Todo el camino transcurrió en silencio, o al menos de nuestra parte, Cat venía alegremente hablando e Izzy parecía más relajada, pero eso no evitaba que de vez en cuando me lanzara miradas como para asegurarse que estaba bien, y para tranquilizarla solo sonreía, tal vez no era muy convincente puesto que volteaba cada 5 minutos o me veía por el retrovisor.

Pero si supiera que no estoy bien, que no puedo estar bien al estar sentado en la parte de atrás del auto con la persona que amo y que esta esté hasta el otro lado evitando tocarme, que el amor de mi vida esté sufriendo y yo no pueda hacer nada, y duele aún más el hecho de su lejanía cuando antes no podíamos estar separados, cuando él aprovechaba cualquier oportunidad para decirme cosas hermosas que me hacían sonrojar y me estrechaba en sus brazos para después darme besos que me daban pena corresponder en público, pero que sin poder evitarlo lo hacia, porque sus besos eran especiales, tal vez iniciaban como un juego, pero después me demostraban todo su amor y eso, no podía no corresponderlo.

Sentí como algo cálido se deslizaba por mi mejilla, no, no ahora, sé fuerte;  con coraje limpié esa lágrima y todas las que estában dispuestas a salir ¿Por qué diablos soy tan débil?

-Bueno, -la voz de Cat nos hizo voltear a los dos- hemos llegado

Con un suspiro salí del auto y al ver nuestro edificio no pude evitar sonreír, esta es nuestra casa, nuestro hogar.

-No te preocupes -habló Cat a mi lado- nosotras subimos todo

-No, como creés -me giré para tomar las cosas.

-Quiero descanzar -habló Magnus pasando a lado de nosotros.

-Ves -sonrío- vayan, ahora subimos -volteé a verla para agradecerle, pero Magnus ya estaba frente a la puerta del edificio, solo pude sonreírle a Cat con una sonrisa y caminar hasta él.

Todo el viaje hasta el piso fue tan lento y doloroso, no estuvimos en contacto por ningún momento.

Cuando llegamos a nuestro piso él fue quién bajó primero, mis piernas no reaccionaron, no hasta que alzé la vista y lo vi ahí, de pie dentro de nuestro departamento, estaba ahí.

Sentí como si todo hubiera sido una pesadilla y acabara de despertar, al verlo ahí un alivio me recorrió, Sonreí como no había sonreído en estos días y corrí, corrí hasta él para rodearlo entre mis brazos.

-Mi amor, -lo estreché más- estás aquí

POV Magnus

No sé como llegamos al departamento, solo quería llegar a mi habitación y dormir para olvidar todo.

No sé como lograba ser capáz de encerrarme en mi mundo, en no dejar que nada ni nadie entrara y es que no me lo proponía, simplemente las cosas seguían transcurriendo y yo no me percataba de eso, la vida seguía pero yo no podía seguir con ellos.

Quería dejar de pensar, quería no volver a soñar con ese momento nuevamente, no quería estar así, no quería estancarme, pero aquí estaba.

Estoy seguro que parecía un robot andando y es que me sentía muerto en vida, me desconectaba del mundo, justo como ahora.

Bajé del elevador y automáticamente abrí la puerta, pero no pude dar un paso más, ver todo me hizo darme cuenta de todo lo que perdí, que nada iba a ser lo mismo, que todo había cambiado solo por una estúpida noche.

No iba a llorar, no enfrente de nadie ¿para que llorar? Ya lo hice y no sirvió de nada, supliqué y nada lo detuvo, aún así lo hizo, hizo de mi lo que quizo.

Cerré los ojos fuertemente, quería despertar, quería que esto acabara, necesitaba un soporte, lo necesitaba más que nada en el mundo.

Hasta que lo sentí, sentí esa paz que necesitaba, ese soporte, esa fuerza con solo sentir sus brazos a mi alrededor.

Quería derrumbarme porque sé que él estará aquí, porque me sostendrá y no me dejará caer.

Pero todo cambió cuando sentí su respiración en mi cuello y como su agarre se volvió más fuerte, me hizo estremecer, sentí como mi sangre se iba congelando.

-Te ves delicioso -mi respiración dejo de ser regular, podía escuchar su voz, sentir sus brazos a mi alrededor- creo que tú y yo nos divertiremos hoy

-Déjame -sentí mi voz salir en un susurro, no quería que me volviera a tocar- por favor

-Mi amor -su aliento golpeó mi oído, no podía soportar más, me iba a volver a hacer daño, cerré los ojos fuertemente- estas aquí

Junté toda la calma y las fuerzas que tenía para alejarlo.

-¡DÉJAME! -eché la cabeza hacia atrás, dolió en un principio al chocar contra su rostro, pero eso ayudó a que me soltara un poco, tomé sus manos apartandolas de mi- ¡NO ME TOQUES!

Me alejé lo más que pude, mis piernas no reaccionaron, solo pude sostenerme de la calidad que me daban mis propios brazos, no quería abrir los ojos, no quería ver a ese hombre que me hizo daño- ya no más, por favor -supliqué nuevamente.

-¡ALEC! -el grito de Isabelle me hizo abrir los ojos y lo que vi me hizo querer volver a cerrarlos- ¡¿QUÉ TE PASÓ?! ¡CAT!

Realmente se veía preocupada y muy alterada y no por nada, Alec tenía una mano en su naríz, la cual sangraba.

-Estoy bien Izzy -trató de tranquilizarla, pero la sangre no dejaba de fluir.

-Por Dios Alexander ¿qué te pasó? -su mirada era decaída y en ningún momento volteó a verme.

-Estoy bien -algo en mi pecho dolió al verlo y escucharlo así- venía distraído, no noté cuando la puerta se me regresó y se cerró en mi cara

-¿Tan distraído venías? -Isabelle me volteó a ver pidiendo una explicación y cuándo Alec lo notó vi la alrma en su mirada.

-No Izzy, él no tiene nada que ver -agregó- él entró y yo quedé atrás, no me fijé

-¿Que pasó? -entró una Catarina un poco preocupada y al ver a Alec pasó a una de terror- ¡Alec! ¿estás bien?

-Si, solo un problema con la puerta -le sonrió- todo bien

-Isabelle ve por un trapo húmedo y algunos hielos -todo pasaba delante de mi y me costaba creer que yo lo hice.

-Siéntate -le ordenó a Alec y él lo hizo- déjame ver

-Estoy bien

-No te estoy preguntado Alexander -algoe decía que no me gustaba que lo llamaran así y por su expresión, tampoco a él.

En ningún momento me moví de aquí, sentía que si lo hacia causaría más daños.

Isabelle llegó un momento después con lo que Catarina le pidió.

-¿Cómo está? -lusía muy preocupada.

-No tiene fractura -sonrió- debes tener más cuidado con esas puertas

-Lo tendré -sonrió con el trapo aún en su naríz y quería irme, quería desaparecer, pero él lo notó- ¿quieres ir a descansar? -se veía preocupado por mi, él tenía un trapo en la naríz por la sangre que yo le saqué y él estaba preocupado por mi.

No dije nada, solo asentí y él me brindó una hermosa sonrisa y se puso de pie.

-¿A dónde vas? -Isabelle seguía a su lado.

-Voy con él

-Pero...

-Desde -lo vi esquivar su mirada- ese día no hemos regresado, dejé todo como cuando salí

-Pero con cuidado

-Oh vamos Izzy -Cat se burló- mientras no tenga una puerta enfrente él va a estár a salvo

-Vamos -se detuvo frente a mi con esa sonrisa y tuve tantas ganas de llorar en sus brazos, pero ahora me daba cuenta que él sufriría a mi lado, que yo lo dañaría y lo mejor sería que estuviera lejos de mi.

Caminamos a la habitación y al estár frente a la puerta Alec la abrió con un suspiro y mirada decaída.

-Perdón, no limpié -se apresuró a entrar y levantar algunas prendas- solo un momento y te podrás recostar

-Déjalo -estaba cansado, quería descansar para despertar y darme cuenta que esto es solo una pesadilla.

-Pero...

-Así está bien -caminé hasta la cama y aparté las cobijas.

-En un rato te traigo la cena -su expresión era tan dulce que me hacia sentir cada vez peor.

-Puedo caminar -y no fueron las palabras correctas porque su sonrisa se desvaneció, pero no del todo.

-Tienes razón -otra sonrisa en su rostro- te aviso para que cenemos -dió media vuelta y antes de salir sus ojos conectaron con los míos- descansa Magnus

Y al verlo cruzar la puerta sentí como el vacio se extendía por mi pecho.

****
La inspiración está de mi lado.

¡Hola hermosas personas!

Creo que mi cerebro e imaginación necesitaban sus bellas palabras para funcionar 😅

¿Qué tal el capítulo?

¿En verdad está muy doloroso?

Bueno, espero les guste mucho.

¡Hasta el próximo capítulo!