No te rehúsas a ninguna sola caricia, aprovecho aquello para volver a saborear tus labios.

Lentamente me acerco a su encuentro, hasta que al fin quedan unidos.

Volverlos a sentir es un buen deleite.

Aún me pongo a pensar en cómo es que con sólo un beso puedas transportarme a lugares inimaginables.

Que hagas que los latidos de mi corazón aumenten su velocidad con tenacidad, que pronto se desespere tanto que lo creo capaz de salir a unirse con el tuyo.

Que la piel se me erize y me recorra un leve escalofrío.

Sé que tus besos ya son algo descubiertos para mí, pero son nuevamente conocidos.

Tan dulce que deseo perderme en ellos.

Y tan cálidos que no quiero que acaben.