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Trazo #48: BlutEngel - Children Of The Night

We're living in the the darkness,
We hate the day
We're hunting in the night,
Take your children away

La ciudad de Salem es característica por muchas cosas, desde las brujas, los juicios y todo su folclore, era una ciudad muy misteriosa.

Pero algo muy conocido de dicho lugar era el festival anual de la subcultura gótica, un gran evento, donde se congregaban muchísima gente seguidora de dicha contracultura de todo el país.

Siempre había sido el sueño de Astrid de poder ir ahí, algo que Fer sabía de primera instancia, por lo cual compró los boletos en cuanto salieron, tanto los de ella cómo el favor que le hizo a Robert para ir también con Emily él.

También el concierto que se daba en ese evento llevaba bandas excelentes de la escena del gótico y todas sus ramas, siendo que en esta edición irían agrupaciones que les fascinaba tanto a Emily cómo a Astrid.

Por su parte Emily estaba emocionada de poder ver a Cradle Of Filth, The 69 Eyes, Christian Death entre otras mientras que por su parte Astrid se volvió eufórica al saber que dos de sus bandas favoritas, BlutEngel y Bella Morte tocarían en ese mismo concierto.

También por primera vez la gótica se había tatuado, algo simple dos golondrinas cada una con la inicial de las dos personas más especiales para ella, Fernanda y Annie, se las había puesto en sus hombros, del lado del corazón la de su prometida mientras que del contrario la de su hija.

Ser le había conseguido al mejor tatuador de Boston para ello, para que estuviera lista para el festival.

Astrid incluso había comprado ropa para estrenar en ese festival.

Una blusa de cuello bajo con escote y un bonito estilo corsé en su pecho morada, con mangas translucidas de tela fina, que dejaba ver sus dos tatuajes, una falda negra con gris plisada que le llegaba una mano arriba de la rodilla, aunado a unas medias de red oscuras con figuras de gatos junto sus botas de plataforma con hebilla en la parte de arriba. En su cuello un collar de picos, maquillada con sombra morada y delineado smokey con sus labios color coral y una ligera capa de maquillaje.

Su bolso que era una backpack con imágenes de gatos negros y blancos que le había regalado Fernanda hace unas semanas.

Y la cereza del pastel, sus aretes de acrílico con forma de pentagrama.

Se vio al espejo, se sentía excelente.

—¿Ya estas lista Astrid? —gritó Fernanda desde la planta baja de la casa.

La bajista estaba lista desde hace más de dos horas, era algo que siempre fue costumbre de ella, ser puntual para todo o estar lista mucho tiempo antes de lo requerido.

—¡Ya bajo amor! —gritó la dibujante.

Checó por última vez todo, tarjetas, monedero, cartera, celular, cargadores y demás cosas necesarias. Apagó la luz y salió del cuarto.

Al estar ya en las escaleras vio que Fer ya tenía la maleta abajo con ayuda de Robert que acababa de llegar junto a Emily.

Se quedarían los dos días del festival allá, ya que el poblado entre media hora y cuarenta y cinco minutos de Boston, así que prefirieron rentar un hotel.

Esos días se quedaría la pequeña Annie con sus tíos Erick y Jenny mientras que Laila con los papás de Emily.

Michael tenía las manos llenas ya que su hijo, Landon había nacido unas semanas atrás, así que no podía cuidar de Annie junto con Amanda.

Astrid se apresuró a bajar y con ello salieron hacia el carro de ellas, el cual manejaría Robert siendo que aún Fernanda no podía hacerlo por largos periodos de tiempo, y la dibujante no se sentía aún con confianza de manejar en la carretera ella.

Fernanda la vio, haciendo que a la bajista se le escapará un suspiro.

Se veía perfecta, no sabía que había hecho para merecer tan hermosa persona a su lado, era sublime observarla con su parafernalia gótica.

Parecía siempre una vampiresa moderna, con aquel look, lista para cualquier cosa, beber sangre o follar como loca.

Los chicos salieron de la casa y Astrid no dejaba de hablar con Emily de lo que les esperaba ese día, estaban muy emocionadas de por fin lograr ir.

—¡Muero por ver todas las cosas que habrá! —aplaudió Astrid.

—¡Es que va a estar genial! Concierto, tiendas y cosas góth. ¡Será un paraíso! —Emily saltó de un lado al otro en sus pies.

Robert y Fer las vieron y sonrieron.

Emily se fue atrás con Astrid mientras Fer se subió de copiloto.

—De verdad que haber podido conseguir las entras fue un sueño hecho realidad —dijo Astrid viendo a su prometida —. Antes era muy difícil poder darnos estos lujos.

Vio a su amiga quien asintió un poco triste.

—Eso ya no será ni un problema —dijo Fer viéndola por el retrovisor.

—Lo sé cariño, gracias.

Se sonrojó mucho Astrid.

Comenzaron su viaje, muy felices, todos emocionados incluso los chicos de la banda.

—Entonces ¿La próxima semana comenzamos la grabación del video de la canción del Guardian del Duat ¿verdad Fer? —preguntó Robert.

—Si, el marte comenzamos. Por lo que me comentó mi jefe, el señor Mcallister, lo grabaremos con "Squareup Studios" —sonrió la chica.

—¿Los mismos que grabaron "To the hellfire" de Lorna Shore? —abrió los ojos con la pregunta el guitarrista.

—Si, efectivamente con ellos —le sonrió la bajista quien no pudo ocultar su emoción tampoco.

Robert dejó salir un silbido sorprendido

—¡Esto será...genial!

Su Ep estaba rompiéndola, tenían muchísimas reproducciones tanto en Yotube, como Spotify y varias otras cadenas de música, sin contar el sin fin de copias que había vendido en formato digital, más de quinientas mil en lo que iba del lanzamiento.

Mientras Em y Astrid siguieron hablando en el asiento de atrás, sobre todo de la boda cercana qué era la de la dibujante.

—¡Veras que todo saldrá bien! —le dio una sonrisa.

—Aprte, ¿Ya tienes casi completado el boceto del vestido ¿no?

—Pues si obvio, ya desde hace tiempo.

Sacó su celular y se lo enseño a su mejor amiga.

—Esta divino! —se emocionó mucho-

—A ver —dijo de manera inocente,

Astrid le mostró y quedó maravillada Emily.

—¡Te quedó espectacular! —aplaudió.

—A ver —dijo Fer de manera inocente volteando a ver.

Astrid quitó la imagen de golpe y le enseño la lengua.

—No Lancaster, tu no verás ese vestido hasta el día que me veas en la boda.

—Bueno, no pueden decir que no lo intenté —mencionó la pelinegra alzando los hombros haciendo que todos se rieran mientras que Astrid se acercó a ella y beso su mejilla.

Robert y Emily los vieron interactuar, lo cual los hizo sonreír.

Recordaban cómo había estado Astrid en los primeros meses que se había ido la bajista, se puso muy mal y aunado a ello el embarazó no la ayudo mucho.

Sin embargo, ahora, la sonrisa de ambas era genuina, tanto Fer cómo la gótica se veían vivas, felices, llenas de luz en sus ojos.

Él destino les había hecho pasar un mal rato en el pasado pero ahora, todo estaba perfecto en el universo de ellas, eran la una para la otra.

Llegaron al hotel primero, un hotel discreto, donde habían pedido habitaciones pegadas, Emily y su esposo la doscientos treinta mientras que Fernanda con Astrid la doscientos treinta y uno, para estar los unos al pendiente de los otros.

Dejaron sus cosas para solo refrescarse en el baño, lavarse los dientes y perfumarse para salir de ahí con dirección al festival, con Emily y Astrid eufóricas y llenas de la emoción.

Al llegar al sitio del evento las dos chicas goths quedaron fascinada por todo lo que veían. La entrada tenía mucha parafernalia de murciélagos y lobos, con un arco de color negro y rojo donde estaban los de seguridad checando los tickets y códigos QR de los que llegaban.

Fernanda les mostró el de los cuatro, escaneando cada uno para que después fueran revisados sus bolsos y mochilas, parte del procedimiento de dichos eventos para mantener la paz y estar a salvo.

Al pasarlo entraron viendo incluso más cosas que dejaron boquiabierta a las chicas, incluso fascinando a los dos músicos.

El escenario parecía un antiguo castillo victoriano, con escaleras y torres, muy shakesperiano, como si de una mansión embrujada se tratara, con gargolas, muy similar a la fachada de Notre Dame. Colores rojos, negros y morados estaban por todos lados del evento, mientras que muchas personas con vestimenta gótica se veían en el lugar, siendo muy notorios Robert y Fernanda quienes traían aquel estilo de deathcore que tanto los caracterizaba.

Habían puestos de comida, pero que tenían de igual manera la idea del festival, con muffin de arañas de dulce, bebidas negras coloreadas con colorante dando la idea de brea o con pintura roja para que se pensará que era sangre, igualmente se vendía vino y demás cosas características de tan glamuroso movimiento.

Astrid no dejó de ver todo, estaba asombrada, se sentía en una zona segura, en su ambiente, algo que adoraba desde que tenía memoria, todas las cosas de esta subcultura la hacían sentirse llena de vida.

Iba a lado de su amada a paso lento, junto con Robert y su pareja también, estaban disfrutando el ambiente, habían comprado una cerveza cada uno y un jugo de naranja Fernanda, iban disfrutando las bebidas conforme pasaron los diferentes puestos con cosas que había en el evento, desde libros de autores desconocidos con estilo gótico, lugares de ropa, cadenas, discos entre otras cosas

Se pararon en uno donde había collares con pentagramas, pero la vista de Astrid era tomada por un corazón negro en espinas, le fascinó el collar, algo que notó Fernanda.

—¿Me puede mostrar ese collar? —preguntó la bajista señalándolo captando la atención de Astrid.

—No amor. ¿Por qué?

—Porque si vida mía —alzó los hombros la bajista mientras recibió el collar, poniéndose atrás de la gótica alzando su cabello se lo colocó observándole que se veía muy bien con él, habiendo notado que era hecho de obsidiana tallada.

—¿Cuánto le debo? —preguntó la bajista.

—Son treinta y cinco dólares.

Esto hizo que Astrid abriera los ojos.

—Es caro amo...

Era silenciada por un beso de Fernanda mientras le dio al encargado un billete de cincuenta dólares, para después recibir su cambio sonriendo.

—Para mí no hay límite en el costo de nada mientras pueda ver esa hermosa sonrisa tuya Astrid —dijo Fernanda con una amplia sonrisa

Astrid dejo salir un suspiro, muy contenta de tener a Fer a su lado.

Los chicos continuaron su recorrido hasta llegar a la primera presentación del día, que iba a ser Cradle of Filth, una de las bandas favoritas de Emily.

Se apuraron para poder llegar a un buen lugar, quedándose solo dos filas atrás del frente, más que nada para no arriesgar a lastimar a Fernanda quien tenía que traer su bastón para moverse.

Observaron como empezaron a acomodarse la banda, estando Emily eufórica, a pesar de haberlos visto ya dos veces en vivo, no podía dejar de estar emocionada.

Saltó al ver cómo iban entrando los integrantes de la agrupación siendo el ultimo su front man, Dani Filth, quien era un gran vocalista y esto hizo que tanto Astrid como la chica amante de Halloween gritaran emocionadas.

El concierto empezó con la canción de "Manticore", que era conocida dentro del medio.

Continuaron el concierto con la canción "The death of love" que Robert sabía que era la canción favorita de esa banda de su pareja. Sacó su celular y la comenzó a grabar, la voz del vocalista y de la corista hacían una gran mancuerna entre el gutural y la limpia. Se notó la melancolía de dicha canción, era triste, pero a la vez muy potente.

Robert entendió por qué le gustaba tanto a Emily, si bien ellos cantaban de cosas muy pesadas como antiguos dioses paganos, cosas cósmicas y demás, la manera en que esta banda mostró los sentimientos fue maravillosa.

Seguían escuchándolos hasta después de unos cuarenta y cinco minutos donde cerraron con la canción Nymphetamine, que era una que le había dedicado el guitarrista a su amada esposa hace años, haciendo que el la abrazará por atrás y disfrutaran el espectáculo.

Al terminar, los chicos fueron por otra cerveza al puesto que habían comprado previamente, pidiendo una cada quien, menos Fernanda quien compró otro jugo de Naranja.

—Lady Poison —dijo una voz detrás de ellos.

Al darse la vuelta vieron a tres sujetos.

Astrid automáticamente reconoció al joven que habló. Era el chico con el que se había metido hace ya años en el concierto de BlutEngel en el baño. Esto la puso un poco intranquila, pero mantuvo la calma, lo que menos quería hacer era echar a perder el día para ella, su amada o amigos.

—¿Quién pregunta? —cuestionó Astrid.

—Soy Vampyr, nos conocimos en un concierto de Blutengel de hace unos años, lo recuerdo muy bien —su sonrisa era amplia.

Era un chico muy guapo, con unos ojos verdes penetrantes y cabello negro. Vestimenta de terciopelo muy al estilo victoriano, era alto un poco más que Fernanda, portando mucha parafernalia vampírica, desde un collar de colmillo pulseras de cuero entre otras cosas.

Fernanda sabía a qué se refería el chico, no le molestó, había sido hace años y aún no había conocido a Astrid, así que la tenía sin preocupación esto.

—Ah...Hola...—dijo Astrid alzando la ceja sin darle mucha importancia.

—Nos preguntábamos mis amigos y yo si tú y tu amiga— señaló a Fernanda —, ¿les gustaría ir a tomar algo en lo que sale a tocar Bauhaus?

Esto hizo que Fernanda y Robert dejaran salir una risita captando la atención de Vampyr y sus amigos, quienes eran muy similar a él excepto que con ojos marrones y azules.

—¿Algo les parece gracioso? — era un poco golpeado el comentario del amigo del influencer —. Los estamos invitando a tener un buen rato y quien sabe tal vez una buena noche y ser populares

—Amigo, no creo que sean más famosos que mi esposo y mi amiga —rio Emily

Astrid ya estaba molesta, se había acordado por que después de haber estado con él lo bloqueó de toda red social, era una persona prepotente y crecido.

—¿Famosos? Ni si quiera se visten AH Doc a dónde vienen...no se dé dónde sean famosos, del basurero yo creo —dijo Vampyr barriendo a Robert y después a Fernanda.

Los tres amigos dejaron salir una carcajada ante lo dicho por el pseudo vampiro para después Fernanda tomar la cadera de su gótica y besar su mejilla haciendo que ella se sonrojara, pero sonriera.

—Mira draculito, ella no es mi amiga, es mi pareja, se quién eres tú y solo te diré olvídalo, ella es la prometida de la emperatriz.

Era la primera vez que ella usaba ese sobrenombre, no era alguien que le gustará impresionar de esa manera sin embargo este era un motivo para ello, dejando impresionados a sus amigos y su pareja.

—¿Emperatriz? ¿De dónde?

Su voz se hundió cuando eran abordados por un grupo de chicos góticos jóvenes quienes ignoraron al supuesto influencer.

—Es la emperatriz —dijo uno.

Muchos chicos se les quedaron viendo, sabían que había sido lastimada hace poco tiempo, pero seguía viéndose igual de imponente que en aquel primer concierto que tuvieron hace unos meses.

Muchos de los jóvenes estaban babeando por ella, era guapa, pero a la vez le temían, era como si un mito se hubiera manifestado enfrente de ellos.

—¡Por dios es Robert! —señaló una chica —. Esta buenísimo.

Esto hizo reír a Emily, ella jamás había sido celosa, y amaba ver como su pareja era ovacionado.

—Son los de Beyond the Light —gritaron otros chicos quienes se acercaron n a ellos pidiéndoles fotos y que firmaran algunas de sus cosas, lo cual lo hacían Fernanda y Robert.

El jolgorio pasó después de cierto tiempo, unos diez minutos donde Vampyr y su amigo se quedaron viendo todo.

—¿Ves basura? No somos iguales —dijo Fernanda tomando la mano de su amada y yéndose de ahí.

Astrid estaba fascinada, la Fer de hace años hubiera hecho un berrinche y se hubiera peleado con el tipo, sin embargo, la Emperatriz era diferente a la niña que había sido la bajista antes. Ella imponía respeto y lo hacía sin dificultad, mostró su grandeza y cuanto amaba la amaba, estaba orgullosa de ella.

Dieron las nueve de la noche, momento que venía la banda estelar que era Blutengel, la favorita de Astrid de todos los tiempos.

Estaban en las gradas sentados Fernanda y Robert cuidándolas mientras que con la música de dicha agrupación las dos chicas bailaban gracias a los toques electrónicos que usaban.

Amo ver esta Fernanda como varios chicos intentaron acercarse a su prometida y ella los ignoró aventándolos lejos de ella, o mostrándoles su anillo de compromiso que tenía, era regocijante eso.

Le daba su lugar y disfrutaba de su pasión por dicha música.

La canción "Children of the night" se escuchó y bajo la luz de la luna y estrella del firmamento fulgurante de Salem, la bajista observó a su futura esposa bailar, con mucho gusto, moviendo sus caderas a lado de Emily dejando que la música se apoderara de ella, era un espectáculo muy sensual, pero tenía algo más.

Verla tan feliz hacía a la bajista sentirse en el cielo, ella merecía todo lo bueno del mundo y ella se lo daría.

Era su universo entero.

Se levantó de la grada mientras Emily iba llegando para estar con Robert, a la par de que ella se dirigió a donde estaba Astrid poniéndose atrás de ella, dándole un pequeño beso en su cuello haciéndola suspirar para voltearse a verla, rodeándola con sus brazos en el cuello hundiéndose en sus avellanas con una amplia sonrisa.

—Gracias por todo esto —dijo Astrid besándola.

—No tienes que agradecer nada —besó su frente Fer.

—Claro que sí, me haces muy feliz, cómo jamás lo había sido antes.

La bajista sonrió y entendió el punto de su novia.

—Astrid, te quiero preguntar algo.

La gótica la volteó a ver.

—¿Qué pasa Fer?

—¿Me dejarías adoptar legalmente a Annie? —Fer sonrió al decirle esto.

A la dibujante se le inundaron los ojos de lágrimas de felicidad y la abrazó con cuidado.

—¿Lo dices en serio? —rodeó sus brazos a su cuello sin dejarla de ver.

—Si amor, claro que lo digo en serio.

—¡Si, claro que sí! —la apretó contra ella la gótica.

—Eso me parece perfecto.

Sellaron con un beso, dando un paso más en la construcción de su castillo en el cielo. 

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