- Estoy preocupada, Jamie, ¿qué harían Chris y Rose juntos en la habitación del hospital? Tuvo que ser fuerte el impacto para que afectara a Thoma y despertara del coma.

Sofia estaba sentada en el sofá delante de la chimenea tomando té. Rose ya estaba durmiendo supuestamente y James fue a sentarse con ella tras guardar unos papeles.

- Chris tenía una herida en el labio, Rose debió de golpearle de nuevo por alguna razón- siguió ella.

- Si lo hizo seguro que Chris se lo merecía- respondió James.

- No lo dudo... Pero Chris tenía novia, ¿no?

- Quién sabe, las relaciones a esa edad suelen durar poco. Quizá Chris solo quería entretenerse hasta que volviera Rose... Ese desdichado... No quiero que esté cerca de mi hija- se molestó James apretando los puños.

- Ahora que Thoma ha despertado las cosas podrían cambiar- insinuó Sofia.

- Es cierto, quién sabe... Pero yo no voy a bajar la guardia. Me transmite un aura como la mía... Una vez se propone un objetivo lo alcanza.

- ¿Ah, como tú, eh?

- Yo soy mejor. Esperé pacientemente a tenerte.

Se acercó a Sofia y le dio un beso en la mejilla.

- Sí, mientras te colabas por la ventana, me besabas en la oscuridad en los bailes y me secuestrabas- se rió Sofia.

- Buenos tiempos- se rió James-. Aunque mejoraron cuando ya no hubo nadie de por medio. Como ahora.

James recibió un beso en los labios antes de que pudiera reaccionar. Se los lamió queriendo más.

- Mmmm... sabe a té de rosas... ¿Y si dejas un momento la taza y me pruebas a mí?- insinuó James con una sonrisa pícara.

Sofia soltó una risilla y le devolvió una mirada sensual que fue recompensada por una serie de besos dirigidos a sentir el sabor del té de rosas de sus labios. James le lamió los labios, juguetón y ella sintió mariposas en el estómago.

- ¿Sabes qué sería interesante? Organizar un baile enmascarado en navidad- propuso Sofia.

James se levantó del sofá y con una reverencia la invitó a bailar.

- Está bien, pero queda mucho. Por ahora, concédeme este baile.

- ¿Cómo podría negarme a bailar con mi príncipe?- sonrió Sofia levantándose y haciendo una reverencia.

Pusieron música y comenzaron a bailar por el centro de la habitación. Realmente era romántico. De vez en cuando James le susurraba cosas al oído que la hacían soltar una risilla nerviosa o sonrojarse. Al terminar el baile, le cogió la cara entre sus manos y le dijo:

- Soy afortunado de tenerte, mi bella Sofia. No has dejado de parecerme hermosa y siento que cada vez lo estás más.

A Sofia le brillaban los ojos y se le sonrojaban las mejillas. Le ofreció una tierna sonrisa.

- Será porque mi rostro expresa mi amor por ti.

James frotó su nariz con la de ella y juntaron las frentes un momento.

- Gracias por estar conmigo, mi bella esposa.

- Gracias por no rendirte. Te amo...

- Te amo, Sofi.

Se miraron a los ojos y sonrieron a la vez. Sus labios se juntaron de nuevo en un dulce beso y decidieron continuar bailando un poco más antes de desvestirse para dormir. Ese día venían de una reunión y estaban vestidos muy elegantes. Tuvieron que ir deprisa al hospital al recibir la llamada de la enfermera y recogieron a Rose. Los chicos solo confesaron que en un descuido cayeron sobre Thoma causando que despertara. No quisieron  decir qué hacían para haber caído de esa forma. A nadie le importaba ya, Thoma estaba bien y eso era lo que importaba.

Rose por su parte apenas logró conciliar el sueño y cuando lo hizo, tuvo pesadillas con Chris. Soñó que era gigante y la tenía agarrada con una mano. Al despertar fue a lavarse la cara y se miró al espejo viendo las ojeras que tenía. Entonces recordó que Thoma estaba de vuelta y pronto podría volver a clases. Se animó con el pensamiento de que podría darle una oportunidad por fin y dejaría de sentirse mal. Se había encariñado con él durante el tiempo que estuvo visitándole y siguió haciéndolo hasta que por fin se recuperó y pudo volver a clases un mes más tarde. Estaba totalmente recuperado y parecía como si nunca hubiera pasado nada. Eso sí, las tormentas le dejarían una mala experiencia. Jamás se haría electricista, eso lo tenía seguro.

Durante ese tiempo, Chris estuvo de viaje y no se le vio mucho. Al parecer, se había quedado intrigado con la isla y quiso hacer otro viaje para ver qué más podía descubrir. Al final llegó a la misma conclusión: quien tenía la información era la familia de Rose y nadie más sabía lo que ocurrió ya que nadie sobrevivió excepto Sofia y James, además de que Lyon, el hermano de Leo había muerto de una extraña enfermedad. Eran los únicos tres que conocían lo ocurrido. Por otra parte, estaban los padres de Sofia que también estaban informados sobre la isla, pero no habían estado, por lo que no sabían más que Carl y su padre.

Cuando regresó, Chris se llevó una sorpresa. Solo había pasado un mes desde que se fue y Thoma ya estaba yendo a clases, riendo como siempre y participando en la obra de teatro como Romeo. Además, Rose y él parecían estar llevándose muy bien... Ese día habían quedado para tener su segunda cita por fin. El resto de días se habían visto fuera de clase y a veces Thoma la acompañaba a casa. También se veían en teatro y Thoma demostraba saberse el papel que había estado practicando en el hospital antes de que le dieran el alta. Rose era Julieta y juntos formaban buena pareja, actuaban muy bien juntos. El director estaba bastante satisfecho con su trabajo. Tanto, que Rose se atrevió a pedirle un papel más activo en la próxima obra, aunque tuviera que hacer papel de chico. Quería luchar con espadas y tirarse al suelo fingiendo muerte o forcejear con el adversario. El director estaba impresionado con su motivación, por lo que le dijo que ya pensaría en algo para que pudiera tener ese papel y si realmente era tan buena en acción como en romance no dudaría en darle el papel.

Antes de su cita, Rose pasó por casa de Chris, quien la llamó para contarle sus descubrimientos. Pero era una trampa. Cerró la puerta de su habitación con llave y Rose se asustó.

- Tranquila, no te haré nada... Solo voy a asegurarme de que nadie entre y lleguemos a un acuerdo tú y yo.

Eso no calmaba mucho a Rose, pero decidió mostrarse impasible. De hecho, tenía curiosidad.

- Dime qué quieres.

- Obviamente no te diré nada ahora, no solo por falta de tiempo, sino que también porque antes quiero saber que tendré tu plena colaboración. Y para asegurarme de ello...

La atrajo hacia él, pero ella se apartó. Siguió retrocediendo hasta que la hizo caer en su cama. Le sujetó la cara y se la giró hacia un lado mientras ella sujetaba sus brazos tratando de apartárselos, pero no podía.

- ¿Quieres información? Pues estate quieta.

Rose dejó de resistirse, pero al sentir los labios de Chris en su cuello agarró con fuerza sus mangas.

- Aaayy...

- Suerte para esconder esa marca- dijo Chris dejando que se levantara y se mirara en un espejo.

- ¿Qué es esto? ¿Un chupetón? ¿Cómo voy a explicar yo esto a quien me vea, sobre todo a mis padres?

- Tu verás cómo lo ocultas. Aunque esta vez te lo hice más atrás y hacia el hombro, se puede cubrir con el cuello de la camisa. Pero si no colaboras conmigo o te pones en mi contra o revelas a alguien algo, te lo haré en un lugar más visible. ¿Está claro?

Rose asintió poniéndose de morros. No le hacía gracia, pero podía haber sido peor. Al día siguiente quedarían para que Chris le contara todo. Por el momento, se marchó deprisa a su cita con Thoma mientras Chris la veía correr por la ventana. Se lamió los labios, sintiendo el sabor de la piel de Rose. Esa era una nueva sensación. No estaba seguro de que fuera bueno o malo o si le gustaba o no, pero tenía ganas de seguir experimentando. Primero el beso en el hospital, luego el chupetón... Recordaría su sabor, eso seguro. Lo reconocería hasta en la oscuridad. Le recorrió un escalofrío y sintió repulsión hacia sí mismo. "Idiota, no se te ocurra sentir nada por ella", se dijo a sí mismo. Tendría que buscarse otro pasatiempo para distraerse...