- Aquí estabas - dijo Conner completamente animado.

Rachel pensó que se iba a desmayar, pero salió de la habitación convencida de que nunca iba a olvidar lo que hizo y de que haría todo lo posible para que nadie descubiera jamás su secreto.

Cuando ambos entraron en el aula donde Derek ya estaba de pie, él le sonrió e hizo un gesto con la cabeza.

Por un instante quiso disculparse por la demora y dar las gracias, pero supuso que sus palabras sonarían vacías como la agonía que sentía por dentro. Así que, sólo prefirió no hablar.

- ¿Y el agua? - preguntó Teresa siendo la primera en captar su extraña actitud.

- Creí ver a alguien, me asusté y cayó al suelo. La perdi... - mintió.

- No importa - la consoló Derek interrumpiendola - Ya estoy mucho mejor - alardeo.

- Tú estarás mejor cuando yo lo diga - masculló Teresa - Ahora trágatelo - ordenó dándole dos pastillas gruesas.

Derek la miró de reojo desafiante, pero aún así le obedeció. Engullo duramente aquellas pastillas y disfruto enseñarle la lengua a Teresa cual niño inmaduro.

- Bien - dijo esta tomando la mochila en sus hombros y disponiéndose a marcharse. Conner sin emitir palabra también la siguió.

- Espera - llamo Rachel - ¿Qué hay de tu pago? - preguntó.

- El 50% de los suministros más 20 Máscaras - explicó Teresa.

- No lo entiendo - confesó

- Ven con nosotros Rachel - pidió la muchacha con voz baja evitando que Derek la escuchara.

- Aún está en pie mi oferta - murmuró Conner con el mismo deseo.

Rachel los miró inquisitiva. Había algo que ellos conocían que ella ignoraba.

- Derek me necesita - explicó desconcertada por su pedido.

Ambos chicos se miraron y Teresa negó con la cabeza.

- Nunca me dijiste cuál era tu misión - preguntó Conner antes de irse.

- No la tengo. Yo soy una estudiante del intituto - confesó enseñandole el uniforme que llevaba puesto.

Teresa miró al suelo aún más cabreada - Lo sabía - masculló - Rachel tu...

- No los escuches Rachel - pidió Derek apareciendo tras ella sorpresivamente - ¿Qué pasará cuando Jonathan la vea junto a ustedes? - preguntó estratega.

- ¡Oh maldito infeliz! - gruñó el pelirrojo. Teresa lo tomó del hombro para aplacarlo, pero el estaba furioso - Ella tiene derecho a saberlo - dijo a voz elevada apuntando a Derek y enfrentándolo - Dile la verdad - exigió.

- ¿Saber que? - preguntó Rachel ahora viendo a Derek de forma demandante, pero él no se inmuto en respóndele.

- Que él te está utilizando - murmuró Teresa rigurosa.

- ¡Oh! ¿Qué reunión más extraña me estoy perdiendo? - preguntó Jonathan quien lentamente se acercaba al grupo. Rachel lo miró sin expresión alguna, era como si se encontrará neutral ante su aparición pero Derek no.

- ¿Cómo te atreves a aparecer Hijo de Puta? - gruño Derek.

Jonathan sonrió con el rostro evidenciando sorpresa y burla ante aquel comentario.

- Retén a tu perro Rachel - pidió - Solo vine a informarles que mi trabajo aquí ha concluido - añadió felizmente.

- ¿Qué hiciste? - preguntó Teresa siendo la primera en hablar y viéndole intrigada.

Jonathan le guiño el ojo y le quitó las bolsas que ella cargaba lanzándolas junto a las piernas de Rachel diciendo: - Ya no necesitaremos esto.

Derek se asomó para enfrentarlo, pero Rachel lo aplacó solo con la palma de su mano en su rígido pecho, sin dejar de mirar a Jonathan, quería saber qué truco él escondía bajo la manga ahora.

- Ya cumplió su misión - explicó Conner. Añadiendo la respuesta que todos querían saber.

El rostro de Teresa se relajó, pero al instante la duda volvió a surgir en él.

- ¿Y cuál era? - preguntó.

- Tan absurda y aburrida como la de todos ustedes - se burló a gran voz extendiendo los brazos - Pero ¡yo! - dijo apuntándose - Yo la volví aun mejor - se autoelogio - ¡Yo arranque una verdadera máscara destruyendo su alma impura!. Yo logre que esta mirara largo tiempo a un abismo, pero se olvidó que este también miro dentro de ella y la volvió un monstruo.

Todos miraron a Jonathan como se mira a un lunático, pero Rachel no, ella sabía que el oscuro abismo que creyó ver en sus ojos también la había arrastrado y forzado a ver la oscuridad una no ajena una finalmente propia, había visto dentro de ella misma y reconocido a un monstruo en el fondo, uno igual que él y finalmente uno igual a ella misma.

El fantasma que antes había visto se estaba burlando de ella y entonces los latidos en su pecho incrementaron su ritmo.

«Quien con monstruos lucha cuide de no convertirse a su vez en uno»: pensó.

De pronto Conner miró a Rachel, de hecho todos parecían hacerlo. La muchacha comenzó a sentirse aturdida por los propios latidos de su corazón. Estaba inhalando aire ruidosamente y demasiado rápido, su cara ahora pasaba a un pálido blanco.

La poca entrada de aire estaba haciendo que sintiera como si su cabeza flotara desagradablemente siendo además bombardeada por el tamborilearte sonido de sus propias pulsaciones. Pánico. Entonces todo y todos se nublaron frente su vista y en suma final ella se desvaneció solo tocando el sucio y frío suelo.

*********🎭********

- ¡Ella está despertando! - informó Conner.

Rachel permaneció con la vista en el techo blanco el cual aún se movía, estaba tan mareada y anémica que sentía como el cosquilleo de calambres le invadía por todo el cuerpo.

- ¿Cómo te sientes? - preguntó Teresa quien tenía una pequeña linterna apuntándole a los ojos la cual cegaba su vista moviéndose oscilatoriamente de su ojo izquierdo a el derecho.

- Mareada - informó Rachel.

- Bien, eso se soluciona rápido nena. Solo tienes que comer - explicó palmeando su hombro - ¡Tranquila!. Ya Conner nos contó lo que ocurrió.

- ¿Qué cosa? - preguntó Rachel sentándose en el suelo viendo a Conner y Derek a un lado y luego a Teresa - ¿Dónde está Jonathan?.

- Se marchó apenas te desmayaste. Giraba que el gano. De seguro delira, tampoco el a comido muy bien. Pero si lo que dijo es verdad nuestra misión ha concluido - explicó Teresa - Nos iremos del edificio pero nuestra oferta sigue en pie - dijo, casi murmurando lo último.

Derek habló después :
- Conner nos contó lo que hiciste con aquel sujeto para conseguir las medicinas y luego los alimentos - dijo.

Derek tenía una mirada brillante y llena de admiración por ella cuando hablaba; una que antes ella hubiera dado todo por recibirla, pero ahora solo permaneció en silencio pensando. Conner no había visto dentro de la habitación. Entonces el no podía saber lo que en verdad allí había ocurrido.

- ¿Y qué hice con exactitud? - preguntó.

- Conner no fue muy específico, pero suponemos que luchaste con el y eso explica porque volviste tan diferente y tu repentino desmayo.

«Diferente» pensó. De pronto Rachel deseó verse en un espejo, pero sabía que aquel reflejo no iba a gustarle.

- Ah... Si, eso dijo - murmuró viendo a Conner fijamente y el muchacho se encogió de hombros asomándose.

Teresa se apartó de ella y se dirigió a hablar con Derek.

- Puede que esta sea la última vez que hablemos - explico - Quiero que cuides de Rachel y completes tu propia misión - ordenó - Estás máscaras las dejaré aquí solo por ella - explicó

Mientras tanto Conner se acercó a Rachel.

- ¿Hay algo más que deba saber? - susurro ella abandonando la vista de Derek y Teresa y colocándola en Conner.

El muchacho tenia la mirada alterada, muchas emociones pasaban por su cabeza, pero algo le reprimía no permitiéndole hablar con claridad.

- Sólo recuerda quien eres ¿Si? - pidió - No mataste al chico de la enfermería lo veo en tus ojos Rachel. No te convensas de ser alguien que no eres. Tu no eres como ellos - dijo viendo a Derek y Teresa - Tu no eres como ninguno de nosotros. "No eres un monstruo"

Rachel estaba completamente sorprendida, pero no lo demostró. Extrañamente aquel niño lo había percibido todo, parecía estar absorto siempre, pero no era así él había captado todo aquello a la perfección excepto por un detalle, él no lo sabía, él no sabía quién era ella ni se imaginaba de lo que podría ser capaz.

- Ahora comprendo quién era la cabeza de aquel grupo - comentó devolviéndole un halago por su percepción tan aguda y casi exacta.

Conner le sonrió condescendiente.

- Sin Teresa ni Jonathan en el juego vas a tener mucha comida para terminar esta pesadilla - alentó.

- ¿Cuál era tu misión Conner? - pregunto.

- Ahora - corrigió - Vengar la muerte de mi compañero - dijo poniéndose de pie y llevándose el bate de béisbol a los hombros.

- Miguel es muy peligroso - advirtió ella preocupada.

- Yo también lo soy - explico - Mucha suerte Rachel - dijo y miró a Teresa quien le hacía señas para que se marcharán.

- Adiós Conner - dijo y saludó a Teresa con la mano quien apenas la miró, pero le sonrió condescendiente.

Ambos desaparecieron por el iluminado pasillo con la luz del atreguado amanecer filtrándose entre las rejas de las ventanas.

Rachel continuaba sentada en el suelo. Los pasos de Derek no la animaron en absoluto, pero aun así el le extendió la mano. Ambas miradas entonces se chocaron. Lo extraño era que una de ellas ahora ya no tenía esa dura expresión ni esa natural frivolidad impregnada y la otra comenzaba a tenerla.

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Conner
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Reglas del Juego:

1. Está prohibido matar a más de un jugador.

2. Los equipos se conforman por dos jugadores; un ejecutor y un informante.

3. Quien rompe las reglas del juego debe presentar un sacrificio en su lugar.

4. Cada jugador tiene una mision que completar.

5. Finalmente quien arranqué más máscaras en Villa Lobrega ganara el juego.