Leyla hatun fue la escogida esa noche, la pobre joven luchó por no ir, le lloró a las kalfas y aghas para que no la obligarán, pero fue en vano, los aghas de la puerta la hicieron entrar a la fuerza.

El sultán la miró con odio y repulsión, sólo recordaba aquél incidente años, se acercó a ella a paso lento y la obligó  a desnudarse, ella lloró cómo nunca, su corazón latía a más  no poder, estaba siendo violada por el que decían que era un sultán amable, bueno y bondadoso.

—Por favor no, no—gritó ella entre sollozos, el hizo fuerza en su cuello, la estaba asfixiando, a ese punto Leyla ya se había rendido, fue golpeada y abusada sexualmente.

A la mañana siguiente un gritó hizo despertar a todo el harén, Greer que había sido la primera en levantarse vio a Leyla colgada, desnuda y con signos de violencia.

—¡Díos!—susurró Cecilia abrazando a su amiga

—Me quiero ir de aquí, Cecilia por favor, quiero regresar con María —sollozo

—Te prometo que ambas saldremos vivas de esto—susurró en su oído.

—Cecilia come por favor—susurró Angela

—Esa comida me da asco, mi madre la hacía mejor—hizo una mueca—Tengo miedo

—Yo también, pero de alguna forma saldremos de está, si intentamos enviarle una carta a la reina

—Imposible, si nos descubren capaz y creen que somos espías —Nurhan kalfa las miró

—Cecilia tu nombre será Afife, y el tuyo Rumeysa—las miró para luego irse

—Lo odio

—Igual yo—dijo  la ahora nombrada Afife

—¿Lo hizo?—dijo la valide

—Si, las nuevas están aún asimilando eso.

—He leído un poco sobre un método que utilizan los reyes en Inglaterra y Francia—lo miró 

—¿Cuál es?

—Te diré, pero antes quiero que traigas a esa joven, ¿como se llama?—suspiró tratando de recordar—la que estaba con la rubia

—¿Cecilia?

—Ella, ve por ella, es la elegida—murmuró

—Enseguida—hizo reverencia y salió

—Si, todas con pomposos vestidos en un baile— dijo Cecilia contándole a las concubinas

—¿Las podían ver los  hombres?—dijo la misma rubia del barco, Ana

—Si, si querías conseguir un buen partido, ¿acaso ustedes no vienen de alguno de esos países?—dijo Greer

—Vengo de Rutenia, y ni si quiera podía salir a ver el sol—dijo Ana

—Nosotras llevamos años aquí —dijo otra

—La corte fue lo mejor que nos paso, puede que fuera cruel aveces, pero así es la vida.

—Afife Hatun, la valide desea verte—dijo Murhan

—Voy—miró raro a Greer y suspiró para  luego seguir a Murhan.—¿Para que me quiere ver la valide?

—Hatun, lo que viene no le gustará ni a Allah, pero por favor se comprensiva

—Si no me dices que es no puedo aceptar

—La valide te dirá —dijo tocando la puerta

—Valide—susurró la joven

—Afife hatun, ven siéntate—señaló uno de los cojines al lado suyo y Afife sólo logró ver raro a Murhan para luego asentir.

—¿Ha que se debe su llamado mi valide?

—Te tengo un trato, se que no te gustará pero ni a mi me  gusta—suspiró—eres fuerte, educada y inteligente, se que podrás hacerlo.

Cecilia la miró con dudas, ¿que trataba? ¿También pensaba mandarla a la guerra cómo a aquella joven?.

—Cecilia descubrí que al casarse  dos gobernantes o reyes en este caso, consuman su matrimonio con testigos presentes.

¿Qué trataba de decirle?