
Capítulo 15
Cecilia era vestida por Rümeysa y Ayşe hatun, las damas de la reina ayudaban en su arreglo, pues todas se conocían desde hace años, María y Ana madre de Cecilia estaban con la valide platicando sobre Hadarah, Mahidevran estaba en sus aposentos hecha una furia, su plan había salido mal y ahora tendría que aguantar las burlas de Hadarah.
Las criadas se formaron en fila ante la presencia de la valide sultán la cuál se dirigió hasta su silla junto a la reina.
—No quiero—susurró Hadarah
—Tiene que sultana, usted es nuestra salvación —dijo Ayşe acomodando su corona, su vestido azul hacía juego con todas sus joyas.
—O maldición —dijo Mahidevran pasando por ahí
—Maldita —gruño— ese hombre me odia, ¿por que la valide querría que nos casemos?
—Para mantener la paz—dijo Ana la madre de Cecilia
—¿Paz?
—Cosas de Reinas—la abrazo— no estoy de acuerdo con esto, y menos con que te quedes en este lugar, pero ya no hay vuelta atrás, deseo que encuentres felicidad hija
—No en este lugar madre
—Ya está listo todo sultana—dijo Ayşe hatun y Hadarah suspiró para comenzar a caminar hacía el harén con un gran séquito de criadas tras suyo.
La valide la miró feliz, al fin tenía lo que quería, sólo bastaba que su hijo no lo arruinara.
La ceremonia fue hermosa según murmuraban las criadas, llena de lujos y abundante comida, en las afueras del palacio fue entregado oro y comida para poner felices a sus pobladores.
Mahidevran murmuraba un sin fin de maldiciones a Hadarah hasta que María se giró a verla.
—Valide, ¿Ella es Mahidevran sultán?—Mahidevran sonrió grandemente, la había reconocido.
—Es Kadin, María—dijo la valide viendo de reojo la mueca de Mahidevran, Hadarah río a lo bajo desde su lugar.
—Hadarah irás con el sultán, ya esta advertido sobre todo, y una agha estará pendiente —le susurró la valide y ella asintió con pesar.
Terminada la celebración cada quién regresó a sus labores normales, Hadarah era vestida para la ocasión con sus mejores ropas, maquillada y perfumada.
—Ayşe, ¿puedes buscar aquél vestido violeta? Las costureras lo iban a terminar hoy, mañana quiero usarlo.
—Claro, sólo termino con usted —sonrió y terminaron.
Caminaron hasta la hasoda y vieron a Hadarah tragar en seco.
La joven seco sus manos sudorasas en su vestidos y miró a sus amigas para luego entrar a los aposentos del sultán.
Este como otras ocasiones, estaba borracho así que no perdió el tiempo y desnudo a Hadarah para satisfacer sus necesidades.
Ayşe caminaba tarareando una canción que Dilaber agha les enseño en sus clases, le hizo un asentimiento de cabeza al agha que estaba en aquélla puerta y entro al cuarto de costura a buscar el dichoso vestido.
Ayşe sintió una fuerte mirada en ella, pero la ignoró tratando de alcanzar el vestido, en un descuido sintió una presencia tras suyo la cual tomo sus cabellos con los cuales jalo hasta estamparla contra las paredes de ese cuarto de costura. La joven chillo de dolor, miro al hombre frente a él quien la miraba con sorna y con ojos lascivos que le miraban de arriba a abajo. El guardia con fuerza obligó a exponer el cuello de la chica para atacar esa zona blanca y virginal piel, ella solo podía jadear de asco pidiendo misericordia.
—Usted no puede hacer esto. Soy parte del Harem del Sultán, le sirvo a la haseki no lo haga o de lo contrario me mataran.
Río socarronamenre el guardia.
—Querida ser parte de ese Harem significa la muerte segura. Una muchacha tan linda como tú no merece cruel final. Déjame complacerte como la zorra urgida que eres.—Hablo para luego arrojar el fino cuerpo a un lado del suelo.
—No lo haga se lo pido.—Sollozo asustada hipando del terror.
Esta chillo con fuerza cuando el hombre rompió el corset de su kaftan y tomaba sus pechos con violencia estrujando y chupando. La joven pataleaba en un intento de alejarse de el hombre tan asqueroso.
—Mas vale que cierres la boca o te la cierro a punta de golpes. —gruño.—Ambos sabemos que quieres esto maldita zorra.
—Pare. —lloro.—Pare...—susurro, pero sus súplicas jamás fueron escuchadaa
El hombre quito sus prendas sin quedar por el completo desnudo. La joven intento arrastrarse hacia la salida pero aquel guardia la golpeó en en estómago quitando sus fuerzas.
Rompió con desesperación las faldas del vestido haciendo caso omiso a las súplicas de la muchacha y deteniendo sus movimientos cuando tomo sus piernas abriendolas sin cuidado para meterse entre ellas. La chica había comenzado a gritar pero fue callada con un pedazo del vestido roto.
El hombre terminó por sacar su miembro erecto de sus pantalones lo que causó avivar más el llanto desesperado de la joven. El guardia miro complacido a la chica desnuda y llorosa bajo él.
Se enterró en el cuerpo ya no virginal sin cuidado haciendo gritar a la chica por el dolor de tal acto mientras sin espera alguna las embestidas duras y salvajes se hacían presente llenando de un ardor infernal y un dolor indescriptible a la chica que lloraba a mares con gemidos y alaridos de dolor amortiguados por la tela rogaba por ayuda al cielo mientras la sangre se su santidad se derramaba por el suelo.
Una calamidad para la joven que no termino hasta que el hombre sobre ello llegó a la cúspide de su orgasmo derramando su esencia en el interior de la joven con malicia, ya recuperado de tal encuentro sexual salió de la joven dejando un camino de sangre y semen. La joven arruinada se hecho a llorar aterrada y avergonzada mientras miraba al hombre que la violó vestirse.
—Bien hecho zorra he quedado más que satisfecho.—escupio sobre ella para después golpear su espalda un par de veces con su pie.
La joven adolorida en el suelo solo vio al hombre salir del cuarto de costura con una sonrisa engreída. Mientras ella se ahogada en llanto y se desmayaba.
Gracias a EvelynKim084 por ayudarme a escribir la última parte.
Pobre Ayşe.
¿les gustó?
¿las traumo?
¿que creen que pase?
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