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Capítulo 2

¡Hola a todos!

Se que ha pasado bastante tiempo, pero quiero recuperar mis proyectos.

Es por eso que vengo con un nuevo capítulo de esta historia.

Espero les guste.

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-5 años después, Narrador normal-

-¡Rápido, traigan más agua aquí!-, varios hombres gritaban mientras otras personas más les pasaban baldes llenos de agua los cuales aventaban desesperadamente a una vivienda destruida y en llamas.

Pronto a la lejanía y acercándose más se comenzaron a oír los sonidos de varias sirenas de coche.

En cuestión de minutos llegaron a lugar varias patrullas, ambulancias y un camión de bomberos con los cuales la ayuda de hizo más fácil y rápida.

Era una fría madrugada de Agosto y nadie sabía que era lo que había ocasionado tal accidente.

Solo habían escuchado una explosión y salieron de sus casas para encontrar este lugar lleno de llamas.

Y los motivos para estar desesperados eran que la vivienda no estaba sola y había personas dentro las cuales seguramente resultaron muy heridas.

Tras varios minutos intentando apagar las llamas, estás por fin cedieron y dejaron trabajar a los equipos de rescate que con ayuda de los vecinos comenzaron a buscar a las personas que adentro vivían.

Un hombre con casco y una lámpara entro en la vivienda por la destruida entrada principal y comenzó a inspeccionar el lugar.

No sé escuchaba nada, no se veía nada.

-¡¿Hay alguien aquí con vida?!-, pregunto lo suficientemente alto para que se escuchara dentro de todo.

Pero una vez más, nadie respondía.

Dió una mirada hacia atrás e hizo una negación, no parecía haber nadie ya vivo.

Todos pusieron miradas serías, eso significaría que tendrían que estar debajo de los escombros, inconscientes y tendrían que adentrarse más, el problema era que había muchos escombros por quitar.

-Despejaremos el área, que alguien vaya a informar-, dijo el hombre mientras otro se ofreció para ese trabajo en lo que los demás entraban a la vivienda para buscar mejor.

El hombre que había decidido ir a informar se veía muy joven, tal vez estaba en sus primeras semanas.

Este, bajo la mirada atenta de una pareja se dirigió hacia su superior, un hombre algo mayor y le informo sobre la situación.

En eso la pareja que lo observaba llegó a interrumpir al lugar.

-Disculpe, ¿Pudieron encontrar algo?-, pregunto una mujer pelicastaña con cierta preocupación.

El joven los miro por un momento, y luego miro a su superior el cual le dió un asentimiento.

-De primer momento no, pero nos adentraremos más en la vivienda para poder hacer una mejor revisión-, dijo a la pareja, mientras la mujer suspiraba un poco tranquila, aunque conservaba su preocupada mirada.

Mientras con los hombres dentro del hogar, tenían algunas dificultades para quitar ciertos obstáculos, pero nada que profesionales como ellos no pudieran superar.

Seguían inspeccionando cada lugar, cada uno dividiéndose una zona en específico.

Algunas partes de la madera húmeda seguían sacando un poco de humo y eso no ayudaba mucho a tener una buena visibilidad.

El hombre de antes había decidido inspeccionar el segundo piso, el lugar donde se encontraban las habitaciones.

Todo el lugar estaba oscuro y humeante.

Entro a una de las habitaciones y comenzó a mirar alrededor.

-¿Hola?-, pregunto al aire mientras se adentraba un poco mas, con cuidado de no tropezar con algo.

Hasta que unos metros delante de él, frente a la cama vio una pequeña silueta, como la de un niño parado mirando sin hacer ruido a la cama.

-¿Niño?-, le llamo tratando de llamar su atención, pero este parecía no escucharlo.

Se sentía algo incómodo por eso, pero se acercó más hasta tocarle el hombro.

-¿Estás bien?-, pregunto llegando a su lado y tocando su hombro, pero este seguía sin hacerle caso, entonces inmediatamente siguió la mirada de este hasta ver lo que este miraba intensamente.

Quedándose igual de impactado que este.

Postrada en la cama permanecía el cuerpo de una mujer de la tercera edad, no parecía presentar signos vitales y de hecho, se sorprendería de que lo hiciera, pues prácticamente la mujer estaba completamente muerta.

Tenía la cabeza decapitada y un gran corte diagonal en el pecho, la cama estaba llena de sangre.

El lugar ahora tomaba un ambiente más tétrico y oscuro.

Rápidamente se recompuso y sacudió al niño por los hombros.

-Nos tenemos que ir de aquí-, dijo pero el niño seguía tan absorto en su mundo, así que no tuvo más remedio que cargarlo y llevarlo hacia el piso de abajo no sin antes dar el aviso a sus compañeros del cuerpo encontrado en el segundo piso.

El pequeño fue atendido y abrigado por los paramédicos que habían asistido a la escena en busca de salvaguardar a los heridos.

Rápidamente una pareja reconoció al pequeño y se acercó a él rápidamente, la mujer no lo resistió más y lo abrazo llorando, mientras el hombre mostraba una expresión más aliviada al verlo a salvó.

Minutos después, una camilla con un cuerpo cubierto por una gran bolsa negra salió de la casa.

Todos ya suponían lo que debía ser y pusieron caras algo tristes.

Pero el pequeño nunca apartó la mirada de aquel cuerpo, la mujer que lo abrazaba noto esto y puso una mirada aún más triste, sabía que el pequeño debía estar sufriendo.

-Se lo que sientes, es horrible...-, comenzó a hablar la mujer. -Pero desde ahora todo va a cambiar, estarás con nosotros, siempre-, dijo ella sin recibir respuesta alguna.

Todo dentro de aquel pequeño parecía haber muerto.

-10 años después, Narrador Yo-

Desperté bruscamente de mi sueño, mientras mi respiración y latidos eran agitados.

Había tenido de nuevo aquella pesadilla, aunque más que pesadilla, eran horribles recuerdos.

Mire hacia la ventana, los rayos de luz apenas entraban por las cortinas, mire mi alarma, había despertado 20 minutos antes de lo programado.

Sin más suspiré mientras me secaba el sudor de la cara, sacudía mi cabeza y apagaba la alarma, pues ya no tenía sentido al yo haber despertado antes.

Entre a la ducha, aprovechando para refrescar mi cuerpo y mis pensamientos.

Cuando termine, me comencé a cambiar sin prisa, hoy sería mi primer día en la nueva academia y la verdad, como todo estudiante de 15 años, no me sentía de lo más entusiasmado.

-¿Yuu-kun?-, mientras me abrochaba los botones de la camisa, escuché la voz de mi madre detrás de la puerta.

-¿Si, Ka-san?-, pregunté mientras terminaba y comenzaba a acomodar las cosas en mi maleta.

-Oh, pensé que seguirías dormido-, dijo ahora asomándose por la puerta.

Yo le sonreí.

-Desperte un poco más temprano-, le dije cerrando mi maleta y sacando una pequeña loción de uno de mis cajones para ponermela e ir hacia el espejo para arreglarme un poco mejor.

-¿Emocionado?-, pregunto mientras entraba a la habitación y se paraba detrás de mi

-¿Tu crees?-, pregunté irónicamente.

Ella solo rio un poco mientras se ponía frente a mi y acomodaba un poco mi cuello.

-Deberias estarlo, hoy comienzan tus días de preparatoria-, dijo terminando de acomodar mi cuello. -Te ves muy guapo-, dijo sonriendo mientras me acariciaba la mejilla.

-Como digas-, dije sonriendo mientras miraba nuevamente al espejo para acomodar mi cabello.

Mi madre comenzó a dirigirse a la salida.

-El desayuno está listo, baja cuánto antes-, me dijo mientras yo asentía.

Minutos después baje con mi maleta en la mano derecha.

Al bajar me encontré con toda la familia reunida, en la cocina estaba mamá, mientras mi padre y mi hermano estaban sentados en la mesa tomando su desayuno, mi padre estaba comiendo tranquilamente mientras leía su periódico y mi hermano parecía más ansioso de lo normal, aunque ya sabía porque.

-Buenos días-, dije sentándome.

-Oh, buenos días Yuu-kun-, dijo mi padre apartando un momento la vista de su periódico.

El era Gorou Hyoudou, mi padre adoptivo.

-Ohayō, otōto-, escuché la molesta voz de mi hermano.

El era Issei Hyoudou, desgraciadamente, mi hermano mayor adoptivo.

-No me llames asi-, dije con una vena en la frente.

-¿Porqué?, Si eres mi otōto-, dijo sonriendo.

-¡Porque no planeo ser el hermano de un pervertido, eso arruinaría mi reputación en el primer dia!-, dije tomándolo del cuello.

El se puso algo nervioso, pero asintió rápidamente.

-Ya están peleando de nuevo...-, mi madre dijo apareciendo en escena mientras ponía el plato con el desayuno frente a mi.

Ella era Himiko Hyoudou, mi madre adoptiva y la más normal de todos, además de ser con quién mejor relación tengo.

-Diselo a tu pervertido hijo-, dije cerrando los ojos mientras comenzaba a desayunar.

-¡Oye!-, escuché como Issei gritaba algo indignado mientas mi madre solo reía un poco a la vez que lo miraba con algo de lástima.

El resto del desayuno paso normal y después de eso nos preparamos para comenzar el camino a la academia, la cual no quedaba muy lejos de nuestro hogar.

-Nos vamos-, dijimos ambos mientras nos despedíamos de nuestros padres.

En el camino trataba de permanecer lo más alejado de mi hermano.

Sinceramente lo respetaba más cuando aún era un niño no pervertido.

Mientras íbamos de camino, comencé a recordar todo lo que pasó en estos largos años.

-Flashback, hace 10 años-

Después de haber sido acogido en aquel orfanato, tuvieron que pasar dos largos años hasta que alguna familia decidiera adoptarme, aunque en mi caso fue una mujer algo mayor.

En ese tiempo hubo muchas personas que trataron de adoptarme, y casi estuvieron por hacerlo, pero al parecer algo se los impedía, al menos ese no era el caso de aquella mujer.

En esos dos años de orfanato la señora Hyoudou fue a visitarme sin falta al menos una vez por semana y creo que debió estar algo triste y feliz cuando me adoptaron por fin.

Yo también lo estaba.

Pero siempre hubo algo que me preocupo demasiado, y esa era la sangre de demonio que corría en mi interior, no quería ser un peligro para nadie, pero creo que salir del orfanato era muy bueno, pues esto me daria algo de libertad para prepararme, pues no seamos ingenuos, si en verdad Katerea Leviathan es mi madre, en ese caso se supone que yo debo tener sangre de un demonio original en mi interior.

Sere perseguido por muchos y no quiero ser un debilucho.

Pensaba entrenar cuando tenga la edad suficiente y mientras tanto enfocarme en vivir tranquilamente, pero nada de eso fue posible, debido a que lamentablemente las circunstancias y el destino no querían eso para mí.

Vivi tranquilamente con aquella mujer por tres años, me sentía feliz y en verdad me había encariñado mucho con aquella persona, a la vez que me sentía triste por ella.

Había sido adoptado debido a que la mujer quería pasar sus últimos días acompañada, debido a que no tenía familia a quien amar y no tenía a nadie a quien heredar.

Llegué a quererla como a una verdadera madre y lo que pasó aquella noche en verdad me dolió mucho y me hizo despertar finalmente.

-Narrador normal-

Era una fría noche de Agosto, o al menos así lo sentían las personas de aquel hogar en el que nos enfocamos.

Habían terminado su día normalmente, un día tranquilo y como cada día, cada quien se prepararía para dormir.

-Descansa Yuu-chan-, decía una mujer mayor a un pequeño que estaba ya acostado y listo para dormir.

-Hai Oka-san, tu también descansa-, respondió el niño con mucha naturalidad.

La mujer sonrió mientras le daba un beso en la frente y se dirigía a su habitación.

El niño la observó irse, por algún motivo tenía un mal presentimiento, uno demasiado malo, pero no se atrevió a pedirle a su madre adoptiva que lo llevará a dormir con ella.

Sin más, la mujer salió de la habitación apagando las luces con ella.

Sonreía como cada día desde que el pequeño había llegado a su vida para alegrarla un poco más.

Al principio a aquel orfanato fue en busca de alguien a quien dejar todo su legado, pero también fue a buscar a alguien que la acompañará por el resto de lo que le quedaba de vida y al ver a aquel pequeño castaño, supo que este era el indicado.

Desde el primer día se encariño mucho con el y se sorprendió de lo inteligente que era.

A diferencia de los demás, el era muy serio, pero amable, no sé portaba rebelde como otros niños de su edad, casi no jugaba y prefería estudiar, era como si fuera alguien mayor en el cuerpo de un niño, eso sería perturbador, pero a ella le agradaba, pues tampoco estaba en edad de cuidar y educar a un niño desde cero y le alegraba y enorgullecía que el pequeño Yuu sea tan inteligente y serio.

Sabía que sin un día ella por alguna casualidad ya no estuviera más en este mundo, Yuu no quedaría solo, pues había una mujer que también lo quería e incluso de vez en cuando lo iba a visitar.

Yuu parecía entenderla mejor que nadie y cuando hablaban incluso le daba algunos consejos de vida, y es por eso que creía que era un niño con la mentalidad de adulto.

-Espero pasar muchos años contigo, mi hijo-, dijo ella en voz baja mientas se acomodaba en su cama y apagaba las luces.

La noche sería tan normal.

Hasta que un fuerte ruido y presencia alertaron al pequeño que dormía en la habitación de a lado.

Se levantó rápidamente al sentir tan aplastante presencia.

Miro la hora, aún era de madrugada.

-¿Que es esto?-, se pregunto mientras veía como su mano temblaba un poco. -¡Madre!-, se dijo alarmado meintras salía rápidamente de su habitación.

Había sentido aquella presencia merodear por el lugar, pero pensó que era normal, es decir, estaban en uno de los lugares con mayor actividad sobrenatural.

Esto no era nada bueno.

Aquel mal presentimiento que tenía era real.

Pero al tratar de entrar a la habitación de su madre la puerta fue derribada de un solo golpe por una presencia de aspecto humanoide.

-¡Tu! ¿Eres un demonio?-, pregunto aquella creatura mirando al niño con sus aterradores ojos y mandíbula, pero con algo de curiosidad.

El niño no contesto, pues estaba totalmente impactado.

-¡Si lo eres!-, dijo aquel ser mientras lo golpeaba con uno de sus grandes brazos.

El golpe fue suficiente para enviarlo hasta el otro lado del pasillo y romper en su camino algunas cosas.

-Ughhh-, se quejo el pequeño limpiando algo de sangre que tenía en la boca tras semejante golpe. -"Me sorprende que aquello no me haya matado"-, se dijo a si mismo, pero rápidamente pensó que era debido a que desafortunadamente, también era un demonio.

Miraba serio como aquel demonio renegado se acercaba a él lentamente.

-Si lo eres, ningún niño humano sobreviviría a eso-, dijo sonriendo mientras llegaba a dónde esté y lo tomaba por los cabellos.

-¡Haaaaa!-, gritaba este de dolor.

-Dime niño, ¿Que hacías con una humana?, ¿Y tu familia?-, preguntaba este mientras el niño ahora más calmado no contestaba y lo miraba con una fría mirada. -Espera...-, dijo mientras una asquerosa sonrisa aparecía en su cara. -¿No tienes?, ¡Eres un bastardo!-, su sonrisa se hizo más grande mientras azotaba el pequeño cuerpo contra una de sus rodillas.

El niño abrió grandes los ojos al sentir como el aire se escapaba de sus pulmones y por el inmenso dolor que sentía.

-Como no tienes familia podré divertirme contigo, ¿No es maravilloso?-, pregunto este mientras comenzaba a golpearlo en repetidas ocasiones en cada parte del cuerpo.

-¡NO LO ES!-, repentinamente escucho el grito del niño a la vez que era sorprendido por un golpe en la cara, el cual lo hizo retroceder algunos metros.

Tras unos segundos se recuperó y lo miro con una sonrisa mucho mayor.

-Para ser un niño bastardo tienes mucha fuerza, me preguntó porque te habrán abandonado a morir-, dijo este mientras golpeaba nuevamente al niño. -Aunque la verdad es que no fue para tanto...-, dijo.

-"Maldición"-, pensó el niño por su mala suerte, si tan solo se hubiera imaginado algo como esto. Entonces adolorido, pero temeroso miro lentamente a la cara de aquel demonio.

-¿Q... Que hiciste con la mujer?-, preguntó serio mientras el demonio dejaba de golpearlo por un momento.

-¿Hablas de la humana?-, pregunto. -Espera... ¿Te habías encariñado con ella?-, dijo con algo de burla. Al ver la reacción del pequeño sonrió mientras lo llevaba arrastras hacia la habitación de la mujer.

Al llegar lo aventó al fondo del cuarto.

El niño se levantó lentamente temiendo lo peor y al verlo se quedó totalmente sin habla.

Ella estaba...

-¡ESTA MUERTA!-, grito del demonio detrás de él mientas reía fuerte. -Aunque debo decir que murió pacíficamente...-, dijo este restándole importancia.

Si, sus gritos habían sido demasiado pacíficos a sus oídos.

Al no escuchar ninguna reacción, volteo a mirar al niño, pero este solo estaba paralizado frente al cuerpo.

En sus ojos no había ningún rastro de vida, algo que lo asustó.

Apretó los dientes debido a aquello.

-Es solo un mocoso-, acercó una de sus manos para tratar de tomarlo por los hombros.

Pero un aura plateada comenzó a escapar del pequeño niño castaño.

-¡¿Qué?!-, se sorprendió por aquello y se asustó cuando sus dedos más cercanos comenzaron a congelarse lentamente.

Rápidamente se aparto de él.

Aquella capa de hielo seguía a través de sus dedos hasta casi cubrir la mano entera.

-Maldición...-, murmuró mientras cortaba dicha mano.

Algo que le hizo quejarse por el intenso dolor, afortunadamente él hielo no siguió, pero la mano en el suelo fue congelada en su totalidad.

-Ella no tenía ninguna culpa...-, escucho como el niño hablo con voz muerta, parecía no ser él.

-¡No te quieras hacer el valiente en este momento!-, grito el demonio con irá mientras se lanzaba a atacarle.

Todo pareció ir en cámara lenta.

El niño volteo e hizo algo imposible a sus ojos.

Tenía la mirada más fría que había visto en toda su miserable existencia.

Pero había algo más.

Derrepente dejo de moverse y quedó congelado a medio camino.

-"¿Que... Me está pasando?"-, pensó tratando de forzar a sus extremidades a reaccionar.

Pero todo era inútil.

Había quedado totalmente vulnerable, a la merced de aquel pequeño niño de su misma raza.

-"Un demonio normal no sería capaz de tener estos poderes, mucho menos siendo un mocoso"-, pensó asustado por todo aquello.

El niño parecía querer acercase a él, pero al dar un paso cayó de rodillas en el suelo respirando con agitación.

El demonio por fin pudo moverse.

-¡¿De que maldita familia vienes?!-, pregunto algo aturdido aún, pero el mocoso no respondía.

Puso nuevamente una sonrisa superior.

-Al ser un niño aún no tienes control de ese poder-, dijo ahora acercándose lentamente. -Serás una gran amenaza en el futuro... Por lo cual debes ser exterminado-, una masa de energía oscura se comenzó a manifestar en su mano izquierda.

De nuevo el tiempo comenzó a correr de forma pausada.

El niño en el suelo estaba llevando a cabo una intensa conversación consigo mismo.

O eso parecía ser.

En lo que parecía ser una dimensión diferente, con grandes montañas y un cielo carmesí, se encontraba aquel niño.

Este era su espacio mental.

Estaba de rodillas llorando.

Llorando por no haber protegido a aquella mujer que tanto lo cuido, llorando por no ser lo suficientemente fuerte aún como para tomar venganza por sus propias manos.

-Son tan solo tuviera ese poder...-, murmuraba mirando el suelo con dolor.

En el exterior podía sentir aquel ataque del demonio acercarse a su ser.

-No quiero morir aún...-, se dijo a sí mismo, asustado por todo aquello.

Pero repentinamente...

-[¿Quieres poder?]-, escucho una voz gruesa.

Sorprendido miro a todos lados, pero no encontró de dónde provenía dicha voz.

-[Lo preguntaré de nuevo... ¿Quieres el poder para tomar venganza?]-, la voz gruesa sonó nuevamente.

-Si...-, está vez si contesto algo cegado por aquello.

Escucho como aquel ser que hablaba en su mente hacia un pequeño quejido, parecía haber sonreído.

-[Yo te lo daré...]-, dijo mientras el niño veía como algo se materializaba en su brazo.

-¡Esto es...!-, salió de aquel trance a la ver lo que tenía ahora.

-[El Boosted Gear]-, la voz ahora provenía del guantelete que llevaba. -[Soy el Dragón Emperador Rojo y tú ahora eres mi nuevo portador, Yuu Leviathan]-, aquello le dejo sin habla.

De tantas posibilidades que había en el mundo, aquello parecía ser un milagro.

-[¡Lucha]-, grito el dragón.

Yuu solo puso una mirada de completa determinación.

De vuelta al mundo real.

-¡Dragón... -, el demonio vio como algo apareció en el brazo izquierdo de aquel niño, rápidamente dedujo que era un Sacred Gear, algo que lo hacía mucho más peligroso, pero solo pudo pensar aquello antes de ser despedazado. -... Shot!-, del brazo izquierdo del niño salió un poderoso rayo de energía.

El demonio no pudo pensar mucho más, pues su cuerpo explotó en una lluvia de sangre.

El pequeño ataque fue demasiado destructivo, pues la explosión causada lleno de fuego varias partes de la vivienda, comenzando a incendiar el lugar.

Pero aquello no le importo al pequeño.

-[Bien hecho]-, una vez termino el ataque, el guantelete desapareció, no sin antes que el dragón le felicitara.

Este solo se acercó al pie de la cama, observando el cuerpo sin vida de su madre.

-Perdoname...-, tomo su fría mano mientras algunas lágrimas escapaban de sus ojos. -No quería esto...-, nunca se imagino que esto podría pasar.

Sus ojos y todo su ser habían perdido todo el sentido.

-Fin del Flashback, Narrador Yo-

Aquello sin duda fue un duro golpe en mi vida, pero me ayudó a despertar.

Para nada nunca estaré feliz de que aquella mujer inocente muriera por mi culpa, pero su lamentable muerte fue lo que me hizo ver el mundo tan cruel en el que vivía y la maldición que llevaba por ser parte de lo sobrenatural.

Además de que me ayudó a ver qué vivir pacíficamente sería imposible y me hizo ver mis capacidades, como el que yo fuera el Sekiryuutei y no Issei.

Lo mire de reojo, en realidad él era una buena persona, por lo que no me siento tan mal por quitarle el puesto en este mundo, Issei no merece sufrir todo aquello, él solo es alguien normal, como muchas personas, sin nada de culpa por lo que sucede y lo que sucederá.

Enterarme que soy el Sekiryuutei fue una sorpresa total.

Entonces se estaría hablando de que ambos portadores de los Dragones Celestiales, tienen sangre de uno de los Cuatro Reyes Demonio originales.

Vali es un Lucifer y yo soy un Leviathan.

Este mundo estaba completamente loco.

Desde aquella vez no deje entrenar día a día, todos los días estuve entrenando hasta el cansancio y sin descanso.

No sólo para dominar el poder que me fue entregado por obra divina, sino también para dominar los propios poderes que tenía debido a ser un demonio con la sangre de Leviathan.

No por nada en la pasado fue uno de los Reyes Demonios más fuertes que había, esto era debido a que su sangre era especial al igual que la de Lucifer, la de Asmodeus y la de Beelzebub.

La sangre de Leviathan tenía dos peculiaridades el poder de dominar el agua, osea el poder de dominar todos sus estados. Refiriéndome a sus estados estaría hablando de el hielo, el vapor y el líquido en sí. Y el poder de paralizar a ciertos seres con solo la mirada, esta era la peculiaridad de la sangre de Leviathan.

Además de obviamente tener un poder demoniaco simplemente bruto y aplastante. Los límites no existían para un demonio con la sangre pura de cualquier Rey Demonio.

Después de unos minutos de camino habíamos llegado por fin a la Academia.

Nunca la había visto en persona, era grande y para nada se comparaba como se veía en el anime, simplemente era muy diferente y hermosa.

Entramos y me tuve que separar de mi hermano el cual se fue con sus amigos pervertidos.

Eso era lo único que no me gustaba de él, es decir, yo era pervertido pero no modo tan extremo como lo era él, simplemente yo guardaba un perfil bajo y era como cualquier persona normal.

Bueno, cuando me separé de él, me dirigí a mi aula porque hoy era mi primer día aquí y comenzaba clases.

A diferencia de él, yo era nuevo.

La bienvenida a los nuevos estudiantes sería el día de mañana, por lo cual ahora solo debida preocuparme por llegar a tiempo a mi salón.

Y así fue, cuando llegué, abrí sin tocar.

Había muchos alumnos hablando entre sí.

No conocía a nadie, por lo que solo suspiré y fui a tomar asiento lo más apartado de todos.

Note como varios me seguían con la mirada, pero solo decidí ignorarlos, aunque sentí por lo menos dos presencias no humanas en el salón.

Algo común, pues está academia y esta ciudad en si, era de las zonas con más actividad del mundo sobrenatural, lo que no sabía era si ellas me habían logrado captar.

Al cabo de unos minutos, las campanas sonaron y por la puerta entro quien sería nuestro tutor.

-¡Muy bien jóvenes, comenzaremos con las presentaciones!-, dijo muy animado.

Esto sería aburrido, pero era el puente para adentrarme más en el mundo sobrenatural.

Solo esperaba hacerlo bien.

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¡Y es todo!

Espero que les haya gustado, posiblemente algo confuso, pero en los capítulos siguientes iré desglozando todo.

Gracias por leer y no se olviden de votar y comentar.

Bye bye ^^.

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