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Parte 2 El consejero real

Shi YiFeng apareció directamente en su habitación, por fortuna tenía una alcoba propia. Su dormitorio no era muy grande, pero tampoco chico. Contaba con dos divisiones, una sala interna donde tenía una cama, una mesa para estudiar y una pequeña biblioteca. En la sala externa era más bien una sala de estar donde contenía estantes con diversos ingredientes para refinar y también hornos de diferentes rangos para practicar.

Después de haber colocado al desconocido en su cama con mucho esfuerzo, Shi YiFeng cambió sus ropas y salió a buscar un poco de agua para limpiar los rastro de sangre que se había secado en la cara del extraño.

"YiFeng"

La voz profunda y grave que vino de un costado no asustó a Shi YiFeng. Primero porque la reconocía y segundo porque muchas personas cuando era niño tenía el mal gusto de asustarlo hablándole de repente y sin permitirle saber su ubicación.

"Anciano Yu " Shi YiFeng junto sus manos y saludo.

Yu Qing lo miró dejando escapar un suspiro de su boca "Sígueme"

Los pasos del anciano Yu Qing eran suaves y ligeros, a la vez lentos. Shi YiFeng no tuvo problemas en seguirlo por el corredor hasta que escuchó que se detenía.

El anciano Yu Qing miró la enorme luna y volvió a suspirar con lamento, permaneció callado por un corto periodo de tiempo hasta que de repente dijo—" Yi Feng ríndete"

Esa simple palabra fue como una puñalada en el corazón de Shi YiFeng cuando habló su voz salió baja, casi como el susurro de un niño que fue agredido "¿Qué quiere decir con eso?"

—"Estoy diciendo esto por tú bien. Sé que admiras a tu abuelo, el artesano Shi y quieres ser como él, pero la época donde los artesanos eran necesitados ya terminó. Los ocho continentes no necesitan más artesanos "

—"Ríndete y ve al vuélvete un alquimista, es un camino más prestigioso y está en ascenso. Si te esfuerzas en un par de años, puede que incluso puedas regresar a la familia Shi"

—"¡No quiero!" Interrumpió Shi YiFeng" La secta de los cincos pico todavía necesita a los artesanos.."

—"Eso terminará mañana" El anciano Qin Yu dijo con voz sería—"Hoy cuando me reuní con los demás ancianos  quedó en claro que el pico de Aguas Profundas Truncadas dejará de existir

"—¿eh?" Incrédulo, Shi YiFeng espero que el anciano Yu le diera una explicación, pero después de mucho tiempo solo había silencio.

"—¡Es mentira! No le creo"

—"Lo creas o no, ya fue decidido. Al amanecer ve al Pico de las Estrellas Caídas y busca al gran maestro Shi Guo, debe darte algunas cosas que necesitaremos para recibir a un invitado importante.

El anciano Yu había dado por terminada la discusión dejando a Shi YiFeng con decenas de quejas en su estómago.

—"¿Invitado especial?" Preguntó encontrando raro que la secta fuera recibiera alguien del exterior y más pidiendo ayuda al gran profeta.

Una sonrisa floreció en el rostro del anciano Yu— "Por la tarde recibiremos al gran consejero real"

El consejero real era la segunda máxima autoridad de los ocho continentes, sólo porque existía un rey, sin su presencia, el consejero real tenía el poder en la toma de decisiones y nadie podía oponérsele. Que una persona así venga a los Cinco Picos era un gran honor.

—"¿A qué vendrá una persona con su estatus aquí?

Como estaba de buen humor, el anciano Yu no le importaba revelar el secreto— "Su alteza viene a dejar un tesoro a nuestra secta, dijo que era una reliquia de la antigua guerra y nos confía su cuidado"

—"De todas formas ve con Shi Guo y prepara el salón de la artesanía para recibirlo"

—"Si, anciano Yu"

El anciano Yu no tenía nada que decir y se fue tan pronto terminó de hablar, en cambio, Shi YiFeng se quedó en el pasillo apretando sus puños a un costado de su cuerpo.

Pasó mucho tiempo hasta que sus pies se movieron llevándolo de nuevo a su habitación, cerró la puerta despacio y se apoyó contra la madera. Recordó que tenía aún desconocido en su cama y su humor se hundió un poco más.

Se dirigió hacia un estante donde tocó una pieza de cristal incoloro y la imagen de joven  se materializó frente suyo. Era una piedra de memoria, un cultivador podía incrustar sus pensamientos dentro de ellas y transmitir mensajes. Algunos lo usaban para mensajería, otros implementa  un recuerdo para dejar su familiares cuando falleciera.

Aquel que apareció estaba vestido de blancas túnicas con verdes. Tenía una sonrisa cálida en su labios y una mirada gentil,  parecía saber del estado de ánimo de Shi  YiFeng y extendió su mano hacia la cabeza de Shi YiFeng ,aunque Shi YiFeng no podía verlo ni sentir sus acciones le hablo.

—Abuelo ... .Te he fallado, lo siento.

Sus murmullo solo duró un momento, siendo seguido por un prolongado silencio donde Shi  YiFeng solo bajó la cabeza, sin darse cuenta que la imagen de la piedra de la memoria cambiaba y parecía querer decirle algo, pero nada sucedió.

***

Al amanecer cuando los colores del cielo se volvieron más claros, Shi Yi Feng fue al Pico de la Estrellas caída, a diferencia de los demás picos que contenía al menos algunos discípulos para cuidar sus puertas, el Pico de las Estrellas Caídas es aún más solitario que el Pico de las Aguas Truncadas.

Un bosque de bambú se extendía desde la entrada formando un camino pavimentado que conducía hacia un gran palacio que estaba ubicado en la parte más alta de la montaña cerca de un precipicio. Solo Shi Guo podría vivir en un lugar tan tenebroso y su reputación lo precedía.

Un profeta era alguien que leía las estrellas y espiaba en los secretos del cielo para adivinar el destino, ya desea de una persona o de una nación.

En los ocho continentes, sólo había cinco profetas, Shi Guo era uno de ellos, y la razón por el cual había tan poco era porque aquellos que tenía talento para espiar los secretos del cielo morían a una temprana edad, sin embargo, Shi Guo no le temía al juicio del cielo y en una ocasión se atrevió a predecir el futuro de los ocho continente trayendo una lluvia de tormentas eléctricas que casi destruyeron la montaña, nadie sabía si logro ver algo, pero desde entonces había estado más ahilado de los asuntos mundanos.

Shi YiFeng ingresó al castillo sin vacilación cuando una persona salió detrás de una pantalla inmerso en la lectura de su libro —"Llegas temprano"

—"No lo hagas parecer que te tome de sorpresa, sabías que vendría"—Shi Yi Feng junto sus manos y saludó— "Gran Profeta Guo "

Shi Guo agitó su mano mientras se sentaba y dijo —"Deja eso YiFeng. Nos conocemos desde hace tiempo como para ser llamado amigos"

—"¿No es porque soy ciego que me dejas entrar aquí" — Shi YiFeng se acercó con confianza y se sentó frente a Shi Guo

—"¿De verdad?" Shi Guo le devolvió la pregunta indiferente mientras servía el té para ambos.

Shi YiFeng sonrió — "Se dice que el gran profeta Guo es muy guapo y nunca deja el Pico de la Estrellas Caídas, tampoco permite que otros discípulos vengan a molestarlo, ni siquiera el líder de la secta se atreve a entrar sin su permiso ¿Por qué soy la excepción?

—"Solo son rumores, mi apariencia es promedio y soy demasiado perezoso para lidiar con la gente, por eso no permito que alguien venga a molestarme" —Shi Guo le entregó la taza de té.

Si Shi YiFeng pudiera ver se asombraría al apreciar la apariencia promedio del profeta Guo. Sus largos cabellos blancos caían por su espalda en forma de cascada, poseía una nariz recta y labios finos embarcaban su rostro resaltando su pálida piel y largas pestañas.

—"Escuche que el pico de las Aguas Truncadas cerrará" Comento Shi Guo  bebiendo su té. Como no escucho una respuesta, levantó sus ojos claros y analizaron la expresión de Shi YiFeng.

Contrario a sus expectativas, Shi YiFeng tenía una personalidad tranquila y no solía revelar sus emociones, sin embargo, lo vio fruncir sus labios y el agarre sobre la taza se hizo más pesado. Su lenguaje corporal delató su estado de ánimo, pero Shi Guo no lo consoló— " Ven al Pico de las Estrellas Caías y se mi disculpo a puertas cerradas. Tu discapacidad no será un problema, de hecho eso te hace ideal"

Las esquinas de los labios de Shi YiFeng se curvaron hacia arriba. Shi Guo no tenía discípulos, no porque le faltaran talentos que llegar a su puerta, sino porque entre más cercana fuera su relación con una persona menos podría ver su destino. Los profetas no podían ver las estrellas de su vida ni las de su familia, naturalmente muchos profetas eligieron vivir en aislamiento y soledad que mezclases con los inmortales.

Como si supiera lo que estaba pensando, Shi Guo dijo— "La primera vez que nos vimos te dije no puedo ver tu destino, estés o no cerca de mí. Eso no ha cambiado hasta ahora.

—"El gran consejero vendrá por la tarde" Shi YiFeng no quería seguir la conversación y cambió el tema.

A Shi Guo no le importo y comentó " Su alteza no es una persona ordinaria, diles a eso idiotas, que aquellos con corazón codicioso no deben acércame o les espera la muerte.

Shi YiFeng no tenía las suficientes agallas para transmitir ese mensaje en cambio dijo—Se diré al anciano Yu que sean cordiales ¿Qué es lo que debo llevarme?

—Solo son unos talismanes con energía Yang—Shi Gao sacó un conjunto de talismanes y se lo entregó a Shi YiFeng.

— Debes pegarlos en el salón principal del pico de las Aguas Truncadas, dispersaran no solo la energía yin, sino que también crearán un círculo de protección. A los ancianos les preocupa que algún incidente pueda ocurrir y están siendo precavidos.

— ¿No tiene su alteza escoltas?

—Lo tiene, pero no son de esa clase de guardaespaldas.

—¿Qué tipo son entonces?

Shi Guo sonrió, pero no respondió. Shi YiFeng estaba acostumbrado a su personalidad y no le importó. Se despidió con una simple reverencia cuando lo escucho hablar.

—YiFeng, tú también mantente lejos del Consejero real.

Shi YiFeng se detuvo y miró atrás confundido— ¿Por qué? No es como si una persona de su estatus pudiera estar interesada en alguien como yo.

—Solo diré que su alteza real es una persona especial, cuando vengas lo sabrás.

Para tener todo el poder de los ocho continentes, Shi YiFeng podía imaginar que no era una persona normal, pero tampoco entendía a lo que Shi Guo se refería con especial.

Viendo que estaba pensando en sus palabras, Shi Guo dejó caer sobre la mesa algunas monedas de la fortuna y al ver su posición sus ojos se ampliaron levemente. Miró hacia adelante y tuvo un presentimiento.

—YiFeng la razón por la gente te odia es porque prefieres romperte que doblarte.

Shi YiFeng lo escuchó, pero lo ignoró.

En los terrenos de la secta de los Cinco Picos, la torre Ten Kai era la más grande y era actualmente la residencia del maestro de la secta, sin embargo, para recibir al consejero real solo tres líderes de pico subieron al torre en representación de maestro de la secta que estaba en reclusión a puertas cerradas y se debía a las intrusiones de Shi Guo.

Los tres maestros estaban en el balcón esperando su llegada, pero al llegar al hora propicia no había rastro de consejero real. Se miraron entre ellos preocupados cuando un agujero negro se abrió en el medio del salón, era un trasportador  espacial que solo las realeza podía usar.

—Lamento haberlos hecho esperar.

Una voz suave y profunda provino del interior.

Los tres maestro doblaron sus rodillas y bajaron su cabeza para saludar al recién llegado— Bienvenido, su alteza.

Un hombre joven emergió del espacio quebrado arrastrando una blanca túnica de seda. Era alto y delgado, su piel blanca como la porcelana resaltó sus largos cabellos dorados que caían por su espalda. Su mirada era gentil y suave. Era la definición de hermoso y frágil como un fino cristal que ante más mínimo toque se desgarraría.

—No hay necesidad de reverencias, hoy soy solo un invitado.

Abandonado las reverencias, los tres maestros levantaron la cabeza y no pudieron evitar sorprenderse al ver a Ren Tai-Ho. Había visto muchas clases de bellezas a lo largo de sus vidas, pero era la primera vez que presenciaban a una belleza que además era tan pura como un jade.

El anciano Yu recordó las palabras del maestro Guo y tosió para despertar a los otros dos ancianos—Gracias por venir desde tan lejos su alteza.

Ren Tai-Ho negó con la cabeza— La secta de los Cincos Picos es famosa en el continente, siempre he querido hacer una visita para ver los talentos que resguarda. Hoy después de mucho tiempo, he podido cumplir ese anhelo, es un honor para mí ser recibido por sus ancianos.

—No, somos nosotros los que tenemos el gran honor de servir Tai-Ho.—El anciano Yu no podía evitar sonreír al escuchar que el consejero tenía buena opinión de ellos. —Según la carta de su majestad, dijo que Tai-Ho tenía una petición para nosotros.

—Así es. — De la nada, en las manos de Ren Tai-Ho apareció una espada negra, incluso la funda era un color oscuro como la noche. En la palmas de Ren Tai-Ho era como una pieza impura que ensuciaba sus manos.

—Es una reliquia de la antigua guerra. Ha estado en mis manos durante mucho tiempo.

Hubo un toque de tristeza en la voz de Ren Tai –Ho. Miró la espada en sus manos un momento y luego regresó su atención a los ancianos.— He oído que los artesanos pueden entender el corazón de las espadas, si permanece en manos de uno seguramente, con el tiempo elijara un nuevo amo.

—Tai-Ho tiene buenos pensamientos. Nuestra secta tiene artesanos de antaño que cuidaran bien del tesoro de su alteza.

El anciano Kei, el maestro de Pico del Infierno Congelado dio un paso hacia adelante. El anciano Yu lo miró de reojo disgustado ¿Quién fue que en la última reunión dijo que los artesanos son unos inútiles?

Ren Tai-Ho sonrió—Es bueno escuchar esto. No podía esperar menos de la secta de Cinco Picos.

—Por aquí, Tai –Ho.— El anciano Kei indicó el camino y evitó mirar demasiado al consejero real porque un extraño calor quemaba sus mejillas.

Los cuatro se dirigieron hacia el pico de las Aguas Truncadas utilizando directamente una matriz de teletransportación y aparecieron directamente en el salón principal.

Ren Tai-Ho miró los detalles del lugar y sus ojos se detuvieron en la escultura al fondo de la habitación. Camino hacia ella y admiro su diseño encontrándolo algo nostálgico.

—¿Es..?

—Bai xi.

—Con que es ella—Ren Tai-Ho concentró su atención en el rostro de la doncella por un momento, luego se giró hacia la persona que le habló— Es algo inusual que alguien recuerde a la Guardiana del Reino Superior ¿Te gusta?

—No..Yo—Shi Yi Feng no sabía cómo responder a esa pregunta, tampoco esperaba que el consejero real le hablara, así que guardó silencio.

Sin embargo, Ren Tai-Ho era una persona que prestaba atención a los detalles y rápidamente se dio cuenta de la discapacidad de Shi YiFeng—¿Tus ojos están..?

—No se preocupe por favor—El anciano Yu Qing  intervino—Aunque no lo parezca, YiFeng es unos de los artesanos talentosos del Pico de Aguas Truncadas, no necesita prestarle atención.

Aunque era amable y atento, Ren Tai-Ho no era alguien que despreciara a los demás por una discapacidad, comprendió la situación y no dijo más al respecto, en cambió le dijo a Shi YiFeng.—Es algo terco y no se deja desenvainar por nadie, he hecho que muchas personas lo intentaron, pero todos fallaron. Imagino que porque su antiguo amo debió quien lo forjó y al no estar no desea que nadie más sea su maestro.

Al escuchar sus palabras, Shi YiFeng recordó algo que le dijo su abuelo cuando aún estaba vivo, sólo los artesanos que han llegado a un determinado nivel eran capaces de entender el corazón de las espadas, aunque uno fuera talentoso podía estar toda su vida intentando comprender la intención de las herramientas mágicas, pero no lo lograría. Ahora entendía porque Shi Guo le dijo que esta persona era especial, tenía una intuición muy fuerte.

—YiFeng está a cargo de cuidar todos los torosos que ve aquí Tai-Ho, no debe preocuparse. Personalmente enviaré a mis propios discípulos para asegurar su bienestar—Dijo el anciano Kei.

—Estoy agradecido con el anciano kei, pero prefiero que un artesano lo mantenga a su lado. -- Ren Tai-Ho no miró al anciano Kei para hablar, claramente no lo estaba tomando en cuenta.

—Por supuesto que lo entiendo —El anciano Kei forzó una sonrisa en sus labios.

A su lado el anciano Yu pensó que hoy era un buen día.

"Si supiera que ya no hay artesanos en la secta ¿Todavía dejaría su tesoro aquí? "Aunque pensó en su corazón, Shi YiFeng no reveló sus emociones

Aunque no podía ver, sabía la posición Ren Tai-Ho por su voz, pero en el momento de tomar la espada para guardarla, sujetó la empuñadura y no su vaina deslizándola  de su funda sorprendiendo a todos en la habitación.

—¡T-Tu! —Ren Tai-Ho lo miró asombrado.

Shi YiFen no entendió que estaba mal, cuando de repente, una luz blanca resplandecida envolvió toda la habitación.



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