Prólogo: La Leyenda del Rey Shadow Knight y El Caballero Alado
Era una noche oscura y fría como cualquier otra del año, los cielos estaban despejados y la luna, junto con las estrellas, iluminaba las calles de la Noble y Leal Ciudad de Canterlot, Capital del Reino de Equestria, la cual se encontraba de fiesta aquella noche, pues las casas y los edificios más importantes de la metrópoli estaban decorados con finos tapices en los que estaban estampados los símbolos del sol y la luna, así como el escudo de armas de la ciudad y el escudo nacional de Equestria, siendo este último el que más era reproducido en las decoraciones que se habían instalado en las calles, las cuales se encontraban llenas de ponis terrestres, unicornios y pegasos que con gran alegría recibían al Rey Night Galaxy y a su esposa Nova, quienes hace algunos meses atrás habían dejado el Palacio Real de Canterlot para dirigir la campaña militar contra los minotauros, unos extraños seres con cabeza de toro que años atrás habían llegado a las costas de Equestria con el fin de conquistar el Reino de los Ponis.
Afortunadamente, los planes del Rey Minos, Gobernante de la Isla de Creta y Líder de los Minotauros, jamás se concretaron y las fuerzas invasoras se vieron obligadas a abandonar las costas equestrianas para nunca más volver a pisar el Reino de los Ponis, cuyos habitantes les habían demostrado que, a pesar de su tamaño o sus diferencias raciales, tenían la capacidad de hacerle frente a las adversidades, sobre todo porque cada una de las tribus que se había unido para crear el Reino de Equestria presumía tener un pasado legendario que los obligaba a luchar contra cualquier amenaza sin importar si esta era mágica o no.
Al mismo tiempo en una de las habitaciones del Palacio Real de Canterlot, lejos del jolgorio y el bullicio de las calles, dos potrancas alicornio se encontraban sentadas sobre una fina alfombra de seda, la cual estaba rodeada por cojines y peluches de dragones, así como por juguetes que representaban a potros que portaban lujosas armaduras, pero el que quizás más resaltaba de todos estos era un peluche con forma de pegaso, el cual sostenía en uno de sus cascos una espada, cuya hoja estaba cubierta por siete gemas de distintos colores y formas; dicho juguete era el favorito de las dos potrancas debido a que este había sido un regalo de su niñera, quien hace algunas semanas atrás había contraído matrimonio con un joven aristócrata de Manehattan y la cual les hizo aquel peluche como regalo de despedida, regalo que iba acompañado de un libro de mitos y leyendas cuyas ilustraciones cobraban vida mágicamente cada vez que alguien colocaba su cuerno cerca de las hojas.
-Princesa Luna, su fiel y leal caballero ha venido a su palacio para hablar con usted y pedirle humildemente que sea mi esposa -decía una potranca alicornio de cuero color azul zafiro y crines color azul persa intentando imitar una voz masculina al tiempo que acercaba el peluche del pegaso hacia ella -He derrotado al malvado y tiránico Rey Shadow Knight, las Fuerzas de Yahvé han protegido al Reino de Equestria y ahora que ya no tengo nada más que hacer, le pido que me permita estar a su lado -en ese momento, la pequeña potranca iluminó su cuerno y con su magia atrajo una muñeca que tenía su misma apariencia, solo que en una edad un poco más adulta, después trago saliva y suavizando su voz dijo -Oh... Silver Sword, nunca creí que me pedirías ser tu esposa... ¡Claro que acepto tu anillo de bodas!
- ¡Un segundo! ¡Esta unión no puede darse! -gritó molesta una potranca alicornio de cuero color blanco y crines color rosa al tiempo que el muñeco de un potro terrestre con largas barbas blancas aparecía en medio de ambos juguetes -Ella no está destinada a estar a tu lado, el amor que buscáis es el de la Princesa Celestia -dijo la potranca blanca iluminando su cuerno y haciendo aparecer una muñeca que, al igual que la de su hermana, tenía su misma apariencia y con una edad un poco más adulta, luego con una voz tierna y suave acercó su muñeca al peluche del pegaso diciendo - ¡Oh, Sir Silver Sword! ¡Tu camino de luz te ha guiado hasta mí! ¡Seremos felices para siempre!
En ese momento, la pequeña alicornio blanca comenzó a tararear la Marcha Nupcial de Mendelssohn mientras que la potranca azul solo observaba en silencio como su hermana utilizaba su magia para juntar su peluche con la muñeca al tiempo que imitaba varios sonidos con los cuales intentaba simular los besos que se daban ambos personajes.
- ¡Oye! ¡Se supone que esta es mi boda! -gritó la pequeña Princesa Luna enojada para después arrebatarle con su magia el peluche a su hermana, luego la potranca abrazó al peluche para darle un beso en la frente diciendo -No le hagas caso a la Bruja Blanca, yo soy tu verdadero amor, Sir Silver Sword... ¡Nadie nos separará! ¡Ni siquiera mi hermana! ¡Celosa!
- ¡¿Celosa?! ¡Yo soy más bonita que tú! -respondió la pequeña Princesa Celestia molesta al tiempo que iluminaba su cuerno para arrebatarle con su magia el peluche a su hermana, después lo colocó a su lado para abrazarlo diciendo -Solo míranos, somos la pareja ideal y él me ama a mi como yo a él.
-Si, pero Yahvé y la Princesa Atenea no estan de acuerdo con su relación por ser un atentado contra la naturaleza -dijo la pequeña Princesa Luna esbozando una sonrisa maliciosa mientras colocaba junto a la muñeca de su hermana el muñeco del potro terrestre de barbas blancas, así como una muñeca que representaba a una unicornio de crines cafés que vestía una armadura color verde, luego con su magia tomó la muñeca de su hermana para colocarla al lado de un muñeco con forma de cabra diciendo -Ahora, por desobedecer los mandatos divinos has sido enviada a las Tierras Infernales para ser la esposa de Grogar.
- ¡¿Con Grogar?! ¡Qué asco! -exclamó la pequeña Princesa Celestia sorprendida y a la vez sintiéndose aún más molesta con su hermana debido a que no le había gustado la broma que esta última le había hecho, después iluminó nuevamente su cuerno y con su magia tomó la figura del macho cabrío para lanzarla contra un montón de almohadas en las que estaba pegado un trozo de pergamino que tenía escrito el nombre de una ciudad antigua.
- ¿Por qué hiciste eso, Celly? Acabas de enviar a tu esposo a una isla llena de ponis inocentes que no tenían nada que ver con nuestra pelea -dijo la pequeña Princesa Luna asustada al ver el lugar en el que había caído el muñeco con forma de cabra -Pobres habitantes de Skygold, pero estoy segura de que el caballero y sus fuerzas ya estan en camino para ayudarlos.
-Si, él ya está en camino -dijo la pequeña alicornio blanca soltando un bostezo para luego subirse a su cama y acostarse en esta diciendo -Ya me cansé de jugar, me voy a dormir antes de que mamá y papá se enteren que estuve despierta perdiendo el tiempo en estas niñerías.
-Celly, no seas tan aburrida y amargada -dijo la pequeña alicornio azul zafiro subiéndose a la cama de su hermana para intentar animarla y convencerla de seguir jugando con ella - ¿Qué tal si jugamos a las doncellas? O... si quieres, puedo dejar que esta vez Sir Silver Sword sea tu esposo y yo la malvada aliada de Grogar que es desterrada a la Oscuridad Infinita y que años después busca vengar...
-No, ya no quiero jugar nada y menos a esa tontería del Caballero Alado -interrumpió la pequeña Princesa Celestia a su hermana al tiempo que le dirigía una mirada de seriedad y que denotaba un cierto desinterés en los gustos de esta última -Quizás mamá tenga razón, ya es momento de que nos olvidemos de esas leyendas y cuentos ridículos para enfocarnos en problemas reales.
- ¡No son cuentos ridículos, hermana! ¡Silver Sword es real! -gritó la pequeña Princesa de la Noche molesta para después atraer con su magia el libro de mitos y leyendas que su niñera les había regalado - ¡Aquí estan las pruebas de su existencia! ¿Quieres volver a escuchar la historia, poni de poca fe?
-No, gracias -respondió la pequeña Princesa del Sol soltando nuevamente un bostezo para luego darle la espalda a su hermana y acomodarse en sus sabanas diciendo -Si quieres volver a leerla... hazlo, pero no creo prestarte atención ya que estoy más preocupada por las lecciones de magia que mamá me dará mañana.
-Muy bien amargada, tú te lo pierdes -dijo la pequeña Princesa Luna sacando la lengua para después bajar de la cama y caminar hacia un pequeño castillo de juguete dentro del cual estaban varias almohadas y cobijas, así como algunos muñecos que representaban a los personajes de las historias que leía la joven Princesa de la Noche, muchos de los cuales había conocido gracias al libro de su niñera - ¡Hola Xtabay! ¡Hola Princesa Juliette! ¡Hola Shadow Knight! ¡Hola Rey Highfather! -saludó la potranca alicornio esbozando una tierna sonrisa y colocando los muñecos a su lado, luego hizo brillar su cuerno para atraer el peluche de Sir Silver Sword, el cual colocó a su lado diciendo -No me importa lo que digan los demás, tú siempre serás real para mí.
Tras decir aquellas palabras, la pequeña Princesa Luna tomó el libro con su magia y lo colocó frente a ella para después colocar su cuerno cerca de una de las paginas, la cual mostraba las figuras de varios ponis, muchos de ellos desconocidos para la potranca, pero que le hacían sentirse parte de aquel mundo mágico que según las leyendas había existido hace ya varias eras atrás y que ahora gracias a la magia de su cuerno volvía a tener vida para mostrarle a la joven Princesa de la Noche los hechos que habían sido olvidados por las nuevas generaciones equestrianas.
-Hace mucho, mucho tiempo, incluso mucho antes de que las Tres Tribus Pony se unieran para fundar el Reino de Equestria, el Continente Equino se encontraba dividido en varios Imperios, Reinos y Feudos, muchos de los cuales eran habitados por varias especies mágicas y no mágicas, quienes, a pesar de sus diferencias étnicas, sociales y religiosas, convivían en armonía y paz -decía una voz masculina proveniente del libro al tiempo que las figuras de los personajes empezaban a cobrar vida sobre el papel mostrándole a la pequeña Princesa Luna su forma de vivir, después el libro dio vuelta a la página para mostrarle a la potranca un mapa antiguo de Equestria sobre el cual estaban dibujados varios escudos de armas que representaban a los distintos reinos que existían en la Equestria Antigua -En aquellos tiempos, el Mundo estaba dividido de la siguiente manera: Los Minotauros tenían bajo su control las Islas Mediterráneas, los Grifos y la Santa Sede controlaban los territorios del Este y finalmente los Equinos tenían bajo su poder todo el Continente Equino, un lugar próspero y apto para la vida sobre el cual se fundaron varios reinos, pero de todos ellos sobresalía uno llamado Gloom -dijo la voz masculina mientras el escudo de armas de dicha ciudad emitía un extenso brillo que la hacía destacar sobre las demás -Este reino era el hogar de varios unicornios, los cuales poseían habilidades mágicas extraordinarias que los hacían superar a muchos de sus vecinos, pues estos ponis habían logrado grandes avances en medicina, astronomía, ingeniería y sobretodo en la manipulación de la magia.
- ¡Wow! ¡La Ciudad de las Mil Luces! -exclamó la pequeña Princesa Luna emocionada y esbozando una alegre sonrisa al ver como el libro daba vuelta a la página para mostrarle a la potranca alicornio la escena de un baile acompañado por música de flauta y tambores, así como otra imagen en la que se mostraba a un grupo de unicornios eruditos haciendo experimentos con su magia.
-En muy poco tiempo, Gloom se convirtió en una potencia titánica, a tal grado de que incluso empezó a contribuir al crecimiento de otros reinos y ciudades, pues los artefactos que ellos creaban eran vendidos o incluso eran regalados a sus vecinos para que así se les pudiera facilitar la vida a los ponis de tierra y a los pegasos; incluso algunas lenguas decían que estos unicornios fueron los responsables de crear la fórmula para fabricar los arco iris y las estrellas -decía la voz masculina que narraba la historia al tiempo que el libro daba vuelta a la página para mostrar el retrato de una familia de unicornios, los cuales portaban coronas y finas vestiduras -El Reino de Gloom era gobernado por el Rey Alexander II, un unicornio de cuero gris y crines negras que siempre vestía una armadura plateada y quien estaba casado con otra yegua de su misma especie llamada Alena, de la cual se decía que había caído del cielo debido a que su cuero amarillo y sus crines cafés llegaban a brillar de vez en cuando, sobre todo cuando se presentaba una lluvia de estrellas o un eclipse lunar.
-Es un honor verlos de nuevo, majestades -dijo la pequeña alicornio azul zafiro mientras hacía una reverencia frente a las figuras de los unicornios, las cuales también se arrodillaron ante la joven Princesa de la Noche.
-El Rey y la Reina procrearon a dos hijos: El primero de ellos fue un potro unicornio llamado Shadow Knight, quien heredó los rasgos físicos de su padre; la segunda fue una hermosa y fina yegua llamada Agatha, quien heredó los rasgos físicos de su madre, incluso en su tiempo fue la Princesa más codiciada de todo el Continente Equino -dijo el narrador de la historia al tiempo que las figuras de los cuatro unicornios comenzaban a trotar alrededor de la joven Princesa Luna para después desaparecer mágicamente -Lamentablemente, la felicidad de aquella familia no duró mucho, pues una epidemia mortal cayó sobre todo el territorio cobrándose la vida de diversos habitantes, entre ellos los Gobernantes de Gloom, quienes perecieron a pesar de que los mejores médicos de la ciudad hicieron hasta lo imposible por salvarles la vida -dijo el narrador con un tono de voz que denotaba melancolía y tristeza mientras el libro daba vuelta a la página para mostrar una imagen en la que aparecía Shadow Knight junto a otros unicornios, muchos de ellos ataviados con ropajes finos -Tras esta perdida, Shadow Knight fue coronado como nuevo Rey de Gloom, pero, aunque en un principio parecía que seguiría los pasos de su padre, él tenía otros planes.
-Si, se volvió malo, muy malo -dijo en voz baja la pequeña Princesa Luna al tiempo que veía como la figura del joven gobernante de Gloom era rodeada por una densa nube oscura.
-El joven unicornio descubrió que la magia también poseía un lado oscuro que podía ser usado con fines bélicos; este lado oscuro y siniestro había sido prohibido muchos siglos atrás por su abuelo el Rey Alexander I; lo que había traído felicidad y armonía al Mundo, también podía traer tristeza y oscuridad -dijo el narrador mientras las figuras de varios unicornios vestidos con hábitos religiosos se acercaban a la amenazante figura del Rey Shadow Knight -Algunos consejeros y magos del Rey lograron descubrir los planes de su nuevo gobernante, por lo que entre todos ellos acordaron oponerse rotundamente a los designios de este -dijo la voz masculina al tiempo que el libro daba vuelta a la página para mostrar una escena en la que aparecía una cebra, la cual con sus cascos creó la figura de un pegaso que fue observada por el Gobernante de Gloom -La discusión llegó a tal grado de que uno de ellos le advirtió al joven que, si seguía por ese camino de oscuridad, él sería derrotado por un valiente y poderoso Caballero Alado, el cual sería enviado por el mismísimo Yahvé, Señor y Dios de la Luz -dijo el narrador mientras el libro daba vuelta a la página para mostrar una imagen que representaba al Rey de Gloom caminando hacia un altar ubicado en las entrañas del Bosque Everfree -Shadow Knight ignoró estas advertencias y sin titubear viajó al Bosque Everfree, el joven gobernante se adentró a aquel oscuro lugar hasta dar con unas viejas ruinas, las cuales resguardaban un antiguo altar de piedra que tenía grabado unas inscripciones escritas en idioma antiguo.
- ¡Ah! ¡El Altar Maldito de Grogar! -exclamó la pequeña alicornio asustada al tiempo que observaba como la figura del Rey Shadow Knight se acercaba al altar para tocarlo con su casco, luego el unicornio iluminó su cuerno y, tras pronunciar unas extrañas palabras, el libro hizo aparecer la figura de una misteriosa criatura, la cual tenía la apariencia de un macho cabrío de ojos rojos y cuya esencia maligna provocaba que estuviera rodeada por un espeso humo negro.
- ¿Quién me ha llamado? -preguntó el macho cabrío molesto y haciendo uso de una voz distorsionada que erizaba el cuerpo de la joven Princesa de la Noche, quien veía con desagrado a aquel tétrico monstruo.
- ¡Oh Gran Grogar, Señor de las Tinieblas y de la Oscuridad! Yo... el Rey Shadow Knight de Gloom he venido postrado ante ti como un sirviente humilde y sumiso -dijo la figura del joven Gobernante de Gloom arrodillándose y rindiéndole adoración a la criatura -Vengo ante ti para pediros una cosa: Por favor, dadme un ejército mágico que me ayude a conquistar a los otros reinos y así formar un imperio poderoso y eterno que ponga orden en esta tierra maldita.
- ¡AHAHAHAHA! Ah... Shadow Knight, vuestra petición es bastante grande, pero... yo no puedo concedértela sin antes recibir algo a cambio -respondió Grogar entre risas y esbozando una sonrisa maliciosa, la cual asustó un poco a la pequeña Princesa Luna.
- ¿Qué es lo que vos queréis? ¡Pedidlo y os daré el mundo entero! -dijo Shadow Knight poniéndose de pie y viendo con seriedad a la criatura que había invocado con su magia.
-Quiero el alma de tu única hermana.
-M-Mi hermana... ¡¿Por qué mi hermana?!
-Um... ¿Qué sucede, majestad? ¿Acaso vos tenéis miedo? ¿Acaso vuestra cobardía os ha echado hacia atrás en vuestros planes?
- ¡No soy ningún cobarde! -gritó el Rey Shadow Knight molestó y golpeando el suelo con su casco, después tomó un respiro y esbozando una sonrisa dijo -M-Mi... mi hermana es suya, Grogar.
-Excelente, quiero mi ofrenda mañana y espero que vos no busquéis engañarme -dijo Grogar frotándose los cascos y sonriendo al ver que había logrado tentar al Rey de Gloom -Si respetáis vuestro acuerdo, vos seréis el Rey del Mundo, pero si falláis... ¡JEJEJEJE! No viviréis para contarlo.
-Cumpliré vuestro acuerdo, no os desilusionare -respondió el joven monarca decidido y desapareciendo rápidamente frente a la pequeña alicornio azul zafiro, la cual vio como el libro daba vuelta a la página para mostrarle una serie de ilustraciones que representaban al Rey y a su hermana pasando muy buenos momentos juntos.
-A pesar de que Shadow Knight estaba dispuesto a entregar a su hermana, los seres de luz enviados por Yahvé se dedicaron a atormentarlo durante toda la noche con pesadillas, esto con el fin de que el Gobernante de Gloom cambiara de opinión en cuanto a sus decisiones, pero aquello no fue suficiente y el joven potro se preparó para llevar a cabo su plan -dijo el narrador al tiempo que la página cambiaba a otra ilustración donde se mostraba al Rey Shadow Knight y a su hermana viajando dentro de un lujoso y elegante carruaje -El cinismo del Gobernante de Gloom no tenía limites, pues al día siguiente decidió darle a su hermana el "mejor" día de su vida: Primero la llevó a un día de campo en las afueras de Gloom, después jugó con ella en el Lago Modrý Měsíc y para rematar le compró un hermoso vestido de color azul zafiro; la pobre no sabía que aquella noche sería víctima de las ambiciones personales de su hermano -decía el narrador mientras el libro daba vuelta a la página para mostrar una imagen en la que aparecían ambos unicornios llegando a las ruinas del Bosque Everfree -Cuando la noche cayó, los dos hermanos se dirigieron a las ruinas, pero al llegar a estas, Shadow Knight dudó por un momento de sus intenciones y fue entonces que su hermana se acercó a él para abrazarlo y consolarlo por última vez.
-Shady, ¿Qué tienes? -preguntó la figura de la Princesa Agatha con una voz dulce que provocó que la pequeña Princesa Luna sintiera algo de ternura por ella.
-Nada, andaba pensando un poco sobre... ya sabes, asuntos reales -respondió la figura del Rey Shadow Knight con melancolía y tristeza al tiempo que dirigía su mirada hacia arriba solo para ver a la pequeña alicornio azul zafiro, la cual sentía algo de pena por la situación que vivía aquel personaje de leyenda.
-No te preocupes, sé que con el paso del tiempo serás un gran gobernante -dijo la Princesa Agatha tomando los cascos de su hermano para acariciarlos -Papá confió mucho en tus habilidades mágicas y estoy segura que serás un digno sucesor de él.
-Yo... también espero dar lo mejor de mi mismo -dijo el Rey Shadow Knight esbozando una tierna sonrisa al tiempo que el carruaje se detenía para dejarlo bajar junto con su hermana, la cual siguió al potro hasta el altar, altar cuyas inscripciones dejaron bastante confundida a la figura de la Princesa Agatha -Um... Hermano, ¿Dónde estamos?
- ¿Recuerdas aquella leyenda que nos contaba nuestra nana? ¿La de las... Ruinas Oscuras?
-Si, la recuerdo muy bien.
-Las ruinas existen y son estas que estáis viendo ahora mismo -dijo el Rey Shadow Knight señalando las ruinas para después agachar la cabeza e iluminar su cuerno diciendo -Por favor... perdóname...
-S-Shady, ¿Qué estas...?
En ese momento, el libro dio vuelta a la página mostrando una imagen en la cual se veía como el joven Gobernante de Gloom le lanzaba un hechizo de sueño a su hermana, quien, tras caer dormida, fue desnudada y encadenada sobre el altar, pero la paz que se sentía en el ambiente duró muy poco tiempo, pues la figura de Grogar apareció nuevamente frente a él, solo que esta vez la criatura soltó una fuerte carcajada al ver el cuerpo de la Princesa de Gloom en su altar.
-Ah... Esto es justo lo que quería ver, majestad -dijo la figura de Grogar esbozando una macabra sonrisa al tiempo que acariciaba y olía el cuerpo de la joven yegua -Una hermosa y fina unicornio virgen con un cuero tan suave como el pétalo de una rosa y con una crin tan brillante como el mismo sol.
- ¿Q-Qué piensas hacer con ella? -preguntó la figura del Rey Shadow Knight sintiéndose un poco nerviosa debido a que esta observaba como la oscura criatura retiraba las cadenas del cuerpo de su hermana para tomarla entre sus cascos.
-Esto te gustara, ya lo verás -respondió Grogar lamiéndose los labios para luego abrir la boca y mostrar unos afilados colmillos con los cuales mordió el cuello de la Princesa Agatha, quien despertó rápidamente solo para soltar un pequeño grito que solo fue escuchado por su hermano, el cual intentaba no mirar como la sangre de su hermana era drenada lenta y dolorosamente por aquel maléfico ser.
La pequeña Princesa Luna estaba sorprendida por lo realista que se veía la escena, pues en otros libros o historias no había visto algo similar, pero su experiencia con aquel libro de leyendas y mitos terminaría cuando un aura mágica de color azul la tomó de una de sus patas traseras para arrastrarla y sacarla de su pequeño castillo de juguete, lo cual ciertamente asustó bastante a la pequeña al grado de que esta se cubrió los ojos con sus cascos para no verse cara a cara con la criatura extraña que la había capturado, o más bien con su padre, pues, al abrir los ojos lentamente, se topó con un potro alicornio de cuero color azul zafiro y brillante melena color azul oscuro, quien portaba una corona y varios ornamentos plateados que lo identificaban como miembro de la realeza equestriana.
-Ehm... Ho-Hola papá, ¿Cómo te fue en tu viaje? -preguntó la pequeña alicornio azul zafiro nerviosa y temblando como gelatina debido a que ella pensaba que su padre la castigaría por dormirse tan tarde.
-Te digo algo, Luna: Yo también solía desvelarme cuando era un potrillo -respondió el alicornio esbozando una tierna sonrisa y abrazando a su hija para después iluminar su cuerno y atraer con su magia el libro y el peluche de su hija, los cuales colocó sobre la cama de esta, luego acostó a su hija entre las sabanas y colocándose a su lado le dijo - ¿No te molesta si te acompañó?
- ¿Te gustan las leyendas, papá? -preguntó la pequeña Princesa Luna sorprendida y sintiéndose un tanto confundida debido a que era la primera vez que su padre se interesaba en algo relacionado con sus gustos personales.
-Mucho, tu abuela me las contaba cada noche -respondió el alicornio dándole un beso en la frente a su hija para luego abrir el libro en la página correspondiente, la cual mostraba una imagen en la que se veía a Grogar acercándose al Rey de Gloom.
-Cumplisteis con el acuerdo, ahora yo cumpliré con el mío -dijo Grogar dejando el cuerpo de la Princesa Agatha en el suelo para después acercarse al Rey Shadow Knight y colocar su casco izquierdo en el pecho de este provocando que el corazón del monarca se endureciera como una roca mientras que el color del iris de sus ojos cambio a un color rojo carmesí.
El macho cabrío retiró su casco luego de unos segundos dejando una marca en el corazón del Gobernante de Gloom, quien cayó rendido en el suelo debido al dolor, pero, cuando pudo recuperar el conocimiento, este se encontró con un charco de agua desde el cual pudo observar el nuevo color de sus ojos, así como de su magia, la cual pasó de tener un color azul a un color negro.
-Ah... ¿Q-Qué me hiciste? -le preguntó el Rey Shadow Knight a Grogar mientras veía como este tomaba nuevamente el cuerpo de la Princesa Agatha para llevárselo a su Reino Infernal.
-Te he dado lo que querías y espero que no falles, adiós... Shadow Knight.
Tras pronunciar aquellas palabras, el macho cabrío desapareció mientras que el libro dio vuelta a la página para mostrar una pintura en la que se veía a un numeroso ejército compuesto por ponis terrestres, pegasos y unicornios, los cuales vestían armaduras negras y cascos que les cubrían el rostro y que solo dejaban ver unos ojos rojizos; todos estos seres estaban armados con lanzas y espadas.
-N-No... ¿Q-Qué he hecho? E-Entregue a... m-mi hermana... ella... ella... ¡EJEJEJE! ¡AHAHAHAHAHAHA! ¿Mi hermana? ¡Al carajo con ella! Agatha era un estorbo para mis planes... ¡Ahora soy el dueño del Ejército de la Oscuridad! ¡Soy el Rey del Continente! -gritó el Rey Shadow Knight con emoción al tiempo que una risa demencial se apoderaba poco a poco de su personalidad.
-Así, el Rey Maldito comenzó una fuerte guerra contra todos los territorios vecinos, los cuales poco a poco fueron cayendo bajo aquellas insaciables hordas demoniacas, quienes cometían los más grandes excesos contra la población civil, ni yeguas, ni ancianos, ni potrillos fueron respetados -decía el narrador mientras el libro cambiaba de página para mostrar varias imágenes donde se ilustraban las masacres y batallas que había realizado el Rey de Gloom -Muchos reyes, emperadores y príncipes terminaron rindiéndose ante aquel ejército convirtiéndose así en tributarios y esclavos del Reino de Gloom, el cual empezó a ser gobernado con casco de hierro por el Rey Maldito, quien, para evitar una mayor oposición a sus planes, ordenó la ejecución masiva de los Consejeros del Rey Alexander II.
- ¡Pobrecitos! ¡Ese tipo es un malvado! -gritó la pequeña Princesa Luna molesta al ver las imágenes donde se mostraba la destrucción de varios pueblos y ciudades.
-No te preocupes, pronto aparecerá tu dulce y suave Caballero Alado -dijo el Padre de Luna esbozando una sonrisa al tiempo que veía como el libro daba vuelta a la página para mostrarle a ambos alicornios una imagen en la que se veía como el Ejército de Shadow Knight se convertía en polvo mientras al fondo aparecía la figura de un pegaso vestido con armadura dorada y que llevaba en su lomo una espada que tenía incrustadas siete gemas mágicas.
-El reinado de Shadow Knight duró 18 años hasta que, de forma repentina, la profecía de la Consejera se hizo realidad, pues un Caballero Alado acabó con la vida del Rey Maldito al clavarle la Espada Teologal en su corazón -dijo el narrador con un tono de voz que denotaba alegría y alivio por aquel suceso -El Ejército de Shadow Knight se desvaneció ante la vista de todos los ponis que habían sido conquistados por el Rey de Gloom, incluso el Rey Highfather, Gobernante de Sungland, celebró el acontecimiento con una gran fiesta, fiesta a la cual el Caballero Alado nunca asistió.
- ¡Wow! ¿Y... qué fue de él? -preguntó la pequeña Princesa Luna emocionada y sonriendo al ver que su personaje favorito había triunfado sobre el antagonista de la historia - ¿Regreso a Sungland? ¿Se casó con la Princesa Juliette? ¡Dime más!
-Tranquila, hija -respondió el Padre de Luna sonriendo y acariciando la crin de su hija -El libro ya nos lo dirá.
-El Caballero Alado desapareció tras esta victoria, pero antes de irse le encomendó a la Maga Merlina crear un sarcófago de piedra para encerrar el cuerpo y el alma del Rey Shadow Knight, un sarcófago que solo podría ser abierto con la Llave Oscura, la cual fue entregada al Rey Highfather en persona -dijo el narrador al tiempo que el libro daba vuelta a la página para mostrar una última imagen donde se mostraba a un grupo de ponis escondiendo el sarcófago dentro de una cueva -Sin embargo, para asegurarse de que nadie liberara al Rey Maldito, el Gobernante de Sungland ordenó trasladar el sepulcro a una cueva para así esconderlo de la faz de la tierra, los años pasaron y esta historia se convirtió en una leyenda popular de los primeros habitantes del Reino de Equestria que aún hoy continua siendo contada de boca en boca.
Tras decir aquellas últimas palabras, las imágenes e ilustraciones del libro volvieron nuevamente a su estado normal, sin movimiento y sin brillo, lo cual ciertamente sorprendió bastante al Rey Night Galaxy, Padre de la Princesa Luna, debido a que nunca antes había visto un libro similar, aunque por sus características e historias que contenía él ya deducía que se trataba de un regalo de la niñera de sus hijas, por lo que simplemente sonrió y de cierta manera agradeció que la yegua les diera aquel objeto a sus hijas.
- ¡Oye papi! ¿Tú crees que Silver Sword sea real? -preguntó la pequeña Princesa de la Noche al tiempo que su padre la tapaba con las cobijas para que pudiera dormir cómodamente - ¿Crees que aún anda ahí afuera combatiendo demonios y dragones?
-Siendo sincero, yo creo que solo es... una leyenda -respondió el Rey Night Galaxy iluminando su cuerno y colocando el peluche del pegaso al lado de su hija -Aunque... si quieres un consejo, debes conocer estas historias porque, a veces, las leyendas... pueden ser verdad.
Continuara...
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