XVIII
Al llegar al estudio pude respirar nuevamente, sentía el corazón a punto de salirse mi pecho, pero de cierta manera tranquila por lo que pasó, pude ver a mi Magnus por un segundo y ese fue el que me bastó para agarrar el valor, pero al mismo tiempo para tranquilizarme y no explotar de la manera en que me sentía al inicio.
Pero esa calma se terminó al momento en que escuché la puerta abrirse, todo es por él, por Alec, por ellos y podía jurar que era lo mejor.
- Ya estoy aquí -su voz estaba inundada de nervios y eso solo me hizo sonreír.
- Lo he notado -volteé a verlo tratando de no sonreír y esa mirada de confusión y sorpresa casi provocan que estalle en carcajadas, y es que él se acostumbró a que le siguieran el juego, pero si quería que volviera a ser como antes, tenía que ser dura con él o al menos no ceder tan fácilmente.
- Yo...
- Vamos Bane -sus ojos abiertos me hicieron morder el labio- debes ser mejor que esto
- ¿Qué quieres de mi?
- Tu sabes perfectamente que -su mirada recorrió todo el estudio- siéntate
Su respuesta fue casi inmediata, solo bastó eso para verlo dirigirse lentamente al sofá y una vez sentado su mirada se dirigió de sus manos a mi, después de un segundo su mirada y postura cambiaron volviéndose retador, pero yo ya había visto a mi Magnus y no permitiría que se fuera nuevamente.
- ¿Y bien? -esa sonrisa altanera volvió a surgir.
- ¿Quieres que empecemos ya? -dudaba mucho que después de esto siguiera con esa postura y regresara la de ayer.
- Si con eso te vas pronto
- Cariño -tomé asiento en la pequeña mesa frente a él, solo un reflejo lo hizo alejarse un poco- me vas a tener cerca tanto tiempo
Acerqué mi mano a su rodilla, su mirada seguía en mi de una forma arrogante, solo fue un segundo en el que vio la intención de mi mano, giró la cara solo un poco y cerró los ojos, mis dedos solo llegaron a rozarlo cuando sus manos automáticamente cubrieron su pecho.
- No por favor -fue una súplica, nunca había escuchado esa tono en él, su cuerpo comenzó a temblar y sus ojos se apretaban cada vez más- déjame
Sentí mi corazón partirse, mi pequeño seguía sufriendo, tal vez no físicamente como esa noche, ahora era mental y eso es peor, porque la mente es más fuerte que cualquier otra cosa.
- No te voy a hacer daño -traté de usar la voz más suave que tenía, lo que no necesitaba ahora era alterarlo más- mírame
- ¡Déjame! -sabía que en el momento de apretar su rodilla se alteraría, eso solo confirmaba mi sospecha.
Él pensaba que era ese tipo.
- Magnus, mírame -sus ojos estaban cerrados con fuerza y su cuerpo se sacudía fuertemente- ¡MÍRAME! ¡Abre los ojos!
Mi corazón se iba a salir en cualquier momento, quería detenerme en este momento, quería que él dejara de sufrir ¡ya!, quería que me mirara y me dijera que todo estaba bien.
¡Pero no era así! ¡MALDITA SEA!
Quería llorar y ese nudo en mi garganta crecía cada vez más, mis manos temblaban, sentía una impotencia que no creí sentir en mi vida.
Sacudí un poco más su pierna con desesperación al mismo tiempo que volvía a gritar que me viera, y solo funcionó la tercera vez que lo grité con la voz rota y algunas lágrimas en mi rostro.
- Cat -sus ojos estaban llenos de lágrimas, su respiración se aceleró y solo al desviar su mirada esas lágrimas cayeron y sus temblores ya no eran por miedo, eran sollozos contenidos.
- Cariño -quería acercarme más, pero sabía que no era prudente- tranquilo, soy yo
- No puedo -su mirada estaba clavada en la pared mientras esas lágrimas caían- ya no puedo
- Déjame ayudarte -sus manos abrazaban su pecho, dos sollozos más y su mirada poco a poco fue girando hasta conectar con la mía.
- ¿Cómo? -podía sentir su desesperación y me sentía impotente.
- Sigamos con tu terapia -supliqué- paso a paso
- ¿Y ... -sus mirada estaba llena de dolor- podré olvidar todo?
Su mirada me suplicaba y no sabía que responder, porque yo no podía mentirle, porque esto no lo iba a olvidar jamás; yo quería borrar cada cosa que vivió, cada recuerdo, cada marca, pero eso no era posible.
Las lágrimas que contenía salieron mientras negaba.
- No -logré decir cuando encontré mi voz.
- ¿Entonces? -y fue justo ahí cuando se quebró- ¿de qué sirve? ¿De qué sirve tratar? ¿Para qué? Si no va a funcionar
- Vivirás con el recuerdo -la habitación solo estaba llena de sollozos de ambos- pero podemos superarlo
- ¿Cómo? -se encogió de hombros y sollozó.
- Aprenderemos a vivir con eso -asentí- somos fuertes ¿no?
- No -sollozó- no lo soy, -negó- ya no más
- No digas eso -limpié mis lágrimas- tu eres fuerte, muy fuerte -sonreí- eres el gran Magnus Bane
- ¿De verdad lo soy? -su voz sarcástica y una sonrisa sin rastros de felicidad adornaron su rostro.
- Aunque lo digas así -me enderece- eres la persona más fuerte que he conocido
Su mirada se volvió a desviar, pareció dudar por un segundo; el silencio se hizo presente, solo nuestras respiraciones irregulares llenaron el ambiente, las lágrimas ya se empezaban a secar de nuestros ojos y su cuerpo se comenzaba a relajar.
Un suspiro tembloroso rompió el ambiente.
- ¿Estás segura que esto ayudará? -soltó con voz más tranquila.
- Sí -me alejé lo suficiente para darle su espacio- no te voy a mentir -eso fue suficiente para que su mirada volviera a conectar con la mía- vas a recordar todo -pude ver como tembló- pero podemos hacer que la sensación y el miedo terminen -sonreí- que vuelvas a tu vida, que recuerdes todo solo como un mal momento, pero hasta ahí
- ¿Eso puede ser? -por un momento su mirada se iluminó de esperanza.
- Sí, pero va a costar mucho -un suspiro pesado se me escapó- después de cada sesión puedes terminar cansado, fastidiado y con muchos sentimientos encontrados
- No puede ser peor que ahora -sonrió.
- Realmente espero que no -reí solo un poco.
- Catarina ...
- Cat -escucharlo llamarme así me rompían por dentro- sígueme llamando Cat, por favor
- Cat -una pequeña sonrisa se asomó por sus labios y eso me hizo sentir bien- ¿realmente crees que yo pueda hacerlo?
- Totalmente
- ¿Por qué? -no pude descifrar sus expresiones- ¿y si no puedo?
- Porque eres fuerte y vas a poder
Su mirada se dirigió a sus manos, el silencio era pesado, mi Magnus decidido y confiado no estaba presente y justo en estos momentos es cuando más lo necesito, al Magnus que tiene confianza en sí mismo y que puede contra todo.
- Solo te pido una cosa -en ningún momento su mirada cambió- no te lastimes a ti, ni a los demás
Pude ver como sus manos tomaron con fuerza sus rodillas, sus párpados se cerraron y el sonido del aire entrando por sus fosas nasales fue lo único que llenó el nuevo silencio.
- Cat -con un suspiro nuevo levantó su mirada- hay que hacerlo
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Hi! Hello! Good night!😂
¡Volvimos y en el mismo mes! 🧐
Es que no sé si se los había dicho antes, pero si no...
Dato curioso 2.0
Siempre que escribo, tengo que imaginarme todo y ¿actuarlo? Podríamos decirlo así, si es algo triste tengo que repetir todo en mi mente para sentir que es para mí y de acuerdo a mi reacción es lo que escribo 😅
¿Raro? Lo sé, yo solita me sorprendo 😂🤭
Pero ¡ya! ¿Qué les pareció?
¿No sienten que se está volviendo aburrido o tedioso?
Espero les haya gustado.
Pretendo ponerme al corriente y hacer todo lo que les debo 🤭
¡Hasta el próximo capítulo!
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