Matt: Llevo recluido aquí casi un mes. Un mes en el que no he sabido nada de ti. Me han dicho que llegué en estado de shock, que estaba confundido y desorientado, pero yo recuerdo exactamente todo lo que sucedió. Mi hermana me dio de contrabando el celular, no sé por qué te envío mensajes si sé perfectamente que no los vas a responder. La psiquiatra dice que debo canalizar mis miedos, pero el único miedo que tengo justo en este momento es no saber de ti.

¿Recuerdas que una vez dijiste que velarías mis sueños si tenía pesadillas? Pues ahora las tengo, Ash. Sueño con la última vez que te vi, cuando estabas cubierta de sangre en una ambulancia. Tus ojos me veían sin ver, tengo mucho miedo de saber que la tormenta de tu mirada se detuvo, tengo miedo de saber que yo fui el culpable. Cuando llegamos al hospital no me dejaron verte porque no era familiar tuyo. Cuando nuestras familias llegaron tu hermano me golpeó, no lo culpo, merecía más, estaba camino al baño con una navaja cuando tu hermano vino a ofrecerme disculpas. Fue él quien me sostuvo mientras mis padres llegaban. Por un instante fue como si fueras tú, Ash. Perdóname, por lo que pasó y por no haber hablado contigo nunca, por no ser valiente y decirte cuanto te quería, cuanto te quiero.