Parte 4 Acuerdo extraño
Las grandes puertas del salón de la adivinación se abrieron de golpe trayendo consigo una brisa primaveral, el aroma a flores dio la bienvenida a un joven de túnicas blancas con el emblema de fuego grabado en su espalda.
Aun con todo el ruido, Shi Guo ni siquiera apartó sus ojos del tablero de adivinación, estaba sumergido en sus pensamientos cuando una cabeza se arrimó por encima de sus hombros.
—No interfieras con mis proferías.
Nie Ming, hizo un puchero y retrocedió obedientemente — ¿Qué hay interesante en leer las estrellas? Es aburrido.
—Puede parecer aburrido para la espada de fuego Nie, pero todo en la vida tiene un porqué, no hay nada que no tengas una razón.
— ¡Si, si! Ya he escuchado eso muchas veces —Se quejó Nie Ming. Sacó un dulce de entre sus mangas y se lo llevó a la boca.
— El dao es impredecible, incluso si pasas toda la vida intentando comprender la voluntad del cielo, si no puedes entender las complejas relaciones humanas ¿De qué sirven?
El hermoso rostro de Shi Guo no cambió, levantó sus largas pestañas y preguntó con una tono lleno de diversión —El joven Maestro Nie tiene un profundo pensamiento, por favor ilumíname.
Nie Ming no se dio cuenta que Shi Guo se estaba burlando de él y habló con un tono orgulloso — ¡Te mostraré un ejemplo! El consejero real visitó nuestra secta hace unas horas para entregar un tesoro y ¿Adivina qué hizo?
Shi Guo inclinó la cabeza hacia un lado infringiendo no entender.
— ¡Le pidió a Shi YiFeng que reconstruyera los sedimentos de los artesanos! ¿Puedes creerlo?
— ¿Cómo sabes eso?
—Todo el mundo ya lo sabe. El anciano Kei que tenía una carga amargada cuando regreso a su pico, en cambio, el anciano Yu estaba muy feliz y se lo comunicó a los demás ancianos.
— ¡Apuesto no podías haber predicho eso! —Nie Ming miró a Shi Guo con ojos brillantes y expectantes a que le diera la razón.
Las esquinas de los labios de Shi Guo se torcieron hacia arriba, pero inmediatamente fingió estar abatido y dejó escapar un largo suspiro.
Nie Ming no era muy atento e interpretó ese suspiro como tristeza — ¡No te desanimes! Todo es culpa del maestro del pico que no te haya enseñado bien ¡El gran profeta puede ser un genio, pero no un gran maestro!
Al oír eso, Shi Guo no sabía cómo sentirse. Este pequeño conejo lleva varios meses visitándolo y todavía creía que era solo un desafortunado discípulo que terminó en el camino de "Gran Prefecta "y obligado a seguir el camino aburrido de la adivinación. El tampoco se molestó en revelar su identidad porque tenía curiosidad de saber cuánto tiempo le tomaría darse cuenta, pero dos estaciones pasaron y ni siquiera había sospechado.
Sin saber cuáles eran los pensamientos del profeta, Nie Ming continuó quejándose del famoso adivino, se detuvo de repente y su expresión indignada cambió —El hermano Shi del Pico de las Aguas Truncadas ha sido empujado a un camino peligroso.
— ¿La familia Shi? —Shi Guo miró de nuevo su tablero de adivinación.
—Si fuera solo, estaría bien. La noble familia Shi no puede ir en contra de los deseos del Consejero Real. Actualmente el Pico de las Aguas Truncadas no tiene a su maestro, el anciano Yu solo es una cara decorativa y los demás, ni siquiera ofrecerán una mano ayuda.
— ¿Por qué?
—El camino del artesano se ha perdido hace mucho, aunque el hermano Shi tenga voluntad, es un camino cerrado ¿Qué herramienta mágica no han visto nuestros antepasados? Actualmente muchos de ellos son para uso cotidiano, sin mencionar que no hay manual de sellos de manos. Solo unos pocos lo saben, pero actualmente ya no existen en este mundo.
Mientras más hablaba, más se lamentaba Nie Ming. —En el pasado invité a YiFeng a mi pico, pero me rechazó, dijo algo el camino por delante es incierto, solo molestare al joven maestro Nie
Shi Guo lo entendía, aunque Shi YiFeng tuviera un temperamento tranquilo, era muy obstinado, incluso rechazo a Nie Ming, una de los grandes espadachines de la secta.
—Si las noticias ya se esparcieron, también llegó al Pico de la Montaña Ardiente.
Nie Ming frunció las cejas—Si, seguramente ahora el idiota de Shen Zhou debe estar ahogándose de ira ahora mismo. Me gustaría verlo.
En el Pico de la Montaña Ardiente, tal como había predicho Nie Ming, el alquimista Shen Zhou había tenido un ataque de rabia y destruyo todo lo objetos de su habitación.
— ¡Ese maldito ciego! Siempre queriendo llamar la atención.
Shen Zhou era la estrella en ascenso de su pico, recibiendo elogios día y noche se volvió arrogante y no soportaba no estar en la boca de las personas.
— ¿Por qué el consejero real se fijó en él?
—Quien sabe.
Un joven mayor que Shen Zhou ingresó a la habitación, vio el desorden del lugar y no le dio mucha importancia. Levantó una silla y se sentó: —Mi padre dice que su alteza Ren Tia Ho es naturaleza suave, no soporta la injusticia, seguramente vio que Shi YiFeng era ciego y sintió lástima.
Las palabras de su Shixiong dispersaron un poco la ira de Shen Zhou: — Aunque sea un capricho de su alteza, esta secta de los Cinco Picos, no tiene autoridad aquí. Los cultivadores nunca se han metido con los problemas de la corte imperial, de la misma forma la corte ha hecho la vista gorda a nuestros asuntos.
—Ciertamente, pero hay muchos hijos de las casas nobles en la secta. Wen Cheng de Pico de la Tierra Helada del clan Wen, Nie Ming de la familia Nie, hay más y el más importante es el joven maestro del Pico del Cielo Profundo.
La amargura regresó al rostro de Shen Zhou: —Entonces es cierto el rumor que es parte de una familia noble.
—No es solamente eso. Es parte de la familia Imperial.
Shen Zhou miró incrédulo a su Shixiong —Es solo un rumor, si fuera del clan imperial ¿No debería el Consejero Real ir a verlo primero? Sin embargo, eso no pasó.
—Ciertamente, su alteza Ren Tai Ho es el favorito de su majestad, si el joven maestro del Pico del Cielo Profundo fuera de la familia real no podría ignorarlo de forma.
—De todas formas, aunque ese ciego recibió el favor de su alteza, no podrá hacer mucho de todas formas.
Recordando cierto asunto, Shen Zhou recuperó su sonrisa: —Ciertamente, las puertas del cielo se cerrarán hoy y los nuevos discípulos deberán hacer una demostración de sus habilidades en tres días frente a los demás picos, no habrá tiempo de prestarle atención a un don nadie.
—Así es. Solo relájate Shidi y disfruta el especulo. YiFeng perderá toda la cara durante la demostración.
Aunque las acciones de Ren Tai Ho fueron inesperadas y sorprendió a muchos, la sorpresa solo duró poco tiempo. Así de rápido llegó la noticia desapareció en poco tiempo. Incluso el Pico de las Aguas Truncadas estaba más silencioso de lo normal, los ancianos recluidos ni siquiera abrieron sus puertas y todo continuó con normalidad.
Al regresar a su habitación, Shi Yi Feng sintió que algo no estaba bien. Su cuerpo se congeló de repente e hizo su respiración más suave por instinto. No podía ver, pero sabía que aquel extraño se había despertado.
Tal como pensaba, aquel hombre había despertado y estaba mirando la piedra de memoria del artesano Shi, ni siquiera se molestó en esconderse al escuchar la puerta abrirse.
Pasó una cierta cantidad de tiempo hasta que soltó la piedra de memoria y se volteo hacia la puerta. Lo miró fijamente a Shi YiFeng y en un parpado, sus dedos ya habían enrocado sobre el cuello delgado de Shi YiFeng.
Lo apretó con fuerza como si estuviera matando un pollo y ni siquiera se movió ante la lucha inútil de Shi YiFeng.
— ¿Qué hay con esa expresión tuya? Crees porque me ayudaste debería sentirme agradecido contigo.
Con dificultad, Shi YiFeng arrastró las palabras de su boca y jadeo en busca de aire —No lo creo.
Los labios del alto y apuesto hombre se movieron, encontró a Shi YiFeng divertido y aflojo su agarre — ¿No le temes a la muerte?
Shi YiFeng aprovechó que la presión en su garganta se volvió débil y inhalo todo el aire que podía, no habló de inmediato y cuando lo hizo su voz fue suave y profunda, casi despreocupada — La muerte es solo otro camino que hay que tomar, incluso si es desconocido no hay porque tener miedo.
El hombre de negro permaneció en silencio un momento observando la expresión de Shi YiFeng, entrecerró los ojos y lo presiono de nuevo contra la pared— ¿Dónde está esa perra de Bai Xin?
Desconcertado, Shi YiFeng parpadeó sin entender bien lo que este hombre estaba diciendo. Con su vida en peligro, no se atrevió a demorar su respuesta y habló con prisa—Murió, durante la última gran guerra.
Sin expresión, An ChuYi continuó preguntando — ¿Cuándo sucedió eso?
Aún más confundido, Shi YiFeng respondió—Hace diez mil años atrás fue la última gran guerra.
— ¿Cómo?
¿Cómo iba a saberlo él? No era un inmortal, nadie podía haber vivido tanto. Sin embargo, Shi YiFeng no lo dijo en voz alta, cambió sus palabras por otras—Según los registros, sacrificó su vida para crear la gran barrera y encerrar a los demonios divinos. Lo que realmente pasó nadie lo sabe.
Hubo silencio por un corto periodo de tiempo, en el segundo siguiente, el tono de voz del hombre cambió
— ¿Qué relación tienes con ella?
—Ninguna.
Las afiladas cejas An ChuYi se arrugaron —Entonces ¿Por qué puede usar su espada? Si no eres de su línea de sangre ¿Quién más puede heredar sus pertenecías?
Shi YiFeng tampoco sabía porque pudo sacar la espada. Bai Xi no tenía familia, tampoco perteneció a ningún clan o secta. Sus orígenes eran desconocidos, apareció de la nada en el mundo y de la misma forma desapareció. Había quienes afirmaban que era un hombre por su poderoso cultivo, solo el Emperador del Reino Superior dijo lo contrario, solo entonces se afirmó que era una mujer. Nada más se sabía de ella.
—Su vaina estaba rota. El sello original que lo encerraba se desvaneció por los años, debió desgastarse en el momento que lo tome.
— ¿Puede un mediocre sin ninguna relación con ella tocar sus pertenecías?
Shi YiFeng no respondió.
An ChuYi liberó a Shi YiFeng, pero su solo presencia todavía era suficiente para paralizarlo —Si Bai Xin murió, los inútiles del Reino Superior deben estar pasándola mal.
Shi YiFeng tosió varias veces. Por el agarre su garganta ardía y encontraba difícil hablar, inconscientemente se movió hacia un lado para alejarse de la presión emanada de An ChuYi, pero una mano se estrelló contra la pared cerrándole el paso y deteniendo sus intenciones.
—El Reino Superior sigue próspero y rico.
—Su majestad, el Emperador aún vive.
La mirada de An ChuYi era profunda, en el interior de sus ojos negros miles de emociones aparecieron y perdieron en su interior.
—Tú... ¿También fuiste maldecido?
Fue leve, pero el cuerpo entero de Shi YiFeng se sacudió y su expresión fue en blanco por un momento. Bajo la cabeza y se negó a seguir hablando.
An ChuYi perdió el interés y finalmente se alejó. Tomó el único sillón de la habitación como suyo y se sentó. Observó que Shi YiFeng estaba tranquilo y solo se preocupó por la herida en su cuello como si su presencia no tuviera que ver nada que ver con él.
—La secta de los Cinco Picos es una vergüenza, hay un intruso en su interior y ni siquiera se han dado cuenta todavía, sin mencionar que un discípulo tampoco ha dado la alarma y es un lameculos ¿Quieres verte como una buena persona?
Claramente, su voz llena de burla y arrogancia tenía la intención de provocar a Shi YiFeng, sin embargo, Shi YiFeng todavía se mostraba sereno.
—No se han dado cuenta porque el señor está ocultando su presencia. Además tiene varias heridas internas y algunos meridianos rotos, mientras dormía tuve que sellar algunos. Le tomará tiempo recuperarse.
An ChuYi sonrió de forma fría. Estaba impasible porque sabía del estado de su cuerpo, aunque pudiera aplastarlo solo sus manos cuando se fuera todavía necesitaría sus artes marciales para enfrentar a los ancianos de los picos y escapar, en su condición no podría ir muy lejos.
— ¿Qué más hiciste?
Como ya fue descubierto, Shi YiFeng tampoco lo oculto —Te puse un collar de obediencia.
—Oh —An ChuYi toco su cuello y definitivamente había un collar que antes no tenía. Era negro sin detalles llamativos, quiso quitárselo, pero descubrió que no podía.
— ¿Entonces?
—Si intentas matarme, se activará y todos tus meridianos explotaran al mismo al igual que tu corazón.
An ChuYi río, pero sin diversión. Está persona tenía una buena apariencia y lucía amable como un cordero recién nacido en medio de una manada de lobos, pero quien podría saber que su corazón era más oscuro y negro que un demonio.
—Quítalo.
— ¿Me matará cuando lo haga?
—Por supuesto.
—Le queda bien ese color mi señor.
—"..."
Shi YiFeng era ciego no podía saber que la persona con la hablaba era un hombre apuesto, incluso más atractivo que Shi Guo. An ChuYi era alto, delgado. Poseía largas piernas y una fuerte compleción, aunque solo llevaba una túnica simple, sus brazos eran musculosos y al igual que abdomen.
Como una costumbre, Shi YiFeng puso agua a calentar para el té y trato con cortesía a An ChuYi como si fuera amigos de toda la vida que acaban de reencontrarse. Incluso preparar algunos bocadillos.
An Chu Yi bebió té y al comer algunos pasteles su mal humor se desvaneció. Su feroz expresión cambió y tuvo ganas de hablar — ¿Quién es ese tal Ren Tai Ho?
El artista marcial era diferente a las personas comunes, sus oídos eran muy agudos y podían captar los sonidos más pequeños a un en la distancia. Cuando despertó escuchó las noticias que los jóvenes susurraban entre ellos y entero de algunas cosas, incluso los sucesos del mundo actual.
Shi YiFeng dejó servir el té.
No había nadie en los Ocho Continentes que no supiera sobre Ren Tai Ho, incluso en los barrios pobres era conocido. Por el tono de su voz, no era un extranjero ni siquiera tenía en cuenta su estatus y lo llamaba directamente por su nombre.
—La máxima autoridad del país.
Como si no hubiera preguntado, An ChuYi bebió un poco de té y comió otro pastel, lo encontró delicioso y no pudo contenerse en tomar otro hasta acabar todos los que había. Frunció las cejas al ver el plato vacío y pareció recordar la conversación.
—No debe preocuparse mucho por el reino si te eligió como la última esperanza de los artesanos. No tiene una base de cultivo y esos viejos aburridos enfriaron su corazón (1) ¿Quién perdería su tiempo contigo?
(Significa que perdieron su fervor y pasión)
Lo que estaba diciendo no era algo que Shi YiFeng no entendiera. Lo había considerado y solo tenía una opción —Hay una forma.
Interesado, An ChuYi levantó una ceja— ¿Cuál es?
— ¿No tiene que irse mi señor?
—Este honorable señor no tiene prisa, te acompañare.
¿Por qué cambió de actitud tan rápido? Shi YiFeng no lo entendía, hasta hace un momento era feroz como una bestia desconfiada, ahora era irracional como un niño pequeño que encontró un juguete nuevo con que entretenerse.
—Te ayudaré a conseguir un manual de sello. Es más, te daré uno ahora.
Sin que tuviera tiempo de decir algo, en las manos de Shi YiFeng apareció un libro. No podía leerlo, solo pasó sus dedos sobre la tapa para sentir las letras grabadas en las tapas. Al identificarlas, se sorprendió y giró la cabeza hacia An ChuYi.
No escuchó su voz de nuevo, solo unos delgados dedos helados pellizcaron su barbilla e inclinaron su cabeza hacia arriba. Se estremeció y quiso liberarse, pero el agarre era lo suficientemente poderoso para inmovilizarlo.
An ChuYi se inclinó hacia adelante y le susurro al oído —No me malentiendas, no te lo estoy dando gratis. Para devolver la generosidad de este señor, en el futuro harás algo por mí, mientras tanto...
—Dame más pastel.
Shi YiFeng : "..."
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