—Sultana, ¿que pasará con nosotros?

—Tu y Fatmadil se irán al palacio de lágrimas, ahí pasarán hasta el parto, luego diremos que encontramos al bebé abandonado y decidimos que te lo quedarías para que te haga compañía—la abrazo.

—Gracias sultana, no se como agradecérselo.

—Enseñándole a tu hijo a ser bueno,bondadoso y fiel—sonrió— que el mal de ese hombre no sea parte de el.

—Lo prometo sultana, gracias por todo.

—Eso si, no dejes que nadie te vea, tu y tu hijo no existen en ese palacio, si Mahidevran se entera, estamos acabadas, mañana mismo se van—suspiró y escucharon gritos en el harén, Rümeysa ingreso sudada y pálida.—¿Que te pasa Rümeysa? ¿Y mis hijos?

—Cómo ordenó el sultán y nuestra valide fuimos al jardín a almorzar, el sultán se enojó por el llanto de Gevherhan sultan y comenzó a golpear a Sünhal hatun, la desnudo y la llevo al harén, la colgó delante de todos y a vista de sus hijos y la valide.

—Por Allah, ¿Y mis hijos?

—Estan con la valide, Pertevniyal no ha parado de llorar.

—Para tener nueve meses es muy observadora—murmuró Ayşe

—Yo iré con ellos —dijo alarmada.

—Ve a hacer tus maletas Ayşe, te iré a dejar.

—Gracias a ambas—sonrió y salió de ahí.

—¿Como pudiste dejar que Sünhal muriera así Kamanha? Me era fiel—le gritó—Calla a esa niña ya.

—Lo siento Kadin, me concentre tanto en el pequeño şehzade que no me di que la sultana iba a soltar en llanto.

—Que te quede claro, Soy una sultana, Sultana, Kamanha—gritó y Ruşah hatun entro a sus aposentos.—¿Que quieres?

—Nuestro sultán la espera está noche Kadin.

—Que soy sultana

—No tenemos permitido llamarla sultana—hizo reverencia y salió de ahí.

—No me respetan Kamanha, no lo hacen, me vengare de todas, empezaré por los bastardos de Hadarah, no dejaré nada de ella.

—Calmase si, tiene que pensar con la cabeza fría.

—Aja, haz que deje de llorar y llevala al Hammam—murmuró.

Tres meses después.

—Sultana —dijo Aynil Hatun.

—¿Que deseas Aynil?—dejo a Pertevniyal en el suelo.

—Su majestad la Verá esta noche.

—¿Es obligatorio ir?

—Por desgracia si, Mahidevran kadin aún no despierta desde aquélla brutal golpiza, y usted es la Haseki, así que las opciones son cortas, o mandamos a una nueva chica que va a dejar sus sueños morir o va usted que siempre sale viva—murmuró

—Que ganas de ir me diste—murmuró—¿Puedes ir por mi vestido? Saldré al regresar iré al hammam.

Hadarah salió junto a Rümeysa y un pequeño séquito de guardias.

Al llegar al antiguo palacio una Ayşe con seis meses de embarazo la esperaba sonriente.

—Ayşe mirate, estás hermosa—le tendió su mano para que la besara—¿Como estas?

—Muy bien sultana, ¿y usted? ¿como siguen el príncipe y la Sultana?

—Ambos caminan ya, y te esperan todos los días —sonríe entrando.

—Y yo a ellos sultana, ¿que sigue después?

—No lo se, no tengo claro que hacer, pero no dejaré que les pase algo—tomo su mano.

—Gracias sultana, no sabe cuánto agradezco esto—susurró a lo bajo.

—¿Y tu Fatmadil?

—He estado bien sultana, ¿No ha despertado la víbora?

—Aún no, espero no lo haga nunca —dijo riendo—Aynil escucho hace meses que se vengaria de mis hijos.

—¿Cuándo piensa matarla?

—Cuándo menos se  lo esperé—sonrió

—Kamanha hatun—gritó Ayperi kalfa—¿Dónde estabas? La kadin ha despertado.

—¿Que?—sonrió la rubia

—Ve ya hatun—la empujo levemente y está salió corriendo hacía Mahidevran.

—¡Sultana!—hizo reverencia

—¿Que ha pasado Kamanha?

—El la golpeo fuertemente, estuvo dormida por tres meses

—¿Que? No puede ser—negó—¿Y la perra escocesa?

—No ha ido con el, pero descubrí algo que la puede hacer subir—sonrió

—Dime más—dijo sonriendo y Kamanha se acercó más a ella a susurrarle.

Esperó les guste.

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