El ruido de cosas rompiéndose llegó hasta los oídos de Kamanha, sabía que Gevherhan estaba teniendo una rabieta por lo que habían escuchado en la cena.

Sabía que su hija merecía el mundo, pero para ambas era imposible obtenerlo por su estatus, con suerte y había permanecido en el Palacio los años posteriores a la partida de su niña y esa misma suerte se le regresó, si ella era alguien era porque amaba su hija y eso la había convertido en miembro de esa familia indeseable…..Pero todo era por Geverhan no por ella.

—¡Ya basta Şermi!-gritó la rubia, Gevherhan soltó el espejo causando un gran ruido y se dejó caer entre los trozos de vidrio.

—Ella siempre obtiene  todo–susurro dolida–¡Obtuvo a un futuro rey, el amor de una madre, el poder de ser la hija mayor, todo, absolutamente todo!–gritó –¿Y yo que tuve? Me arrebataron a mi madre y hermanos, fui despreciada por todas las criadas.

Kamanha la miró dolida, Şermi perdió a su madre y hermanos y ella solo había perdido a su mejor amiga y la sanidad mental de su hija.

Todo era culpa suya.

—Debiste quedarte al lado de tu tía, ella te dio todo.-murmuró Kamanha–Ella estaba dispuesta a darte todo, yo mientras no pude hacerlo de la manera que siempre quise no solo por el recuerdo de tú madre sino porque yo solo quería pero escúchame, yo no crié a una asesina, y menos a una niña caprichosa que hace rabietas infantiles por algo tan estúpido.

—¡Sí!¡Lo hiciste!

—Eres igual a tu madre–suspiro–Yo siempre te dije que fueras buena, que no te metieras en problemas para cuando fuese el momento adecuado  nos íbamos a ir, pero ahora ya es tarde.

—¿A dónde íbamos a ir?– Preguntó frustrada y con ironía.

Solo eran las sobras de esta Dinastía sucia, ¿Qué otro lugar podrían tener?.

—Te ibas a casar, si no lo amabas podrías matarlo o optar por el divorcio,  pero con su dinero íbamos a irnos  a Rusia y vivir con tranquilidad, te ibas a casar con quién quisieras, ibas a estar lejos de este maldito lugar, lejos del amargo recuerdo y del rostro de todos los fantasmas de este Palacio.

—Ya es tarde para eso- soltó un sollozo–Es muy tarde para ser feliz.

—Mi niña, nunca es tarde para serlo.

Admitió con dolor Kamanha.

—Entonces busca un esposo para ti, tu puedes irte y ser feliz.

—No puedo, prometí estar para ti.

—Que mi vida no te detenga de tener la tuya.

—Lo pensaré.-soltó abrazando su delgada figura sin importar que el riesgo de cortarse con los vidrios rotos.

—Pero eso no significa que mi venganza finalizó, si la muerte de la prostituta favorita de mi hermana no funcionó, otro amor destructivo puede llegar, no le daré ninguna paz, ni aquí ni en la otra vida.-alzó la vista hacia su madre, sus ojos oscuros se tornaron más negros y su sonrisa se ensanchó.

Kamanha la miró horrorizada, sin embargo suspiro llevando de nuevo sus brazos a la morena.

Pronto su Madre se fue de sus aposentos y su desastre fue limpiado bajo la aterrada mirada de las sirvientas; Geverhan se sentó en su Diván y se observó en el nuevo espejo que le habían traído, se miró y tal vez el espejo estaba sin acabar porque su reflejo era horrendo, áspero y distorsionado de como solía creer que era. Sin embargo recordó:

Su madre quien nunca la quiso la dejo de lado y alegó que solo era un error por ser una niña y que torpemente falló en su camino al "éxito", tontamente eso le costó la vida a sus hermanos. Kamanha había sufrido cuando no pudo protegerlos y menos cuando la obligaron a dejarla; tanto sufrimiento y planes que hizo para regresar y verse afectados por esa maldita mujer y su enferma hermana mayor. Todo por lo que había trabajado no se habría de acabar y como se lo había prometido a su madre, su madre verdadera no dejará descansar a Pertevniyal ni en su trono Escoses, no dejará que sea feliz nunca porque si ella no lo era pues la otra tampoco, Geverhan no descansará hasta ver a todos en el pozo más oscuro del infierno. El alma de Nükhet, su Madre, Su padre y de los demás jamás tendrán paz cuando los acabé. Miró su reflejo una vez más….

El espejo no estaba roto, ese espejo era perfecto, mostraban su reflejo verdadero, el monstruo que era realmente…..El monstruo que la venganza y los demás crearon.

—Todo a su tiempo Geverhan, todos van a pagar y pronto nos iremos de este lugar Mamá.–Se habló.– Pero mientras no hay que hacer esperar al diablo.¡Pero, oye, no puedo controlar el impulso!.– Rió su reflejo.–Nadie me  culpará por eso
Imposible, imposible ,Gira y gira alas derecha. Los detalles nunca son seguros o suenan pero la verdad siempre proyectada a través de una lente corrompida.

Y Geverhan le dio la razón.

Dos días después los preparativos para la partida de Pertevniyal y Jacobo estaban listos, el harén preparó una gran despedida mientras que el gran visir y paşas de alto rango esperaban por la pareja.

—¿Podremos ir a visitarla?-dijo Nahid viendo a su madre, Hadarah soltó una pequeña risa y se acercó a Jacobo.

—Busca a mi madre-le susurró —presentale a su nieta por favor.

—Lo haré sultana-sonrió y beso su mano, Pertevniyal abrazo a todas sus hermanas menos a Gevherhan la morena la miró con odio cuando paso por su lado y Pertevniyal sólo le dio una corta mirada a Kamanha Hatun le regaló una sonrisa y está una reverencia y al final abrazo a su madre y a su hermano.

—¡Espera hermana!- dijo Gevherhan con una pequeña sonrisa, se acercó a Pertevniyal quién estaba a nada de subir a su carruaje junto a Shadia y está espero a que hablara.—No he sido la mejor hermana, y quería demostrar que no tengo malas intenciones y que esperaba que logres perdonar mis faltas-Sonrió, Pertevniyal la miró sin entender.—Ella es Keht Hatun- Pertevniyal sintió una punzada en su pecho mientras miraba a una jovencita acercarse— Y ahora te servirá a ti, te cuidará y no dejará que nada malo te pase.

La joven de piel morena y mirada de León se acercó hasta ellas e hizo una profunda reverencia, miró de reojo a Pertevniyal quién tembló al verla, su espalda tirito de miedo y se expectación.

—Espero aceptes mi regalo.– Llamó sacándola de su trance mientras dejaba de lado a la joven.

—Claro hermana–sonrió de lado—Sube con Kaya Hatun en el carruaje de atrás- susurró y abrazó a su hermana—Gracias.

—No fue nada hermana, que te vaya bien y Allah te otorgue la felicidad.- Pertevniyal asintió y subió a su carruaje.

Geverhan la vio subir y su sonrisa se hizo más grande de lo que alguien pudiese mientras observa con alegría y satisfacción como partían.

Una molestia menos… – Pensó. – No me falles Keht Hatun.

|Περσεφόνη • |

Tinos, Grecia.

Vamos no todo es tan malo en la vida, no lo es, es solo que aveces las cosas pasan por algo. No importa cuánto cuídese tus pasos siempre habrás de fallar en uno de ellos.

Así fue como Melody descuido sus pasos y acabó en las costas Otomanas. Ella lo recordaba muy bien.

Melody era la hija de un herrero, su madre había muerto hace años a causa de la Tuberculosis recordaba como la tristeza de su padre casi lo consume sin embargo desde hace dos años que se había vuelto a casar con una mujer llamada Dalma su madrastra había perdido a su esposo e hijo en la guerra y su única hija había sido raptada por los Otomanos de alguna manera Dalma y su padre se completaban y su madrastra era buena con ella, había compensando esos años sin una figura maternal. Sin embargo la misma la sobreprotegia para que ella nunca sufriera el mismo destino que su hermanastra de la cual siempre tuvo mucha curiosidad, jamás la conoció ni por el hecho de que ambas vivían en el mismo pueblo ella no recordaba hablarle pero sí que recordaba ver a Dalma con ella solo podía recordar el lindo cabello castaño de Persephone….

Le hubiese encantado conocerla estaba segura.

— Por favor Madre, permíteme acompañarte al mercado con mi padre. Odio estar encerrada aquí.- Rogó con las manos en su pecho.

—Melody querida mía.– hablo con cariño su padre.– Sabes lo que significan estos días para tu madrastra.

—Las fechas cuando Persephone se fue...– murmuró y su Madrastra la miró dolida.– Lo sé perfectamente pero les prometo que si me llevan con ustedes no me apartaré quiero salir un rato con ustedes.

—Vale, pero pase lo que pase no te habrás de separar de nosotros. ¿Oíste?– farfullo Dalma.

Melody había celebrado pronto se arrepentiría de haberse quedado en casa.

Se habría de arrepentir cuando las campanas de la iglesia advirtieron la llegada de los Otomanos y cuando estos empujaron el rostro de su padre contra las fraguas del hierro cuando entraron a su puesto donde se habían escondido.

El olor de la carne y el hierro quemándose  jamás dejarían su mente, los llantos de su Madrastra que amenazaba a los corsarios con una daga para que no se la llevarán.

Fue inútil resistirse cuando la cabeza de su madrastra salió volando,ella solo dejo que la arrastraran hacia los barcos sin impedírselo a toda costa.

"Seguro y Persephone lucho, debió luchar…."- Pensó.– "Ahora sufriré tu mismo destino."

Meses después y al llegar la vendieron a una noble otomana, la Sultana Geverhan.

Y así nos encontramos aquí

[....]

Keht levantó su vista en el momento en que el carruaje comenzó a moverse, observó lo la ventana como la Sultana Geverhan se despedía de su carruaje.

[—Eres hermosa Keht por eso debes usar todos tus atributos para enganchar a Pertevniyal y luego acabarla…. Confío en ti mi pequeño reflejo…]. Recordó las palabras que aún flotaban en su mente y de disipaban en el balanceo del carruaje.

—¿Cuál es tu nombre?– preguntó la otra mujer que la acompañaba en el carruaje, era linda, rubia de piel blanca y ojos azules. La muchacha llevaba un vestido morado que la hacía ver vivaz, sin embargo, la misma no se veía feliz, había una manta de tristeza y sufrimiento en su rostro. La pérdida en ella era notable.—¿Cuál es tu nombre niña?.– Volvió a hablar.

—Yo soy Keht Hatun, soy la nueva criada de su alteza la Sultana Pertevniyal un gusto.– hablo calmada mientras bajaba la cabeza en forma de saludo.

—Mi nombre es Kaya Hatun, soy la sirvienta principal de la Sultana, soy la segunda al mando luego de Shadia Hanım así que debes hacer exactamente todo como te lo digo.– Hablo con voz terriblemente rota.—Keht...– murmuró con dolor.–¿De dónde vienes?.

—De Tinos, perdone el atrevimiento pero Kaya. ¿Porque la tristeza?–Pregunto.

Kaya Hatun la miro en silencio, pensando, la miraba y pensaba en que extraño que la nueva se pareciera parcialmente a su querida amiga pero según sabía Nükhet Solo tuvo un hermano…. Pero qué importa debe ser su mente juzgando con su dolor y recuerdo.

—Nada, es solo que hace unas semanas asesinaron a alguien en el Palacio y esa persona era mi amiga. Te daré un consejo Keht...– miro Kaya hacia las ventanas con tristeza mientras giraba el anillo en su dedo con lentitud.– No importa que pase o donde estés pero guarda tus secretos para ti misma o alguien te puede apuñalar con ellos.

Keht solo asintió confundida.

¿Who is Keht?

¿teorías?