Chào các bạn! Vì nhiều lý do từ nay Truyen2U chính thức đổi tên là Truyen247.Pro. Mong các bạn tiếp tục ủng hộ truy cập tên miền mới này nhé! Mãi yêu... ♥

Capítulo XIV

La decisión que tomo el ministerio de no cancelar el torneo no le sorprendió, era entendible a sus ojos. Ellos querían evitar el caos y brindar seguridad, la única manera de hacerlo era continuar con el torneo, de lo contrario expondrían una imagen de vulnerabilidad ante el ataque recibido a Hogwarts.

Sus amigos se habían indignado, principalmente porque velaban por su seguridad.

Yuuri acepto el hecho con total calma, Mila y Viktor siguieron su ejemplo, los tres realizaron la promesa de continuar en este juego y la cumplirían, su motivo era igual al del ministerio, demostrar que no vencerían su fuerza de voluntad.

El hombre de ojos verdes no pudo brindar su declaración, alguien lo ayudo a escapar y aquella acción dejo en claro que existía una persona infiltrada en Hogwarts, eso provoco el aumento de la seguridad en el castillo. Muy pocas personas sabían sobre el vínculo entre el hombre y Yuuri, eso ayudo a que su semana pudiera transcurrir en una calma regular, pues no podía evitar ser entrevistado por cada compañero que deseaba saciar su curiosidad.

La situación con Viktor mejoro más si eso era posible, ambos sabían secretos del otro y eso los unió, compartían un vínculo indescriptible, tan profundo que pensar en una futura separación le dolía, Yuuri no era idiota, sabía que al terminar el año se separarían, ambos estudiaban en escuelas diferentes, intentaba concentrarse en sus momentos juntos, los atesoraría como el mejor recuerdo, eso quedaría tras su partida, un hermoso recuerdo.

―Yuuri, concéntrate ―Yuko lo observo intensamente, ella era una chica amable la mayor parte del tiempo, en escasas ocasiones su tranquilidad llegaba al límite y su otro carácter salía al flote, esta era una de esas.

―Lo siento ―se disculpó, se apresuró a recoger su varita, era la tercera vez en cinco minutos que era desarmado, en definitiva, el peor entrenamiento.

―Yuuri, ¿Qué sucede? ¿Por qué estás tan distraído? ―su amiga se cruzó de brazos esperando una respuesta.

―No es nada.

―Te conozco y puedes decirlo, sé que siempre has sido malo para expresar en palabras tus sentimientos, pero no es bueno que te guardes todo, quiero ayudarte a cargar tus problemas.

Los ojos cafés calaron profundo, Yuko era una segunda hermana, la amiga confiable y maternal, aquella que nunca te abandonaría, siempre tan leal.

―Le confesé a Viktor mi pasado ―admitió pesadamente, ella se sorprendió levemente.

―¿Eso te hizo sentir mal? ―por su expresión, Yuuri adivino que sería capaz de ir a reclamarle a Viktor si era necesario, ese tipo de gestos era lo que lo hacían sentir querido.

―Para nada ―negó ―es solo, bueno, odio no saber que siento cuando estoy a su lado.

Rápidamente Yuko le mostro una sonrisa compresiva, como si ella entendiera mejor sus sentimientos que él mismo, eso lo hizo atormentarse un poco más.

―¿Cada vez que se acerca a ti pierdes la respiración? ¿o cuando sus miradas chocan sientes como si olas te arrastraran en dirección al mar? ¿la gravedad resulta nula cuando te abraza? Dime Yuuri, ¿estoy equivocada? ―su amiga hablaba con tal confianza y sabiduría, la poseía, pero nunca imagino que ella experimentara sentimientos tan profundos por Nishigori, eso se debía a que ellos nunca demostraban esa clase de afecto frente a él.

Medito unos segundos, rememoro sus encuentros con el ruso, cada frase, cada mirada, cada sonrisa. La respuesta era si, todas esas preguntas lo desequilibraban de una manera aterradora.

―Pero...

―No te intentes engañar ―lo interrumpió Yuko amablemente ―no tiene nada de malo enamorarse, nunca es malo, mucho menos de una persona como Viktor.

―Yuko, no estoy seguro de que sea amor.

―En ese caso, cuando te percates de que todas mis palabras son verdad podrás descansar tranquilo.

El sonido brusco de la puerta abriéndose los asusto, el cabello largo y plateado de VIktor ondeaba con elegancia al igual que él, envidiaba que pudiera lucir tan atractivo, robaba miradas y suspiros donde quiera que fuera, siempre sonreía, pero solo mostraba esa mirada abrazadora a Yuuri, solo a él le brindaba gestos cómplices.

―¿Por qué te has sonrojado lindo cerdito? ―Viktor enarcó una ceja curioso.

―Es una conversación privada ―Yuko contesto por él, agradeció su ayuda.

―Pero yo quiero saber ―Viktor realizo un ridículo puchero haciéndolo reir ―eres cruel Yuuri.

―Lo siento ―encogio los hombros.

―En ese caso, aparte de hablar secretos que no me contaran, ¿Qué hacían?

―Practicando hechizos de defensa ―respondió Yuuri ―la prueba será dentro de dos días y las experiencias recientes solo hacen que defenderme sea una prioridad.

―Gran respuesta como siempre ―le guiñó un ojo, luego le mostro un periódico, el profeta ―creo que te interesara leer esto, espero que no te moleste la nota.

Inmediatamente se apresuró a sujetar el periódico.

Sus ojos deberían estar a punto de salirse, no podía creer la imagen que estaba en primera plana. Podía apreciarse en la fotografía a Viktor y Yuuri abrazados en el campo de Quidditch, fue en la ocasión del partido, el título que lo acompañaba era el siguiente: Amor más allá de la rivalidad.

Alzó la vista en dirección a Viktor, el muy traicionero disfrutaba de su confusión.

―¿Amor? ―dijo con un hilo de voz.

―Pues al parecer ambos vivimos un romance desenfrenado ―encogió los hombros Viktor ―en el cual Mila es la villana en nuestra perfecta y trágica historia de amor, por si te lo preguntas ella quiere ir a arrancar los ojos de cierta periodista amarillista.

Yuuri no salía de una situación para encontrarse con otra, ¿Qué tenía que hacer para unos días de paz y armonía? Leyó con temor la nota, Viktor resumió de manera perfecta la noticia, solo le faltó mencionar pequeños detalles, como por ejemplo que Mila sufría por el desprecio de Yuuri, cosa impensable, la peor parte era la historia adornada de la supuesta relación entre él y Viktor.

―Me alegra que saber que te he besado, porque mis memorias no tienen recuerdo alguno de aquello ―mencionó despreocupado el ruso.

―¡Viktor! ―exclamó abochornado ―eso nunca ocurrió, ni nada de lo que está escrito.

―Pero podría suceder.

Se sonrojo inmediatamente, las reacciones que su cuerpo tenía con Viktor no eran normales, nada de lo que le provocaba era normal. La conversación con Yuko se repitió haciendo que quisiera huir de la habitación.

―¿Estas bien Yuuri? ―Viktor se le acerco visiblemente preocupado.

―Si ―asintió sin atreverse a agregar más, la mirada que su amiga le brindo era una de reconocimiento, ella había adivinado sus pensamientos ―me tengo que ir, nos vemos en el comedor.

Apresuro el paso.

Cuando por fin se había atrevido a confesar sus dudas, estas solo lograban avergonzarlo, no sabía cómo nombrar a ese sentimiento, era sincero al confesar que no se comprendía, no entendía y le daba miedo descubrir que era lo que Viktor ocasionaba en él.

Los pasillos de Hogwarts eran largos y enredados, en las últimas semanas adquirió el habito de perderse en ellas, no podía creer que paso tanto tiempo sin aventurarse a explorarlas, eso lograba calmar su ansiedad, Yuuri siempre padeció de esta y muchas veces era sofocante, aprendió a controlarla por sí mismo, encontró sus propios métodos para lidiar con ella y funciono.

Al conocer a ese hombre de ojos esmeralda entendía con mayor claridad el origen de su ansiedad. Suspiro cansado, a pesar de que mostraba una actitud fuerte y valiente frente a todos, no podía evitar sentir miedo y preocupación, no por él, sino por el futuro de la comunidad mágica. Nunca imagino que esta se encontrara en tantos aprietos.

―Sabia que te encontraría aquí cerdo ―reconoció a Yurio, no por su voz o algo similar, era por el insulto.

―Siempre deambulo por los pasillos últimamente, ¿Cómo tendrías una idea de dónde estaría? ―enarcó una ceja, el rubio le frunció el ceño, visiblemente molesto.

―Cállate ―le gruño este ―te estoy vigilando, no quiero que huyas de la primera prueba.

Sonrió débilmente, sabía que le importaba a Yurio, a pesar de que este lo encubriera con insultos y constantes muestras de desprecio, al ver a ese niño, -casi adolescente-, le saltaba un instinto fraternal, lo veía como un hermano, se preocupaba por su bienestar mental y físico, en especial porque su madre fue asesinada, intentaba comprender su dolor y furia reprimidos, quería ser de ayuda para Yurio.

―Gracias ―encogió los hombros ―creo que he caminado demasiado, hay que volver.

―Por eso estaba aquí, el viejo de Viktor está preocupado por tu trasero ―Yurio le lanzó una mirada burlona y cínica ―eres la primera persona por la que realmente muestra pánico genuino.

―¿Ah?

―No pongas esa cara estúpida ―Yurio dio la vuelta y avanzo, Yuuri le siguió el paso ―y sabes perfectamente a lo que me refiero.

―No.

―Son tan idiota los dos ―rodó los ojos Yurio exasperado ―Viktor siempre ha mostrado esa mascara infantil y de despreocupación, nunca en todo lo que he estado a su lado su mirada se mostró preocupada por alguien, ni siquiera por Chris o Yakov, había dudado que tuviera sentimientos, pero llegaste tú y el muy idiota se encuentra por las nubes, se enfurece, grita y siente miedo.

La declaración fue un balde de agua fría. Conocía al Viktor de ahora, pero no al pasado, se preguntó cómo sería antes de conocerlo.

―No le des vueltas a lo que te acabo de decir ―Yurio poseía una mirada demasiado intensa, no era alguien normal para tener la edad con la que contaba.

―Entonces, ¿Por qué me lo cuentas?

―Para que estés consiente de lo importante que eres para ese viejo idiota ―Yurio encogió los hombros.

Después de aquello Yurio cambio el tema drásticamente, comenzó a cuestionarlo sobre hechizos de defensa y ataque, sabía demasiado del tema y cada vez que daba respuesta equivoca lo golpeaba en el hombro, Yuuri sospechaba que todos los rusos podían poseer una fuerza descomunal o mínimo anormal.

Se toparon con Pitchit a medio camino, por la sonrisa que portaba en su rostro era que había visto a ese chico de Slytherin de nueva cuenta, ambos se conocían perfectamente para saber qué era lo que provocaba tal reacción en el otro.

―¿Es en serio? ―Yurio pareció abatido, tanto Pitchit y él se desconcertaron por su repentina reacción.

―¿Qué te ocurre? ―Pitchit le preguntó.

―Ya estoy hastiado de la miel que me arrojan Viktor y el cerdo, no quiero que tú también me la arrojes, así que guárdate tus sentimientos de enamorado para cuando estés solo con el cerdo.

Yuuri contuvo su risa al ver que su mejor amigo se sonrojaba, esta era de las pocas y valiosas ocasiones en las que Pitchit se dejaba ver avergonzado.

―Yo no estoy enamorado ―refutó Pitchit.

―Y para el colmo también estas en estado de negación ―volvió a decir Yurio ―por esto siempre estoy junto a Beka, para no aguantar sus cursis sentimientos.

En ese momento Yurio y Pitchit se embarcaron en una conversación donde el segundo negaba rotundamente lo dicho por el primero, Yuuri hizo de buen oyente y rio cuando era necesario y callo cuando lo ameritaba, la verdad era que ambos poseían una terquedad que los hacia no rendirse.

El camino de regreso fue entretenido, ellos dos lo divertían.

―¡Yuuri! ―un grito los detuvo, él se giró ante la mención de su nombre.

Encontró a una chica de tez morena, su cabello oscuro y largo hasta la cintura, una mirada avivada que le recordaba vagamente a Mila y una sonrisa encantadora, vestía el uniforme de Raveclaw, así que era obvio que pertenecía a esa casa.

―Mucho gusto ―esta se apresuró a saludar, le tendió su mano, Yuuri dudoso la acepto ―mi nombre es Sara Crispino.

―Creo que ya sabes mi nombre ―dijo en respuesta Yuuri.

―Esa es una gran afirmación ―ella le guiñó un ojo ―solo vine para desearte éxito en tu primera prueba, la verdad era que tenía mis dudas referentes a ti, pero con todo lo que has mostrado nos hiciste tragarnos nuestras palabras.

―Gracias ―nadie a parte de amigos cercanos y Leo le había dicho aquello.

―No tienes que dar las gracias, al contrario, nosotros te debemos agradecerte a ti ―se acercó y le dio un beso en la mejilla ―gánale a los dos rusos, adiós.

Sara dio la vuelta y se alejó con paso ligero, la efusividad de sus ojos era algo de admirar y la chica inmediatamente le agrado a Yuuri, era sincera y no se notó un ápice de dobles intenciones cuando hablo, ojalá más personas fueran como ellas.

―Probablemente veamos un artículo en el profeta que hable sobre cómo le estas poniendo el cuerno a Viktor con una chica de Ravenclaw ―dijo alegremente Pitchit.

―Y también de cómo te aprovechas de la estrella de Quidditch ―siguió Yurio.

―Eso no es cierto ―hablo levemente molesto.

Ahora él se volvió el centro de las burlas, Yuuri se limitó a controlarlas, para comenzar Viktor y él no eran nada más que amigos y compañeros, no importaba que Yuuri poseyera sentimientos confusos.

El comedor siempre se encontraba rebosante de energía, ahora, con los nuevos invitados la energía se triplicaba. Las risas y platicas se extendían a su máximo esplendor, le tranquilizo que las miradas ya no se dirigieran a su persona, la gran mayoría era para cierto ruso de cabello plateado.

Viktor se encontraba en el centro y danzaba, lo hacía con una destreza inimaginable, cada movimiento dejaba sin aliento a las personas que caían ante su hechizo, Yuuri recordó a aquellos patinadores que se deslizaban por el hielo y a los cuales admiraba, pues Viktor era idéntico a uno, sus pies poseían una delicadeza y elegancia admirables, sus ojos cerrados solo lo hacían mucho más bello si es que eso era posible.

―Amigo ―Pitchit le susurró rompiendo con la magia ―deberías cerrar la boca.

―Yo no.

―Yuuri ve a bailar con él ―Pitchit le dijo con una sonrisa amigable.

―¿Qué? Claro que no.

―¿Y porque no? ―preguntó.

―No se bailar.

―Eso es estúpido ―Pitchit soltó una pequeña risita ―tu eres de los mejores bailarines que he visto en mi vida, no entiendo como en vacaciones te da tiempo de practicar ballet, atender el negocio familiar y patinar.

―¿Tu bailas? ―Yurio lo observo intensamente.

―Algo así ―admitió a regañadientes.

―Es modesto ―quería tapar la boca de su mejor amigo con cinta adhesiva ―ha competido con los mejores bailarines de Hogwarts y salido invicto, inclusive a la profesora Minako le sorprendió que supiera tantas cosas.

―En ese caso, cerdo, compite conmigo ―Yurio poseía una mirada retadora, no le permitiría un no por repuesta.

―Puedes competir con Viktor, él es mejor que yo.

―No, yo quiero competir contigo.

―¡Atención todos! ―Yuuri se giró sorprendido a ver a Pitchit, su mejor amigo había realizado un hechizo de amplificación de voz para hacerse oír, los alumnos se giraron hacia ellos, inclusive Viktor detuvo su danza y los observo, estaba igual de confundido que todos.

―¿Qué planeas hacer? ―le murmuró agitado.

―Tendremos una competencia de baile entre Yuuri Katsuki y Yuri Plisetsky.

El público los aclamaba y en lo único que su mente podía pensaba era en cómo se podía usar un hechizo de invisibilidad.

―No hay música ―se excusó.

―¿Alguien tiene música? ―dijo Pitchit.

Otabek se levantó desde su asiento y mostro un aparato, lo conocía, era una radio mágica, uno de los pocos aparatos muggles que podían funcionar en Hogwarts. Casi alza su varita y le lanza un hechizo, pero un agarre en su mano lo detuvo; Yurio lo jalo hacia el centro, esto era el fin de sus posibles escapatorias.

Les abrieron paso hasta el centro, justo donde Viktor los esperaba, su rostro lleno de la más genuina emoción, siempre le recordaría a un niño.

―Nunca creí que fueras bailarín ―Viktor le dijo.

―No soy un profesional ―hablo rápidamente.

―Pues cuando retaste a mi hermano no decías lo mismo ―le sorprendió escuchar a Sara, junto a ella se encontraba un chico con rasgos extremadamente parecidos, por su mueca de disgusto era claro que no le tenía mucho aprecio.

―También me retaste a un duelo de baile y me ganaste ―un chico de Ravenclaw se aproximó hacia ellos, su cabello castaño era claro y sus ojos cargaban con una buena energía y alegría inagotable.

Ahora lo recordaba, fue en una de sus pocas borracheras, al parecer era una costumbre suya retar a las personas a duelos de baile. Aquello tenía unos dos años de haber sucedido, solo había tomado una copa de whiskey de fuego y al no estar acostumbrado acabo haciendo todo aquello, Yuuri y la bebida no eran una buena combinación.

―Bien, bien, ya que hemos aclarado que Yuuri tiene ventaja hay que dar comienzo ―Pitchit en ese momento no le era de ayuda en ningún sentido.

Se fueron alejando lentamente, les daban espacio para bailar.

Sus manos comenzaban a temblar por nerviosismo, observo a Yurio, admiraba la determinación que mostraba, su postura le indicaba que no planeaba perder y que él iría en serio.

Yuuri tomo un suspiro profundo, de reojo vio a Yuko, ella siempre lo apoyo para que tomara clases de baile en verano y cuando se enteraron que vivían en el mismo distrito se visitaban constantemente, ambos eran compañeros de secretos y Yuko siempre lo motivo, ahora mismo su mirada le indicaba un "hazlo", le dio un leve asentimiento.

La música sonó lo suficientemente alto para que la oyera.

―Vas a perder cerdo ―Yurio afirmó.

Debía admitir que él era bueno, demasiado, sus movimientos eran fluidos y nada lentos, danzaba con naturalidad nata y se deslizaba con una gracia felina, lo cual era irónico, ya que Yuuri sabia del gusto que Yurio tenía por esos animales.

Conto tres segundos y empezó. Se hizo uno con la música, la sintió en su piel y huesos, calando más profundo con cada movimiento realizado, ya no importaba quien era, sino lo que quería expresar, la música y el baile eran eso, una forma de expresarse, por eso Yuuri acudía a cursos de danza, eran su liberación.

La canción cambio, fue un ritmo moderno, ¿música electrónica muggle? No sabría describirlo, en ese momento sus pies actuaron por si solas, Yuuri era flexible, entreno por mucho tiempo para que su cuerpo adquiriera esa característica, así que realizar acrobacias era algo sencillo, sabía que Yurio a su lado realizaba algo similar.

Movió sus pies con pasos que le fueron enseñados y balanceo su cuerpo con la naturalidad que le caracterizaba, se deslizo por el suelo pensando que se trataba del hielo, siempre amo el Quiddith y lo seguiría haciendo, pero también sentía lo mismo por una pista de hielo, ese era su hogar mientras no estaba en Hogwarts.

Bruscamente la música termino y los sentidos de Yuuri se relajaron, un poco de sudor caía por su frente y su respiración era irregular. Los gritos lo asustaron brevemente, recordó la competencia que acababa de tener y su vergüenza olvidada lo asalto de nueva cuenta.

―¡Katsuki! ¡Katsuki! ―clamaban su nombre.

―Y tu decías que perdiste la practica ―rodó los ojos Pitchit abrazándolo ―¿de casualidad tomaste alguna clase de baile moderno? Esos últimos pasos no son normales en el ballet.

―¡Pitchit! ―exclamó irritado ―sabes que no es así.

―Solo era una observación ―le guiñó un ojo.

―Por esta vez ganas cerdo ―Yurio le clavó la mirada ―la próxima vez te aplastare y dejare tirado en el suelo.

―Esperare por eso ―dijo sinceramente.

―¿Y porque no tenemos tu y yo una competencia? ―la voz de Viktor se deslizo.

―No, porque dentro de dos días llegara una especialmente para nosotros ―respondió calmadamente, ignoraba que seguían observándolo y gritaban su nombre, eso ahora no tenía importancia.

―Eres tan injusto Yuuri ―Viktor realizo un ridículo puchero.

―Mentira, tu estas siendo infantil ―señaló lo evidente.

―Solo porque se trata de ti.

Viktor ladeo su cabeza ligeramente y sonrió.

Las palabras de Yuko volvieron a resonar en su cabeza, esta ocasión no huyo, se quedó ahí parado. Sentía miedo, pero no era lo único, también amor. Quería a aquella persona frente a él, su admiración evoluciono a un sentimiento tan profundo que ahora ya era innegable.

Sus manos temblaron ligeramente.

Estaba enamorado.

Enamorado de Viktor Nikiforov.


------------------------------------------

*NOTA: El Whiskey de fuego es una bebida mágica que comúnmente se encuentra en las tres escobas y mucho más fuerte que una cerveza de mantequilla.

¡Hola de nueva cuenta! siento la demora, pero mis semanas fueron de lo más ocupadas, cada profesor se confabulo para no darnos un descanso y ni siquiera he podido estudiar mis guías a la universidad calmadamente.

Creo que ya hacia falta un capítulo tranquilo y este ha sido uno de ellos, ya que para él siguiente viene la primera prueba y yo se que se morían de ganas porque sucediera ;)

Y como vemos aquí tenemos a un Yuuri bailarín, quise conservar cierta esencia del Yuuri del anime, así que me dije, ¿porque no? además de agregar de forma indirecta la competencia de baile entre los dos Yuris xD y para el final dejar que Yuuri por fin aceptara sus sentimientos, creo que eso lo ayudara mucho, eso de estar en negación no es bonito.

¡Nos leemos en el siguiente capítulo!



Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro