficina y después miré un joven de tez blanca en la puerta. Me acordé de la cita que tenía: Señor Guilherme Valente Marín, ¿deseó verme? Pase usted. Guilherme pasó y se sentó. Olía a tierra, puesto que éste jugaba futbol para la UIBC. Siéntese, le dije, dime, ¿en qué le puedo ayudar? El joven me miraba, como que si este me había conocido de otra parte. Me dijo: Sí, es que, necesito hablar con usted. Es que, tengo problemas con dos compañeros de clase, creo que usted me puede ayudar. Pues, eres el director. Le dije: Guilherme, precisamente es por eso que yo no te puedo ayudar, vea pues, soy el Director, mas, no soy el Tutor del grupo, ni tuyo ni de esos compañeros. Ahora, si usted me puede indicar quienes son esos alumnos, entonces, quizás, te puedo ayudar. Mirándolo bien, vi que éste sí me parecía conocido. Tenía que preguntarlo: ¿Te conozco de algún lugar?

En mi interior, sabía que éste era o bien, tenía la esencia de Tzilmiztli. Pero a la vez, tenía una esencia divina. De nuevo, las palabras de la cantante me resonaban en la mente: Nunca estaré solo. Noté un poco del tatuaje que el joven tenía en su hombro. Tenía un palabra o bien, una agrupación de símbolos. Mientras en su otro hombro, parecía que tenía una rosa con un nombre como tatuaje. Le pregunté: ¿Qué significa ese nombre para ti? El nombre en tu tatuaje. El descubrió su tatuaje con la rosa, Ah, ¿el nombre de Aura? Le contesté: No Señor Valente, el nombre en el otro hombro. Este no quiso mostrar su otro tatuaje, suponía que éste tenía mucho significado para él. Me dijo: Este...tatuaje es más privado. Descubrí el símbolo de Necoc Yaotl en el escritorio. Le pregunté: Este símbolo, ¿te trae recuerdos? El se quedó mirando al símbolo de mi Tribu. Sabía que el lo reconocía. Le dije: Sé quien eres. Eres el painal (mensajero) de Yeiteotl (Dios en Tres Personas). Pero también eres un Guerrero Tzilmiztli (Puma Negro), el último integrante del Yei Yaocaltin (Tres Fuerzas). Guilherme se levantó. Éste dijo: No sé ni la mitad de lo que hayas dicho. Lo siento, pero debo irme.

Le dije: Tzilmiztli, o bien, Remiel, no tan pronto. En eso, Cuauhtzin, Izzacipactli y Miquinztli entraron a la oficina. Asustado, éste interrogó: Brian, Iago, Profe Caín, ¿qué hacen aquí? Señor Director, ellos dos, ellos me han estado causando problemas. Le dije, tocando mi anillo con el color del pelaje del jaguar: Xmokajkaua, Guilherme. Cálmate. Crees o no crees, te necesitamos Guilherme. Eres de lo mío. Eres un Nahual. Un poderoso ente que puede cambiar a su animal espiritual. Sin embargo, tienes la esencia de un arcángel, un mensajero divino quién en su tiempo, nos ha amparado. El Profe Caín, quien en su tiempo, era Miquinztli, se acercó a Guilherme y lo olió. Dijo: Kema (sí) Xiuhcoatl, el es Remiel. Escribí los simbolos רעמיאל en un papel. Le interrogué: ¿Sabes lo que dice? Dice Remiel. Es tu nombre en el mundo prehispánico. Pero hoy en este mundo, tienes dos esencias en guerra, el de Remiel y el de Tzilmiztli. Y para serte sincero, necesitamos a Tzilmiztli.

Este me miró y me dijo: Ustedes son locos. Ustedes son una bola de desquiciados. Tu, Señor Director, eres el más desquiciado. ¿Nahuales? ¿Ángeles? Seré católico, pero hasta yo sé que los ángeles están en el cielo. Aquí en la tierra, ¡jamás! En cuanto a los Nahuales, ¡No existen! Le interrogué: Entonces, explícame esto. Le enseñé la mano mía ya cambiada a la de un jaguar. El no sabía que responder. Quedó asombrado al ver como El Profesor Caín, Brian y Iago cambiaron a sus formas prehispánicas.

Cerré la conversación con esto: Guilherme, lamento tener que hacer esta corrección, pero, yo no soy desquiciado, ni loco. Al contrario, en cuanto a mis orígenes verdaderos. Yo, Shawn Sebastián Tapia Mondragón, soy... De pronto me cambié a Guerrero Ocelotl (Jaguar) frente a todos presentes. Con una mano firmemente presionada sobre el símbolo de Necoc Yaotl. Continué: ...como tu y como Miquinztli, parte del Yei Yaocaltin. De pronto, accedí a rasguñar el cuello de Guilherme con las garras de la otra mano. Juré escuchar el rugido del Puma Negro al decir lo siguiente: Y claro, soy El Último Nahual.