Trazo #54: Alien Vampires - She Owns The Nite (Lilith)
A seductress a devouring force
She is the queen of Chaos the timeless fire
Through the gates of both death and darkness
She is the mother of night, forbidden desires
Septiembre llegó rápido e iba a ser mañana, el día más feliz de las dos chicas, por fin su boda.
Estaban emocionadas, todo iba saliendo con excelencia en sus vidas, algo que habían esperado desde hace años.
Y ahora era un hecho, el castillo en el cielo estaba por terminar de construirse.
Todo estaba preparado, el salón, el ministro que iba a oficiar la ceremonia, las invitaciones entregadas, los invitados y todo arreglado conforme a lo que prepararon para su boda.
La temática gótica siguió en pie, Fernanda apoyó todas las ideas de su amada, quien se desvivió para que esa ceremonia fuera lo más perfecta posible, Astrid había ido al salón de fiestas a supervisar que todo estuviera en su lugar, cada uno de los adornos que había comprado y adquirido.
Aunado a eso habían contratado un servicio de catering que encontraron en el Goth-A-Paloza que serviría la comida para sus invitados, enfocándose en lo que más les gustaba a sus amigos y algunos conocidos que irían. Les había dado un toque un tanto especial la dibujante, había pagado un poco extra porque parecieran comida de monstruos, arañas, murciélagos, sangre, ojos y demás que obviamente iban a ser comestible, con ingredientes de la más alta calidad.
Siendo que después de haber recibido la herencia del señor Mcallister, la fortuna de las chicas creció exponencialmente, si de por si el dinero para ellas nunca fue un problema, ahora mucho menos.
Tenían todo lo que querían y necesitaban. Fernanda empezó a invertir dicho dinero en varias acciones de diferentes empresas, incluyendo Sony music, algunos restaurantes de comida y varias otras disqueras; gracias a esa gran idea, no había día que su fortuna no aumentará.
Aparte lo que ganaban dentro de sus trabajos, con la banda de Fernanda y las pinturas que había empezado a vender en galerías Astrid, se comenzó a volver reconocida por ello, captando la atención de más de una persona interesada en su forma de dibujas y plasmar sus ideas. Incluso ya teniendo ella una pequeña galería, en una local rentado en el centro que había conseguido Fernanda y que Emily era la que lo organizaba, ya que las góticas confiaban mucho la una en la otra, y eso le daba oportunidad a la muchacha de cuidar a su hija de dos años.
El vestido de Astrid había quedado a la perfección al igual que el de las damas de honor, otra cosa que dejó muy tranquilas a las jovencitas. Acertaron en confiar en Pietro.
Por su parte Fernanda también había mandado hacer su ropa para la boda, de igual manera con Pietro y prohibiéndole rotundamente decirle algo a Astrid sobre ello, lo cual también había hecho la otra novia, diciéndole que la señorita Lancaster no podía enterarse de él vestido de novia, ya que quería que fuera una sorpresa para ella ese día que la viera llegar al altar para unirse para siempre.
Pietro no le decía nada a la una ni a la otra, amaba a sus dos clientas favoritas y pensaba mantenerlas con él toda la vida, siendo que ellas lo ayudaron a dar mucho el boom para despegar en su proyecto de vida. Se los agradeció mucho al haber recomendado a mucha gente con él, al punto de que no se podía dar abasto muchas veces con el trabajo, teniendo que haber expandido su negocio a otro local y contratar más gente para que lo ayudará en el taller como sastres.
De igual manera Astrid invirtió en él haciéndose su socia, que fue gracias a ello que el ascendente de italianos pudo solventar todo lo que se le vino encima.
La lista de invitados no era tan extensa, la banda y sus parejas, Alina, Arthur, y Alastor, los abuelos Sid y Nancy junto a los padres de Astrid, mientras que del lado de Fer sólo Carrie, que era la familia viva más cercana que tenía. De igual manera algunos ejecutivos de alto rango en Sony, ex compañeros de la universidad y algunas otras personas.
Era la noche antes de la boda, Astrid se preparó para salir a un club con sus amigas, Emily, Jenny, Amanda y las iba acompañar Ishtar esa vez, algo que se les llegaba hacer raro, ya que por que por lo general la chica que le gustaba el Black metal iba más con los chicos de la banda, sin embargo, eso puso feliz a la gótica ya que ella quería muchísimo a la nipona.
Por su parte, esa noche Fernanda se la iba a pasar con los chicos en la casa de ella y Astrid, escuchando música y cuidando a los niños.
Se despidieron alrededor de las Seis de la tarde. Fernanda y Astrid, dándose un largo y deseoso beso, sabiendo que mañana estarían por fin casadas. La felicidad estaba en el aire, se les notó en el brillo de su ser y sus ojos.
En el mundo no existía nadie más feliz que ellas.
Astrid estaba en casa de Emily que era donde se iba a quedar la noche y la iban a arreglar para la boda todas sus amigas, quienes de igual manera ya estaban ahí preparándose para salir.
—Será genial esta noche y sobre todo mañana —dijo Amanda quien agradecía poder tener una noche de diversión después del nacimiento de Landon.
Ella estaba muy feliz con su familia, pero hasta ella quería distraerse un poco.
—Si que lo será, la última noche de soltera de Astrid, quien ahora pasará a ser Astrid Lancaster Lowellet —rio Emily quien se pintaba los labios en ese momento.
—¡Se escucha tan bien eso! —aplaudió la gótica quien se terminó de delinear.
—Era tu sueño amiga, ser para siempre de Fernanda —señaló Jenny mientras se ajustó las sandalias de tacón que traía puestas.
—Si les soy sincera, me daba miedo que jamás lo lograra...pero ahora...estoy más que feliz por todo esto, sé que es el inicio del para siempre de Fernanda y mío.
La dibujante se sonrojó, pero con cierto toque de felicidad plasmado en sus labios.
—Se lo merecen, eso lo saben mejor que nadie —comentó la japonesa mientras se amarró su cabello en una cola de caballo.
—Tengo que decir que te conozco desde hace décadas ya Astrid y jamás te había visto así de feliz, bueno solo casi lo rivaliza cuando me llegaste a contar sobre cómo te habías dado valor de hablarle a Fernanda ese día en la universidad y que nos había invitado al ensayo de su banda— puntualizó Emily viendo a su amiga —. Aún recuerdo la cara de enojo de Chad, según mintiéndonos porque se sentía un poco mal del estómago.
Las dos góticas soltaron una carcajada.
—¿A ese chico le gustabas? — preguntó Isthar.
—Si, de hecho, hubo un poco de historia ahí, solamente besos y uno que otro toqueteo —dijo con cierta molestia Astrid.
—Y aparte tomaba tus fotos del Only Fans —comentó Emily
—Fui tan pendeja de dejarlo hacer eso. Eso hizo que Fernanda se enojara demasiado conmigo.
—Fernanda si era muy celosa en la universidad, eso nadie lo dudará, digo entendía su punto, pero a veces exageraba —dijo Amanda viendo a sus amigas.
—No del todo digo... —se puso un poco cabizbaja Astrid —Había momentos en los que si me pasaba con mis estupideces...y mi...zorres.
—¡Calma mi niña! Todo eso es pasado, ya están juntas, ambas maduraron mucho y hoy en día se aman. Fer te adora, si vieras como te observa siempre, como si fueras el más grande tesoro del mundo junto con Annie— la consoló Jenny.
—Lo sé, pero eso no exime mi manera de haberle fallad. Pero todo está bien ya, nadie nos separara y estaremos juntas, la una con la otra.
Traía un vestido negro corto hasta los muslos, con medias negras de red con unas botas largas muy goth, pintada de manera perfecta con un delineado negro y su cabello arreglado en una cola de caballo.
Mientras que las demás traían vestidos de diferente color, Amanda uno verde, mientras que Emily uno de color vino, Jenny uno azul e Isthar iba con su usual parafernalia de chamarra de cuero, alguna playera de black metal en esta ocasión de Impaled Nazarene jeans negros y botas militares del mismo color.
Estaban listas para pasar esa noche en fiesta y festejar que por fin la vida de dos de sus mejores amigas se unificaría para el resto de la existencia, algo que merecían ambas.
Fernanda le había dejado el carro para que se pudieran mover y le había hecho prometer que la llamaría si tomaban de más, no quería que manejaran en estado de ebriedad, le aterraba a la bajista que algo le pudiera pasar a su amada, jamás podría vivir con ello. Ella era la persona más especial para la azabache, su motor de vida.
Se subieron al carro donde Astrid puso música, algo de Alien Vampires, una banda de EBM, que era justo al tipo de club que iban, de temática gótica.
Llegaron al club entre risas y anécdotas que se fueron contando en el carro.
Era un club nocturno que les gustaba a todas, ya que ponía todo tipo de música desde electrónica, dark wave, electro dark entre otros géneros.
Dejaron el carro en el valet parking para posteriormente formarse en la fila para poder ingresar al mismo.
—Está un poco larga la fila hoy —mencionó Amanda viendo que había seis grupos antes que ellas.
—Es normal, es viernes y aparte fue día de paga en muchas empresas, por eso esta así —dijo Jenny mientras esta Astrid le mandó un mensaje a Fernanda
"Ya llegamos princesita, te extraño mucho, ya quiero que sea mañana"
Envió el mensaje esperando respuesta del amor de su vida.
Recibió un mensaje al minuto.
"Ok preciosa, diviértete, nosotros cuidaremos a Annie y los demás mientras escuchamos música en la casa y ellos toman un poco, muero por estar contigo por el resto de nuestra vida, te amo"
El mensaje de Fernanda la hizo sonreír, siempre buscaba mostrarle cuanto la amaba y era algo que la gótica adoraba en todo aspecto.
La fila avanzó de manera rápida, siendo ellas ya las siguientes después de quince minutos de haber esperado, eran saludadas por el guardia de seguridad que ya las conocía.
—¡Hola señoritas! —sonrió aquel corpulento chico
—¡Hola Stan! ¿Cómo estás el día de hoy? —preguntó Emily de manera cortes.
—En lo que cabe bien chicas, ¿Veo que hoy no traen a los chicos? ¡Noche de soltería!
—No del todo —rio Astrid —. Es mi despedida, mañana me caso. Así que decidimos venir a tener tiempo de chicas sin nuestros chaperones y disfrutar la noche un rato.
—¿Ya mañana sales del mercado? —preguntó Stan sonriéndole al grupo
—Ella estuvo fuera del mercado desde hace más de cinco años — dijoJenny haciendo que todo rieran.
—Eso es verdad, yo solo tengo ojos para Fernanda —suspiró la gótica sonrojada mientras que el cadenero las dejó pasar.
—Disfrútenlo chicas, solo que hoy es noche de casi puro electrodark y noise, cuidado con los chicos que andan cazando chicas solas, avísennos si hay algún problema.
—¡Claro que sí, gracias Stan!
—No hay de que, y felicítenme a la señorita Lancaster de mi parte, por favor.
—Cuenta con ello—respondió Sayumi mientras se adentraron al antro.
Fueron como siempre la parte VIP y comenzaron a pedir sus bebidas, dos botellas para empezar.
Astrid ya no era alcohólica y podía controlar bien lo que tomaba, dejando siempre sólo en dos a tres copas su salida.
Las chicas ya estaban un poco entonadas, llevaban entre las cuatro, ya que Amanda o podía tomar en esos momentos por lo que seguía amamantando al pequeño Landon.
—Ya me hacía falta algo así —decía la amante del Halloween tomándose un shot completo de tequila con un poco de limón.
—Se nota Em, llevas tres shots en menos de seis minutos —rio Astrid un poco fuerte a través de la música que estaba sonando.
Todas soltaban una carcajada, se la estaban pasando muy bien, se sentían felices, la vitalidad se notó en el grupo.
Un grupo muy unido de amigas disfrutando la noche.
—¿Cómo te sientes Astrid? —preguntó Ishtar.
—¡Muy contenta!
—¿De estar aquí? —preguntó Jenny
—En parte, pero más que nada por mañana, se está cumpliendo todo lo que quería que pasara...por fin mañana estaré para siempre en los brazos de Fer.
Un ligero brillo se manifestó en los ojos cristalizados de Astrid.
—Se lo merecen más que nadie amiga —dijo Sayumi,.
Se notó la felicidad en su rostro de ver a una de sus mejores amigas tan feliz en esos momentos, recordando como había sido su vida cuando Fernanda despareció.
En ese momento todas querían bailar, Amanda se quedó en la mesa cuidando las cosas, no tenía muchas ganas de estar en la pista de baile.
Inició una canción que le gustaba mucho a Astrid, llamada Addicted to the Night de su banda favorita, BlutEngel haciéndola gritar mientras se movía con sus amigas en la pista de baile.
La música fluyó en el cuerpo de la gótica, se sentía viva, bailar al son de una de sus bandas favoritas siempre la hizo mostrarse muy contenta.
Sus amigas de igual manera se veían muy felices, celebraban el éxito de ella y de su futura esposa, sabían cuánto habían sufrido por estar juntas.
Hoy en día su vida era perfecta, su relación muy sólida y su para siempre estaba a unas cuantas horas.
Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro