María Eugenia corría en busca de su reina, meses buscando a sus amigas habían pasado, habían llorado y lamentado su perdida, las creían muertas.

La joven logró llegar hasta la sección de habitaciones del gran Palacio, los guardias y nobles la miraban extrañados preguntándose por que una dama de la reina corría como loca.

—María, María, Su majestad—gritó Eugenia reverenciandose.

—Toma aire Eugenia, ¿Que pasa? ¿A quien han matado?—dijo viéndola.

—Ellas están vivas—dijo agitada y Mary la vio asustada—ha llegado una carta desde Estambul, Lady Greer y Lady Cecilia estan vivas.

—Por Dios—sonrió—Manda a pedir por ellas, trae las, las quiero aquí.

—La carta dice que será imposible que ellas vengan si usted no va por ellas—se la paso.

—¿Mahidevran sultán?—la miró con dudas—Dice que ellas sólo podrán venir si la madre de el sultán y este mismo les conceden el permiso.

—¿Que hará?—dijo Keena.

—Iremos por ellas, dile a Francis que venga y alista todos, iremos por ellas—sonrió

—Es hermosa—sonrió Rümeysa

—Lo es—susurró—el la ignoro.

—Su odio hacía las mujeres es real—susurró—pero te tiene a ti y eso es lo que importa, ahora hay que ver que esa víbora no de a luz a un Şehzade.

—Por Allah que no Rümeysa, mi plan de matar la sigue en pié.

—Se que lo harás —la miró —y temo que te voy a ayudar, y no sabes como lo gozare.

—Lo se—sonrió—sólo deja que nazca su bastarda y morirá 

—Valide, ha llegado esta carta desde Francia—la kalfa se la mostró y ella asintió leyendo su contenido.

—Dile a Abdullhamit que tendremos una plática más tardé —suspiró cansada.

Mahidevran miraba con enojo a Afife, se paseaba por el harén con altaneria, había dado a luz a un Şehzade y la valide le había otorgado el título de sultana y Haseki.

—Es Haseki, es sultana, es la favorita de las concubinas, de la valide—la miró— ¿ y yo que? Todos me odian

—Que te odien es lo de menos, tienes que dar a luz a un Şehzade —dijo Kamanha

—Lo se, lo se malditasea, pero eso no lo decido yo, quiero a ese niño a toda costa o mataré a Hadarah así me cueste—bufo y comenzó a sentir dolor en su vientre

—Deja de hacer coleras, sólo lograras matar a ese niño—le reprendió la hatun y ella suspiró.

—Valide, quiero pedirle algo muy especial —dijo la joven sentándose en uno de los cojines

—¿Dime? Te hacen falta criadas, o quieres unos aposentos mas grandes, sólo  dime—sonrió

—Quiero abrir un refugió para necesitados—la miró

—Me gusta tu idea, desde hace tiempo que descuide a los pobladores—la miró—hablare con kemal paşa

  —Gracias—sonrió y salió de ahí

Una joven cabello rojo esperaba a entrar a los aposentos del sultan, temblaba como si estuviera en invierno, pero apenas era verano, estaba pálida y sentía que en cualquier momento se desmayaria, no quería morir, quería vivir así fuera sirviendo a otra persona, pero no quería acabar así.

Los aghas la dejaron pasar, cuándo iba a hacer la reverencia debida fue jalada con brusquedad del cabello, el la arrastro hasta el balcón y rasgo su vestido. Ella lloraba y gritaba que se detuviera pero el no la escuchaba, estaba cegado, quería matar la y eso haría.

La arrincono hacía el muro que daba directo hacía una caída de muerte, de espaldas la penetró mientras jalaba cada vez más fuerte su cabello.

Ella gritaba y el aumentaba su ritmo, ella sintió sangre correr por sus piernas, luego miró una daga cerca de su cuello, le rezaba a su Dios por su alma, por sus padres, su pequeña hermana, por el amor de su vida, el corto parte de su cara y al terminar en ella la arrojó hacía su muerte, con un golpe secó la joven murió, tan sólo tenía quince años, quince años y su vida se perdió, perdió el camino y fue en busca de paz.

Lo último no estaba planeado jajajaja.

Espero les guste y comenten plox.