Las manos de Keht desataron con rapidez el corset de Pertevniyal, sus labios se posaron en su cuello repartiendo besos húmedos en el área, Pertevniyal gimio al sentir aquella sensación y se dejo desnudar.

Keht observo en el espejo como Pertevniyal se retorcia con cada caricia y se posicionó frente a ella para besar sus pechos con delicadeza.

—No pares - susurró Pertevniyal y Keht la empujó a la cama colocándose encima de ella para besar sus labios. Sus manos recorrieron cada parte de la desnudez de Pertevniyal, sus gemidos fueron melodioso para Keht quien acarico la intimidad de Pertevniyal haciéndola soltar jadeos placenteros.

—Persefone - gimio con desesperación  y Keht detuvo sus caricias— ¿Por que paras?

—¿Cómo me has llamado?- Pertevniyal abrió sus ojos sorprendida, el rostro de Keht estaba rojo.

—Y- yo no quise -negó con los ojos cristalizados.

—¿Quién era Persefone?- Pertevniyal negó repetidas veces—dime - exigió con dureza.

—Mi primer amor- susurró, Keht vio como una lágrima se deslizaba por su ojo y sintió pena, pero era más  grande su enojo.

—Quiero saber quién era - Pertevniyal sollozo— no llores cariño - beso su frente y Pertevniyal se aferró a su cuerpo.

—Nükeht era la mejor persona que había conocido - susurró —me enamoré perdidamente de ella y alguien sin corazón me la arrebato- sollozo.

—¿De dónde era ella?- Keht quiso golpear a la mujer abrazada a ella.

—Grecia, me contó que vivía sola con su madre- hipo un poco y luego prosiguió — lo siento.

—No tienes por que sentirlo - acaricio su rostro— ahora estas aquí conmigo, pronto olvidaras ese duro recuerdo.

—No quiero olvidar- Keht acaricio su cintura.

—¿Quieres ser amada de nuevo?-Pertevniyal asintió— entonces deja de pensar en los muertos, ambas estamos vivas, y juntas. Yo jamás me ire de tu lado, pero me  tienes que amar a mi, yo ya  te amo.

—¿Lo haces?-Keht beso sus labios.

—Lo hago - sonrió para sus adentros y siguió besando su cuello y sus pechos— solo serás mía Pertevniyal, mía.

Las despededidas en Topkapi no siempre eran felices, un delgado cuerpo de cabellera rubia gritaba con desesperación y dolor a los pies del ataúd de su gemela, Hadarah a su lado contenía sus ganas de llorar con todas sus fuerzas, el lugar  estaba sumido en un profundo silencio excepto los gritos de Eylem.

—Eylem, déjala ir - susurró Hadarah tomado la de la cintura, la rubia la abrazó con fuerza y dejo que Hadarah le acariciara el cabello.— buscaremos al culpable, tu serás su verdugo.

—Por favor -susurró Eylem con dolor.

Gevherhan miró a la mujer frente a ella, esta  pedía piedad de rodillas, la sultana negó con los ojos fundidos en enojo puro.

—¡Cometiste un error! ¿sabes como se paga eso?-la joven negó —maten la - grito a los guardias —No quiero que nadie encuentra su asqueroso cuerpo- los señaló y salió del cuarto de costura con rapidez, en el  camino acomodó su vestido e hizo que su escote resaltara un poco más, al llegar al lugar deseado ordenó que le avisarán a su hermano de que estaba en su espera.

—¿Pasa algo Gevherhan?- Akram apartó la vista de sus papeles, Gevherhan soltó un sollozo y cayó de rodillas al suelo, Akram corrió en su auxilio. —¿Gevherhan?

—¿Cómo pudo pasar eso?-susurro lanzándose a sus brazos —¿Quién pudo hacerle eso Neylam?- sollozo pegándose a su cuello.

—Buscaré al culpable-  susurró en su cuello.—ve a descansar

—No me dejes sola, tengo miedo, ¿y sí  la siguiente soy yo?-  susurró.

—No te pasará nada, pondré mas guardias en tu  puerta.

—No, quiero quedarme contigo ¿puedes? Por favor-  tomo sus manos y las beso— tengo miedo.

—Esta bien- Akram suspiró y la ayudo a ponerse de pié.

Gevherhan sonrió cuando su hermano la depósito en la enorme y se giro para acomodarse al  otro lado. Pasados los minutos el sultán se durmió y la joven se puso frente a el para acariciar su abdomen.

—Vas a ser mío y vas a sufrir por los actos de tu madre - susurró tan bajo que el viento se llevó sus palabras.

—Keht - Pertevniyal movió el cuerpo de su amante— despierta.

—Aún no quiero -susurró tapando su rostro.

—Kaya no tarda en entrar para traerme el desayuno- volvió a moverla.

—Si me besas tal vez lo considere-  Pertevniyal sonrió y se lanzó a darle un corto beso.

—Ahora muévete

—Bien, cariño- le robó y beso y se puso de pié para buscar su ropa—¿Puedo tardarme un poco? Algo no me dejo dormir anoche - le guiño un ojo.

—Claro, pero te quiero ver de nuevo esta noche-  sonrió acercándose a ella.

—Claro amor mío-  sonrió dándole un beso y salió a paso rápido de sus aposentos.

Al caer la noche Pertevniyal se alistó para esperar a su nueva amante, su cuerpo vibraba con alegría al recordar la noche anterior con Keht, sus manos involuntariamente se dirigieron a sus pechos y comenzaron a moverse imitando las caricias que Keht había repartido, su razón la abandono por un momento y pudo ver el rostro de Nükeht, pudo ver sus labios devorando sus pezones y su cuerpo temblando al llegar a la excitación y luego no vio nada, la realidad fue cruel, su amada ya no estaba.

—Eso debería de estar haciéndolo yo- gimoteo Keht desde la puerta, puso el seguro y se acercó con paso lento a Pertevniyal.

—Te habías tardado y fue inevitable no pensar en ti- susurró viendo las caderas de Keht moverse con elegancia, la morena empujó a Pertevniyal en la cama y alzó un poco su camisón admirando su entre pierna.

—Estaba verificando que todos dormían para venir-  sonrió posicionando su cabeza entre sus piernas— pensaste demás por lo que veo- Pertevniyal se sonrojo y gimio al sentir su lengua en ella.

—Te pensé todo el día- susurró arqueando su espalda y sus manos volvieron a tocar sus pechos.

—Eso me gusta-  susurró acariciando su trasero— me gusta que me pienses solo a mi Pertevniyal, di que sólo eres mía - Pertevniyal mordió su labio sintiendo la culpa apoderarse de ella—¿cariño?- Keht gimio acariciando su intimidad.

—Sólo soy tuya-  gimio cegada por el placer — solo  tuya. 

Siempre digo que quiero leer sus teorías pero siempre me ignoran alv. Pero igual lo dejaré, quiero leer sus teorías.