Hadarah miró a sus hijos y se limpió las lágrimas, se acercó a las trillizas y las miró por un buen rato.

—¿Que ha pasado mamá?—dijo Akram

—La abuela ha partido al reino de allah—Pertevniyal agachó su cabeza, Akram negó varias veces y una de las trillizas abrazó a su madre, las otras dos soltaron unos pequeños sollozos, nadie se esperaba eso.

—¿Pasa algo malo Kamanha?—dijo Gevherhan apartando su vista del libro.

—Si mi pequeña, la valide se ha ido con allah—la pequeña asintió con pesar y abrazo a la que por años considero su madre.

—Sabes, te considero mi madre, todos estos años estuviste ahí —Kamanha asintió con una pequeña sonrisa.

—Siempre estaré aquí para ti—la abrazo.

Los gritos de Aziz sultan se escucharon por todo el harén, el sultán miraba a su hermana con dolor, amaba a su madre más que a nada y ahora la veían partir.

Hadarah, Pertevniyal, las pequeñas trillizas y las demás sultanas esperaban a que el ataúd con la que fue la valide sultán pasará frente a ellos, Hadarah sentía un gran pesar, no solo por lo que la valide había revelado sino también por que ahora quedaba desprotegida.

—¡Atención valide Menekşe Aynişah sultan hazretleri!—dijo el agha y todos en el harén hicieron reverencia.

Aziz sultan miró como el ataúd con el cuerpo de su madre pasaba frente a ella.

—Pueden regresar a sus aposentos—ordenó Hadarah viéndo a sus hijas y estas asintieron menos Pertevniyal.

Hadarah tomó su mano y se dirigió junto a su pequeña ha dónde estaba la única hija mujer de la valide.

—Sultana, almorzaremos en el jardín, por favor acompañenos—dijo Pertevniyal y la sultana asintió

—Llegó luego, tengo que ir con mi hermano—murmuró y ambas hicieron reverencia.

Hadarah y Pertevniyal llegaron al jardín, en el toldo y en el que era su lugar se encontraba Gevherhan, Kamanha estaba a su lado sonriendo, Pertevniyal sintió su cara arder pero la mano de su madre la detuvo.

—Jamás te rebajes—la miró sería y se acercó —Sultana, Kamanha—la rubia se apartó  de el lugar menos Gevherhan.

—Ese es mi lugar

—No  sabía que tenía tu nombre— soltó sin moverse

—Pero es mi lugar como hija de la Haseki —le repitió tranquila.—y por ser la futura esposa del príncipe de Escocia.

—Corrijo de el bastardo de Escocia—dijo Gevherhan

—¿Que son esas formas de hablar Gevherna? ¿acaso tu no la educas bien?—dijo Hadarah viéndo a Kamanha

—No se meta en la forma de educar de mi hija—dijo la rubia de mala forma

—Ella no es tu hija y nunca lo será, pero ya mismo dejarás de ser su Daye—se puso de pié pero el  Jalón de cabello de la rubia la detuvo, Kamanha comenzó a golpear a la peli-negra con rabia.

Pertevniyal miró con asombró todo y corrió junto a su Daye a buscar quién las ayudará. La pequeña tropezó con su padre y lo miró con miedo.

—De nuevo tu—dijo con rabia

—Su Majestad, Kamanha hatun está golpeando a mi madre—dijo con miedo y éste gruño fuertemente y corrió hacía dónde estaban las mujeres peleando.

—¿Que crees que haces?—alzó la voz y Kamanha de alejo con miedo de la sultana—¿Sabes lo que te pasará por lo que haz hecho?

—Por favor no fue su culpa, fue mía, yo las insulte—suplicó Gevherhan de rodillas.

—El castigó es la muerte—dijo la dulce voz de Aziz sultan

—Por favor, no me separen de ella, castiguenme a mi—dijo en un sollozo

—No pudieron respetar el luto por mi madre—dijo la sultana y vio a su hermano acercarse a Hadarah la cuál estaba inconsciente—¿Eso es lo que le enseñas a mi sobrina?

—Ella le dijo bastardo a mi futuro esposo y luego la hatun atacó a mi madre—dijo Pertevniyal tocando su madre—no se mueve.

—Dales su castigo —dijo el sultán a su hermana y cargo a Hadarah para llevarla con la doctora.

Gevherhan miró con miedo a su tía y luego a Kamanha.

—Lo siento sultana, fue mi culpa, no quise, lo siento—dijo la rubia.

—Comprendo que ames mucho a Şermi, pero lo que has hecho no tiene perdón, ella es la clave de la alianza con Escocia, y tu vienes de salvaje y la golpeas—gritó—¡Aghas!—Gevherhan la miró con miedo—azoten treinta veces a Kamanha hatun y tu Gevherhan pasarás tres meses en mi palacio, aprenderás modales—Gevherhan asintió y Kamanha emitió un gritó de horror al saber lo que le harían.

Hadarah despertó adolorida, miró a su alrededor y vio a sus hijos a su lado, Akram fue el  primero en acercase, Pertevniyal sintió aliviada h Rümeysa le paso agua.

—Pensé que no ibas a despertar—dijo Rümeysa

—Necesitan cincuenta de ella para que no despierte nunca—beso la mano de su hijo

—Gevherhan se irá con la sultana Aziz y Kamanha será azotada—dijo Pertevniyal.

—Su Majestad la quiere ver—dijo Fatmadil entrando a sus aposentos, ella asintió con pesadez.

Me tarde?

Espero les guste.