ETAPA FINAL: LA CABEZA
Sentí como mi cuello se quemaba, al abrir los ojos vi el rostro de la tortura, con enormes colmillos, acompañado de ese brillo sanguinario. De mi herida comenzó a salir una sustancia negra que me cubrió por completo, liberando toda esa oscuridad interna de apariencia huesuda, en mi mano emergió una guadaña, la única que controla al dullahan. Podía escuchar el canto de mi hermana acompañado del grito de agonía de Andrew, quien sujetaba su cabeza, sus ojos fueron quedando en blanco, mientras que una sombra lo acobijaba, haciendo aparecer a su lado una cabeza que recitaba "venganza".
— Actuaste sin mi consentimiento, existes por esa maldición, la cual ya se pagó, así que es hora de acabar con esto.
— ¡No!, hay mucha sed de venganza, eso me despertó, además este chico me invocó — anunció elevando el cuerpo de Andrew.
— ¡Déjalo!, te aprovechaste de su dolor.
— Te refieres a este dolor — riendo le dio un rostro a esa cabeza.
— No soporté ver que era la de mi mejor amigo Eric, deslice mi guadaña para aniquilarla.
— No me detendrás — vociferó lanzándose sobre mi.
— Quien digo detener, solo te convertiré, ya no vivirás por la venganza, solo iras por las cabezas de aquellos que tienen poder y pagan por matar y borrar sus huellas — susurré levantando aquella arma. En seguida el se detuvo, otra cabeza apareció a su lado, sus ojos brillaron obedeciendo mi orden. — Por cierto, nunca estoy solo y yo no era el que te iba a detener, sino ellos.
Leila gritó aturdiendo al dullahan, Frank le atravesó el pecho con sus garras, entre los dos lo llevaron y lo hicieron dormir.
Todo mejoró de pronto, como si nunca hubiese sucedido nada de esto, todo quedó sepultado como un recuerdo más.
— Que bueno verte Frank, o mejor te dijo detective Douglas.
— Lo mismo, me alegra tenerte otra vez, en esta época lograste ser un adulto, hermanito Trevor.
Aclarándose la garganta Leila pasa en medio de nosotros, — Son unos groseros al dejarme por fuera, que no se les olvide que ustedes están aquí gracias a mí maldición
— Mis disculpas hermana, ya no cargaras con esta sola, ahora podrían decirme que es lo que soy exactamente en esta época.
Douglas se cortó la muñeca, su sangre mostró todo lo ocurrido.
Andrew se recuperó, no recordaba nada de lo último, además Frank le hizo olvidar todo lo relacionado con la venganza de su hermano Eric. Los casos de asesinatos fueron cerrados, para todos casi soy la última víctima; por tal razón quede bajo el acompañamiento permanente del detective Douglas, Leila se unió al equipo como analista de perfiles. Los tres los fines de semana y una que otra noche retomamos nuestras herencias; yo componiendo para Frank, que después de cazar llega a tocar el piano; y leila cantando para nosotros. Ahh, perdón, olvidé al nuevo integrante, cada vez que un corrupto se levanta hacer lo suyo, Andrew sale a jugar o mejor dicho el dullahan que habita en él.
FIN
***
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