Trazo # 9: Bring Me The Horizon -Throne
So you can throw me to the wolves
Tomorrow I will come back
Leader of the whole pack
Beat me black and blue
Every wound will shape me
Every scar will build my throne
—¿Cómo le fue entonces en Boston jefa? —sorbió un poco de su café.
—Fue muy entretenido y excelente, hace mucho no veía a mis amigos de allá —comentó Fernanda.
Estaba con sus subordinados en su oficina, regresó a Los Ángeles hace dos días, llegando en sábado para acomodar todo lo de su casa, ya que había estado dos semanas fuera de la misma.
Ya en lunes llegó a la oficina de Sony en Los Ángeles con una amplia sonrisa en sus labios algo que notaron sus tres subordinados, Alastro, Arthur y Alina.
La secretaria ya tenía lista la oficina de la jefa mientras que el community manager y subdirector habían ido por bebidas calientes para todos y pan de dulce.
—Me alegro que se haya divertido, ¡tenía tiempo sin tomar vacaciones señorita Lancaster! —dio una mordida a su pan Alina.
—Saben que me gusta trabajar, es difícil que tome unas vacaciones, chicos —rió la chica mientras estaba checando su correo.
—Se ve más feliz señorita Lancaster, a cuando se fue —dijo de manera precavida Arthur.
—¿A qué te refieres? —cuestionó sin alzar la mirada.
—Ya no tiene las ojeras y se ve más tranquila, incluso parece que brillara —contesto esta vez Alina.
Fer sólo esbozo una ligera sonrisa y leyó un correo que le enviaron de The House Of Blues confirmando el concierto de Apocaliptic Berserker para dentro de cuatro días.
—¿Por qué apenas confirmo la cede para la banda? —les preguntó a sus subordinados.
—A lo que pasa es que el baterista tuvo un problema familiar la semana pasada, creo que su esposa se enfermó y estuvo hospitalizada. Les pedí que nos dejaran en espera para poder ver darle oportunidad al chico de que todo estuviera bien con su familia —comentó Arthur.
Fer asintió ante lo dicho.
—¿Y ya está bien su pareja? —preguntó.
—¡Sí! La dieron de alta el viernes me parece y el podrá tocar en el concierto —confirmó Alina.
—Me parece excelente, ¿Le mandaron algo a la esposa? ¿Al hospital? —preguntó Fer.
Todos se quedaron viendo y negaron.
La chica negó con la cabeza.
—¿Cuál es la dirección?
Alina se la proporciono y la azabache pidió un gran ramo de flores con una nota de pronta recuperación y lo envió.
—Hay que tener feliz a los artistas chicos y estos pequeños desplantes nos muestran como personas que nos preocupamos por ellos.
Sus subordinados siempre aprendían cosas de ella, a pesar de ser más chica, a excepción de Alina que tenía veintiún años, les daba tips de cómo hacer las cosas, les gustaba siempre que les diera esas pequeñas lecciones. Su admiración por ella siempre crecía con cada cosa que hacía.
—Bien a lo que nos concierne, me piensan trasladar a Boston cómo jefa de sede allá —comenzó a decir —, quería saber ¿Están dispuestos a irse allá conmigo?
Los chicos se le quedaron viendo primero y después entre ellos.
—¿Tendrá el mismo puesto que el señor Lawrence verdad? —preguntó Arthur.
—Así es, él es el director general de toda la costa oeste de Estados Unidos, yo seré la directora general de toda la costa este.
—¿La oficina está en Boston? —alzó la ceja Alastor.
Fer sonrió.
—Cómo tal no, pero el señor Mcallister la pondrá ahí durante un tiempo por el problema que hay en Nueva York —señaló Fer.
—¿Qué pasó? —preguntó Arthur.
—Unos problemas con los edificios de allá de construcción, no sé la verdad al cien que sucede, pero Mcallister dice que se tardará tiempo en arreglarse.
—¡Oh Vaya! —dijo Alina —, si vi un memo de ello de las secretarias de allá, que por eso se canceló el Meet 'N Greet de dos bandas de Nueva York la semana pasada.
—Exacto, de hecho, por eso removieron al antiguo jefe, porque no se dio cuenta de esto, se perdió mucho dinero por ese descuido y el señor Mcallister esta fúrico por ello —comentó Lancaster.
—¿Qué tan mal están las cosas allá? —preguntó Arthur.
—Pues no tan mal cómo se esperaba, pero si vamos a tener mucho trabajo en general, claro si aceptan —comentó la azabache.
—Yo iré, de hecho, mi familia es de allá, no de Boston, pero sí de Pensilvania —comentó Alastor.
—Me gusta la idea, siempre había querido conocer Salem y está cerca de Boston —sonrió Arthur.
—Si de hecho esta cómo a veinte minutos o media hora —dijo Fer.
—Pues también cuenten conmigo, este es el mejor trabajo que he tenido toda mi vida y estoy feliz con ustedes cómo equipo de trabajo —sonrió la secretaria.
—¡Excelente! Sabía que podía contar con ustedes.
En ese momento sonó el teléfono de su despacho y lo contesto Alina.
—Oficina de la señorita Lancaster, ¿en qué puedo ayudarle?
Fer alcanzó a escuchar la voz de Lawrence.
—Claro jefe, enseguida le digo que se conecte a la junta—colgó el auricular.
—¿Todo bien Alina? —preguntó Fernanda.
—Qué el señor Mcallister quiere habar con usted y Lawrence, le mandaron un link de teams para la reunión.
—Entendido, chicos los veo para almorzar y platicamos bien de todo, supongo que la junta es para eso.
Ellos asintieron y se fueron recogiendo su basura del desayuno.
La chica se conectó al link poniéndose su diadema con auricular y micrófono.
—Ya llegó Fernanda señor —era la voz de Lawrence.
Los tres tenían prendida la cámara y la vista de Fer se enfocó en la del CEO de la disquera.
Era un hombre de muy avanzada edad, con ojos azules muy penetrantes y cabello canosos, tenía lentes y se le notaban las arrugas en su rostro, Lancaster sabía que tenía alrededor de setenta y tres años, pero se veía muy bien conservado.
—¡Fersita! Me da un gran gusto verte —exclamó el jefe de ambos.
—Hola señor, el gusto es todo mío cómo siempre —contesto Fer.
—¿Qué tal tus vacaciones? ¿Las disfrutaste?
—Si claro, fueron muy reconfortantes, ya necesitaba descansar —comentó la chica.
—Me alegra escuchar eso, te lo merecías más con todo el gran trabajo que has hecho en BandCamp, eres una campeona —aplaudió el esmero de Fer.
—Gracias señor Mcallister, es muy reconfortante escuchar eso de su parte —sonrió de manera feliz.
—Y esa sonrisa, de verdad que te sentaron las vacaciones muy bien, pequeña, me alegra verte contenta.
El señor Mcallister era cómo el abuelo de Fer, siempre la cuido y protegió desde que llegó a Sony, cuando tuvo la entrevista de secretaria para el Lawrence hace cuatro años, él estaba ahí y quedó fascinado con ella y dio la orden de contratarla y que no le quitaran la mirada de encima, sabía que ella haría cosas grandes en la música.
Cuatro años después lo seguía impresionando con su trabajo, no sólo se dedicaba a ello, sino que había estudiado una maestría en administración de empresas y ya sabía hablar dos idiomas aparte del inglés, español y alemán.
Le había dado al clavo con ella, era una pequeña genio.
—Ahora si a lo que nos concierne, la sede de Nueva York está en stand by cómo bien saben, las pérdidas que tuvimos fueron grandes por aquel error de cálculo y decidí mover la sucursal a Boston por lo mientras.
Los dos asintieron sin quitarle la vista de encima a la pantalla.
—Cómo bien saben, Lawrence es gerente general de toda la costa oeste del país, Rodgers es del centro del país y este Sanabria había sido de la costa este, sin embargo, por los movimientos recientes, tuvimos que dejar ir a este último, y es donde tu entras Fersita, decidí moverte al área de gerencia general para ello, tu tomaras el puesto libre —comentó Mcallister.
Fer asintió de manera estoica a pesar de que estaba saltando de felicidad en su interior.
—Entendido señor —contestó Fernanda.
—¿Alguna duda? —cuestionó el CEO.
—Yo si —dijo Fernanda.
—¿Qué paso mi niña?
—Quiero llevarme a mi equipo de trabajo, Alastor, Arthur y Alina, sin ellos, muchas de las cosas que se han logrado no hubieran sido posibles —dijo Fer.
—Claro que puedes hacerlo, Lawrence ya había buscado reemplazos para tu área de BandCamp, sabíamos que te ibas a llevar a tus chicos.
—¡Perfecto! —exclamó la chica.
Con ello continuaron viendo algunas pequeñeces que tenían que checar antes de terminar la reunión.
Fer por su lado tomó su celular y mandó un mensaje a los chicos.
"Si me iré a Boston, me pone feliz que estaremos cerca de nuevo amigos, si me dieron el ascenso"
En cuestión de segundos el chat explotó con mensajes de todos, felicitándola y ofreciéndose a ayudarla para mudarse.
Pero el mensaje que más la hizo sonreír fue el que Astrid le mando al privado.
"Muchas Felicidades princesita, no cabe duda que eres la mujer más exitosa e inteligente que jamás he conocido, me siento feliz de saber que somos amigas y que tal vez si todo sale bien en un futuro algo más, esperamos Annie y yo con ansias tu regreso, te quiero"
Todo el día estuvo sonriendo.
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