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capítulo 30.

—Persephone Hatun—le llamo Ayşe hatun —nuestra sultana te espera en los baños—la joven asintió y dejó de lado su desayuno.

La joven entró al hammam y se acercó a la sultana, está le sonrió y ordenó a las criadas que salieran.

—¿Deseaba verme?

—Si, ve por una toalla, me bañaras hoy—Persephone asintió y salió de ahí, Pertevniyal se miró en el pequeño espejo que tenía en sus manos y luego miró a la joven quién venía ajustando su toalla.

—¿Como fuiste capturada?—dijo Pertevniyal esperando escuchar su dulce voz.

—Estaba en el pueblo de compras con mi madre, luego todo se volvió un caos y fui arrastrada hasta un barco.

—¿Sólo eran tu y tu madre?—las manos de Persephone recorrieron los brazos de Pertevniyal de una forma excitante para la sultana.

—Mi padre y hermano murieron años atrás—sonrió causando que la sultana se sonrojara—¿Puedo saber más sobre usted?

—Mi vida no es interesante—respondió viendo sus labios—mi hermano es el único heredero al trono, tengo muchas hermanas y el sultán es un asesino sin piedad—dijo sin ganas.

—¿Asesino?

—¿No sabes la historias?—ella negó—lo único que diré es que jamás te cruces en su camino querida Persephone—susurró causando que la piel de la joven griega se erizara.












—Sultana, Gevherhan sultan está aquí—Hadarah suspiró y dejo que entrará.

—Sultana.

—Al fin regresas—dijo sonando amable, Gevherhan sintió rabia al verla.

—Es mi hogar, sultana, vengo a pedir permiso para  que mi madre regrese a mi lado—Hadarah suspiró y  asintió.

—Kamanha puede regresar a tu lado—la joven dio media vuelta y regreso a sus aposentos.














Pertevniyal estaba en el jardín charlando con Shadia, Persephone y la otra chica estaban a sus lados esperando cualquier orden de parte de la sultana.

—¿Cuándo terminan las lecciones? Ya estoy cansada de escuchar sobre Escocia—murmuró Pertevniyal

—No te quejes, es tu deber

—No lo es, ¿Irás dónde Rümeysa?—Shadia se puso de pié

—Si, Kaya hatun sigueme—la rubia hizo una reverencia y siguió a la Hanim.

—Persephone, siéntate —la castaña la miró con duda pero la mirada dura de Pertevniyal la obligo a hacerlo.

—¿Puedo preguntar le algo?—Pertevniyal asintió—¿Shadia Hanim tiene família?

—Su madre murió al darla a luz y su padre, no sabemos quién es—suspiró—¿Algo más que quieras saber?

—¿Como sabe uno que está enamorado?—Pertevniyal alzó una ceja con duda.

—No lo se, nunca me he enamorado, no lo tengo permitido —susurró

—¿Por que? Todos tenemos derecho a enamorarnos—dijo Persephone fijando su vista en sus ojos.

—Una sultana de sangre sólo funciona para darle poder o protección a sus hermanos, yo tardé o temprano me voy a casar con un anciano moribundo—susurró triste y luego alzó la mirada al ver la mano de la castaña encima de la suya.

—Siento eso—la alejo de inmediato pero la sultana la acercó de regreso.—sultana.

—No digas nada—susurró y Persephone se sonrojo y se acercó a ella para dejar un beso en su mejilla, Pertevniyal sonrió y se acercó a ella para hacer lo mismo causando que ambas se sonrojaran.













—Sultana —dijo Ayperi kalfa—su majestad la quiere ver esta noche—Hadarah la miró con terror y luego asintió.

—No dejes que nadie sepa eso—susurró y se puso de pié—Raziye ve por mi ropa y tu comienza a arreglar mi cabello —ambas hatuns asintieron comenzado a hacer lo ordenado.


Hadarah iba nerviosa, llevaba un año sin ver al sultán a solas, al llegar los aghas la dejaron pasar y lo encontró a el sentado en su cama, despacio ella esperó a que su verdugo le ordenará que hacer.


—Hace tanto tiempo que no te veía de esa forma—dijo el poniéndose de pié y agarrando con fuerza su cabello—y no me privare de ti de nuevo, estarás en mi cama diario, si no puedo matarte, te voy a torturar de la peor forma, satisfaciendo mis deseos —Hadarah lo miró con terror y la obligo a ponerse de rodillas y luego a hacer otras cosas que ella odiaba.


















Esperó les guste ♥


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