11
Mello fue expulsado del tejado, y calló al suelo.
-A-Ahh...-. Sufría, pero no tenía otra que quitarse el tridente de la cabeza. -¡AH!-. Gritó este, y notaba como sangre caía de su frente, de su nariz, boca y barbilla.
-¡Dios mío!-. Gritó, totalmente sorprendido, nunca le había dolido tanto algo en su vida.
El enorme demonio de 3 metros cayó al suelo, agrietándolo.
-¡BUAAAAH!-. La gente comenzaba a correr, se dispersaban, tenían miedo, y normal.
Mark bajó levitando hacia Mihael.
-¿Como vas?-. Preguntó este, y el demonio cogió a Mihael de la cabeza, para estamparle contra el suelo. El demonio comenzó a golpearle la cara y todo el cuerpo, magullándolo. Mello no podía respirar, simplemente sentía aquellos puños calcinados chocando con su cuerpo, y juraría que su corazón estaba apunto de salir disparado.
La sangre salía a chorros, salía demasiada, y Mello juraría que ya no le debía de quedar tanta.
-Hermano...-. Dijo Mark sonriente.
-¡Mihael!-. Near apareció allí, junto con Matt.
-¡Mierda!-. Este se fue corriendo a un callejón, y Near se asustó, ¿Era un cobarde?, ¿O un idiota?.
-¡El chico!-. Markus se acercó a Near, y el demonio cogió a Mihael del brazo, y lo llevó hacia Near. Near veía al chico que le gustaba con la cara totalmente ensangrentada, la ropa era casi inexistente, solo había un poco de tela cubriendo algunas zonas del cuerpo irreconocible de Mello.
-Ahhhh...-. Aquello se escuchaba demasiado bajo, se sentía muerto.
A Near le saltaron unas lágrimas, aquella imagen era terrorífica, era traumatizante. Mello estaba envuelto en su propia sangre, y se ahogaba con ella misma, si es que aún podía respirar...
-Dinos donde están las gemas chico-. Dijo Markus, acercándose a Near.
-...Ear...-. Near miró a Mello, había escuchado aquello de milagro. -...Selo...-. Lo había entendido, quería decírselo pero no podía, aquello iba en contra de sus principios, intentaría ganar tiempo.
-Yo..., No lo sé...-. Dijo Near, y Markus pareció enfadarse.
-¡Mientes!-. Gritó este, y se fue a ahogar a Near con sus poderes.
-¡NO!-. Mark y el demonio miraron atrás, y vieron a un chico vestido con un traje de verde y finas líneas amarillas, solo se le veían los ojos, ya que tenía un rectángulo en la máscara. Llevaba dos porras verdes como arma, y nada más. -¡Él no lo sabe, Mihael tampoco, yo sí, me ordenó que las guardara en un lugar que solo yo supiera para que si les torturabais no pudieran deciros nada, pero yo si lo sé, yo las escondí!-. Gritó con valentía.
-Bael, sonsácale información-. Dijo Markus sonriendo macabramente. El demonio Bael, soltó a Mello, y Near se acercó a él, para cogerlo por su espalda ensangrentada.
-Mihael...-. Dijo este, y lloraba, Mello estaba irreconocible, incluso su pelo era rojo por la sangre.
-Ah...-. No podía ni gimotear.
El demonio se fue corriendo a agarrar a Matt, pero este consiguió zafarse, y comenzó a correr.
-¡Perseguidme capullos!-. Gritó Matt, y comenzó a correr.
Nate levantó a Mihael con las pocas fuerzas que tenía.
-Att...-. Dijo este.
-Tenemos que ir a un hospital-. Dijo Near, y vio a Mello negar levemente. -Idiota..., Vas a morir si no recibes atención médica-. Dijo Near.
Mello quiso hablar, así que cogió todas sus fuerzas.
-Y..., Morirá si..., Ayudo...-. Y él morirá si no le ayudo...
Nate se imaginaba a Mello en su estado normal, diciendo aquello, y sonaba tan tierno, sonaba tan engatusador..., Pero luego veía lo que era en realidad, y era solo carne envuelta en su propia sangre, ni siquiera podía distinguir sus ojos de su nariz, o de su boca, la cuál realmente está hinchada.
Nate no lloró porque tenía que ser fuerte, y lo fue, ya que llevó a Mello en contra de su voluntad a un hospital.
-O...-. Se quejó este, dejándose arrastrar, ya que no tenía fuerzas para caminar por si solo.
-Lo siento..., Pero no puedes hacer nada, si vas allí, solo habrá más bajas-. A Near se le caían algunas lágrimas, y estaba sonrojado, se sentía un poco avergonzado de ser tan débil en realidad.
Matt corría por su vida literalmente, realmente estaba cagado de miedo, y aún más cuando al girar la esquina, vio que estaba acorralado.
-¡Oh mierda!-. Gritó asustado.
Markus llegó levitando junto a Bael.
-Bien, ahora, dinos donde están las gemas-. Dijo Markus, y Bael le cogió del cuello.
-¡Espera!, ¡Esto no es una pelea justa!...., Lucha..., Tú..., Solo...-. Matt estaba apunto de desmayar, ya que claramente, no era ningún superhéroe, él, era alguien normal, alguien como tú o como yo.
-Mm...-. Markus sabía que era para ganar tiempo, pero igualmente, ¿Que iba a hacer Matt contra él?, Solo podría retrasar lo inevitable, o incluso hacer que su muerte sea más lenta. -De acuerdo, Bael, suéltale-. Bael le soltó, y Mark se acercó a Matt.
-Vamos, golpéame si eres tan valiente-. Matt ya tenía sangre en su cara, la mano de Bael le había calcinado la máscara, y había calentado la cara de Matt, estaba muy rojo, y su boca sangraba.
-Ahhh...-. Se levantó con todas sus fuerzas, mareado, pero aún así, encajó un golpe en la cara de Mark, haciendo absolutamente nada.
-Patético-. Dijo este.
-Tú si que eres patético...-. Mark golpeó a Matt, haciendo que le saltaran dos dientes. -Maldito hijo de puta-. Mark le dio un rodillazo a Matt en su barriga, este cayó al suelo, y comenzó a arrastrarse por el suelo.
-¿Quieres morir?-. Preguntó Mark, siguiendo a Matt, no iba a una gran velocidad, así que era como caminar muy lento.
Matt se giró, y le miró.
-Moriré si sigo viendo tu cara de mierda, maldito malnacido odioso-. Mark recordó un poco de su pasado, la palabra malnacido le había dolido de verdad.
-Yo..., Malnacido...-.
-¡Son gemelos!-.
Marcus miró extrañado al médico.
-¿Como dice?-. Preguntó Marcus.
-¡¡¡AHHHHHH!!!-. Caroline sufría, aquel bebé era un infierno, le estaba quemando las tripas, sus órganos...
-¿¡Que está pasando!?-. Gritó un médico.
-¡Ah!-. Mark se tocó la cabeza, y vio a Mello en su subsconciente.
-¿Ma...Rk...?-. Preguntó Mello, siendo arrastrado por Near al hospital. ¿Como sabía el nombre de aquel chico?. Espera, antes le había llamado hermano, ¿No será que...?.
-¡¡¡¡AHHHHH!!!!-.
-¡CAROLINE!-. Marcus se acercó con el bebé en sus brazos, de pronto, otro bebé salió del útero de Caroline, pero esta dejó de respirar. -¡CAROLINE, CAROLINE!-.
-Es algo nunca visto-. Dijo un médico. -Esto..., Está fuera de lo natural, ni en mis 10 años de carrera había visto algo parecido-.
-¡¡¡CAROLINEEEEEEEEE!!!-.
Los ojos de Mello se pusieron rojos, Near lo notó, y lo soltó.
-¡Mihael!-. Mello se arrodilló al suelo.
Mark se arrodilló al suelo, con los ojos blancos.
-¡¡¡AHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHH!!!-. Gritaron, y en el cementerio donde estaban escondidas las gemas, los 3 fragmentos salieron disparados.
-¡Para el más digno, le concedo el poder de 10 dioses!-.
Las 3 gemas pasaron de Mark, y se dirigieron a...
-¡MELLO!-. Gritó Near, viendo como de la cabeza de Mello aparecía un anillo como los que tenían los ángeles.
Su cuerpo parecía estar regenerándose, por dentro, pero no por fuera.
Los órganos que tenía chamuscados y aplastados, volvían a expandirse, pudiendo respirar, y tragar.
Sus ojos podían ver más allá de lo nublado que tenía la vista, y de la sangre que tenía en sus globos oculares.
Sus labios dejaron de estar hinchados, y pudo sentir de nuevo calor dentro suyo, algo llamado rabia.
La furia.
La furia Berserker.
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