Capítulo 13
Mahidevran pujaba con fuerza, la noche estaba siendo demasiado calurosa, las criadas entraban y salían de sus aposentos mientras la Valide esperaba en sus aposentos, pues no le importaba esa mujer, Hadarah y Rümeysa estaban calladas a esperas de Gülfem hatun con noticias.
—Ya lo veo—dijo la partera y Mahidevran gritó por una última vez —es una niña
—No mientas, no, callala—gritó en repetidas ocasiones y de nuevo sintió dolor
—Viene otro—gritó la partera y Mahidevran siguió pujando.
—Valide ha nacido una niña—dijo la kalfa y prosiguió a hablar—y viene otro.
—No le basto —suspiró con enojó para luego ir a los aposentos de la joven.
—Valide puede pasar—dijo Ayperi kalfa y la Valide suspiró entrando y encontrándose a Mahidevran con una gran sonrisa, esa sonrisa que ella apagaria en ese mismo momento.
—Pásalo —ordenó la sultana—Allah es el más grande y misericordioso tu nombre es Mustafa, tu nombre es Mustafa, tu nombre es Mustafa—se lo paso a Aziz sultán —tu nombre es Orhan, tu nombre es Orhan, tu nombre es Orhan, Allah es el más grande y misericordioso, tu nombre es Şermi Gevherhan, tu nombre es Gevherhan, tu nombre es Gevherhan—susurró —Kalfa reparte oro en el harén y dulces, diles que han nacido los şehzades Mustafa y Orhan, también la sultana Şermi de Mahidevran kadin—dijo y la voz de Mahidevran la detuvo.
—¿Por que Kadin? Di a luz a dos hijos del sultan, Hadarah sólo uno, yo merezco el título de sultana.
—La diferencia entre tu y Hadarah es que ella es inteligente y se mantiene a raya con no abrir su boca y tu, tu sólo eres una niña maleducada que no se puede quedar callada y decir a los cuatro vientos que es una sultana sin siquiera haber dado a luz a un príncipe, por que si lo se, se que enviaste esa carta para deshacerte de Hadarah, pero no lograrás nada, serás una kadin y si mi paciencia se agota una hatun común y corriente y esos niños serán de otra mujer con un título mayor al tuyo—dijo saliendo de ahí dejando a Mahidevran con las palabras en la boca.
—Es una maldita—grito Hadarah—la odio, la aborrezco—comenzó a maldecirla.
—Calmate, tu tienes esa ventaja, usa la a tu favor, no es momento de ponerte a pelear con ella, es momento de actuar —suspiró Rümeysa y Aynişah Hatun llegó en su busqueda.
—Sultana, Rümeysa, la valide ha dicho que en algunos días tendremos una visita muy importante y que tienen que alistarse con lo mejor que tengan—las miró—y que de ahora en adelanté usted portara el título de Haseki sultán.
—¿Que?—murmuró asombrada.
—Que usted y el sultán serán esposos legales durante esa visita, la boda se efectuará pronto.
—¿Pero que? ¿no entiendo el por que?
—Nadie lo entiende, su majestad esta con ella en este momento y sus gritos se escuchan hasta los aposentos de las favoritas.
—Algo no anda bien—dijo Rümeysa
—Las costureras vendrán en unas horas —hizo reverencia
—Espera ¿Y Mahidevran?
—Furiosa por que no tiene el título de sultana —sonrió la peliroja.
—Bien, ve tranquila—dijo riendo.
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