capítulo 19
—¿Que deseas Mahidevran? —Abdullah ni siquiera volteo a verla
—Tengo algo que podría hacerlo feliz —sonrió coqueta
—¿De ti? Tu me causas asco —dijo riendo y ella bufo a lo bajo
—Bien, pero se que esto le gustará —se acerco a su oído y comenzó a contarle todo, el alzó una ceja incrédulo y después comenzó a reír.
—Te escuchas tan patética queriendo acabar con la madre del futuro sultán —dijo riendo y ella lo maldito a lo bajo —pero cumpliré tu deseó —jalo su cabello y la acostó en la cama para luego abrir sus piernas con brusquedad.
—Haseki, ya casi está listo el toldo en el jardín, todas las concubinas ya están en su espera —dijo Raşa hatun
—Bien, vamos —se puso de pié y salió de sus aposentos en el camino Rümeysa llegó corriendo sudorosa y temblando —¿Que te pasa?
—El ya sabe todo, va a buscar a Ayşe —dijo Nerviosa y Hadarah temió por la vida de su amiga.
—No, no maldita sea —gritó y camino lo más rápido que pudo a la salida —Raşa comiencen sin mi —la joven asintió y Rümeysa la ayudo a subir al carruaje.
—Fue Mahidevran, Afife
—Esa maldita, me las pagará caro —murmura —Ve más rápido Halil, o acaso tu le quitaste el lugar al caballo —gritó.
Al llegar Hadarah corrió por todo el palacio buscando a Abdullah, busco en cada rincón hasta que fue a parar a los aposentos principales.
El estaba ahí con Ayşe a sus pies, la joven permanecía llorando y tocando su mejilla visiblemente roja.
—Que lindo secreto querida esposa—sonrió
—Ayşe sal de aquí —suspiró
—Tu no mandas aquí —hablo el
—Vete Ayşe —alzó la voz y la joven salió de inmediato
—Sabes que por esconder este sucio secreto pueden perder la cabeza las dos —alzó su dedo hacía su cuello y ella rodó los ojos —o simplemente arranco al bebé de su vientre delante tuyo y te muestro como esa zorra muere lentamente.
—No la toques, haré lo que quieras —se acercó —lo que me pidas, lo haré sin titubear
—Eso me gusta —Aún sentando desabrocho su pantalón y lo bajo lentamente —creo que ya sabes que hacer zorra escocesa — Hadarah lo miró con odio y se arrodilló comenzando a gatear hasta el, lo miró con asco mientras el la miraba excitado.
—Fatmadil quiero que vigiles cada comida, quién entra o sale de aquí, cuándo vaya a dar a luz manda a Azad agha por mi —dijo Hadarah viendo a Ayşe
—¿Que hiciste para que el la perdonará? —dijo Rümeysa en un susurró
—Tu no quieres saber y yo no quiero hablar —negó —Quiero que distraigas a Mahidevran —hablo molesta y se subió al carruaje.
Al llegar al palacio se dirigió inmediatamente hacía los aposentos de la kadin, sólo estaba Firial hatun quién tenía en brazos a la pequeña Gevherhan.
Con un asentimiento la hizo salir mientras ahora ella cargaba a Şermi.
—Eres tan linda, lástima que esa perra sea tu madre —le sonrió y una Mahidevran furiosa ingreso a sus aposentos.
—¿Quién te crees que eres para entrar y tocar a mi hija? —gritó furiosa
—¿Quién me creo? —sonrió —la Haseki sultán de este imperio, la madre del heredero al trono ¿quién eres tu? Perra chismosa. Créeme tu jueguito no salió como lo planeaste, Ayşe está a salvó.
—Merecían morir —gritó y le arrebato a la bebé de los brazos la cuál comenzó a llorar.
—Cuídate y cuidalos, Cualquier día sus hermosos rostros pueden aparecer con sangre —paso golpeando su hombro.
Tres meses después
Ayşe pujaba sin cesar, sus gritos se escuchaban por todo el palacio de lágrimas, un séquito de criadas la atendían mientras que Fatmadil sostenía su mano y rezaba a allah a que su amiga sobrevivierá al parto.
—Hadarah, Ayşe está dando a luz —dijo Rümeysa feliz y Hadarah le sonrió alegré.
Ambas se dirigieron al palacio de lágrimas con sonrisas en sus rostros. A las a fueras de los aposentos de Ayşe estaba Rana hatun criada fiel a Afife quién le informó el estado de su amiga.
—No puedes entrar
—Soy la Haseki Rümeysa —todas se hicieron a un lado y Hadarah se acercó a Ayşe.
—Siento que moriré sultana —gritó y pujo de nueva cuenta, un llanto inundó todos los aposentos y Ayşe sonrió.
—Una hermosa niña sultana —dijo Fatmadil y la partera las miró con pena cosa que las confundió
—¿Que pasa hatun?
—Ha perdido mucha sangre
—Quiero a mi hija —dijo sin fuerzas Ayşe —por favor sultana, cuide a Shadia, cuidela, no deje que le pase nada malo —susurró y cerró sus ojos.
—No Ayşe, por favor, levantate y mira a tu hija, es hermosa, su piel es hermosa, su rostro, Ayşe —sollozo Hadarah y las demás se miraron tristes, la joven había hecho sus días muy amenos.
—¿Que haremos? —susurró Rümeysa
—Traigan todo, nombraremos a la bebé, quiero que entierren dignamente a Ayşe —sollozo y las hatuns corrieron a buscar todo lo necesario para nombrar a la pequeña morena.
—Allah es el más grande y misericordioso, oh Allah es el más grande y misericordioso, tu nombre es Shadia, tu nombre es Shadia, tu nombre es Shadia —susurró —de ahora en adelanté nosotras cuidaremos de la bebé, le daremos la mejor educación y la haremos una digna dama de compañía para Pertevniyal —sentenció y todas asintieron.
Estaba indecisa con este capítulo pero al final así lo deje.
¿les gusto?
Pobre Ayşe
Dedicado a RocioGallego246
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