Parte 5 Encuentro predestinado
Después de la sorpresa inicial, Shi YiFen se recuperó rápidamente — No hay más.
Decepcionado, An ChuYi lo soltó y perdió completamente el interés en Shi YiFeng —Entonces devuélveme esto.
No esperé que Shi YiFen dijera algo y le arrebató el manual del artesano. Lo escondió entre sus mangas y regresó al sofá, se cruzó de brazos y miró hacia otra dirección.
Hubo un sentimiento inexplicable que movió los labios de Shi YiFeng, si viera a An ChuYi ha habría rodeado los ojos, en cambio, se quedó un silencio un momento hasta que encontró la palabras adecuadas para decir —Puedo preparar más.
"Más" fue lo único que captó An ChuYi e inmediatamente regresó el libro a las manos de Shi YiFeng, luego se sentó obedientemente y miró expectante — ¡Rápido!
El estado de ánimo del otro ya era claro para Shi YiFeng, no tuvo más opción que dejar el manual de lado y dirigirse al estante donde saco algunos frascos de ingredientes, algunos utensilios de cocina y una pequeña caja. Fue al centro de la habitación y lo dejó caer.
Una cortina humo salió de la caja y se fue expandiendo hasta tomar la forma de una pequeña cocina. Esa herramienta mágica era utilizada principalmente por los cultivadores nómades y los viajeros de áreas poco pobladas. Shi YiFeng lo usaba para hacer algunos pasteles o bocadillos, no algo que fuera dotadamente hábil, pero lo hacía de vez en cuando.
En todo momento, An ChuYi lo observó, no noto la dificultad que una persona ciega podría encontrar a la hora de cocinar, un poco curioso preguntó—¿Cómo sabes que debes preparar?
Mientras mezclaba la harina con azúcar, Shi YiFeng respondió—Por el olor, cada ingrediente tiene un arma en particular, al principió usaba un grabador de voz para guiarme, ahora conozco la receta de memoria.
An ChuYi vio que los frascos no tenían etiquetas y pudo decir que le creyó. Sus labios se curvaron hacia arriba y elevó su mano. Los frascos apilados sobre la cocina cambiaron sus contenidos e intercambian de lugar justo cuando Shi YiFeng tomó uno de ellos,
Al momento de verterlo sobre la preparación, la mano de Shi YiFeng se detuvo, miró en dirección hacia donde estaba An ChuYi —No hay pasteles hoy.
Inmediatamente, An ChuYi se arrepintió de su mala broma, dudo, pero por el bien de comer los dulces decidió que por esta vez haría caso a este ciego. Agitó su mano y los envases volvieron a cambiarse.
Como Shi YiFeng siguió con lo suyo como si nada hubiera sucedido, An ChuYi se aburrió poco tiempo después y comenzó a dar vueltas alrededor de la cocina, a veces miraba por encima de hombro de Shi YiFeng, otras veces se paraba delante de la estufa, otras incluso quiso tocar la masa, pero basto una mirada del joven para que se alejara.
Molesto, An ChuYi se quejó— ¡Ni los demonios tienen un corazón tan frío como el tuyo! Tacaño.
Ignorándolo, Shi YiFeng colocó los dulces en una canasta de bambú y lo tapó, el resto se encargaría del vapor de la olla. Regresó a la mesa, tomó el manual y puso su palma sobre la tapa e inmediatamente su fuerza alma actuó.
"Interesante" An ChuYi comió un dulce y observó fijamente a Shi YiFeng. Podía ver claramente que en su cuerpo no había un qi abundante, ni siquiera había avanzado a la primera etapa de refinamiento, sin embargo, aún siendo un inútil estaba en la secta de los Cinco Picos y encontró una forma de compensar su falta de visión de forma inteligente.
Al dejar fluir su fuerza del alma dentro de las hojas del manual, la información aparecería directamente en su mar de conciencia, pero si podía entenderlo o no era otro asunto.
Después de un rato, Shi YiFeng retiró su mano, su expresión reveló que estaba algo frustrado, pero no ansioso, era como la superficie del agua cuya ondas destruyen su estabilidad, pero al desaparecer recuperaba su tranquilidad.
— ¿Aprendiste algo? —An ChuYi se paseó por la habitación en busca de más dulces guardados.
—No puedo entenderlo todo, hubo páginas en las que no — Escuchando los pasos de la otra persona, Shi YiFeng supo lo que estaba haciendo y dijo —No hay más.
—Eres un niño ¿Por qué no tiene más? Con razón eres tan amargado— Un largo suspiro abandonó los labios de An ChuYi como si acabara de presenciar una desgracia. Palmo el hombre de Shi YiFeng varias veces sintiendo lástima por él.
Esa palma parecía suave en la superficie, pero sacudió por completo a Shi YiFeng, casi sintió que le dislocó el hombro. Adolorido se alejó de An ChiYu.
— Yo nunca he practicado artesanía, estos sellos de manos son muy avanzados para mí.
— ¡Por supuesto! Lo que te di no es como la basura que encuentras en las calles, es un original de un famoso artesano —Exclamó lleno de orgullo An ChuYi
—No me sirve.
Las delgadas cejas de An ChuYi se arrugaron, cruzó los brazos delante de su pecho y se quedó pensativo un momento—No es mi culpa que seas un fracasado.
Sin expresión, Shi YiFeng no encontró palabras para refutarlo, le dolió, pero no se molestó.
Varios inciensos después, los pasteles terminan de cocinarse y los sirvió en un plato. An ChuYi no se molestó en esperar a que se enfriaran y comió uno detrás del otro.
—Una vez que coma, vallase —Indicó Shi YiFeng sirviendo una taza de té.
—Eres un ingrato, he sido bueno contigo y te he dado lo que buscas —An ChuYi era un desvergonzado y tenía una piel gruesa, no le importaba sonar completamente irracional siempre y cuando pudiera comer dulces.
—Debo irme por unos días, regresaré a mi hogar. No puedo cuidar a alguien con su grandeza mi señor —Shi YiFeng ignoró sus palabras y fue a guardar la cocina portátil.
— ¿Irás a llorarle a tu padre?
—No tengo padre.
An ChuYi se detuvo antes de comer el último pastel, vio que Shi YiFeng lucía indiferente como si no estuviera hablando de su familia, mastico el último bocado y dijo — ¿Quieres que me conmueva por tu triste historia? Hay muchos niños en el mundo que no tienen padres, algunos mueren sin llegar a ser adultos, debería considerarse afortunado. Tienes manos, pies y una cabeza, no hay ninguna parte de ti que merezca mi compasión.
Cada dos o tres frases que decía, siempre había una oración sarcástica, Shi YiFeng estaba acostumbrado a que la gente fuera sí con él, pero encontraba problemas para discutir con An ChuYi porque había algo de lógica en lo que decía.
—Iré a ver a mi madre, ella conocía mejor a mi abuelo, capaz pueda ayudarme—Al pensar en su anciana madre, la expresión de Shi YiFeng se volvió suave.
—En eso te equivocas niño, aunque tu madre haya heredado su sangre y carne, nadie se conocerá mejor que tu abuelo mismo. Pierdes el tiempo.
An ChuYi no le importo ver que el humor de Shi YiFeng se amargó por su culpa. Molesto, Shi YiFeng dijo—Mi madre es buen cocinado dulce. Siempre hace una montaña para que me lo lleve.
— ¡Bien! Vamos.
An ChuYi se levantó y se preparó para el viaje, al ver que Shi YiFeng no se movía, lo regaño—Que hijo poco filiar eres ¿Cómo es que no visitas a tu madre por tanto tiempo? —Suspiro—Los niños de hoy en día son unos desagradecidos.
Shi YiFeng —"..."
Dentro de los ocho contendientes existían cuatro grandes familias noble, Wen, Shi, Ning y Xun, entre ellos Wen era los más ricos, pero no se comparaba con la antigüedad de la familia Shi.
La razón por el cual estás familias estaban por encima de lo demás era porque sus antepasados participaron en la guerra de hace diez mil años contra los demonios, eran "nobles" porque ayudaron al país y el Emperador no olvido aquellos que le han ayudado, aunque la descendencia posterior solo alardeaban de una sus hazañas del pasado y no contribuyen en lo más mínimo a la sociedad.
A excepción de la familia Shi que tuvo una larga historia de artesanos, tan vieja que se decía que estuvieron en el momento que el reino fue creado y se afirmaba que serían lo último también cuando la nación cayera. Cuando la era de los artesanos término, muchos pensaron que se desvanecerán como antigua reliquias de una época olvidada, sin embargo, persistieron volviéndose miembros de la corte imperial, incluso hace cincuenta años, un miembro del clan fue elegido como el Protector imperial a cargo del segundo príncipe, elevando aún su rango entre la nobleza.
Al norte de los Ocho Continentes estaba la provincia de Yunnan, era una tierra rodeada de cadenas montañosas y densos bosques de pino, siendo invierno, la nieve caía constantemente durante el día teniendo de blanco las calles.
Sus residentes, acostumbrados al clima helado, colocaban lámparas de maderas de diversas formas y tamaños sobre las casas, restaurantes, calles y las entradas de la ciudad. El propósito original era dispersar el frío en hasta que la primavera llegará, pero con el tiempo, sus manualidades se volvieron parte de su actividad comercial y fue está una de las razones por el cual Yunnan en el pasado fue considerado el hogar de los artesanos.
Cuando uno caminaba por la avenida principal sería recibido por la lámparas de fengHuang (1) seguidos de linternas en formas de flores hermosas, estás últimas era un tesoro mágico que imitaba a un verdadera planta y dejaba caer sus pétalos para transformarse en pequeñas mariposas plateadas, cuando uno tomaba una de estas mariposas podría dejar de sentir frío incluso en la noche más tormentosa.
Como Shi YiFeng no podía ver, naturalmente no podía distraerse con la belleza, sin embargo, su acompañante no invitado fue rápidamente hechizado por lo interesante objetos y se perdió apenas llegaron.
No se preocupó por buscarlo y fue directamente a la gran mansión Shi ubicada al final de la calle. Pasó por el mar de personas, esquivando hábilmente a las personas que venían en ambas direcciones, era tan ligero como el viento que sopla por las esquinas de las casas sin que nadie llegara a tocarlo o a notar su presencia.
Ingresó a un callejón para tomar un atajo y llegó al parque llenos de Ginkgos (2) rojos, tenía gruesas hojas y firmes ramas se entrelazan unos con otros formando un techo que impedían que la nieve y el clima helado llegarán. Los caminos pavimentados se abrían como abanico que conducían a diferentes regiones, una de ella era el jardín de peonías de la familia Shi.
Shi YiFeng tomó el camino del centro y siguió derecho escuchando en la distancia las risas burlonas de algunos adolescentes, parecían que estaban dividendo con algo, como estaba lejos no podía entender qué decían, pero de repente el grito de uno de ellos hizo que se detuviera.
— ¡Qué no escape! ¡Atrápalo idiota o serás el próximo en ser cortado!
— ¡Lo hare, lo hare!
El grito era el joven maestro de una familia de alto estatus y el que se apresuró en ir a buscar lo que sea que escapó era un sirviente y un amigo de menor rango. El grupo de tres muchachos corrió detrás de bola de pelos blancos
Shi YiFeng imaginó que estaban jugando con un perro o alguna criatura doméstica, como estaban algo lejos de ellos siguió de largo cuando algo lo invistió por un costado tirándolo al piso.
Aquello que lo golpeó era del tamaño de una caja mediana y de abundante pelaje blanco. Debido al impacto, ambos habían sido arrojados a un metro del otro y dejándolos mentalmente aturdidos momento.
Shi YiFeng se levantó e inmediatamente un olor a hierro inundó su nariz, se tocó el pecho y sintió un espeso líquido empapar sus dedos, esa sangre no era suya, pero fue igual de impactante porque no era una pequeña cantidad.
Frente de él, la bola de pelos blanca le enseño los dientes, sus ojos redondos y negros estaban llenos de hostilidad. Su pelaje se hinchaba como un erizo exponiendo la gran mancha carmesí en su lomo.
Hubo un concursó de miradas donde uno esperaba el momento para atacar, mientras que el otro no sabía que estaba pasando.
— ¡Miren, si fue para allá!
El joven maestro y sus amigos se dirigían hacía su localización, el cuerpo de Shi YiFeng se movió más rápido que sus pensamientos y tomó a la criatura, su brazo fue fuertemente mordido en el proceso, soporto el dolor hasta alejarse por completo de aquellas personas.
Una cortina de hojas rojas se levantó como pantalla cubriendo su rastro de aquellos jóvenes que llegaron y rápidamente tomaron otra dirección.
Detrás de un gran ginko, Shi YiFeng levantó la manga de su túnica, el animalito seguía clavando sus afilados dientes hasta enterrarlos en su carne . En algún momento dejó de moverse y parecía saber que esa acción era inútil ya que no impidió que Shi YiFeng lo soltara, aún así, no retiró su boca.
Con un brazo libre, Shi YiFeng deslizó su palma sobre el tomo de animal percatándose de la gran herida que había en su cuerpo, era profunda línea que se extendía desde la parte inferior de su nuca hasta el inicio de la cola. No era una lesión provocada por el ataque de otro animal, sino por el filo de un cuchillo o una espada.
El corazón de Shi YiFeng se sacudió, oprimió sus labios fuertemente y llenó de tristeza acarició la cabeza de la pequeña criatura—Lo siento. No puedo ayudarte.
Tal vez porque su voz era sincera o porque no mostraba señales de querer lastimarlo, el cachorro de zorro blanco fue retirando su mandíbula del brazo de Shi YiFeng. La suave caricia en su cabeza no dispersaba ni una pizca de su sufrimiento, pero le arrancó un aullido lastimero, después de tanto maltrato el tacto suave rompió su corazón.
Su llanto fue como pequeñas agujas que perforan el pecho de Shi YiFeng, el dolor en su brazo quedó en el olvido y el borde interno de sus ojos se tornaron rojos. Sus emociones eran fuertes y eso le permitió sincronizarse con la conciencia del cachorro de zorro
"Los odios a todos"
"Odio a los humanos que me echaron de mi hogar. Mataron a mis padres"
"¡Mueran todos!"
—Entonces, mátame. Soy uno de los humanos que odias, uno que destruyó tu hogar y te hecho de él.
El cachorro de zorro se quedó mudo un momento.
— ¡Idiota! Solo porque es un zorro tuvo un miserable destino, no deberías entregar tu vida. No seas hipócrita
En algún momento, An ChuYi llegó y observó todo con ojos frío desde la rama gruesa del ginko donde estaba Shi YiFeng.
—Lo sé—Shi YiFeng inclinó levemente su cabeza hacia abajo —Nunca he me puesto a pensar, cuando construimos una casa, un restaurante o algo para nuestro modo de vida, ahuyentamos a algo más que vivían ahí antes.
Hizo una pausa y su voz se volvió aún más baja—Cuando mi padre falleció , mi madre y yo fuimos echados de la residencia principal de la familia Shi, aquel día odie a los Shi por alejarnos de nuestro hogar.
— ¿Y qué?—An ChuYi alzó una ceja — ¿Tiene algo que ver eso con el hecho que digas tonterías?
Un suspiro dejó los labios de Shi YiFeng, ignoro An ChuYi y le dijo la pequeño zorro —Debió ser duro, soy un cultivador sin poder, no muy diferente a los mortales, no puedo hacer nada contra aquellos que te han quitado tu hogar y te han lastimado, pensé que ser mordido por ti al menos te permitiría ir al otro mundo en paz. Lo siento
La última oración apenas se completó, Shi YiFeng levantó su mano, el zorro entendió su intención y cerró sus ojos esperando el golpe que lo liberaría de su karma.
Antes de que su palma cayera sobre el cachorro zorro, el brazo de Shi YiFeng fue detenido por An ChuYi, el agarre no fue fuerte ni brusco, era débil que permitiría que en cualquier momento Shi YiFeng se liberara.
—Si quieres salvarlo dilo. Hay una forma.
El brazo de Shi YiFeng cayó sin fuerza a un costado de su cuerpo, por mucho tiempo no habló, sus labios se separaron varias veces y se oprimieron hasta que arrastró las palabras de su garganta— ¿Cuál?
—Los niños tontos como tú deberías ser más lindos y pedir ayuda—An ChuYi habló con un tono burlón, pero no había sonrisa en su rostro, como Shi YiFeng era ciego no podía discriminar su estado de ánimo solo con su voz y no pudo percibir cómo los ojos del hombre se habían oscurecido levemente.
—La vida de ese zorro ya fue decidida por el destino, su encuentro contigo puede no ser considerado una fortuna. Para salvar una vida se requiere otra vida, es una regla que ni el cielo ni el infierno pueden romper, si quieres salvarlo deben dedicar su vida el uno al otro.
Lo que intentaba decir era que debían formar un contrato de amo sirviente para permitirle al zorro vivir.
Shi YiFeng negó con la cabeza—Solo quiero salvarlo, no que sea mi sirviente.
An ChuYi observó la expresión de Shi YiFeng y se dio cuenta que podía ser terco cuando quería —Entonces dale la mitad de tu vida, vivirá el tiempo que le des.
—Está bien—Sin dudarlo un momento, Shi YiFeng respondió.
An ChuYi no supo cómo reaccionar — ¡Niño tonto, no sabes que es bueno para ti! Este maestro no gastara aliento en un burro terco.
Se quejó, pero el aire a su alrededor ya había cambiado, al igual que aquella noche el viento sopló y arrancó las hojas de los árboles, estas se arremolinaron de forma antinatural a su alrededor y pequeños puntos blancos salieron de los troncos de los árboles. Se condensaron en su mano hasta formar una esfera perfectamente blanca y lisa, luego lo dejó caer como si derramara agua líquida sobre el lomo del pequeño zorro.
La gran mancha roja desapareció al fusionarse con él esfera blanca, borrando por completo la herida. El pequeño zorro cerró sus ojos y cayó dormido.
Sin saber que acababa de presenciar algo increíble, Shi YiFeng acarició al cachorro zorro dándose cuenta que ya no estaba herido, imagino que usó algún tónico curativo milagroso.
—Gracias Maestro An.
— ¿Ahora sabes que debes adorar a este maestro? Alábame más.
Shi YiFeng —"..."
Decido a ignorarlo, Shi YiFeng escondió al cachorro de zorro entre sus ropas para mantenerlo caliente, estaba a salvo, pero todavía pasará tiempo antes de que se recuperara.
An ChuYi no pudo evitar mirar a ese zorro con sentimientos complicados, cuando lo encontró Shi YiFeng lo dejó solo para que se recuperara en una cama fría.
—Deberías dejarlo por ahí. No morirá de todas formas.
—Está herido, con este clima en su estado débil podría enfermar, entonces salvarlo no tendría sentido.
Cruzándose de brazos, An ChuYi dijo— ¿No ibas a ir a la casa de tu madre? ¿Por qué continúas perdiendo el tiempo aquí?
—Ya estamos aquí—Dijo Shi YiFeng y señaló hacia adelante.
Al final del bosque, se podían ver unos enormes muros de piedra tan altos como los árboles, esa era la residencia principal de la familia Shi. A su lado, había una mediana choza que fácilmente se podía confundir con el hogar del cuidador del parque.
En ese momento, la puerta se abrió y una mujer de mediana edad salió, llevaba ropas de invierno simples y de colores opacos, su mirada era suave y gentil como si no hubiera nada en este mundo que pudiera borrar la sonrisa en su labios, sin embargo, cuando miró hacia adelante, sus ojos se ampliaron.
—¿Por qué estás aquí joven maestro?
Esa era la madre Shi YiFeng, aunque ella no lo recordaba.
Traducción
(1) El fénix chino o fenghuang (en en , 鳳凰; en , 凤凰; , fènghuáng) es un pájaro mitológico chino que reina sobre las demás aves. Los manchos son llamados feng, mientras que las hembras son denominadas huang. En la actualidad ya no se hace esa dicotomía de géneros y los dos se engloban en un único género femenino (yin) que puede ser aparejado con el dragón chino , que se considera macho ( yang ). El fenghuang también es llamado el así (鶤雞 yùnjī / yün4-chi1).
(2) El nombre original de este árbol en es «albaricoque plateado» En algunas partes de China se conoce actualmente con el nombre de 白果 (bái guǒ), que significa «fruta blanca».
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