Chào các bạn! Vì nhiều lý do từ nay Truyen2U chính thức đổi tên là Truyen247.Pro. Mong các bạn tiếp tục ủng hộ truy cập tên miền mới này nhé! Mãi yêu... ♥

Capítulo O7

(Muchas gracias por los 100 seguidores¡! Prometí que cuando llegara a esa cifra iba a actualizar todas mis traducciones, ¡y esta es la primera, disfrutad! <33)

Capítulo 7

¿Por qué , Sirius? ¿Por qué nos invitaron?

—Ya te lo dije, Lily, no lo sé . Sinceramente, no lo sé. ¡No puedo acercarme al Señor Oscuro y preguntarle por qué!

Desde el punto de vista de Harry, el tiempo entre la ejecución y la escuela lo pasó aturdido.

No se sentía como si hubiera dormido en absoluto y, sin embargo, no estaba seguro de lo que había hecho durante las horas que estuvo despierto. Era vagamente consciente de que sus padres y su padrino a veces intentaban hablar con él, pero no podía concentrarse.

¿Cómo podría él, con el olor de un cuerpo humano quemado todavía flotando alrededor y los gritos todavía resonando en sus oídos? Todo estaba en su cabeza, Harry lo sabía. Se había duchado cinco veces y se había bañado dos veces durante los últimos dos días, y la ropa que llevaba puesta para la ejecución estaba guardada en un rincón de su armario después de haber sido lavada por los elfos domésticos. No había forma de que un olor realmente pudiera estar tan pegado a una persona como para sobrevivir a todo eso.

Una parte de la mente de Harry también pensó en el instante durante el cual de alguna manera se había escabullido... ¿A dónde? ¿A la estación de tren?— pero no podía entender cómo pudo haber sucedido eso y por lo tanto se esforzó mucho en no pensar en ello en absoluto. Harry estaba cansado de cosas que no tenían sentido.

—¿Qué dijo el Señor Oscuro? Cuando te dijo que nos invitaras, quiero decir.

—Él preguntó: quién conoce a los Potter. No dio ninguna razón, y no es como si pudiera simplemente preguntar. Luego, media hora antes de asistir a la ejecución, me ordenó que los trajera a los tres. Me dijo específicamente que incluyera a Harry. Él sabe el nombre de Harry. Dijo: 'No te olvides de Harry Potter'. 

—No crees que él sepa sobre la varita, ¿verdad?

—Yo... no sé...

Había muchas cosas en las que Harry no podía dejar de pensar. No solo la ejecución en sí, sino también el hombre que había ordenado que ocurriera, el hombre encapuchado, el Señor Oscuro, había estado allí en persona. Harry lo había visto. De repente, tener a la hermana de la varita de ese hombre se sintió de alguna manera diferente. Mucho más peligroso y mortal, y Harry se encontró mirando su varita con renuente cautela. Cada vez que pensaba en levantarla y lanzar un hechizo, pensaba en la mano del Señor Oscuro enroscándose alrededor de su propia varita y los labios del Señor Oscuro ordenando la ejecución brutal.

¿Tom había estado allí? Sin embargo, Harry no lo había visto, pero debió haberlo visto. ¿Quizás había estado detrás del Señor Oscuro o en algún lugar cerca de él? ¿Qué había pensado de la ejecución? ¿Era un hecho normal? ¿ Aprobaba él tales eventos?

Fue monstruoso. Quemando gente en la hoguera. Fue... fue... Harry no pudo encontrar las palabras para describir exactamente cómo lo hizo sentir.

—Tal vez es bueno que la escuela esté comenzando. Podría darle algo más en qué pensar.

—Sí... Un cambio de ambiente podría animarlo. ¿Tal vez deberíamos comprarle un libro? Ya sabes cómo se anima después de leer una buena historia.

—Él pidió una serie de libros... No quería comprarlos porque están escritos por una muggle, pero tal vez debería comprarlos de todos modos. James, odio ver a Harry tan triste. ¿Por qué a nuestro bebé?

—Estará bien, Lily. Te lo prometo. Conseguiremos esos libros y se los enviaremos, y en poco tiempo estará bien de nuevo.

La ejecución no era algo de lo que Harry quisiera hablar con sus amigos, especialmente si había riesgo de que pidieran detalles al respecto. Pero, al mismo tiempo, no se sentía como algo que pudiera simplemente esconder: significaría ocultar grandes secretos a sus amigos, y eso no lo hacía sentir exactamente cómodo, considerando que ya tenía varios secretos que estaba escondiendo. La varita, la estación de tren... incluso Lupin, en cierto modo, era un secreto.

¿Por qué los secretos eran una carga tan grande? No tenía ningún sentido por qué ocultar cierta información se sentía tan mal, especialmente porque la información en realidad no concierne a nadie más que a él. Solo tendría que tener cuidado de nunca mencionar nada sobre ellos, y eventualmente, se acostumbraría. Harry deseaba poder ir y hablar con Lupin, el hombre lobo tenía una presencia bastante tranquilizadora, pero con sus padres y Sirius en casa, Harry no podía hacer eso. Sin mencionar que el propio traslador de Harry a Durmstrang se activaría en menos de tres horas, y la probabilidad de tener la oportunidad de escabullirse para conversar era inexistente.

Harry se preguntó si Lupin alguna vez había visto una ejecución. Era una posibilidad. ¿Con qué frecuencia el Señor Oscuro tenía esas ejecuciones de todos modos? ¿Ya sería una rutina? ¿Una tradición que recuerda a sus seguidores más fuertes lo que les sucede a las personas que se cruzan con él? ¿Usando el miedo para mantenerlos en tierra? Entonces, ¿por qué había sido invitado Harry ? ¿Podría ser que Tom...? No no. Tom no...

—Harry—dijo Sirius, sentándose al lado de su ahijado, interrumpiendo sus pensamientos. —¿Cómo te sientes?

—No necesitas actuar como si estuviera enfermo o algo así—respondió Harry,—porque no lo estoy.

—Tus padres me han dicho que has tenido algunas pesadillas.

Una vez . Solo tuve una pesadilla.

—¿Quieres, eh, hablar de eso?

—¿Me serviría para algo?—preguntó Harry.—¿Alguna vez has leído Las Crónicas de Belgarath? 

—No—respondió Sirius, preguntándose si era un libro de culto o una introducción a una nueva religión.—¿De qué se trata?

—Es una historia—comenzó Harry.—En esa historia, hay un dios llamado Torak. Su pueblo sacrifica humanos por él y lo sirven por miedo, no por amor. Eventualmente, Torak es derrotado por el héroe, quien hace lo correcto incluso cuando está atormentado por el miedo. 

—Ya veo—dijo Sirius, sin entender realmente a qué se refería Harry. El chico continuó después de una fugaz sonrisa.

—El Señor Oscuro usa la misma táctica que Torak, incluso si las personas que mata son sus enemigos—dijo Harry.—Un día, la gente superará su miedo y, en ausencia de miedo, ¿cómo los controlará?

—No sabes de lo que estás hablando, Harrycito—dijo Sirius, alborotando el cabello de Harry. —Hay más para controlar que solo el miedo. De cualquier manera, eres demasiado joven para pensar en esas cosas, ¿sí? ¿Qué tal si vamos a volar un poco antes de que tengas que ir a la escuela?

—Está bien—acordó Harry a regañadientes. Tal vez, de hecho, le haría algún bien.

—¡Harry!—Filippa chilló antes de lanzarse sobre el niño, abrazándolo con sorprendente fuerza tan pronto como el traslador lo llevó a la plaza frente al complejo de apartamentos.—¡Eres más alto! Mírate, oye, espera. ¿Dejaste de dormir o algo así? ¿Por qué te ves tan...?

—Déjalo—dijo Harry rotundamente.—Simplemente no preguntes. Por favor , Filippa.

—¿Estás bien?—preguntó la chica italiana, la alegría anterior se desvaneció, dejando preocupación a su paso.—¿Harry?

—¿Ya llegaron los demás?—preguntó Harry en lugar de responder.—¿Cómo estás, Filippa?

—Petronella, Nikolai y Lorenzo están en sus pisos—respondió Filippa.—Había planeado esperar aquí fuera para saludar a todos, pero supongo que los veremos mañana en la clase principal. Ya tenemos una a las nueve en punto, y el profesor Dietmar nos dará nuestros horarios y esas cosas. Y estoy bien, supongo. Harry, ¿estás seguro de que estás...?

—Filippa—interrumpió Harry.—Por favor.

—Bien—dijo Filippa.—Por ahora. Bien. Vayamos a tu apartamento y haré un poco de té y fingiremos que estás bien de verdad, si eso te hace sentir mejor—Harry asintió, sintiéndose aliviado, y caminó con ella a su apartamento donde ella se dispuso a preparar un poco de té mientras Harry revisaba que su baúl hubiera llegado bien. Lo encontró en el dormitorio. La jaula de Hedwig también estaba allí y Harry la puso a volar durante unas horas; sabía cuánto odiaba estar en una jaula.

—¿Qué estabas haciendo ahí abajo en la plaza de los trasladores?—preguntó Harry, sentándose en una silla.—¿Estabas realmente esperando a que todos aparecieran?

—Bueno, solo quería saludar a todos cuando llegaran—respondió Filippa.—Lorenzo se siente un poco deprimido y no es una gran compañía. Verás, ha habido algunas luchas políticas en Italia y se han visto actividades rebeldes, y dado que su familia vive justo en medio de la Roma Mágica donde todo está sucediendo, están en peligro. Sin mencionar que su hermana es una de las periodistas que trabaja en eso.

—¿Qué pasa con tu familia?

—Oh, bueno, no estamos en la política, trabajamos con la moda, todos nosotros, aunque la tía Peppita es la más famosa. Todos saben que somos neutrales. Además, la mansión de mi familia está escondida en un barrio muggle en Padua. De hecho, seré la primera persona de mi familia en convertirse en una mortífago.

—¿Qué pasa con Petronella y Nikolai?

—Petronella dijo que se olvidó de terminar uno de los ensayos de verano y lo hará esta noche aunque se muera en el intento.

—¿Y Nikolai?

—Bueno—comenzó Filippa en voz baja, colocando finalmente dos tazas de té sobre la mesa y sentándose también.—Harry, ¿Nikolai no te parece un poco... extraño?

—¿Qué quieres decir?—preguntó Harry con curiosidad.—No he pasado mucho tiempo con él, para ser sincero. Todo lo que puedo decir es que es muy inteligente y parece que siempre está tramando algún tipo de bromas.

—Bromas—repitió Filippa.—No lo creo, Harry. Quiero decir, he oído rumores de que él está haciendo cosas bastante desagradables. Como quemar perros vivos y ahogar ca... ¿Harry?—La voz de la chica se elevó alarmada cuando Harry pareció perder todo el color en su rostro, su mano apretando la taza de té caliente con fuerza. Harry, por su parte, de repente sintió unas náuseas abrumadoras y no quería oír hablar de quemar, no quería oír hablar de fuego, no quería oír... Respiraba con dificultad y Harry no entendía por qué... Él no era el que respiraba humo, ¿verdad? Y sin embargo, no pudo parar...

—Harry—repitió Filippa, con dulzura esta vez, sin estar segura de qué había desencadenado tal reacción, moviéndose para sentarse junto a Harry en lugar de frente a él, agarrándolo por los hombros e intentando que se concentrara en ella.—Solo inhala y exhala. Vamos, con calma. Inhala. Exhala. Inhala. Exhala. Espera, te traeré un poco de agua—No, no , no quería estar solo ahora. ¿Por qué de repente se sentía así, como si estuviera viendo la ejecución de nuevo?

—No te vayas—Harry se atragantó, y de repente... ¿por qué estaba llorando de todos modos? Si estaba tan aterrorizado, tan conmocionado, tan traumatizado, ¿por qué había esperado hasta ahora para reaccionar? Esto no tenía ningún sentido, pero Harry sentía como si nada realmente lo tuviera, y todo era abrumadoramente horrible.

—Está bien—dijo Filippa, con la voz ligeramente temblorosa.—Puedes llorar. Vamos, déjalo salir—Harry podría haber hecho algún tipo de sonido, antes de simplemente presionar su rostro contra su hombro y sollozar ruidosamente, sus manos agarrando la tela sedosa de su camisa. Filippa pasó los dedos por su suave cabello suavemente, sin saber qué hacer para consolar a uno de sus mejores amigos.

Robin Hood nunca había llorado. ¿Belgarion? ¿Qué hay de Gulliver? ¿Peter Pan? No, sus historias nunca habían hablado de héroes llorando por cosas como esta. Los héroes no lo hacían, los héroes eran mucho más valientes que él. Diablos, ¿había llorado incluso Blancanieves? Las hermanastras de Cenicienta se habían cortado descaradamente partes del cuerpo para tratar de encajar sus pies en un zapato de cristal y probablemente nunca derramaron una lágrima. Si incluso los personajes secundarios pueden ser valientes, ¿por qué no podía Harry, que no era ni siquiera un personaje, sino una persona ?

Pero simplemente no podía. Estas lágrimas podrían haber estado esperando durante los últimos días para salir, y ahora que Harry había comenzado, no podía parar. No podía dejar de pensar en la sala de ejecución, el fuego, la víctima... y el Señor Oscuro. ¿Por qué habían invitado a Harry allí? De verdad, ¿por qué ? No podía, por su vida, encontrar una razón sensata. ¿Quizás debería preguntarle a Tom? Si alguien lo sabía, tendría que ser ese tipo. ¿Quizás podría enviarle un mensaje? ¿Sería capaz Hedwig de encontrar a Tom? No. Tom ni siquiera era su verdadero nombre, y Harry no estaba seguro de cómo Hedwig podría localizarlo. ¿Tal vez podría intentarlo, de todos modos?

—Lo siento—graznó Harry, alejándose de Filippa después de un rato.—Sé que no necesitas más problemas.

—No seas idiota—respondió Filippa.—Sin embargo, pareces exhausto. ¿Qué tal si vas a tomar una siesta?

—¿No me vas a preguntar nada?

—Tal vez cuando te despiertes, si sientes que quieres que te pregunte sobre eso.

—¿Vas a decirle a los demás?—Harry quería saber, frotándose los ojos.—Quiero decir...

—Si no te importa, solo le diré a Truls—le dijo Filippa honestamente,—porque sé cuánto se preocupa por ti. Lo traeré aquí por la noche y nos pondremos al día, ¿sí?

—Lo siento—dijo Harry de nuevo,—por, bueno, ser así.

—No te disculpes—dijo Filippa.—Es solo que... Harry, no nos guardes secretos si no hay una necesidad absoluta de hacerlo, ¿de acuerdo? Porque los secretos construyen un muro alrededor de sus portadores, separándolos de las personas que los rodean. Los secretos pueden aislarte de una manera en que las paredes sólidas nunca podrán. Los secretos pueden hacer que la gente se sienta sola. Al menos, eso es lo que solía decir mi papá. Y estar solo es triste.

—Entonces...—comenzó Harry, pero Filippa lo interrumpió, sacudiendo la cabeza.

—Todavía no voy a insistir para que me lo digas ahora. Vete a dormir, Harry. Cuando despiertes, Truls y yo estaremos aquí. Voy a tomar prestada tu llave.

—Gracias—susurró Harry, sin saber qué más decir. Filippa sonrió y Harry sintió que ni siquiera tenía que decir nada en voz alta para que ella entendiera lo agradecido que estaba.

Harry se despertó y vio a Truls acostado a su lado en la cama, leyendo un libro. La única fuente de luz provenía de la varita que su amigo sostenía en la mano.

—¿Qué hora es?—murmuró Harry, antes de bostezar y enterrar su rostro en la almohada. Sentía como si pudiera dormir para siempre: era cálido, suave y cómodo y tenía la persistente sensación de que algo andaba mal, pero no recordaba exactamente qué era, y tampoco quería recordarlo.

—Las ocho y media de la tarde—respondió Truls, cerrando su libro y colocándolo en el suelo antes de rodar para mirar a Harry.—Filippa me dijo que estabas llorando.

—Oh...—Harry recordó, no solo la ejecución, sino también los minutos vergonzosos y llenos de lágrimas durante los cuales actuó como un bebé grande. ¿Qué pensaría Filippa? ¡Dios mío, había estado llorando! Que humillante.

—¿Quieres hablar de eso?—preguntó Truls.

—Aquí no—dijo Harry. 'Nunca' , pensó, sabiendo ya que ese era un deseo que no se haría realidad.

—Creo que aquí sería lo mejor—le dijo Truls.—Hablamos aquí, y luego nos movemos para tomar un poco de té y dejar atrás los malos pensamientos.

—¿Filippa...?

—No. Aparentemente, Lorenzo está pasando por una mierda en este momento y ella lo está consolando. ¿Quieres que le diga que venga?

—No es necesario—dijo Harry en voz baja, y suspiró, cerrando los ojos con fuerza. Quería hablar, pero no estaba seguro de por dónde empezar.

—Vamos—dijo Truls, presionando su cuerpo más cerca de Harry y envolviendo sus brazos alrededor de su amigo.—No entres en ese modo de tortuga defensiva ahora—Eso provocó una risita de Harry, quien respiró hondo antes de comenzar.

—Fui testigo de una ejecución—susurró Harry, y en vez de tensarse, Truls frotó la espalda de Harry reconfortantemente, y por esos momentos pareció como si solo ellos dos existieran en el mundo de Harry. Escuchar los latidos del corazón de alguien, sentir su aliento y calor... Significaba que estaban vivos, y eso era exactamente lo que Harry necesitaba en ese momento.

—¿Cuando?

—Hace dos días. Era muy temprano cuando mi mamá vino a buscarme. Quemaron vivo a un hombre. Por supuestamente ayudar a los rebeldes.

—¿Y te hace sentir...?

—Enfermo. Enfadado. Terrible. No lo sé. Es solo que... está mal. No sé qué decirte, Truls. No sé cómo hacer que esto desaparezca.

—¿Es solo la ejecución lo que te hace sentir así?—Truls preguntó en voz baja, y Harry se movió, empujándose para mirar a su amigo, viendo solo los ojos azul claro en la oscuridad.

—¿Qué quieres decir?—preguntó Harry.

—El hombre que ordenó esa ejecución...

—Fue el Señor Oscuro.

—Sí, y nuestros padres sirven al Señor Oscuro. Eventualmente, nosotros también seremos sirvientes del hombre que ordenó esa ejecución—dijo Truls en voz baja.—Y no es la primera y no será la última ejecución que tendrá lugar. En realidad, puede que no sea la última ejecución que tendrás que presenciar. No es una cuestión de qué está bien y qué está mal... de que suceda, Harry. Solo no puedes dejar que eso te deprima.

—¡Pero no puedo aceptarlo!—exclamó Harry, y volvió a cerrar los ojos con fuerza para contener las lágrimas mientras Truls simplemente lo volvía a abrazar.

—No tienes que hacerlo—le dijo Truls.—Agárralo ahora, y cuando puedas, cámbialo.

—¿Cómo puedo detener una ejecución si es ordenada por el Señor Oscuro? No importa lo influyente que pueda llegar a ser...

—Es posible que nunca puedas detener las ejecuciones, pero puedes cambiar la forma en que se llevan a cabo.

—Oh—dijo Harry, y sintió como si estuviera a punto de darse cuenta de algo grandioso, pero no podía entenderlo del todo.—Eso no... pasó por mi mente.

—Sí—suspiró Truls, tirando juguetonamente del flequillo de su amigo.—En lugar de formas brutales y dolorosas, puedes ordenar una ejecución a través de una sobredosis de poción para dormir, es indoloro, probablemente. O la maldición asesina, que toma un instante. Créeme, mi hermano mayor tiene un doctorado en métodos de asesinato. Estudió en Svergies Nationella Magi Universitet, y es bastante prestigiosa por derecho propio.

—¿Universi... tet?

—Es básicamente más escuela después de graduarse de cualquiera de las instituciones normales. Es como... si quieres especializarte en algo, obtener un doctorado para enseñar o cualquier cosa, vas allí a estudiar unos años más para convertirte en un experto. Sin embargo, no tengo claros los detalles. No planeo estudiar más después de Durmstrang.

—Vaya.

—¿Qué tal si vamos por algo de beber, ahora?—Truls sugirió.—Aunque no creo que el té sea bueno, no queremos quedarnos despiertos toda la noche.

—Tengo algunas infusiones de hierbas—dijo Harry, sentándose y mirando a su amigo.—Gracias, Truls.

—Tú harías lo mismo por mí—le dijo Truls, tocando la mano de Harry con las yemas de los dedos.—Y ya has hecho más.

—¿Estás haciendo esto porque te salvé la vida?—preguntó Harry, sintiendo que algo dentro de él se retorcía. Truls le lanzó una mirada insultada y negó con la cabeza, sentándose también.

—Por supuesto que no—respondió.—La deuda de vida no tiene nada que ver con esto. Somos amigos, Harry. ¿Verdad?

—Sí—resopló Harry, girando su mano y entrelazando sus dedos con los de Truls.—Mejores amigos.

Al día siguiente, todo parecía más brillante, de alguna manera más claro a pesar de que Harry sabía que en realidad nunca olvidaría la ejecución y le tomaría bastante tiempo antes de que se sintiera completamente bien de nuevo. Sin embargo, ya no se sentía cansado, y había un atisbo de felicidad dentro de él cuando caminaba hacia la clase principal con Truls. Sin duda lo suficiente como para que Harry esbozara una sonrisa cuando entraron y vieron a Filippa, lo que hizo que la chica les devolviera la sonrisa en respuesta.

—Jakob y Björn aún no han llegado—suspiró Heidi.—Espero que no lleguen tarde... ¡Truls! ¡Harry! ¿Cómo estáis?

—Bastante bien—respondió Harry, sentándose.—¿Y tú?

—De fabula—la chica sonrió brillantemente, sus ojos azules brillando con deleite.—¡Estamos en segundo año! ¿Ya viste alguno de los nuevos de primer año? ¡Oh, Dios mío, no puedo creer que ya no seamos los novatos! ¡Somos veteranos!

—Bueno, yo no diría veteranos—dijo Clemens, justo cuando entraron Jakob y Björn.—Solo espero que nadie espere que nos mezclemos con los nuevos de primer año.

—Esperemos que sí—estuvo de acuerdo Petronella.—Hola, Jakob, Björn.

—Me pregunto qué tipo de horario tendremos este año—suspiró Filippa.—No puedo esperar.

—Dudo que sea algo bueno—dijo Harry sombríamente.—Apuesto a que todavía tenemos millones de clases de Transformación. Todos los días.

—Oh, Harry—se rió Petronella, inclinándose para darle una palmadita en el brazo.—Estoy segura de que no es tan malo.

—Puedo enseñarte si hay algo difícil—prometió Truls justo cuando la puerta del salón de clases se abrió y entró el profesor Dietmar. Era extraño cómo ese hombre nunca cambiaba, siempre elegantemente vestido y pareciendo tímido y extrañamente fuerte al mismo tiempo.

—Hoy es martes—dijo el hombre tan pronto como se sentó en su silla en el frente.—Todos los martes, a las nueve en punto, estaréis en este salón de clases. Es nuestro período oficial de clases. Os pasaré vuestros horarios y luego abordaré algunos puntos.

'Espero que nada malo', pensó Harry y no podía esperar para ver su horario. Lo primero que hizo cuando recibió el papel fue contar las clases de Transfiguración: cinco horas cada semana. ¿Por qué tantos ? ¿Por qué no podían tener más... Encantamientos en su lugar?

—Como pueden ver, comenzaréis Adivinación este año—dijo el profesor Dietmar.—Tres horas de Adivinación del profesor Folke Benyamin. Además, es posible que noteis que, por ejemplo, solo tendréis cuatro horas de Herbología cada semana, en lugar de cinco como el año pasado. Si hay algo que no os quede claro, podéis preguntar, pero no quiero perder toda la hora hablando de horarios.

'Me pregunto qué aprenderemos en Adivinación', reflexionó Harry en silencio. 'Espero que sea realmente algo útil. Sería genial poder ver el futuro antes de que suceda.

—Ahora estáis comenzando vuestro segundo año en Durmstrang, y se espera que os comportéis de una manera que no avergüence a esta institución. Debéis dar ejemplo a todos los demás estudiantes, viejos y nuevos. Porque vosotros diez sois la primera generación de lo que es Durmstrang hoy en día. Se espera que mantengais altos los estándares educativos y tengáis un expediente académico sobresaliente...

'Oh, Dios, eso suena horrible', pensó Harry, suspirando y distrayéndose cada vez más. Eventualmente, terminó mirando a Lorenzo, preguntándose si el otro chico estaba pensando en su familia. 'Si yo estuviera en su situación, probablemente intentaría hacer un trato con la Tribu Desaparecida para mantener a mi familia a salvo'.

Pero afortunadamente, la familia de Harry estaba a salvo. Desde que Lupin había sido asignado a su cuidado, el padre de Harry no había sido llamado para ninguna misión arriesgada que consumiera mucho tiempo. Su madre trabajaba en el hospital y Harry estaba seguro de que Sirius era lo suficientemente fuerte como para cuidar de sí mismo. No pudo evitar sentir lástima por Lorenzo, y se preguntó si podría hacer algo para ayudar al otro chico. Sin embargo, no eran tan cercanos y Harry confiaba en que Filippa haría mejor el trabajo.

'Pero ¿qué pasa con la familia de Truls?Harry se dio cuenta de repente. 'Les gusta la política o algo así. Están en un puesto bastante alto. ¿Y si ellos también están en peligro? ¿Qué pasa si es Truls quien algún día sentirá que está solo? ¿Seré suficiente para ayudarlo? ¡Ni siquiera sabría qué decir!'

Y entonces Harry recordó la sensación de la mano de Truls en la suya, el consuelo que recorría sus dedos entrelazados, y decidió que a veces las palabras no son tan necesarias como los gestos.

Las primeras semanas de clases pasaron rápidamente. Harry, para su propia sorpresa, no luchó mucho con Transformaciones hasta el momento, y aunque nunca disfrutaría el tema, ya no rezaba activamente por su eliminación del plan de estudios.

Fue una tarde lluviosa de domingo que lo encontró nuevamente caminando por el jardín de Grindelwald, disfrutando del clima y preguntándose si podría aprender un encantamiento que lo mantuviera protegido de la lluvia por si quería leer un libro afuera. Estaba tan sumido en sus pensamientos, sopesando teorías y posibilidades, que al principio Harry no vio la enorme serpiente en los arbustos. Pero cuando lo vio, Harry se congeló, sintiendo que su respiración se atascaba en su garganta y su corazón dio un vuelco, tratando de calcular si podía huir o si la serpiente sería capaz de atraparlo.

'Tal vez podría hechizarla', pensó Harry, tragando y tratando de mantener la calma. 'Es tan grande... Me pregunto lo venenosa que es...'

—Ella no te va a atacar—dijo una voz familiar, y Harry estuvo tentado de volverse y mirar a Tom, porque por supuesto que era él, quien más soltaría una enorme serpiente en los terrenos de la escuela, maldita sea, pero él no iba a darle la espalda a esa criatura. Con cautela, lo observó y no se relajó hasta que sintió a Tom parado justo detrás de él, con la mano del hombre en su hombro.

—¿Qué estás haciendo aquí?—preguntó Harry, todavía mirando a la serpiente.—¿Es... ella, él... tuyo?

—Ella es Nagini—respondió Tom,—la mascota del Señor Oscuro. Encuentro que este jardín es excepcionalmente agradable y, por lo tanto, decidí compartir mi... disfrute.

—¿Con la mascota del Señor Oscuro?—dijo Harry, finalmente girando su cabeza para mirar al hombre.—Hay algunas cosas de las que quiero hablar contigo.

—Estoy seguro—dijo Tom arrastrando las palabras.—Vamos a buscar un asiento, a menos que desees quedarte aquí mientras hablas. No estoy de humor para quedarme quieto si puedo sentarme.

—Todos los bancos están mojados—señaló Harry, dejándose llevar hacia uno. Con una burla, Tom usó un hechizo que hizo que la silla se secara, y Harry parpadeó, tratando de no sentirse avergonzado por su error.—Está bien, eso funcionará, supongo.

—Dijiste que querías hablar sobre algo específico—dijo Tom, y su tono era... extrañamente anticipado.

—¿Qué te trajo aquí?

—¿Es eso lo que te da curiosidad?

—No—admitió Harry, sintiéndose reacio a llegar al punto real y por lo tanto decidiendo sobre otro tema que quería saber.—Tú... hiciste que Gildy, Gilderoy Lockhart, enseñara en Hogwarts. Solo... ¿por qué ? ¿ Y cómo de alto es tu rango si tienes el poder para hacer que eso suceda?

—La escuela necesitaba un profesor de Defensa, y simplemente sugerí uno—dijo Tom encogiéndose de hombros.—No hay nada sospechoso en eso. Realmente, nada en absoluto.

—No estás tratando de jugar al casamentero, ¿verdad? Porque ahora, Gildy tiene una excusa para acosar al profesor Crouch, y la idea de que intentes juntar a esos dos está mal en muchos sentidos.

—Oh, tonterías. Además, ¿no sería divertido verlos a los dos andar coqueteándose?

—No confío en tus motivos—dijo Harry sin expresión.—En serio.

—Estás lanzando tales acusaciones con una facilidad...—dijo Tom, sonriendo.—Me hieres.

—Lo dudo—murmuró Harry, apartando su flequillo hacia un lado.—Sé que tienes algunos motivos ocultos, y voy a averiguar cuales. Además, deja de evitar mi otra pregunta. ¿Cómo de alto es tu rango, exactamente?—Tom se encogió de hombros con una sonrisa divertida que hizo que Harry inmediatamente se sintiera escéptico.

—Si te dijera que en realidad soy...—comenzó.

—No seas estúpido— interrumpió Harry, y la expresión segura de sí mismo del hombre se convirtió en una desconcertada.

—¡No he dicho nada todavía!

—Estabas a punto de decir algo absurdo. Como, como...

—¿Cómo qué?

—Como pretender ser el mismísimo Señor Oscuro, o algo así.

—Eso—dijo Tom,—es porque yo soy.

—No seas estúpido—suspiró Harry, lanzando una mirada de lástima al hombre.—Está bien, tranquilo. Eres genial incluso si no controlas la mitad del mundo.

—Esto es tan extraño—murmuró Tom.—Bien. Cree lo que quieras, pero voy a decir que te lo dije cuando te des cuenta de la verdad.

—Si eres el Señor Oscuro—dijo Harry, de repente sintiéndose nervioso y mucho menos divertido, los sentimientos apagados de la ejecución hace unas semanas afloraron de nuevo.—Entonces... ¿por qué me habrías invitado a la... a ver la... justo antes de que comenzaran las clases? La ejecución—Tom miró a Harry por unos largos momentos con una expresión ilegible, antes de alejarse.

—Te vi. No lo disfrutaste—dijo finalmente el hombre.

—Por supuesto que no lo disfruté—exclamó Harry.—¿Por qué el Señor Oscuro me quería allí? Y si me viste, entonces, por qué... por qué no pudiste... No sé. No quería estar allí. No quería verlo. Fue terrible. Monstruoso. ¡Inhumano!

—¿En serio?—preguntó Tom, pareciendo francamente sorprendido.—Pensé que era entretenido.

—Entretenido—repitió Harry, encontrando repentinamente difícil respirar.—¿Entretenido?

—Sí. Es... fascinante, de verdad, ver cómo una vida puede terminar permanentemente. Cómo algunas personas pueden ser despojadas de su mañana por una simple orden, recordándonos que la vida real es así despiadada. Algunas personas disfrutan esto por naturaleza. Para otros, es un gusto que se adquiere con el tiempo. Supongo que perteneces a la última categoría.

—Estuvo mal lo que le hicieron a ese hombre.

—¿Por qué?

—¿Qué quieres decir con por qué ?—Harry exigió saber.—Lo quemaron vivo. ¿No escuchaste sus gritos o fueron suficientes tres semanas para que los olvidaras? Hacerle algo así a otro ser humano es...

—Para—siseó Tom, y había un tono en su voz que Harry nunca había escuchado antes. El chico se calló, sintiendo como si acabara de meterse en serios problemas, pero sin entender por qué exactamente se sentía así.—Me di cuenta antes, estas... cosas morales que pareces tener. No te entiendo. Pareces vivir en un mundo de historias donde el bien y el mal son tan diferentes como el blanco y el negro, y quieres aplicar eso en la vida real. No funcionará. No hay caballeros nobles que puedan ganar batallas mortales, Harry Potter, y todas las batallas son mortales . Tal vez deberías darte cuenta de que hay una diferencia entre la vida real y los cuentos de hadas. Necesitas saber que el mundo está lleno de ideales, pero la mayoría de ellos no se pueden aplicar.

—Entonces, ¿cuál fue el punto de ver esa ejecución?—preguntó Harry, convencido de que Tom estaba equivocado, pero sin saber cómo expresarse lo suficientemente bien como para transmitir el mensaje.

—Si no sirviera como entretenimiento—respondió Tom.—Entonces tal vez sirva como una lección. Fue un castigo para un partidario rebelde y una advertencia para otros con la misma mentalidad, y el receptor fue un criminal. ¿Qué importa su vida?

—Cada vida importa.

—Qué declaración tan ingenua. A continuación, afirmarás que las personas son iguales. Oh, vamos, no me mires así. Las personas no lo son.

—No te burles de mí—dijo Harry en voz baja, mirando a Tom con una expresión de dolor.—Las personas deben ser tratadas como iguales siempre que no hayan hecho nada para merecer otra cosa.

—Por supuesto—se burló Tom.—Y cuando las personas se vuelven iguales en todas partes, eventualmente comienzan a tomarse libertades. Tengo derecho a hacer esto, tengo derecho a hacer aquello. Entonces todos tienen derecho a hacer todo, porque siendo todos iguales no hay nadie superior para establecer las reglas del patio de recreo. Y no se puede contar con la endeble moral humana.

Harry quería, tan desesperadamente, hacer que Tom lo entendiera. Pero ¿cómo podría? Harry había pensado que él mismo era elocuente y con un gran léxico, sin embargo, en este momento, no podía encontrar una sola palabra que pudiera usar. Decepcionado consigo mismo, Harry miró a Tom, jurando en silencio que nunca más se permitiría sentirse tan impotente durante una discusión.

—Vas a ser un mortífago, no un santo—dijo Tom después de un largo momento de silencio.—San Potter suena ridículo, de todos modos.

—¿Fuiste tú?—preguntó Harry.—¿Quién me invitó a la ejecución?

—Quizás.

—No voy a cambiar de opinión.

—No pensé que lo harías. Probablemente serías un Gryffindor, si estuvieras en Hogwarts—Harry se encogió de hombros, sin entender realmente qué importaba exactamente ser un Gryffindor.—Estás ciego ante los peligros del irracionalismo que nubla tu juicio.

—No te entiendo.

—Eso es porque te niegas a entender que algunas personas disfrutan causando dolor. O mejor dicho, son indiferentes a eso. Además... solo tienes doce años, ¿no? Aunque admito estar decepcionado. Pensé que serías lo suficientemente maduro como para aceptar la ejecución por lo que fue; en cambio, lo ves como un acto incorrecto y te niegas obstinadamente a aceptar los hechos.

¿Qué hechos?

—Que sucede. Y volverá a suceder. Que es una necesidad, no algo que pueda definirse como correcto o incorrecto—Tom miró a Harry, con los ojos rojos entrecerrados, y el chico de repente se dio cuenta de que, de hecho, no sabía nada sobre el hombre que estaba parado frente a él. Tom podría ser un criminal asesino en masa o un... un loco suelto o algo así.

—No creo que lleguemos a un punto de acuerdo—dijo Harry.

—Necesitas crecer—le dijo Tom, poniéndose de pie y alcanzando a la serpiente, Nagini, obviamente con la intención de irse.—Soñar con ideales en un mundo que no respeta nada más que el poder será tu final.

Harry no dijo nada mientras observaba al hombre irse.

De repente, extrañaba demasiado a Truls.

Tom, por su parte, se preguntó por qué se molestaba en hablar con este niño cuya moral lo estaba irritando. Pero tenía curiosidad, el chico era extraño, y aunque las opiniones del chico eran molestas, Tom todavía estaba fascinado. Pero eso no era lo único.

El chico no lo mencionó, y Tom no esperaba que lo hiciera. Tampoco quería preguntar sobre eso todavía. No hasta que obtuviese una confirmación de si el chico se había alejado o no, por un instante durante la ejecución.

Al día siguiente, Harry seguía pensando en Tom durante la primera clase. No pudo evitar sentir como si hubiera... cometido un error. No estaba seguro de en qué punto, exactamente, o si solo estaba sospechando demasiado.

'Necesito saber más sobre Tom' , decidió . 'Yo debo. No volveré al jardín antes de saber al menos con quién estoy tratando.' ¡Pero ni siquiera sabía el verdadero nombre de Tom! Cómo deseaba poder preguntarle a Sirius y simplemente describirle a Tom. Pero entonces su padrino querría saber cómo Harry había conocido al hombre, y el chico estaba un poco reacio a hacer eso.

—De deberes—dijo el profesor Dietmar, y Harry comenzó a guardar todo en su mochila con alivio.—Quiero un breve ensayo sobre cinco plantas acuáticas que creas que son las más útiles. Todos fuera.

—Ya tenemos Herbología mañana—se quejó Petronella cuando salieron del salón de clases.—Espero que no tengamos más ensayos para hacer hoy.

—Teniendo en cuenta que tenemos Artes Oscuras a continuación, y el hermano del profesor Dietmar lo está enseñando, y parecen compartir consejos de enseñanza, creo que es muy probable que tengamos que hacer otro ensayo—le dijo Björn.—¿Quieres apostar?

—Tienes que controlar tus apuestas—dijo Jakob.—En serio, hombre.

—Jugar es divertido—respondió Björn alegremente.—¡Ya estoy comenzando mi fortuna personal!

—Bien hecho—dijo Heidi arrastrando las palabras, haciendo que el chico frunciera el ceño.

—Claro, sois chicas, es bastante fácil lucir guapa y conseguir un marido rico—afirmó Björn.—Pero para nosotros, los chicos, es diferente.

—Así es —dijo Filippa de repente, aunque no parecía estar de acuerdo.—Cuando una mujer es inútil, es lindo en los círculos arcaicos. Cuando un hombre es inútil, es simplemente una mierda. Harry, ¿estos son...?

—Dobles estándares— dijo Harry, sonando como si el término fuera un insulto personal de algún tipo. Sacudió la cabeza y notó que Nikolai estaba un poco a un lado, mirando a nada en particular. Desde que Filippa había dejado escapar que Nikolai disfrutaba atormentando a los animales con crueldad, Harry no sabía muy bien cómo actuar con el otro chico, por lo general fingiendo no saber nada. Pero a veces, no podía evitar recordarlo y estremecerse, sintiendo un miedo inexplicable.

No había notado que nadie más actuara de manera extraña alrededor de Nikolai, y Harry se preguntó si alguien más que él y Filippa lo sabían. ¿Cómo se había enterado de todos modos?

—Estás callado—dijo Truls, sacando a Harry de sus pensamientos.—¿Hay algo mal?

—Estaba pensando en algo—murmuró Harry.—Yo, er, creo que es mejor no hablar de eso donde alguien pueda escuchar.

—Tenemos Criaturas y Adivinación después de las Artes Oscuras—dijo Truls.—Y luego tenemos la pausa para el almuerzo. Después, vayamos a mi casa.

—Está bien—acordó Harry con una sonrisa justo cuando entraban en el aula de Artes Oscuras.

—Ojalá empezáramos a batirnos ya—suspiró Filippa, sentándose frente a Harry y Truls.

—¿Pero no escuchaste?—preguntó Heidi, sentándose a su lado.—Escuché que el profesor Crouch fue transferido temporalmente a Hogwarts. Se rumorea que está ayudando a un profesor allí—Los ojos de Harry se agrandaron, su boca se abrió.

—¿Qué?—el exclamó.—¿Qué ?

—¿No lo sabías?—preguntó Heidi, claramente sorprendida.—¿Cómo puedo saberlo si tú no lo sabes? Quiero decir, eres alumno de Gilderoy Lockhart, ¿verdad?

—Error—dijo Harry.—Soy su nada. Ocasionalmente irrumpe en mi habitación...

—Oh, él puede irrumpir en mi habitación en cualquier momento.

—¡Filippa! ¡Ew! 

—Lo leí en Hexogue—dijo Heidi.—Él tiene un artículo allí... Harry, no quiero hacer preguntas raras, pero ¿Lockhart, um, está interesado en...?

—¡No quiero escuchar esto!—Harry gritó.—¡Con quién esté teniendo una aventura no es de mi incumbencia!—'No es de extrañar que no me haya escrito una palabra todavía, ¡está demasiado ocupado coqueteando con Crouch!'

—Oh, Dios mío—jadeó Heidi, agarrando el brazo de Filippa.—¡Lockhart está teniendo una aventura con un hombre ! ¡Es gay !

—¿Tal vez es bisexual?—Filippa sugirió.

—¿Podemos cambiar el tema?—preguntó Harry.—¿A algo realmente relevante?—Heidi sonrió extrañamente, mirando por una fracción de segundo a Truls.

—¿Qué pasa?—comenzó, pero la aparición del profesor de Artes Oscuras Ulrich Dietmar evitó que Harry escuchara qué tipo de sugerencia había estado a punto de hacer.

El piso de Truls era casi idéntico al de Harry, excepto que estaba un poco más ordenado y la cocina estaba completamente equipada.

—Mi madre sigue enviando un elfo doméstico—explicó Truls cuando vio la expresión de sorpresa de Harry.—De todos modos, tenemos dos horas hasta Encantamientos. ¿Quieres decirme qué te ha estado deprimiendo últimamente?

—La vida en general—respondió Harry, sentándose y poniendo sus libros en la mesa frente a él.—¿Qué tal si trabajamos en nuestros ensayos de Herbología mientras hablamos?

—Está bien, solo haré un poco de té. ¿Tienes hambre? Puedo hacer panqueques o algo así.

—Té es suficiente, gracias. Oye, Truls, ¿qué piensas de Nikolai?

—¿Nikolai?—Truls dijo, entrecerrando los ojos.—¿Por qué?

—Filippa me dijo algo sobre él, y no he podido dejar de preocuparme, más o menos—admitió Harry.—Ella dijo que a él le gusta... lastimar a los animales. Y, bueno, ¿es eso cierto?

—No lo sé—respondió Truls, relajándose.—Sin embargo, no me sorprendería. Nikolai tiene un poco de reputación.

—¿Qué quieres decir? ¿Por qué todos los demás saben esto pero yo no?—preguntó Harry, frunciendo el ceño.—¿Quién más sabéis tú y Filippa?

—No sabía sobre él torturando animales, pero Harry, Nikolai... Bueno, míralo durante las lecciones. Disfruta atormentando a los animales durante las lecciones de Criaturas, en Transformaciones, preguntó una vez si se puede matar a un humano si transformas la mitad de su cuerpo en otra cosa, absorbe todo lo relacionado con las Artes Oscuras, en Herbología lo que le interesa son los venenos lentos... Prende fuego a las cosas, es egocéntrico, no duda en usar la violencia...

—No sabía nada de eso antes.

—Lleva tiempo darse cuenta, no es como si hiciera todo eso en un día, o incluso en un mes. Y los problemas nunca son lo suficientemente grandes como para que realmente se noten por sí solos. Y Harry, con toda honestidad, no eres exactamente la persona más observadora que hay.

—¿Soy tonto?—preguntó Harry, sinceramente sorprendido. Truls sonrió con cariño y dejó dos tazas de té y un plato lleno de galletas en la mesa antes de sentarse.

—Eres un poco tonto—respondió Truls.—Creo que es porque tienes tus historias llenando tu cabeza.

—Pero sé sobre el incipiente problema al juego de Björn.

—Todo el mundo lo sabe. Terminará endeudado antes de que nos graduemos, lo juro.

—¿Nikolai realmente hizo todo eso? Ya sabes... herir animales y esas cosas. ¿Por qué?

—No lo sé. Supongo que le gusta.

—Pero está mal—dijo Harry, frunciendo el ceño.—Es... es como esa ejecución. Incorrecto. ¿Tal vez es una fase?

—Tiene debilidad por Heidi—dijo Truls, alcanzando una galleta.—Si es una fase, eventualmente ella lo sacará de ahí. Sin embargo, Clemens dice que Nikolai tiene la mentalidad adecuada para ser un Mortífago. Él lo sabría, supongo, su madre ha trabajado con algunos Mortífagos de alto perfil antes, y aparentemente, sus historias son sangrientas.

—Mortífagos—suspiró Harry.—De alguna manera eso no suena tan bien como antes.

—¿Qué quieres decir?—preguntó Truls.—¿Es por la ejecución? Todos los bandos tienen ese tipo de cosas, ya sabes. Los rebeldes no son mejores, al menos apuntamos a los criminales, no a los civiles.

—No sé a qué me refiero. Me siento tan confundido acerca de todo esto, y Truls, ¿y si tengo que matar a alguien algún día?

—Entonces hazlo.

—Es tan fácil para ti decir eso.

—No —dijo Truls—.No lo es. Y en este momento, sé que ni tú ni yo seríamos capaces de matar a nadie. Pero es por eso que estamos aquí y no en ninguna otra escuela, Harry.

—Truls—comenzó Harry vacilante.—¿Está mal... que quiera hacer lo que creo que es correcto?

—No lo sé—respondió Truls.—Pero no te preocupes, incluso si está mal, me quedaré contigo. Eres tan inconsciente que necesitas a alguien que te cuide—El chico sueco sonrió tranquilizadoramente. Harry sintió que su propia sonrisa vacilaba y miró su ensayo de Herbología que apenas había comenzado.

—¿Truls?—dijo después de unos momentos de silencio.

—¿Sí?

—¿Podrías... pasarme la tinta, por favor?

—¿Claro?—dijo Truls, empujando la botella de tinta más cerca de Harry, a pesar de que ya había estado a su alcance. Harry ofreció una sonrisa forzada y volvió a escribir su ensayo, agregando un párrafo sobre Gillyweed. Los dos se sentaron en silencio durante varios minutos antes de que Harry volviera a hablar.

—¿Truls?

—¿Mmm?

—¿Tú... um, encuentras este ensayo fácil?

—Sí, es bastante fácil. ¿Por qué? ¿Te resulta difícil? Puedes copiarme...

—Ah, no, no. Creo que también es bastante fácil. Gracias, sin embargo.

—Harry—dijo Truls, estirando la mano para tocar la cara de Harry y hacer que mirara a Truls.—¿Qué ocurre?

—No pasa nada—respondió Harry nervioso, con el corazón dando un vuelco.—Yo solo, nada. Nada.

—Harry.

—Ya... no te gustaré más.

—Es imposible que eso suceda—afirmó Truls.—¿Qué ocurre?

—Hay algo que no sabes sobre mí—dijo Harry, sin creer que después de todos estos meses de mantenerlo en secreto, en realidad iba a decirlo. Truls miró a Harry por unos momentos, antes de moverse para sentarse junto a él y tomar sus dos manos, y Harry continuó:—Y creo que debes saberlo antes de prometer que me apoyarás en lo que sea que haga.

—Está bien—dijo Truls.—Puedes decírmelo.

—Truls—comenzó Harry en voz baja, nervioso, sabiendo que aunque para él no era un gran problema... si lo era para Truls, y podría perder a un amigo.—Soy un mestizo.

—Todavía estás pensando en él.

—No sé de qué estás hablando, Nagini—siseó Tom de vuelta. Estaba solo en su estudio, hojeando informes sobre vampiros inmigrantes y contemplando si algunos de los estudiantes de séptimo año de Durmstrang podrían sobrevivir recibiendo un poco de entrenamiento especializado.

—Sigues haciendo comentarios sobre él—señaló Nagini perezosamente.—Él es...

—Exasperante—gruñó Tom.—Eso es él. ¿Alguna vez has conocido a alguien que sea tan Gryffindor ? ¡Piensa que las personas son iguales y no entiende la necesidad de las ejecuciones! ¡Probablemente prohibiría la maldición cruciatus si pudiera!

—Y, sin embargo, sigues volviendo a él y piensas en él.

—Él tiene la varita hermana a la mía. Pensé que importaría, pero ahora, no puedo dejar de pensar ¿cómo es posible? Es tan diferente. Nunca fui así.

—Si no te gusta, ¿por qué sigues pensando en él y visitándolo?—Nagini siseó, y Tom tuvo la vaga impresión de que si pudiera poner los ojos en blanco, lo haría.

—No me gusta nadie—dijo.—Simplemente no lo entiendo. A veces, me sorprendo pensando en él como alguien que... no es como otras personas. ¿Como si fuera... diferente? ¿Extraordinario? Lo cual es...

—Verdad.

—... ¡ridículo!—Tom parpadeó un par de veces con sorpresa, antes de girarse para mirar a la enorme serpiente.—¿Qué?

—Huele a vivo y muerto—le dijo Nagini.—Como si a veces estuviera muerto, pero los humanos realmente no pueden hacer eso, ¿o sí? Mueren unas cuantas veces y luego se despiertan de nuevo. Porque si otros humanos pudieran hacer eso, diría que olerían como él.

—¿De qué estás hablando?—preguntó Tom, ahora completamente intrigado.

—El chico—aclaró Nagini.—El chico que te tiene tan fascinado. Esta conversación me está aburriendo. Quiero un lugar soleado. Tengo sueño.

—El niño tiene la varita hermana mía, lo que significa que los núcleos de nuestra magia son similares—murmuró Tom, ignorando a su mascota.—¿Qué pasa si hay alguna otra conexión? Pero, ¿por qué? ¿Cómo? ¿Cómo puede alguien morir y volver a la vida? Nagini, ¿estás segura ? Y desapareció, en un lugar con protecciones anti-aparición, sin saber cómo aparecerse de todos modos.

—Tengo hambre.

—Debería secuestrar al niño y experimentar con él, probar su magia y sangre y escanear su cerebro, y tal vez hacer lo mismo con sus padres.

—Quiero ratones.

—Pero no quiso hablarme después de eso. ¿Por qué es tan complicado?

—O ratas. Ratas gordas.

—¿Y si ha descubierto alguna otra forma de volverse inmortal?—Tom hizo una pausa, frunciendo el ceño.—No, él es demasiado moralmente correcto para hacer eso. Se parece tanto a... Dumbledore...—Nagini levantó la vista ante la mención del nombre que sabía que su Maestro odiaba.

—Dumbledore—repitió Tom.—Sí, el chico me recuerda un poco a Dumbledore... ¿no es así, mi mascota?

—No—respondió Nagini.—No recuerdo a ese humano. Recuerdo el nombre, pero no al humano.

—Así que si pudiéramos entender ciertas cosas sobre Dumbledore, ¿quizás yo podría entender el diminuto cerebro idiota e inmaduro de Potter de alguna manera?

—¿Por qué es tan importante entenderlo? Si es una molestia, simplemente deshazte de él.

—Creo que tenemos que visitar a cierta persona—decidió Tom, alcanzando su capa con capucha.—Vamos, Nagini.

—¿Adónde iremos?

—A Nurmengard.

—El término que a mi madre le gusta usar es sangre pura de primera generación, pero sé que no es exacto—dijo Harry.—Yo, er, creo que deberías saberlo. Solo, por favor, no se lo digas a los demás todavía. Quiero decírselo por mi cuenta, eventualmente—Truls miró en silencio a Harry por unos momentos, durante los cuales Harry sintió casi náuseas debido a lo nervioso que estaba. Finalmente, Truls asintió y sonrió.

—Sin embargo, todavía eres un Potter—dijo.—Y eres mi amigo. Además, ser un mestizo no está mal visto, ya sabes. En realidad, ha habido afirmaciones de que el Señor Oscuro mismo es uno.

—¿Entonces no te importa?

—No me importa.

—Me alegro—respiró Harry, cerrando los ojos.—Tenía miedo. Pensé que podrías, no sé, tratarme diferente.

—No lo haré—prometió Truls.—Y estoy seguro de que ni Filippa ni Lorenzo lo harían tampoco. O Björn, a él no le importa la pureza de sangre, lo único que le importa es el dinero. Heidi... no te odiaría, pero probablemente te trataría como a un niño o algo así. Ya sabes, siendo muy protector y pensando que de alguna manera estás indefenso. Nikolai... es difícil saberlo, con él. Los dos que, estoy bastante seguro, se sentirían asustados son Clemens y Petronella. Ambos vienen de familias que tienen lazos muy fuertes con los Mortífagos durante las generaciones pasadas, y los padres de Clemens solían asistir a las fiestas de Caza de Muggles.

—Lo mantendré en secreto—decidió Harry.—Yo solo... no quería... tú... bueno...

—Gracias—dijo Truls en voz baja, y estaba tan cerca , más cerca que antes. Harry podía sentir el aliento de Truls y podía contar sus pestañas, así de cerca estaban.—Me hace feliz saber que confías en mí.

—Gracias—insistió Harry.—Por ser... por no, ya sabes...

—¿Te importa que te pregunte... tu madre es...?

—Ella es una bruja nacida de muggles.

—¿Tienes cosas muggles en casa? ¿Tradiciones muggles y cosas por el estilo?—preguntó Truls.

—No—respondió Harry.—Mamá es... muy estricta en mantener alejadas todas las cosas muggles. Papá piensa que ella está tratando de, no sé, compensar algo. Creo que es estúpido. La pureza de la sangre no afecta el poder y la inteligencia, así que ¿por qué tanto prejuicio? ¿En qué se basa?

—¿Tal vez podrías preguntarle a tu madre?

—Lo he intentado, pero ella siempre cambia de tema o me regaña por preguntar.

—¿Tiene ella alguna familia en el mundo muggle?—preguntó Truls.—Tal vez si lo hace y nunca los contacta, podría ser que esté tratando de distanciarse de cualquier cosa que le recuerde a ellos. Eso podría ser, si nunca se llevaron bien o tuvieron una pelea realmente mala o algo así.

—No sé si tiene parientes muggles—respondió Harry.—¿Qué pasa si tengo un montón de primos muggles y nunca lo supe?

—¿Vas a averiguarlo?

—¿Cómo? Mamá definitivamente no me lo va a decir.

—Todo lo que necesitamos es un nombre—dijo Truls, sonriendo de repente.—Entonces, cuando llegue el verano, los dos nos embarcaremos en una aventura para encontrar a tus parientes. ¿No sería como en una de tus historias?

—Oh, Dios mío—se rió Harry.—¡Imagínanos caminando entre muggles!

—No puede ser tan difícil, ¿verdad?

—No sabemos nada sobre los muggles, aparte de que no tienen magia.

—Lo averiguaremos. Investigaremos.

—¿Tus padres te dejarían... hacer eso?—preguntó Harry, sin creer que estaba empezando a pensar en esto.—Mis padres... no estaría tan seguro.

—El año escolar acaba de comenzar—respondió Truls.—Averiguaremos algo. Lo que sea.

No sé pero amo el mood Harry leyendo cuentos de hadas y de fantasía, se me hace tan tierno y sabio a la vez <33

¿Qué os está pareciendo la historia? Es una maravilla. ¿Qué pensais de Tom? A mí me encanta, porque sigue siendo igual de sádico y no le cambió la personalidad. ¿Y de Truls, pensáis que es un buen amigo para Harry? En esta historia TODOS los personajes son importantes.

(Hoy mismo hice la traducción de esta maravillosa canción de mi grupo fav de chicas, las amo mucho TT):

https://youtu.be/rZZwIA1ufTU

Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro