Cuentan las historias, cuentas las voces, rumores, que en el palacio de el gran Sultan Abdullah él Emperador del Magnífico Imperio Otomano ocurren sucesos y tragedias inusualmente extraños  y sangrientos para aquellos quiénes lo habitan.

No importa tu estatus en el Palacio de joyas y oro, nada de eso te salvará de las bestias que habitan en el.

Cuentan las historias sobre una bestia, un monstruo susurran, que roban la belleza e inocencia de cada joven que cae en sus garras y la marchitan tal cual flor cuando se es alejada de el sol y agua.

Y las voces y llantos de los atormentados de esa generación y anteriores se escuchan por los pasillos y habitaciones, cada pared del lugar manchada de está sangre, terror y pena.

El lugar está maldito.

Nadie vivira nunca felizmente hasta que el destino les sonría.

Nunca llegará.

Cuentan los rumores que nadie logra salir vivo de aquel lugar, y si se logra salir eso solo será en un ataúd...

Solo las paredes de aquel misterioso lugar, podran contar lo que se vive dentro de el.

Pero... cuentan las historias.

Oh dime tú; ¿Aquellos serán solo rumores?

No creo que quieras averiguarlo.