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Capítulo 48


Pertevniyal observaba como Jacobo le gritaba a todos en la sala del trono, no comprendía lo decía puesto que su voz sonaba más ronca al gritar, miró a Keht a su lado y le sonrió cómplice.

—Van a ser ejecutados- sentenció.

—Esa decisión debería de ser mía - miró a su esposo- no creo que una ejecución sea lo adecuado, igual seguirían odiandome, incluso puede que me odien más- el asintió.

—La reina tiene razón- dijo el guardia de confianza de Jacobo-matarlos sólo generaría más odio contra ella, puede y desate más caos, podrían atentar contra su vida.

—Tienen razón- suspiró-pero tienen que ser castigados.

—No, yo perdonó su falta, aún no me conocen, es entendible su odio-se acercó a el-me ganare su amor de buena forma, no de mala forma, no los matarán.

—Su reina ha hablado, liberen a los insolentes, que sepan que su reina ha perdonado sus vidas- dijo seriamente-pero si eso se repite, nadie me detendrá de poner sus cabezas en estacas- señaló y salió de la sala hecho una furia.

—Hiciste lo correcto- dijo Shadia en su odio- tienes la mañana libre, en la tarde conocerás a tus nuevas damas.

—Bien, ¿Alguna sabe dar masajes?- Kaya negó.

—Yo si - Keht sonrió.

—Vayan a descansar, tu sigue me- suspiró yendo a sus aposentos.

—Kaya- Shadia detuvo a la rubia.

—¿Pasa algo?

—¿Confías en Keht?

—Se ve buena persona y hasta el momento no ha fallado en nada.

—Bien, puedes ir a descansar unas horas - la rubia asintió y siguió su camino.












—Prepara el baño Keht- suspiró tomando asiento.

—Enseguida.

—¿Por que te pusieron Keht?- la morena detuvo su caminar.

—No lo se, la encargada del Harén me lo dio al llegar- Pertevniyal asintió- ya está todo listo.- Pertevniyal siguió a la joven hasta la tina y espero con paciencia a que esta la desnudara para poder entrar en ella.

—¿Cómo acabaste en el harén?- Pertevniyal disfruto del agua.

—Mataron a toda mi familia y luego viví lo mismo que las demás.

—Mi madre jamás me cuenta como paso - cerró sus ojos y las manos de Keht llegaron hasta sus hombros.

—Es una historia muy cruel, eso nos toca vivir a muchas.- el deje de tristeza en su voz derritio el corazón de Pertevniyal.

—Quisiera que no fuera así- murmuró  sintiendo las manos de Keht llegando hasta su cuello.

—Eso no es tan cruel, no a como los esclavos de color viven, es un infierno.

—Me imagino -murmuró reprimiendo un gemido al sentir como Keht tocaba sus pechos.

—La deseo - susurró en su oído causando miles de emociones en su cuerpo.

Pero su momento se vio interrumpido por la voz de Kaya y shadia que venían entrando, Pertevniyal sintió su cara arder y abrió sus ojos para recibir a sus amigas.









El cuerpo cayó en un golpe seco en el suelo, lo último que vieron sus ojos fue el terror que poseía el cuerpo de su hermana y lo último que escucho fueron gritos.

"Con una vida se paga la deuda de sangre, pero nunca se olvida"




¡Madre!- el grito de Ipek alertó a todos en el harén, Hadarah miró a Rümeysa y a sus trillizas asustada, las puertas se abrieron  de golpe y el rostro pálido y cubierto de lágrimas de Ipek se dejo ver.

—¿Qué es lo que pasa Ipek?- Hadarah se acercó a ella.

—Neylam madre- Hadarah no logró comprender lo que pasaba, su hija, aún que no de sangre, temblaba y sollozaba sin parar.

—Tranquiliza te por favor y dime que pasa- la joven negó.

—¡Está muerta! Mi hermana esta muerta- gritó cayendo de rodillas, Hadarah abrió sus labios para decir que no mintiera pero el estado de la joven la descoloco— la mataron, mi hermana esta muerta-  gritó cubriendo su rostro, Hadarah se soltó de su agarre y alzó las faldas de su vestido para correr a los aposentos de la joven rubia que ella había criado.

Las criadas se apartaron al ver a la valide correr con desesperación, varios sollozos se escucharon cerca hasta que sus pies se detuvieron en la entrada de los aposentos de las mellizas, Eylem gritaba frente al cuerpo de su melliza, sus demás hermanas la rodeaban y lloraban sin consuelo alguno.

—¡Neylam!- gritó acercándose más a ellas— ¿Quién te hizo eso? Mi pequeña-  susurró arodillandose al lado de Eylem.

—Alguien la estaba envenenando-  dijo Nuray limpiando sus lágrimas —Eylem ha dicho que presentaba sintomas extraños desde hace días.

—¿Por que no fueron a buscarme?- susurró  tocando el rostro de Neylam, su rostro no mostraba color, sus ojos estaban cerrados.

Parecía dormir, pero la cruel realidad la golpeó fuerte, la pequeña niña que siempre llegaba corriendo al terminar sus clases se había ido para siempre, ya no vería más aquel rostro que siempre le enseñaba sus dibujos coloridos.

—Neylam - susurró con dolor —pequeña artista-  se abrazó a ella—¿Quién te hizo esto?- gritó con dolor.

—Hadarah, ya déjala-  Rümeysa toco su hombro.

—Madre - Akram hizo acto  de presencia,  detrás de el estaban Gevherhan y Neelam las cuales se quedaron en las puertas observando todo.—¿Qué fue lo que paso?

—Salgan todas, ¡largo!-gritó tocando el rostro de Neylam con desesperación, las sultanas salieron a paso rápido dejando solos al sultán y a su madre.— la envenenaron.

—¿Quién se atrevería?

—No se, pero quiero que busques al culpable, matalos a todos si es posible, pero esto no se puede quedar así, han asesinado a una pequeña parte de mi- sollozo.

—He hecho promesas de este  tipo- susurró recordando a su melliza— buscaré a su asesino- también había dicho eso antes, y nada había tenido resultado.















—Pertevniyal, esta noche partire a la frontera, hay asunto que arreglar con los enviados de Francia.

—No hay problema - sonrió tomando su mano. —Yo iré  a descansar.

—Claro - beso su frente y la oji-azul partió a sus aposentos.

—Pueden irse- miró a Kaya y a Shadia—mañana quiero ir a montar, quiero hablar con ustedes dos.

—Claro, no olvides que llegan las brujas- Kaya soltó a reír al recordar la cara de Pertevniyal esperando por horas a las damas.

—Brujas idiotas, ¿cómo se atreven a dejarme esperando?-  bufo siguiendo su camino.

—¿Va a necesitar ayuda?- Keht apareció a su lado.

Pertevniyal sonrió nerviosa, había estado ignorando la por horas y ahora aparecía con una enorme sonrisa y ojos brillosos.

—Supongo - Keht le abrió la puerta y luego fue a buscar su camisón.

Observo su figura en el espejo y sintió el calor subir pronto al ver como Keht llegaba a ella desnuda.


El pecado se había aparecido de nuevo a ella con ojos de leona.




















Que intenso xd

No me pude resistir así que aqui tienen el capítulo, aún no se pasa la meta pero ya que.

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